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El Hobbit: Un viaje inesperado

Fantástico. Aventuras. Acción Precuela de la trilogía "El Señor de los Anillos", obra de J.R.R. Tolkien. En compañía del mago Gandalf y de trece enanos, el hobbit Bilbo Bolsón emprende un viaje a través del país de los elfos y los bosques de los trolls, desde las mazmorras de los orcos hasta la Montaña Solitaria, donde el dragón Smaug esconde el tesoro de los Enanos. Finalmente, en las profundidades de la Tierra, encuentra el Anillo Único, hipnótico objeto que será ... [+]
Críticas 485
Críticas ordenadas por utilidad
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1
2 de noviembre de 2013
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tocomocho a lo bestia. Es muy fácil; Si el Señor de los anillos, los 3 libros, son unas 1500 páginas y a ello le dedicas una suma (sin contar extras de DVD que hay que estar muy enfermo de la cabeza para eso) total de unos 600 minutos... la pregunta es: ¿Cuánto crees que hay que dedicarle a un libro de unas 450 páginas, que si lo trasladamos al tamaño de letra y separación entre líneas del señor de los anillos se nos quedaría en unas 350 páginas? Jacko tiene la respuesta: casi otros 600 minutos. De nuevo, qué tío más pesado y apestoso. Me da arcadas. No fui ni iré a ver semejante truño-estafa-sacrilegio al cine ni atado de pies y manos. Un director honesto habría filmado perfectamente la trilogía de ESDLA en dos películas de dos horas cada una y el Hobbit se lo fusilaría en no más de dos horitas. Petete necesita 10 horas o más para lo uno y un poco menos de 10 horas para lo otro. ¿Las necesita de verdad? Como le leí a un forero las películas tendrían que ser como los partidos de fútbol: 90 minutos. Y si te pasas un cuarto de hora te cortan una mano. ¿Oís eso? es la caja registradora que echa humo. Que no cuenten conmigo, vade retro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De verdad, para ésto se podrían haber ahorrado haber llevado la obra de Tolkien a las pantallas. Total, ya estaban las películas de dibujos y los libros gozaban de gran popularidad. Qué penita, de verdad. Ey tío, respeta. Agárrame la liana y grita "Tarzán".
10
15 de diciembre de 2012
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La magia del cine. Otra vez. Como en aquellos primeros tráilers de ESDLA que veía siendo un niño. Pura fantasía con unos personajes carismáticos y una historia magnánima que me han hecho evadirme y soñar durante casi tres horas. En ningún momento se te hace pesada y la fidelización al libro es buenísima. No entiendo el afán de criticar por criticar y no disfrutar porque sí. Visualmente es lo más grande que he visto en una pantalla de cine, incluso superior a ESDLA. Se me ha hecho cortísima y me que quedado con ganas de más. El ritmo es increíble y no decae, simplemente hay tramos más suaves pero con mucha significación. Los primeros 25 minutos son perfectos, y el resto de la película mantiene el nivel. Acaba la cinta y sólo recuerdas la maravilla visual y narrativa que acabas de disfrutar, tarareas canciones de enanos, te entran ganas de volver a leerte el libro y sencillamente vuelves a impregnarte de la magia del cine.
7
14 de diciembre de 2012 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para leer la crítica completa, copia y pega el siguiente enlace en tu barra del navegador:

http://suite101.net/article/el-hobbit-un-viaje-inesperado-de-peter-jackson-critica-y-fotos-a85208#axzz2F4u4h6Al

El libro de "El Hobbit" no da para una trilogía. Sin embargo, con el debido añadido en cuanto a minutos de relleno, se pueden completar trilogías, series de televisión y todo lo que uno quiera, que es lo que han hecho Peter Jackson y compañía, para asegurarse el seguir nadando en dinero gracias a J.R.R. Tolkien.

Sin embargo hay que reconocer que, a pesar de los excesos, "El Hobbit: Un viaje inesperado" es una película muy disfrutable, con momentos de altura y unos efectos especiales que quitan el hipo. No está nada mal en comparación con otros productos cinematográficos de hoy en día.
8
17 de diciembre de 2012 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo escribí que The Hobbit: un viaje inesperado iba a ser un estreno indescifrable hasta que Jackson y sus productoras internacionales nos demostraran algo convincente con respecto al listón tan alto dejado por El Señor de los Anillos. La primera parte de la trilogía hobbitiana habla por sí sola en el mundo tras el primer fin de semana de taquilla. Más de 120 millones de dolares... Pero cantidades aparte, lo que cuenta de esta versión literaria de 1937 de Tolkien son las calidades del producto y no los bolsillos gruyere de la Metro en el controvertido camino que le ha supuesto este film.

Por fin se puede decir para los seguidores únicamente cinéfilos de la saga tolkiana que The Hobbit cumple de sobra con las explicaciones pertinentes para ahondar aún más en el universo tolkiano y su complejo mundo de enanos, hobbits y elfos. De ello se encarga de forma maestra Gandalf el Gris y especialmente Bilbo en una introducción perfectamente relatada. En esta ocasión Peter Jackson, Phillipa Boyens y Frank Walsh han sabido llegar a través del entendimiento didáctico y transparente al espectador que andaba perdido en algunas ocasiones, especialmente en El retorno del Rey, versión cinematográfica. Una mirada atrás que ha sido pues, maestramente descrita y unos efectos especiales muy mejorados y nada envidiables a la saga anterior.

Creo que es meritorio destacar, aparte como no, del papel de Gandalf interpretado por un soberbio Ian McKellen, a Martin Freeman, el protagonista que da nombre al film. Como muy bien apuntó Serkis (Gollum) hace unos meses en una entrevista, Freeman era impredecible pero fantástico para el papel de Bilbo Bolson. Francamente un 'sobre' por el alma hobbittiana que ha sabido trasmitir... Adam Serkis (Gollum) que conoce en este capítulo a Bilbo en profundas cavernas, mantiene con Bilbo un asombroso diálogo lleno de acertijos que ya es memorable de por sí en el libro. Por otra parte, el realismo de los ambientes marcados por los trols, orcos y otros enemigos peligrosos de los enanos, encauzadores de la trama, son únicos así como el idealismo que de nuevo desprenden los paisajes de Rivendell. Asistimos sin dudarlo a una adaptación literaria descriptiva casi ortodoxa aunque hayan lógicamente retoques que no salen siquiera en el libro como Ragadast y sus carreras que se asoman realmente en el anexo de El Señor de los Anillos.

La película en sí empieza como deberían ser algunas obras maestras en la sección de aventuras, es decir, sin prisa pero sin pausa, sobre todo para quienes esperan una aventura narrada como un cuento. El resultado que vemos en el desarrollo de la película es entretenimiento puro, pausas oportunas y una riqueza visual imparable que insisto, no tienen nada que envidiar a la saga del anillo. Los personajes como Ragadast, el mago pardo o el escepticismo ya en aumento de Saruman, el mago blanco con las palabras e intenciones de Gandalf, amplían el abanico de personajes tan misteriosos como son los magos, figuras rozando lo anecdótico en la saga del anillo, aquí en The Hobbit.

Únicamente hay un exceso de vanidad en el director en este film. Los 13 enanos, que quieren reclamar su hogar, la montaña solitaria invadida y custodiada por Smaug el gran dragón, ahora guardián del oro, hablan con Gandalf para encargarle la contratación de un saboteador o mediano hombre para poder engañar a la vista a Smaug y conseguir entrar al palacio interno de la montaña. Pues bien, hay tanta aventura existente que ni uno de los 13 enanos sale leso de sus continuos golpes, caídas y luchas encarnizadas contra miles de orcos y lobos. Inverosímil para los más exigentes y una voluntariosa forma de entretener al espectador en el mayor rato posible para los menos. Sin embargo, un viaje inesperado nos lleva, a mi modo de ver, a un lance con mayúsculas que muy pocas películas aventureras lograrán llegar a su nivel. El nivel del estreno ha sido tan alto que merece la alta calidad y continuidad en sus otros dos capítulos. Otro planteamiento venido a menos, sería un lamento más por Gandalf y los suyos... El palantir de Jackson ha empezado a funcionar...
5
17 de diciembre de 2012 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodar El Hobbit tras el rotundo éxito de El señor de los anillos, y contar para ello con los mismos responsables que hicieran posible aquella, supone asegurarse un enorme taquillazo.

Pero a su vez conlleva el riesgo de defraudar a los millones de seguidores que esperan algo similar (pues así se les ha vendido), cuando en verdad la historia difiere en tono y magnitud. El Hobbit, me refiero al libro, está más cercano al clásico cuento de magia y fantasía. Es, por tanto, más sencillo y más infantil.

Da la impresión de que Peter Jackson ha intentado hacer malabarismos con todas estas variables, y que al final varias de ellas han terminado por caer.

Desde temprano podemos percibir un tono menos solemne, pero el esfuerzo por asignar a esta pequeña aventura la dimensión de El señor de los anillos es evidente, y para mí, un enorme error.

En vez de apostar por una película sencilla, con encanto y predilección por el detalle, el excelente director neozelandés ha inflado la película y la ha convertido en un monstruo que responde a la fórmula del blockbuster más palomitero, lo cual es sinónimo de entretenimiento y vacuidad.

Vamos, que quien busque olvidarse de este mundo por un rato para sumergirse en la Tierra Media verá cumplidas sus aspiraciones, pues a nivel visual y de ambientación El Hobbit es notable. Y lo es a pesar del abuso que se realiza de las tecnologías digitales, menos integradas esta vez en el conjunto.

Pero quien busque algo más allá, esta no es su película. Pues no puedo evitar la sensación de que para disfrutar completamente de El Hobbit hay que dejar el cerebro a la taquillera de la entrada. Pues se producen continuas situaciones límite de las cuales son salvados una y otra vez los protagonistas en el último instante por un deus ex machina que por repetitivo se vuelve insultante para el espectador.

Mucho se ha hablado de su inicio lento y alargado, pero es cuando comienza la acción y la película debe ascender en emoción y calidad, cuando verdaderamente se viene abajo.

Esto no quiere decir que El Hobbit no tenga sus momentos. Su prólogo, dirigido por una voz en off que nos sitúa la historia es magnifico, la secuencia en la que nos reencontramos con Golum muy divertida, y el final nos deja con las ganas de conocer al dragón.

No debemos olvidarnos de unas buenas interpretaciones de Martin Freeman e Ian McKellen, este último visiblemente más envejecido (extraño al tratarse de una precuela, pero también inevitable).

El Cine en la Sombra
http://www.elcineenlasombra.com/
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