Centrándome ahora estrictamente en la película, esta es mi sincera opinión: yo soy un chico de 27 años para 28 ya de Pamplona, homosexual y recientemente emparejado con quien considero el amor de mi vida tras muchos sufrimientos. He conseguido que hasta mi novio que es muy pudoroso haya aceptado con gusto la película y eso es mucho para mí. Su película, señor Medem, me ha emocionado tan profundamente que la tendré en gran estima para toda mi vida y espero volver a verla en DVD esta vez en V. O. S. con la voz original de ELENA ANAYA. Aun y todo, el doblaje de las dos chicas me parece bastante decente. Yo creo que su película supera a la predecesora EN LA CAMA que ya había visto y tengo en mi casa. No creo que este amor sea falso. Tampoco creo que sólo sea sexo. Para mí, las personas que no han sabido apreciar esta película es porque no saben amar o no han amado. Yo sí he amado y les aseguro que el amor es el sentimiento más grande y hermoso que existe en este mundo, un sentimiento que es mil veces mejor que el odio. Y es una pena no poder sentirlo. Yo con él siento las fuerzas de no tener miedo a nada y de tener lo mejor de este mundo. De que todo lo sufrido ha sido compensado y de que esta vida ha merecido la pena. Es difícil encontrarlo pero cuando lo encuentras tus ojos ven el mundo de otra forma. Es el sentido de la vida para mí. Es la opinión de alguien que ha conocido el amor. Para mí, esta película necesitaba esas escenas sexuales porque el sexo forma parte del amor y son breves y concisas y son esenciales ya que forman parte de un posible único día en sus vidas. No es sexo forzado. Los diálogos están llenos de un amor puro e intenso, mágico, único y supremo. Los cuadros son preciosos. La complicidad de Elena y Natasha es auténtica. La banda sonora llena la película de una sensibilidad exquisita. Los momentos finales me rompieron el corazón de tristeza ante la posible separación. Mi corazón se agitó de sentimientos y lloré de felicidad. MIL GRACIAS, SEÑOR MEDEM. Gracias por hacer buen cine español en contra de lo que diga la mayoría y por mostrar que el amor es lo más grande del ser humano. Dos mujeres preciosas. Dos grandes actrices. Dos hermosos cuerpos desnudos. Grandes imágenes, planos, detalles. La sábana colgada. Las manos de la despedida. El globo terráqueo. Las lágrimas de Elena. Las mentiras convertidas en verdades. La música unida bajo el agua. Las frases de cada una en privado. Sus miedos. La flecha cruel de Cupido. El amor arriesgado de Alba. El rechazo desgarrador de Natacha. La búsqueda ansiada de las manos en la mesa. El último abrazo en la bañera. Sus preciosas sonrisas. La triste despedida desde la altura. El paso de la valentía al miedo en un instante del desayuno. Es el amor puro de dos ninfas. Ahora recuerdo por qué amo y trabajo con el cine. GRACIAS, JULIO.