El artista
7.6
60,339
Comedia. Drama. Romance
Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro.
18 de diciembre de 2011
18 de diciembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el cine de finales de los 20 y principios de los 30, era muy habitual contar esa historia que ya conocemos todos de chico-conoce-a-chica. La conocemos todos, porque el cine la sigue contando. Y es que, en el fondo, aunque en el cine "todo sea mentira", no es más que un reflejo de la vida.
En aquella época, la truculencia estaba en que la historia solía terminar bien, como en un cuento de hadas, porque era lo que la mayoría del público quería ver. Eso lo sabían muy bien los productores de Hollywoodland.
Es evidente que ahora no somos tan ingenuos como entonces, sino que estamos mucho más embrutecidos, en gran parte por obra y gracia de una caja llamada televisor y de la sombra más o menos compacta que se esconde detrás.
Y mira por donde, la galopante crisis de ideas que asola el cine, hace que a un tipo (completamente desconocido para mí) llamado Hazanavicius se le ocurra volver a contar una historia igual que las que se contaban hace más de 80 años.
Planteamiento, nudo y desenlace entre sonrisas demasiado simpáticas, tragicómicas gesticulaciones exageradas, drama épico y amor desinteresadamente puro para transmitir emociones.
No hace falta nada más que suene una musiquilla de fondo.
En resumen: no perderse la (vieja) experiencia.
En aquella época, la truculencia estaba en que la historia solía terminar bien, como en un cuento de hadas, porque era lo que la mayoría del público quería ver. Eso lo sabían muy bien los productores de Hollywoodland.
Es evidente que ahora no somos tan ingenuos como entonces, sino que estamos mucho más embrutecidos, en gran parte por obra y gracia de una caja llamada televisor y de la sombra más o menos compacta que se esconde detrás.
Y mira por donde, la galopante crisis de ideas que asola el cine, hace que a un tipo (completamente desconocido para mí) llamado Hazanavicius se le ocurra volver a contar una historia igual que las que se contaban hace más de 80 años.
Planteamiento, nudo y desenlace entre sonrisas demasiado simpáticas, tragicómicas gesticulaciones exageradas, drama épico y amor desinteresadamente puro para transmitir emociones.
No hace falta nada más que suene una musiquilla de fondo.
En resumen: no perderse la (vieja) experiencia.
21 de diciembre de 2011
21 de diciembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salgo de la sala eufórico, toda la película me ha parecido magnífica, pero en los últimos quince minutos me he sentido transportado a otro mundo, al mundo de la magia y de los sueños. Pero a continuación resulta que mi parte, supongo que racional, entra en juego, y es esa porción la que pretende sembrar en mi “dudas razonables”. Dónde están tus principios, siempre abdicando de todo aquello que se asemeje a lo sensiblero. No ves que es cursi, ñoña, compasiva, o incluso si quisiera ser despectivo la tildaría de llorica. Lo cierto es que no veo nada de eso, solo sé que me he emocionado, que me he prendado de un perro, que me encantaría bailar claqué, que no he podido ni querido evitar una lágrima, y que se me escapa un grito ¡ESTO ES EL CINE!
A menudo he escuchado que los franceses son algo especiales, prepotentes, altivos, orgullosos y por supuesto chauvinistas. Aun reconociendo que los pueblos tienden a adoptar ciertas peculiaridades que los identifican, eso que llamamos idiosincrasia, sería tan injusto generalizar en sus defectos como exagerado ensalzar sus virtudes. Seguramente habrá muchos tipos de franceses diferentes, pero en algunas ocasiones no puedo dejar de sentir cierta envidia hacia ellos. Al margen de alguna revolución que cambió el mundo (nosotros también descubrimos América) si es cierto que saben defender muy bien lo suyo y que algunas cosas las hacen muy bien. No hay que olvidar que ellos inventaron el cine, que no fueron los americanos aunque a veces lo parezca. Aquí unos cuantos franceses nos trasladan al Hollywood de final de los años veinte y ruedan una película americana por los cuatro costados. Y lo realizan con tal brillantez que parece sacada del mejor Hollywood de antaño.
Es además una apuesta arriesgada que sale airosa en todas las facetas, música, fotografía, ambientación, vestuario, guión, dirección, y por supuesto interpretación, el protagonista ya ha recibido algún premio de importancia, y su atractiva compañera, aparte de estar a su nivel es encantadora. Le auguro un buen porvenir en los Oscar, a mí desde luego me agradaría que le cayeran unos cuantos. Y debieran darle uno bien significativo al perro, que es una delicia, y que está auténticamente genial en su papel.
A menudo he escuchado que los franceses son algo especiales, prepotentes, altivos, orgullosos y por supuesto chauvinistas. Aun reconociendo que los pueblos tienden a adoptar ciertas peculiaridades que los identifican, eso que llamamos idiosincrasia, sería tan injusto generalizar en sus defectos como exagerado ensalzar sus virtudes. Seguramente habrá muchos tipos de franceses diferentes, pero en algunas ocasiones no puedo dejar de sentir cierta envidia hacia ellos. Al margen de alguna revolución que cambió el mundo (nosotros también descubrimos América) si es cierto que saben defender muy bien lo suyo y que algunas cosas las hacen muy bien. No hay que olvidar que ellos inventaron el cine, que no fueron los americanos aunque a veces lo parezca. Aquí unos cuantos franceses nos trasladan al Hollywood de final de los años veinte y ruedan una película americana por los cuatro costados. Y lo realizan con tal brillantez que parece sacada del mejor Hollywood de antaño.
Es además una apuesta arriesgada que sale airosa en todas las facetas, música, fotografía, ambientación, vestuario, guión, dirección, y por supuesto interpretación, el protagonista ya ha recibido algún premio de importancia, y su atractiva compañera, aparte de estar a su nivel es encantadora. Le auguro un buen porvenir en los Oscar, a mí desde luego me agradaría que le cayeran unos cuantos. Y debieran darle uno bien significativo al perro, que es una delicia, y que está auténticamente genial en su papel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final feliz es el lógico, aunque con toques dramáticos es una comedia, está ambientada en una época en la que el cine era mágico, nos hallamos ante un maravilloso cuento, y siendo como es una historia en algún momento dura pero hermosa, de un amor puro y noble, no podría acabar de otra manera. Yo sobre todo necesito esa lógica, me urge una justificación por renegar de mis argumentos más elementales. Cómo alguien dijo en una ocasión “No es malo tener una tentación, lo dañino en todo caso es sucumbir a ella” Yo he claudicado sin paliativos a esa tentación y necesito ese argumento que me redima, de lo contrario tengo que pasar una larga temporada sin ver cine. Y eso sería demasiado castigo para tan pequeño pecado.
8 de enero de 2012
8 de enero de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viva la France!!! .... Para que yo tenga que entrar en Filmaffinity a postear una crítica... es para una película infame... o como en este caso, se trata de una película más que Brillante.
Al fin una película, que respeta al cine y a los cinéfilos, una película que envuelve al público sin echar en falta los diálogos, una película con amor, comedia, drama e incluso con planos donde al público le hace pensar (esto es algo que incluso no estamos acostumbrados en el cine de hoy).
Una banda sonora impecable con algunos temas originales y otros genialmente seleccionados.
Y por último, un cuadro de actores (incluidos los extras), donde muestran unas dotes magistrales a la altura de una película de este calibre. ¿Quién dijo que el cine mudo era fácil de interpretar?
En Resumen: Un Homenaje no solo al cine mudo, sino a la Historia del Cine.
Al fin una película, que respeta al cine y a los cinéfilos, una película que envuelve al público sin echar en falta los diálogos, una película con amor, comedia, drama e incluso con planos donde al público le hace pensar (esto es algo que incluso no estamos acostumbrados en el cine de hoy).
Una banda sonora impecable con algunos temas originales y otros genialmente seleccionados.
Y por último, un cuadro de actores (incluidos los extras), donde muestran unas dotes magistrales a la altura de una película de este calibre. ¿Quién dijo que el cine mudo era fácil de interpretar?
En Resumen: Un Homenaje no solo al cine mudo, sino a la Historia del Cine.
26 de enero de 2012
26 de enero de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero de amoción, de encanto, de júbilo, por darme una razón más para amar esto que llamamos CINE, y no me corrijan por favor, porque he puesto a propósito esta palabra con mayúsculas, ya que esta película hace que uno se enamore de este bello arte, de sus inicios y en definitiva de todo lo que tenga que ver con esta industria.
- Una historia que seduce con un atrevimiento que convence (y de que manera lo ha hecho el señor Michel Hazanavicus y todo su equipo).
- Un proyecto con mucho riesgo que sale airoso y brilla por todo lo alto gracias a un reparto irrepetible al igual que interpretaciones épicas (Jean Dujardin inmenso).
- Guión precioso.
- Música conmovedora.
- Posee algunas de las escenas más poderosas que se hayan filmado en los últimos años y que no puedo quedarme con una sola porque aquí hay muchas, y por las cuales además algunos expertos "cinéfilos" han tenido que esperar décadas para poder deleitarse y que pasarán a la historia por su poderío visual casi hipnótico; en fin podría seguir, pero terminaría aburriéndolos.
Solo terminaré diciendo que este humilde film, sin una sola palabra, se ha ganado un rinconcito especial en la palestra de las escasísimas obras que pueden llamarse auténticas joyas del cine mundial (perdón la redundancia pero estoy emocionado), ésta que ya es una pieza indispensable del cine de todos los tiempos y que estás en la obligación de ver si te consideras un "adicto" al CINE del grande.
Por favor vaya al cine más cercano, no se arrepentirá, se lo aseguro.
- Una historia que seduce con un atrevimiento que convence (y de que manera lo ha hecho el señor Michel Hazanavicus y todo su equipo).
- Un proyecto con mucho riesgo que sale airoso y brilla por todo lo alto gracias a un reparto irrepetible al igual que interpretaciones épicas (Jean Dujardin inmenso).
- Guión precioso.
- Música conmovedora.
- Posee algunas de las escenas más poderosas que se hayan filmado en los últimos años y que no puedo quedarme con una sola porque aquí hay muchas, y por las cuales además algunos expertos "cinéfilos" han tenido que esperar décadas para poder deleitarse y que pasarán a la historia por su poderío visual casi hipnótico; en fin podría seguir, pero terminaría aburriéndolos.
Solo terminaré diciendo que este humilde film, sin una sola palabra, se ha ganado un rinconcito especial en la palestra de las escasísimas obras que pueden llamarse auténticas joyas del cine mundial (perdón la redundancia pero estoy emocionado), ésta que ya es una pieza indispensable del cine de todos los tiempos y que estás en la obligación de ver si te consideras un "adicto" al CINE del grande.
Por favor vaya al cine más cercano, no se arrepentirá, se lo aseguro.
2 de febrero de 2012
2 de febrero de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The Artist” cumple bien en el modo de homenajear físicamente al cine mudo de la década de 1920. La película en sí luce hermosa, sobre todo en la adecuada selección de colores y texturas tanto en el vestuario como en el diseño de la producción para dar las tonalidades correctas al emplear el B/N y por el uso ingenioso de los demás elementos a la falta de sonido, como la música y la imagen.
De esta forma, consigue sus mejores momentos cuando juega con el concepto del cine mudo, donde destacaría un par de episodios; el inicio y la secuencia del sueño de George, que resume gran parte de la esencia y gracia del cine mudo.
Así mismo, el elenco logra enteros, sobre todo Dujardin y Bejo que tienen gran química en pantalla que hacen que te enamores de ellos, cumpliendo con las marcadas expresiones faciales, movimientos mímicos y exagerados, expresando todo lo no verbal.
Por desgracia, la película sufre de uno de los principales defectos del cine actual que encima resulta crucial para una cinta muda; Debido a la falta de diálogo, en última instancia, “The Artist” tiene una historia simple y además resulta bastante estereotipada.
La película emula al cine mudo de forma muy convencional. Hazanavicius pudo tomar un poco de las películas más experimentales que caracterizaron los primeros años del cine mudo, como el expresionismo alemán o el cine D. W. Griffith o como mínimo a las obras de iconos de casa como Chaplin, Keaton, Vidor, Marx, etc., y no enfocarse a un solo estilo.
Teniendo en cuenta que la película, por cuya naturaleza, debería tener un conjunto de referencias de estas. Además “Es un homenaje a las glorias del cine mudo”, si, pero yo no logro captar ningún homenaje y ni esas glorias que son muchas y algunas producto de los autores anteriormente señalados.
Sin embargo y en gran medida, me da la sensación de que la trama imita más no homenajea a grandes clásicos del cine sonoro, tales como “A Star is Born” y “Singin' in the Rain”, que en mi caso hacen que la película pierda el interés por lo predecible y en lugar de añoranza, me provoque cierta indignación por esta parodia.
Se destaca el merito y los aciertos de hacer una película muda en estos tiempos, pero su éxito se me escapa por completo y más por la pasión que levanta (seguro que ni los críticos y académicos han revisado las obras de sus leyendas). Por su parte, la Academia injustamente no valoro a grandes cineastas y obras cumbres del cine mudo en su tiempo y todo indica que este año trata de enmendarse, pero tendremos a otra “Alas” derrotando a “Y el Mundo Marcha”, "El séptimo cielo" y “Amanecer”.
Lo más curioso de todo, es que un francés rinde tributo a la época dorada del cine mudo o más bien dicho a “Hollywood” y por el otro, un norteamericano declara su amor a los precursores del cine, los hermanos Lumière y al pionero Georges Méliès. El final de esta historia creo ya lo sabemos...
De esta forma, consigue sus mejores momentos cuando juega con el concepto del cine mudo, donde destacaría un par de episodios; el inicio y la secuencia del sueño de George, que resume gran parte de la esencia y gracia del cine mudo.
Así mismo, el elenco logra enteros, sobre todo Dujardin y Bejo que tienen gran química en pantalla que hacen que te enamores de ellos, cumpliendo con las marcadas expresiones faciales, movimientos mímicos y exagerados, expresando todo lo no verbal.
Por desgracia, la película sufre de uno de los principales defectos del cine actual que encima resulta crucial para una cinta muda; Debido a la falta de diálogo, en última instancia, “The Artist” tiene una historia simple y además resulta bastante estereotipada.
La película emula al cine mudo de forma muy convencional. Hazanavicius pudo tomar un poco de las películas más experimentales que caracterizaron los primeros años del cine mudo, como el expresionismo alemán o el cine D. W. Griffith o como mínimo a las obras de iconos de casa como Chaplin, Keaton, Vidor, Marx, etc., y no enfocarse a un solo estilo.
Teniendo en cuenta que la película, por cuya naturaleza, debería tener un conjunto de referencias de estas. Además “Es un homenaje a las glorias del cine mudo”, si, pero yo no logro captar ningún homenaje y ni esas glorias que son muchas y algunas producto de los autores anteriormente señalados.
Sin embargo y en gran medida, me da la sensación de que la trama imita más no homenajea a grandes clásicos del cine sonoro, tales como “A Star is Born” y “Singin' in the Rain”, que en mi caso hacen que la película pierda el interés por lo predecible y en lugar de añoranza, me provoque cierta indignación por esta parodia.
Se destaca el merito y los aciertos de hacer una película muda en estos tiempos, pero su éxito se me escapa por completo y más por la pasión que levanta (seguro que ni los críticos y académicos han revisado las obras de sus leyendas). Por su parte, la Academia injustamente no valoro a grandes cineastas y obras cumbres del cine mudo en su tiempo y todo indica que este año trata de enmendarse, pero tendremos a otra “Alas” derrotando a “Y el Mundo Marcha”, "El séptimo cielo" y “Amanecer”.
Lo más curioso de todo, es que un francés rinde tributo a la época dorada del cine mudo o más bien dicho a “Hollywood” y por el otro, un norteamericano declara su amor a los precursores del cine, los hermanos Lumière y al pionero Georges Méliès. El final de esta historia creo ya lo sabemos...
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