Haz click aquí para copiar la URL

Carol

Romance. Drama Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
Críticas 216
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
1 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra realización exquisita, milimétricamente tratada con esa mesura de cine clásico, ahora a contracorriente, con colores saturados y donde los personajes parecen salidos de cuadros de Hopper, fumando, sentados divisando el vacio, entre salones donde la penumbra divisa el amor, y las relaciones entre hombres y mujeres, que las paredes, los edificios quieren dejar grabados.
Aquí son dos mujeres, en una primera hora que tarda en arrancar, sutilmente, para llegar a un final esperanzador, esta vez sí, donde el amor triunfe.
Tremendas interpretaciones de su dos protagonistas femeninas, la cámara de Haynes no hace picados ni contrapicados, no hay profundidad de fondo, los personajes se sitúan en primer plano, y la cámar se mueve lentamente; no existen bruscos movimientos de cámara ni grandes alardes de realización.
El cine de Haynes es sencillo en su aplastante desarrollo. Y lo más importante, deja un recuerdo agradable. Como el sabor añejo de las grandes películas clásicas.
8
6 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de mi crítica parece un galimatías. Quiero decir que estoy de acuerdo con muchos que le ponen un 10 y con alguno que le pone un 4. Y parece difícil el hecho. Vamos a ver, es espléndida en los encuadres, los gestos, la sensibilidad, la fotografía, el sentimiento de las protagonistas, pero yo veo a Blanchet demasiado mística y parece que está más pendiente de las ondas de su pelo que otra cosa. Como si dijera a cada momento ¿a qué soy maravillosa?. Y eso mismo me pasa con el director, que parece que pone escenas para demostrar lo sensible que es. Bueno, me es difícil explicar qué quiero decir, pero a mi me gusta un cine que me envuelve, que no vea esas imágenes fuera de contexto, sino que son naturales. Que horas después o días después reviva alguna de ellas y me diga, ¡qué bárbaro! ¡qué buena era aquella que...!. Al salir me acordaba de Camino a la perdición, que me pareció sublime y que me agarró por el pescuezo y no me soltó en todo el tiempo. Esta no, no me acabo de meter dentro todo el rato. Para mi, cuando estás viendo una peli y te sitúas fuera transitoriamente y empiezas a juzgarla, se produce un efecto de reacción en cadena, que ya no te deja disfrutar como me gustaría.
Dicho todo eso, ojalá hubiera en la cartelera una película como esa cada mes, porque lo que veo habitualmente es para llorar.
9
7 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todd Haynes vuelve a deslumbrarnos con un tenso y delicado melodrama. En "Lejos del cielo" era Dennis Quaid quien se sentía atrapado en esa jaula de oro en que a veces se transforma la vida familiar convencional, castrado por el entorno social incapaz de comprender sus íntimas pulsiones homosexuales. Ahora es Carol (Cate Blanchett) la víctima de la intolerancia machista de la sociedad de los 50, inflexible ante cualquier "desviación" de la conducta canónica.
Está basada en la valiente novela de Patricia Highsmith, quien la publicó en los años 50 bajo seudónimo, corrían tiempos severos y sombríos. Después de ver la cinta, me han entrado unas ganas bárbaras de leer el libro, de argumento tan diferente a los que nos tenía acostumbrados.
Es una gran historia de amor entre dos mujeres, un sutil melodrama que evoca, es cierto, el cine de Douglas Sirk, tanto en la temática –amores imposibles- como en la composición estética y la utilización del color, que acentúan la fría soledad de estas mujeres turbadas pero valientes, esa soledad latente en los cuadros de Edward Hopper.
La puesta en escena es brillante, la fotografía y la banda sonora espectaculares, la dirección de actores (más bien actrices) sublime: Cate Blanchett divina como sofisticada e infeliz mujer casada, y qué decir de Rooney Mara, que se sale en su papel, adorable. No entiendo que esté nominada como mejor actriz de reparto, siendo Therese, su personaje, tan protagonista como Carol. Deberían estar ambas nominadas a mejor actriz principal, y ganarlo al alimón. Y aún entiendo menos que la cinta no esté nominada a mejor película, para mí de lo mejor del año sin duda, a años luz de nominadas como “La gran apuesta”, “Marte”… Supongo que a la mayoría de los académicos de Hollywood - 77 % de varones y edad media de 62 años- no le hacen gracia estas historias de amores turbios, y entre mujeres ; algo (bastante) queda aún de esa estrechez puritana de tiempos pasados, y eso le otorga a la cinta un valor testimonial añadido: es cine necesario -como "Sufragistas"-.
En definitiva, gran película, muy recomendable.
6
9 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque la película tenga el título del personaje interpretado por la siempre magnífica Cate Blanchett, es Rooney Mara quien brilla con más fuerza robándole con merecimiento, parte del protagonismo. De todos modos, sin ellas dos al frente, la historia perdería empaque, y la película pasaría desapercibida entre otras que hablan de la homosexualidad, un tema recurrente en la filmografía del director, que en este caso aborda con clase y buen gusto. Al final, lo que nos queda es un correcto drama sobre el amor, y ante todo, sobre el coraje necesario para hacerle caso a los designios de tu corazón.

Más mini críticas en cinedepatio.com
8
9 de febrero de 2016 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta bastante probable, tras ver la última adaptación al cine de una novela de Patricia Highsmith, que a muchos les resulte ajeno, o excesivamente hermético, tan singular universo, más aún cuando en esta ocasión, no se trata de encajar un relato negro, que reúna a extraños en un tren, o intente medir, en sus diferentes edades, el peculiar talento de Mr. Ripley.

Vivimos tiempos confusos, de dudoso regreso a un clasicismo moral, impropio de una supuesta era moderna, donde ya deberíamos habernos sacudido rémoras como la que arrastra Hollywood desde hace algo más de ochenta años, y que tristemente, aún parece vigente en nuestros días.

Me refiero al Código Hays, que para quien no lo sepa, marca un estricto decálogo moral en la Meca del Cine, donde los contenidos homosexuales, definidos literalmente como perversos, deben ser ignorados o despreciados por los grandes estudios, permitidos solo cuando se se consiga criminalizar, de forma nítida, al sujeto en cuestión.

Parece impensable que algo así pueda haber llegado intacto hasta nuestros días, pero son escasos los títulos que, bajo el abrigo de una distribución holgada, y filtrados con cuentagotas, consiguen asomar y armar ruido con verdadera contundencia, lo que demuestra la existencia no escrita de ese código en los más poderosos despachos de producción.

Ambientada en los años 50 del siglo pasado, una época de profundos cambios políticos y sociales, que curiosamente, consiguen provocar cierto escalofrío por su similitud con la situación actual, el último film de Todd Haynes funciona como una armoniosa pieza de cuidada artesanía, que en último extremo, pretende mostrar lo profundamente hipócrita que puede volverse la sociedad, cuando ve amenazada su posición de bienestar, con lo que la mayoría moral establecida puede considerar como inaceptable.

Así, la historia de amor lésbico entre dos mujeres de distinta edad y posición social, es tratada por Haynes con suma delicadeza, escondida bajo cristales, algunos de ellos oscuros y perturbadores, que casi nunca devuelven esa mirada limpia que portan sus protagonistas, atrapadas bajo una realidad que no les permite expresar sus sentimientos con total libertad.

Varios factores de incontestable calidad confluyen en la obra, más allá de la excelente realización que contiene la cinta, la primera, contar con dos actrices implicadas de la talla de Cate Blanchett y Rooney Mara, con mención especial para la segunda, porque la elegancia y el buen hacer de la australiana ya no es una sorpresa, pero lo de esta joven actriz pasa por la confirmación de lo que algunos sospechamos tras el Millenium de David Fincher, su descubridor, que tan desorbitado talento la erige como una de las interpretes más solidas para un futuro, que parece bastante seguro le pertenece.

Los otros elementos, se encuentran insertados en los apartados técnicos, que pueden presumir de un adecuado trabajo de fotografía, con un vestuario y unas localizaciones algo minimalistas pero muy efectivas, que consiguen transportarnos al terreno genuino que persigue la obra, coronada con la primorosa batuta de Carter Burwell, habitual de Los Hermanos Coen, al frente de otra composición sobrada de grandilocuencia.

Para concluir, solo queda recomendar "Carol" a los paladares cinéfilos más exquisitos, si como se suele decir, lo que cuenta es el final, pocos podrán pasar por alto la última secuencia, paradigma de colofón perfecto, sobrado de elocuencia, que demuestra que Haynes ha sabido interpretar a la perfección el aliento de una historia que merecía ser contada con exactitud y sutileza, estilo perfecto con el que intensificar el alcance de su mensaje.



<Lee esta crítica, y muchas más, en Fusion-Freak.com>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para