El audaz
8.2
32,023
Drama
Eddie Felson (Newman) es un joven arrogante y amoral que frecuenta con éxito las salas de billar. Decidido a ser proclamado el mejor, busca al Gordo de Minnesota (Gleason), un legendario campeón de billar. Cuando, por fin, consigue enfrentarse con él, su falta de seguridad le hace fracasar. El amor de una solitaria mujer (Laurie) podría ayudarlo a abandonar esa clase de vida, pero Eddie no descansará hasta vencer al campeón sin ... [+]
21 de septiembre de 2005
21 de septiembre de 2005
12 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un jinete se acerca. Eddi Felson llega a la ciudad en su coche. Es el más rápido y preciso del oeste. Le llaman "relámpago". Su Winchister es un taco que dispara bolas de billar. Llega para desafiar a El gordo de Minessota. Termina con muescas en el taco y en el alma.
11 de mayo de 2024
11 de mayo de 2024
3 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gustan las pelis en blanco y negro, lo reconozco. Aunque la peli sea un clásico, prefiero verla coloreada artificialmente si hace falta. Porque en la vida real, salvo que seamos daltónicos, nadie ve en blanco y negro. Siempre me ha chocado, no me cuadra e incluso me "saca" de lo que estoy viendo.
Había leído en algunas opiniones por aquí que esta peli era buenísima, que si obra maestra, que si la de Scorsese era peor. Pero debe ser solo para los pedantes, porque tras verla, estamos hablando de un producto claramente inferior.
La primera media hora, donde el personaje de Newman, borracho como una cuba, se enfrenta al mejor jugador de billar de EEUU, la cosa prometía, arranca fuerte. El problema viene después, donde el billar queda en segundo plano, porque parece que el director está más interesado en meter con calzador una historia romántica. Y no solo la mete con calzador, sino que ocupa 1 hora de peli. Un bajón de ritmo tremendo la relación de Eddie Felson con esa mujer con problemas mentales. Un bajón de ritmo porque sus relaciones sentimentales me importan un bledo, no es lo que he venido a ver aquí.
En el desenlance la cosa más o menos se recupera al nivel que nunca debió haber perdido, pero ya es tarde para arreglarlo. En la secuela, Scorsese sí le dio importancia al 9-ball. Y no solo a este deporte, también a saber cómo timar y estudiar al adversario. Toda la peli pivotaba en torno a eso, y a la relación entre mentor y novato. El verdadero protagonista seguía siendo Eddie Felson, pero sin dejar a un lado su medio de vida. En esta "precuela" el billar parece algo secundario, llegando a ser en algunos momentos incluso aburrida, sin el nivel de entretenimiento y el dinamismo de la versión de 1986, que incluso profundizaba mejor en su personaje. Decepción en definitiva.
Afortunadamente no tengo el mismo criterio que los pedantes, que confunden calidad cinematográfica con ÉPOCA. Por ese "mantra" falso de que cuanto más antiguo, mejor es. Como si todos los vinos fueran iguales.
Había leído en algunas opiniones por aquí que esta peli era buenísima, que si obra maestra, que si la de Scorsese era peor. Pero debe ser solo para los pedantes, porque tras verla, estamos hablando de un producto claramente inferior.
La primera media hora, donde el personaje de Newman, borracho como una cuba, se enfrenta al mejor jugador de billar de EEUU, la cosa prometía, arranca fuerte. El problema viene después, donde el billar queda en segundo plano, porque parece que el director está más interesado en meter con calzador una historia romántica. Y no solo la mete con calzador, sino que ocupa 1 hora de peli. Un bajón de ritmo tremendo la relación de Eddie Felson con esa mujer con problemas mentales. Un bajón de ritmo porque sus relaciones sentimentales me importan un bledo, no es lo que he venido a ver aquí.
En el desenlance la cosa más o menos se recupera al nivel que nunca debió haber perdido, pero ya es tarde para arreglarlo. En la secuela, Scorsese sí le dio importancia al 9-ball. Y no solo a este deporte, también a saber cómo timar y estudiar al adversario. Toda la peli pivotaba en torno a eso, y a la relación entre mentor y novato. El verdadero protagonista seguía siendo Eddie Felson, pero sin dejar a un lado su medio de vida. En esta "precuela" el billar parece algo secundario, llegando a ser en algunos momentos incluso aburrida, sin el nivel de entretenimiento y el dinamismo de la versión de 1986, que incluso profundizaba mejor en su personaje. Decepción en definitiva.
Afortunadamente no tengo el mismo criterio que los pedantes, que confunden calidad cinematográfica con ÉPOCA. Por ese "mantra" falso de que cuanto más antiguo, mejor es. Como si todos los vinos fueran iguales.
13 de febrero de 2009
13 de febrero de 2009
23 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en la que Paul Newman interpreta a un jugador de billar arrogante y orgulloso, capaz de vencer a cualquiera. Participando en apuestas con este tipo de juego se gana la vida hasta que, al perder una partida con el campeón de billar le comienzan a cambiar las cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un argumento de lo más simplista (persona con tanto orgullo que se juega su físico hasta conseguirle ganar de nuevo), que da paso a una serie de escenas de lo más machistas (típico de la época) pero en la que en esta película se plasma con todo su esplendor y un enamoramiento de por medio enlazado con el argumento con pinzas, el cual es el motivo para que el protagonista pierda esa terrible arrogancia.
Por supuesto, si la mujer no se llega a morir nadie la hubiera ni escuchado.
En fin, gran frustración por mi parte al esperar bastante más de ella, pero esta película es predecible hasta el final.
Por supuesto, si la mujer no se llega a morir nadie la hubiera ni escuchado.
En fin, gran frustración por mi parte al esperar bastante más de ella, pero esta película es predecible hasta el final.
21 de agosto de 2008
21 de agosto de 2008
26 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película a mi entender mitificada y que no es para tanto. Sobre un metraje muy excesivo, la película únicamente se salva por las partidas de billar lúgubres que juega Newman para ganarse la vida. Fuera de estas escenas, pocas por cierto, el film no tiene ningún interés y muchos menos la historia de amor que nos cuenta. Es decir poco billar, Newman cómo reclamo y mucho tedio.
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