El gran dictador
1940 

8.6
86,946
Comedia
Un humilde barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la Primera Guerra Mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada, y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de ... [+]
1 de febrero de 2011
1 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soberbia, hermosa, magnífica crítica del maestro Chaplin hacia los nazis en este caso al mayor tirano del siglo xx y cuidado si no de la historia de la humanidad, Hitler. Es imposible describir con palabras la grandeza de esta obra de arte por lo perfecta que es, por lo magnifica, por su alto contenido social y político. Chaplin en la maravilla del “Gran Dictador” redacta de una manera hermosa y exquisita de cómo debe ser cada ser humano amoroso, cariñoso, amable, trabajador. Por supuesto hay que mencionar que las actuaciones son extraordinarias. La dirección por parte de Chaplin es perfecta, exquisita y necesito hacer énfasis en su última gran escena de la película donde pronuncia su gran “discurso”. “Lo siento pero yo no quiero ser dictador, ayudaría a todos por igual”. Película “Estratosférica” que sobrepasa los límites de la imaginación. La magia de Chaplin a pesar ya de tener más 45 años de muerto sigue estando más viva que nunca.
5 de octubre de 2012
5 de octubre de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya sarcasmo envenenado. Sin palabras me deja Chaplin, no por su humor esta vez, sino por su parodia política, aceptable en 1940 pero imposible en 2012.
Tanto es así, que a mi toda la parte del barbero Charlot me sobra casi por completo. El dictador Hynkel se roba la película, cosa normal teniendo en cuenta la acidez que destila la historia y el contexto histórico en el que se enmarca. Burlarse del mismísimo Hitler no es poca cosa, así como de la cúpula nazi, y hasta del grandilocuente Mussolini. Y lo hace con gracia, con sorna, queriendo ridiculizar lo que años más tarde pasaría a ser intocable, e incluso manteniendo la esperanza de que el horror no terminara de devorar el mundo. Chaplin siempre tan optimista.
Así, yo me quedo con esa parodia, bastante ingeniosa, con algunos momentos de auténtica risa (como lo de las monedas) y con un personaje secundario absolutamente maravilloso y a reivindicar: el oficial Schultz. De fuerte carácter aristocrático, altiva nobleza y llana amistad, honorable hasta la muerte y con un arrojo admirable; nazi por accidente y hombre honesto de corazón. El discurso final me suena un poco cursi, qué le vamos a hacer, aunque imagino que en su época sirvió como arenga a las masas.
Interesante, cómo no.
Tanto es así, que a mi toda la parte del barbero Charlot me sobra casi por completo. El dictador Hynkel se roba la película, cosa normal teniendo en cuenta la acidez que destila la historia y el contexto histórico en el que se enmarca. Burlarse del mismísimo Hitler no es poca cosa, así como de la cúpula nazi, y hasta del grandilocuente Mussolini. Y lo hace con gracia, con sorna, queriendo ridiculizar lo que años más tarde pasaría a ser intocable, e incluso manteniendo la esperanza de que el horror no terminara de devorar el mundo. Chaplin siempre tan optimista.
Así, yo me quedo con esa parodia, bastante ingeniosa, con algunos momentos de auténtica risa (como lo de las monedas) y con un personaje secundario absolutamente maravilloso y a reivindicar: el oficial Schultz. De fuerte carácter aristocrático, altiva nobleza y llana amistad, honorable hasta la muerte y con un arrojo admirable; nazi por accidente y hombre honesto de corazón. El discurso final me suena un poco cursi, qué le vamos a hacer, aunque imagino que en su época sirvió como arenga a las masas.
Interesante, cómo no.
28 de octubre de 2023
28 de octubre de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia del cine. Y no es que tenga yo autoridad para bajarla del panteón del mundo del cine. Pero siendo una buena película, entretenida y disfrutable en la actualidad pese al tiempo pasado, creo que es evidente que tiene problemas de ritmo lastrada por su duración, de tono del film con dos historias alternando la comedia y el drama a veces sin encajar bien, y más que como película integral funciona mejor como escenas sueltas cual vieja película muda.
Por un lado Chaplin nos cuenta la historia de un barbero judío, que tras perder la memoria luchando por Tomania (Alemania) en la I Guerra Mundial, se despierta en medio de la pesadilla de la persecución nazi de la preguerra. Por otro lado tenemos la historia del alter ego de un Hitler estúpido y ridículo llamado Hynkel. Entonces alternamos la comedia del barbero, con la comedia del dictador Hynkel, con el drama del barbero y la persecución sufrida. Y claro, sabiendo como acabó todo en la vida real, no es que no pegue el dramón en medio de la comedia, es que la película pide ser otra cosa. O un drama denuncia de la situación judía, o una comedia ridiculizante del régimen nazi, pero estas dos historias y tres enfoques alternando drama y comedia en el barbero y comedia en Hynkel no pegaban bien en 1940, y no pega bien ahora sabiendo el resultado del disparate nazi.
Y es por ello que al final la película funciona mejor como escenas sueltas que han pasado a la historia del cine. La bola del mundo, el discurso... porque aunque la película tenga una historia hilada que se cierra uniendo estrambóticamente los destinos de sus protagonistas, el mismo Chaplin de haber sabido lo que supimos después, no podría haber hecho la misma película.
Por un lado Chaplin nos cuenta la historia de un barbero judío, que tras perder la memoria luchando por Tomania (Alemania) en la I Guerra Mundial, se despierta en medio de la pesadilla de la persecución nazi de la preguerra. Por otro lado tenemos la historia del alter ego de un Hitler estúpido y ridículo llamado Hynkel. Entonces alternamos la comedia del barbero, con la comedia del dictador Hynkel, con el drama del barbero y la persecución sufrida. Y claro, sabiendo como acabó todo en la vida real, no es que no pegue el dramón en medio de la comedia, es que la película pide ser otra cosa. O un drama denuncia de la situación judía, o una comedia ridiculizante del régimen nazi, pero estas dos historias y tres enfoques alternando drama y comedia en el barbero y comedia en Hynkel no pegaban bien en 1940, y no pega bien ahora sabiendo el resultado del disparate nazi.
Y es por ello que al final la película funciona mejor como escenas sueltas que han pasado a la historia del cine. La bola del mundo, el discurso... porque aunque la película tenga una historia hilada que se cierra uniendo estrambóticamente los destinos de sus protagonistas, el mismo Chaplin de haber sabido lo que supimos después, no podría haber hecho la misma película.
27 de noviembre de 2010
27 de noviembre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que comienza la película te envuelve en una espiral de odio acaecido en las fechas señaladas que solo un gran artista podría hacerte afrontar con una sonrisa. Es la típica película que te encoge el corazón, te hace ver la dignidad del hombre al desnudo y esbozas una cara de ternura durante todo el filme.
En fin, Charles Chaplin es una de esas joyas pensantes que hoy día se anhela.
Por cierto, ¡¡final apoteósico!! imprescindible su visionado...
En fin, Charles Chaplin es una de esas joyas pensantes que hoy día se anhela.
Por cierto, ¡¡final apoteósico!! imprescindible su visionado...
27 de noviembre de 2010
27 de noviembre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película tiene gran transcendencia histórica en el cine, es la primera película hablada por Charles Chaplin. Como director de la comedia considero que ofrece como tema central ideas políticas, económicas y sociales del gobierno nazi de Adolf Hitler en el estallido y desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, así como también las diferencias e identificación de los habitantes del guetto judío y el gobierno del dictador.
Además hace explicito los referentes históricos, políticos y geográficos que aparecen durante la Primera Guerra Mundial, el antisemitismo, y el auge de regímenes totalitarios; esto me conlleva como espectadora analizar el diseño de los personajes, diversos ambientes y situaciones de la época para desarrollar una actitud crítica respecto a cualquier forma de fascismo, racismo, discriminación e intolerancia que se ha desarrollado en la historia de la humanidad específicamente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Además hace explicito los referentes históricos, políticos y geográficos que aparecen durante la Primera Guerra Mundial, el antisemitismo, y el auge de regímenes totalitarios; esto me conlleva como espectadora analizar el diseño de los personajes, diversos ambientes y situaciones de la época para desarrollar una actitud crítica respecto a cualquier forma de fascismo, racismo, discriminación e intolerancia que se ha desarrollado en la historia de la humanidad específicamente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
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