Miyazaki monta una historia que tiene todos los colores del ilusionismo y la magia cinematográfica despertando cada uno de los sentidos y trazando con maestría pasos gigantes de narrativa inspiradora.

La verdad es la siguiente: gracias a esta película puedo apreciar el arte del animé y todo lo que conlleva realizar piezas que sorprenden y maravillan al mundo del séptimo arte.
Gonzalo Farías (7mo Arte) dio una reseña que no le di importancia y no sabía de lo que me estaba perdiendo hasta que un día la vi con todo el tiempo del mundo, ¿qué pasó?. Quedé maravillado.

Siempre es bueno tener este tipo de referencias y más cuando el mundo se amplía de esta manera.

El castillo ambulante de Howl es poética, divertida, profunda y romántica. Que toca temas que, por lo menos a mí, me subyugan, tales como: la vejez, la belleza, el egoísmo, la muerte, la amistad, el perdón, el arrepentimiento y la entrega. Todo en un ambiente mágico donde la realidad se mezcla con la ficción en una armonía perfecta. Los persojajes son cada uno más adorable que el otro y no exagero si digo que si miráis con atención, os cautivará.

Studio Ghibli con cada uno de sus películas nos deja encantados y “El castillo ambulante” no es la excepción, con todos los bellos y coloridos paisajes animados inspirados en el barrio de la Petite Venice en Francia; además de las ingeniosas historias que nos dejan un montón de enseñanzas como: el perdón, la redención, la belleza superflua, el amor como motor de cambios y mejoras, entre otras.

Es una película de animación japonesa basada en la novela de la escritora Diana Wynne Jones. Parte de la historia de la novela fue inspirada por la situación que pasaba en ese momento la escritora, sufriendo una enfermedad que le impedía hacer una vida normal y que la hacia sentir mucho mayor, como una anciana; inspiración para el personaje de Sofi.

Hubiera preferido que se adentrara un poco más en el contexto y en ciertos personajes que se dejaron muy superficiales, aun así, todos fueron sumamente carismáticos y encantadores, desde Howl con sus cambios de humor hasta Calcifer el demonio del fuego que come cascaras de huevo y que tiene una personalidad parecida a la de un adolescente, o Heen el perro asmático de Madame Sulimann que se va con Howl, Sofi y que compaña hasta el final de la película a La Bruja del Paramo.

Al final fue un tiempo bien invertido, disfrute la historia de amor y cada uno de los personajes.

Es una película que nos mantiene en duda todo el tiempo, cuando creemos haber entendido todo cambia totalmente por más y más fantasía, dejándonos con la trama de que sucederá y si habrán más acertijos por descubrir. Es un filme muy enriquecedor en cuanto a lo visual, la historia es una mezcla entre lo fantástico, dramático y romántico, se encarga de mantenernos al pendiente tanto a grandes como a pequeños y es una prueba más de que una buena película producida desde el mundo de lo digital también nos puede impactar y permitir vivir la historia. Una vez más Studio Ghibli nos sorprende con otra obra desde el mundo de la animación.