Seré breve y directo como suelo ser en mis críticas de películas. Película que cuyo argumento es tan pobre de mente que se basa en unas pocas palabras: Dos chicas de diferente nacionalidad llegan a un hotel de Roma, se conocen en una habitación y así comienza una gran aventura.

¿Qué gran aventura será?, ¿Ver el Vaticano, ver el Coliseo, ver la plaza de España?. Pues no señores, la aventura no será ver esos sitios de gran importancia turística, sino andar en pelotas por la habitación, intentar meterle una botella por la vagina a la otra, masturbarse mutuamente en la ducha con gemidos incluidos.

En resumidas cuentas, elementos que rozan la pornografía. Una película española más, cuyo argumento y sus elementos de sexo es interpretado ordinariamente, vuelven aparecer.