Ágora
6.5
66,991
Aventuras. Romance
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del ... [+]
11 de octubre de 2009
11 de octubre de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece bastante lógico que el siguiente paso de Alejando Amenábar, después de rozar el cielo con su excelsa “Mar adentro” fuera buscar el reto de la siempre arriesgada apuesta por la superproducción. Habiendo demostrado holgadamente su maestría en el cine de género, aunque a niveles modestos y tras su airoso paso por el terror a gran escala y con presencia internacional, era evidente que Amenábar necesitaba expandir sus metas hacia un tipo de cine de mayores proporciones. La ambiciosa propuesta venía marcada además por otra vuelta de tuerca que dificultaba sobremanera el proyecto. Esto es, pretender casar la película de aventuras sub-género cine histórico con el retrato reflexivo de una brillante astrónoma, incomprendida y víctima a su vez del fanatismo religioso.
Podemos decir que Amenábar ha salido vivo del reto, aunque la jugada no le ha salido redonda. Ha conseguido con “Ágora” una película brillante, técnicamente perfecta y con momentos de cine de varios quilates. Por el contrario ha sido incapaz de impedir que la mezcla de géneros, el tránsito de sus diferentes temáticas haya sido del todo homogéneo. Dicho de otra manera, es fácil viendo “Ágora” conmoverse y emocionarse ante la historia de Hipatia, interpretada con la solvencia habitual que viene demostrando una Rachel Weisz que sabe darle la serenidad y convicción que requiere su personaje, pero la sorprendente torpeza con que están presentados algunos personajes secundarios dificulta en algunos momentos de la película la total comprensión y análisis de todo cuanto sucede.
Con todo, Alejandro Amenábar nos deja un disfrutable ejercicio de cine comercial con elementos para la reflexión. Una clase de astronomía amenizada con gotas de romance y por encima de todo, una feroz crítica al uso de las creencias religiosas de toda índole para manipular al pueblo.
Lo mejor: su capacidad de estimular cuerpo y mente.
Lo peor: que el público espere otro tipo de película.
Podemos decir que Amenábar ha salido vivo del reto, aunque la jugada no le ha salido redonda. Ha conseguido con “Ágora” una película brillante, técnicamente perfecta y con momentos de cine de varios quilates. Por el contrario ha sido incapaz de impedir que la mezcla de géneros, el tránsito de sus diferentes temáticas haya sido del todo homogéneo. Dicho de otra manera, es fácil viendo “Ágora” conmoverse y emocionarse ante la historia de Hipatia, interpretada con la solvencia habitual que viene demostrando una Rachel Weisz que sabe darle la serenidad y convicción que requiere su personaje, pero la sorprendente torpeza con que están presentados algunos personajes secundarios dificulta en algunos momentos de la película la total comprensión y análisis de todo cuanto sucede.
Con todo, Alejandro Amenábar nos deja un disfrutable ejercicio de cine comercial con elementos para la reflexión. Una clase de astronomía amenizada con gotas de romance y por encima de todo, una feroz crítica al uso de las creencias religiosas de toda índole para manipular al pueblo.
Lo mejor: su capacidad de estimular cuerpo y mente.
Lo peor: que el público espere otro tipo de película.
28 de febrero de 2010
28 de febrero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien por Amenabar, bien por ser valiente, bien por crear la primera autentica superproducción de exito del cine español (ojo a este dato que no es poco), bien por hablar desde la honestidad de lo que muchos tienen miedo aún de mostrar, por no ofender a aquellos fundamentalistas religiosos (que nunca se reconocen a si mismos como tales) que aún perviven y pretenden decir a la humanidad lo que se debe creer, sentir y pensar.
Obra magna, cuidada, atrevida, artísticamente notable y humanamente profunda, reivindicativa no solo de la libertad individual, de creencia y pensamiento, sino también de la mujer como género, como figura histórica, la mujer como pensadora, científica, maestra. Reivindicando tantos siglos después, la memoria de aquellas mujeres que murieron a manos de la locura, de unas creencias que las demonizaban tan solo por el hecho de haber nacido en la condición femenina y a pesar de ello pretender ser tan respetadas y valiosas como los hombres.
Esto hace esta película, hablar pese a quien le pese, de hechos que se ocultaron y aún se prentenden ocultar casi dos mil años después, por todos aquellos que quisieran silenciar los crímenes cometidos en nombre de las religiones, que siempre usan las excusas de que otros también los cometieron, para en el colmo de la estupidez humana justificarse en lo opuesto a todo lo que falsamente pregonan.
Se que esta no es una crítica cinematográfica pero hay película que son más importantes por lo que siembran en las sociedades que por lo que parecen o no parecen estética o artísticamente. Semilla a semilla seremos libres.
Obra magna, cuidada, atrevida, artísticamente notable y humanamente profunda, reivindicativa no solo de la libertad individual, de creencia y pensamiento, sino también de la mujer como género, como figura histórica, la mujer como pensadora, científica, maestra. Reivindicando tantos siglos después, la memoria de aquellas mujeres que murieron a manos de la locura, de unas creencias que las demonizaban tan solo por el hecho de haber nacido en la condición femenina y a pesar de ello pretender ser tan respetadas y valiosas como los hombres.
Esto hace esta película, hablar pese a quien le pese, de hechos que se ocultaron y aún se prentenden ocultar casi dos mil años después, por todos aquellos que quisieran silenciar los crímenes cometidos en nombre de las religiones, que siempre usan las excusas de que otros también los cometieron, para en el colmo de la estupidez humana justificarse en lo opuesto a todo lo que falsamente pregonan.
Se que esta no es una crítica cinematográfica pero hay película que son más importantes por lo que siembran en las sociedades que por lo que parecen o no parecen estética o artísticamente. Semilla a semilla seremos libres.
13 de octubre de 2020
13 de octubre de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Amenábar llevaban tiempo esperándole. Suele ocurrir que cuando alguien alcanza el cénit, el resto de sus obras son miradas con lupa con el fin de poder encontrarle el error, criticarle su excesiva pretensión y lanzarle al pozo de los odiados.
Fue meterse en un proyecto megalómano y los más advenedizos ya esperaban que rodase una especie de secuela de Gladiator, pero ya sabemos que lo que le gusta a Amenábar, más allá de contar lo que le da la gana, que me parece muy bien, es demostrar que la religión ha sido la principal causa de retraso en el mundo, en concreto la religión cristiana, que es la que nos toca y es la que nos aprieta.
Entiendo que los cristianos se puedan sentir ofendidos por la imagen que Amenábar muestra de ellos en la película, pero en la lucha entre ciencia y religión, la religión ganó durante mucho tiempo a base de sembrar muerte y denunciar pecado y, aún hoy, en la agonía que le produce la demostración de los argumentos científicos, se niega a dar su brazo a torcer. Porque el cristianismo se fundó sobre una idea reaccionaria que impedía la libertad de culto y la libertad para que mujeres como Hipatia de Alejandría pudiese defender sus tesis, porque no hay mayor pecado que poderle demostrar al mundo que has montado tu chiringuito sobre una mentira.
Los decorados, mínimamente estudiados, las vestimentas, los utensilios, las armas... todo nace de esa delicada obsesión de Amenábar por contar las cosas de la mejor manera posible.
Siento ser de los que disienten con aquellos que quisieron descabalgar a Amenábar con esta película, pero es que esta,a mí, me parece una de sus mejores películas.
Fue meterse en un proyecto megalómano y los más advenedizos ya esperaban que rodase una especie de secuela de Gladiator, pero ya sabemos que lo que le gusta a Amenábar, más allá de contar lo que le da la gana, que me parece muy bien, es demostrar que la religión ha sido la principal causa de retraso en el mundo, en concreto la religión cristiana, que es la que nos toca y es la que nos aprieta.
Entiendo que los cristianos se puedan sentir ofendidos por la imagen que Amenábar muestra de ellos en la película, pero en la lucha entre ciencia y religión, la religión ganó durante mucho tiempo a base de sembrar muerte y denunciar pecado y, aún hoy, en la agonía que le produce la demostración de los argumentos científicos, se niega a dar su brazo a torcer. Porque el cristianismo se fundó sobre una idea reaccionaria que impedía la libertad de culto y la libertad para que mujeres como Hipatia de Alejandría pudiese defender sus tesis, porque no hay mayor pecado que poderle demostrar al mundo que has montado tu chiringuito sobre una mentira.
Los decorados, mínimamente estudiados, las vestimentas, los utensilios, las armas... todo nace de esa delicada obsesión de Amenábar por contar las cosas de la mejor manera posible.
Siento ser de los que disienten con aquellos que quisieron descabalgar a Amenábar con esta película, pero es que esta,a mí, me parece una de sus mejores películas.
12 de octubre de 2009
12 de octubre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Nos apasiona explorar con el google earth? Más bien, yo creo que nos sorprende y maravilla. Pero no nos emociona ni toca los sentimientos...Je,je... Lo mismo ocurre con la película de Amenábar, es perfecta en factura, diseño, producción, hasta en interpretación si me apuran un poco, pero emociona menos que un culo de babuino.
El rigor histórico y la ambientación son admirables, pero falta realismo, crudeza, pasión en los planos cortos que contrapesen tanto plano celestial. Falta mucha garra narrativa, escasean encuadres intimistas, miradas y gestos, que desnuden a los personajes y los acerquen al corazón del espectador.
En fin, es loable como producción nacional pero tiene la pasión de un documental muy currado de la BBC.
Aun todo eso, el hecho de dar a conocer extensamente la vida y obra de ésta primera científica mujer documentada de la historia, vale en en si, su visionado respetuoso.
El rigor histórico y la ambientación son admirables, pero falta realismo, crudeza, pasión en los planos cortos que contrapesen tanto plano celestial. Falta mucha garra narrativa, escasean encuadres intimistas, miradas y gestos, que desnuden a los personajes y los acerquen al corazón del espectador.
En fin, es loable como producción nacional pero tiene la pasión de un documental muy currado de la BBC.
Aun todo eso, el hecho de dar a conocer extensamente la vida y obra de ésta primera científica mujer documentada de la historia, vale en en si, su visionado respetuoso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Parece que en verdad Hypatia murió asesinada, pero ya mayor y que se sepa, nadie le suavizó el trámite de una muerte salvaje y despiadada. Bueno, al menos Amenábar quiso dejar un no tan mal sabor de boca en el espectador... Esperaremos y seguiremos esperando obras mayores y mejores que ésta de nuestro ilustre y experimentado director...
13 de octubre de 2009
13 de octubre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras varios años de espera y rumores incesantes sobre la nueva película de Amenábar, la película más cara de la historia del cine español llega a nuestras pantallas.
El film nos cuenta la historia de Hipatia, una de las filósofas más brillantes durante la decadencia del Imperio Romano y el alzamiento del cristianismo. En ella se entremezclarán algunas historias de amor (todas unilaterales), los trabajos de investigación de la protagonista y la difícil situación política y religiosa de la época.
Nada más ver la película, lo primero que salta a la vista es todo el apartado visual: los decorados, efectos especiales, la ambientación, los vestuarios, la fotografía… Nada tiene que envidiar a las producciones de Hollywood. Todos los detalles están muy bien cuidados, la recreación de Alejandría es sólida y convincente y no se ha dejado nada al azar.
Las actuaciones de la gran mayoría de los actores son bastante notables, pero sin duda destaca el trabajo de Rachel Weisz, quien se ha tomado el papel de Hipatia muy enserio y nos deleita con sus cualidades.
Pero el film tiene un punto flojo: la historia.
Podríamos dividir el metraje en dos partes. La primera de ellas y la más notable mantiene un buen ritmo y en ella todos los elementos están presentes de forma evidente. En ella encontramos las diferentes historias de amor, las complicaciones de la época, la pasión de Hipatia… Pero durante la segunda parte, la película toma un giro más político y repetitivo. Deja a un lado la historia individual de Hipatia para concentrarse más en el futuro de Alejandría. De esta forma se congelan todas las pasiones y los personajes pasan a un segundo plano, dejan de ser individuos para formar parte de la masa. Lo único que se mantiene es pasión de Hipatia por la astronomía.
Una película con un gran aspecto visual y llena de buenos elementos, con un arranque emocionante pero que por desgracia poco a poco va congelándose.
El film nos cuenta la historia de Hipatia, una de las filósofas más brillantes durante la decadencia del Imperio Romano y el alzamiento del cristianismo. En ella se entremezclarán algunas historias de amor (todas unilaterales), los trabajos de investigación de la protagonista y la difícil situación política y religiosa de la época.
Nada más ver la película, lo primero que salta a la vista es todo el apartado visual: los decorados, efectos especiales, la ambientación, los vestuarios, la fotografía… Nada tiene que envidiar a las producciones de Hollywood. Todos los detalles están muy bien cuidados, la recreación de Alejandría es sólida y convincente y no se ha dejado nada al azar.
Las actuaciones de la gran mayoría de los actores son bastante notables, pero sin duda destaca el trabajo de Rachel Weisz, quien se ha tomado el papel de Hipatia muy enserio y nos deleita con sus cualidades.
Pero el film tiene un punto flojo: la historia.
Podríamos dividir el metraje en dos partes. La primera de ellas y la más notable mantiene un buen ritmo y en ella todos los elementos están presentes de forma evidente. En ella encontramos las diferentes historias de amor, las complicaciones de la época, la pasión de Hipatia… Pero durante la segunda parte, la película toma un giro más político y repetitivo. Deja a un lado la historia individual de Hipatia para concentrarse más en el futuro de Alejandría. De esta forma se congelan todas las pasiones y los personajes pasan a un segundo plano, dejan de ser individuos para formar parte de la masa. Lo único que se mantiene es pasión de Hipatia por la astronomía.
Una película con un gran aspecto visual y llena de buenos elementos, con un arranque emocionante pero que por desgracia poco a poco va congelándose.
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