El artista
7.6
60,339
Comedia. Drama. Romance
Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro.
23 de diciembre de 2011
23 de diciembre de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran mérito (si hubiera que decir sólo uno) de The Artist, es que siendo un ejercicio de estilo que no disimula en ningún momento el tratarse de un homenaje a una época, un arte y una manera de concebir el cine; es capaz de aunar su estética con su discurso. Es decir, al contrario que otros revivals como, por ejemplo, El Buen Alemán, de Soderberg, The Artist hace que la forma en que ha sido concebida (visualmente, genéricamente, musicalmente) cuente y apoye a su vez la historia que la película en si transmite.
Cuando empiezas a verla, eres un espectador del Siglo XXI asistiendo a una proyección de una de esas películas fantásticas, arriesgadas, carne de festival, que seguro que va a ser fantástica. En pocos minutos, al ser los protagonistas de The Artist los que están viendo a su vez una película, el director nos convierte en uno de ellos, un espectador de 1920, compañero y cómplice del protagonista, que ve como un mundo en el que era un rey se derrumba sin sentido aparente para él.
Pero el acierto de todos los implicados en The Artist es que aunque nunca hayas amado el cine mudo, te pongas del lado del héroe, y ya sólo puedas ver el mundo a través de sus ojos, y con el mismo pavor que sus oídos. La figura de la estrella se humaniza como si Norma Desmond no hubiera llegado a quebrarse y percibiera la realidad tal cual es: ha sido olvidada, como lo es el héroe de esta historia.
A través de excepcionales secuencias, con una música tan maravillosa que hace que te olvides de que existen las palabras, The Artist nos pasea por un mundo en el que todo parece fácil, en el que el amor es verdadero, pero en el que el progreso avanza como una apisonadora ante aquellos que no se adapten.
The Artist es pues un apasionante juego de espejos, que nos sumerge en la película como pocas lo consiguen, rodada de manera que quieres aplaudir cada vez que una escena termina, y humanizada por unos actores excepcionales, que dicen todo sin decir nada, que atraviesan el corazón de cualquier espectador y que muestran que siempre hay un camino para que el artista, el verdadero artista, pueda expresarse.
Cuando empiezas a verla, eres un espectador del Siglo XXI asistiendo a una proyección de una de esas películas fantásticas, arriesgadas, carne de festival, que seguro que va a ser fantástica. En pocos minutos, al ser los protagonistas de The Artist los que están viendo a su vez una película, el director nos convierte en uno de ellos, un espectador de 1920, compañero y cómplice del protagonista, que ve como un mundo en el que era un rey se derrumba sin sentido aparente para él.
Pero el acierto de todos los implicados en The Artist es que aunque nunca hayas amado el cine mudo, te pongas del lado del héroe, y ya sólo puedas ver el mundo a través de sus ojos, y con el mismo pavor que sus oídos. La figura de la estrella se humaniza como si Norma Desmond no hubiera llegado a quebrarse y percibiera la realidad tal cual es: ha sido olvidada, como lo es el héroe de esta historia.
A través de excepcionales secuencias, con una música tan maravillosa que hace que te olvides de que existen las palabras, The Artist nos pasea por un mundo en el que todo parece fácil, en el que el amor es verdadero, pero en el que el progreso avanza como una apisonadora ante aquellos que no se adapten.
The Artist es pues un apasionante juego de espejos, que nos sumerge en la película como pocas lo consiguen, rodada de manera que quieres aplaudir cada vez que una escena termina, y humanizada por unos actores excepcionales, que dicen todo sin decir nada, que atraviesan el corazón de cualquier espectador y que muestran que siempre hay un camino para que el artista, el verdadero artista, pueda expresarse.
13 de febrero de 2012
13 de febrero de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta el cine dentro del cine. Me imagino que es porque me apasiona el cine y por eso una película sobre cine es como el sumun para mi. Cuando empezó The Artist supe desde el minuto uno que la iba a disfrutar, y así fue.
Es una película sensible, optimista, con un guión sencillo e incluso predecible pero bien construido; los actores están magníficos, jean Dujardin ilumina la pantalla con esa enorme sonrisa perfecta y Berenice Bejo es puro aire fresco con esa belleza tan infantil e inocente que da gusto verla.
Tiene algunas escenas deliciosas como esa en la que (detalles del argumento)...grandes escenas dentro de una gran película que espero que mucha gente disfrute tanto como yo lo hice.
Es una película sensible, optimista, con un guión sencillo e incluso predecible pero bien construido; los actores están magníficos, jean Dujardin ilumina la pantalla con esa enorme sonrisa perfecta y Berenice Bejo es puro aire fresco con esa belleza tan infantil e inocente que da gusto verla.
Tiene algunas escenas deliciosas como esa en la que (detalles del argumento)...grandes escenas dentro de una gran película que espero que mucha gente disfrute tanto como yo lo hice.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tiene algunas escenas deliciosas, como esa en la que ella mete el brazo en la chaqueta de él y fantasea pensando que es él quién la abraza, o esa otra en la que los objetos producen sonidos al caer...
27 de febrero de 2012
27 de febrero de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras acabar la gala de los Oscars mi pregunta era solo una ¿que tendrá The Artist que tantas pasiones provoca? mi ignorancia al no verla me paso factura, ya que nada más acabar la gala me propuse visionarla, para darme cuenta de que quizás a mis 22 años haya descubierto aquel al que llaman séptimo arte. Gracias The Artist
7 de marzo de 2012
7 de marzo de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fuí a ver "The Artist" hace ya bastantes días con muchas expectativas, por lo que la contemplé con una mirada más crítica y feroz de lo aconsejable y, quizás también por ello, al estar ya tan condicionado me irritó tantísimo la película y salí tan decepcionado del cine.
¿Por qué esa irritación? Pues porque me pareció el guión de una extrema simpleza y poco originalidad. Era simplón, anodino, endeble, infantil y previsible en cada momento. Se sabía en todo momento lo que iba a pasar y cómo iba a pasar. La capacidad de sorpresa u originalidad era nula. Al ser tan previsible y obvio el interés para el espectador es mínimo. Mi impresión inicial fue que, más que un homenaje a ciertas películas clásicas, había espoleado completamente el guión de "Ha nacido una estrella" y "Cantando bajo la lluvia", así como a tantas otras. Por lo que a un nivel consciente la película me decepcionó y cabreó. Pero mi subconsciente me tenía preparada una sorpresa que me hizo replantearme por completo mi opinión.
Y es que esa noche, sin saber ni cómo ni porqué, me soñé con la escena final de "Intolerancia" de Griffith y la mezclé en el sueño con la emotiva carrera en coche de Bérénice Bejo en la película. Y al despertar lo comprendí todo. El gran mérito de "The Artist" no es la película en sí, que es banal, simplona y superficial, sino su gran capacidad para evocar emociones del mejor cine de todos los tiempos. Comprendí de repente, como con una convulsión, que muy deliberada e intencionadamente se había escrito un guión sencillo y lineal, confundí simpleza con sencillez. Y justo a partir de ese momento pude asimilar la maravillosa película que había visto el día anterior. No importaba qué contaba sino cómo lo contaba.
Y desde ese instante ya todo fue rodado, pues cada vez que recordaba cada una de las escenas de la película de Hazanavicius me sobrecogían otras imágenes de grandes clásicos del cine. Todo es perfecto en la película ya que consigue, desde la simpleza más absoluta, evocar un amor al cine mudo y a toda la cinematografía en general . Te hace amar el cine más de lo que creías y, sobre todo, acumula en su metraje toda la esencia, aroma y enjundia de porqué el cine es grande y porque lo amamos tanto.
Esta claro que hay películas que hay que dejarlas reposar un tiempo y que sea nuestro subconsciente quien opine. Cuando el poso que queda de la visión del film empieza por fin a asimilarse nos damos cuenta de lo grandiosa, fascinante, cautivadora y absolutamente maravillosa que es The Artist. Cine en estado puro. Eso no es solo fruto del talento, la casualidad o la profesionalidad de quienes intervienen. Es simplemente fruto de esa magia que toca a ciertas películas y que se filtra en ellas sin saber ni cómo.
www.eldespotricadorcinefilo.com
¿Por qué esa irritación? Pues porque me pareció el guión de una extrema simpleza y poco originalidad. Era simplón, anodino, endeble, infantil y previsible en cada momento. Se sabía en todo momento lo que iba a pasar y cómo iba a pasar. La capacidad de sorpresa u originalidad era nula. Al ser tan previsible y obvio el interés para el espectador es mínimo. Mi impresión inicial fue que, más que un homenaje a ciertas películas clásicas, había espoleado completamente el guión de "Ha nacido una estrella" y "Cantando bajo la lluvia", así como a tantas otras. Por lo que a un nivel consciente la película me decepcionó y cabreó. Pero mi subconsciente me tenía preparada una sorpresa que me hizo replantearme por completo mi opinión.
Y es que esa noche, sin saber ni cómo ni porqué, me soñé con la escena final de "Intolerancia" de Griffith y la mezclé en el sueño con la emotiva carrera en coche de Bérénice Bejo en la película. Y al despertar lo comprendí todo. El gran mérito de "The Artist" no es la película en sí, que es banal, simplona y superficial, sino su gran capacidad para evocar emociones del mejor cine de todos los tiempos. Comprendí de repente, como con una convulsión, que muy deliberada e intencionadamente se había escrito un guión sencillo y lineal, confundí simpleza con sencillez. Y justo a partir de ese momento pude asimilar la maravillosa película que había visto el día anterior. No importaba qué contaba sino cómo lo contaba.
Y desde ese instante ya todo fue rodado, pues cada vez que recordaba cada una de las escenas de la película de Hazanavicius me sobrecogían otras imágenes de grandes clásicos del cine. Todo es perfecto en la película ya que consigue, desde la simpleza más absoluta, evocar un amor al cine mudo y a toda la cinematografía en general . Te hace amar el cine más de lo que creías y, sobre todo, acumula en su metraje toda la esencia, aroma y enjundia de porqué el cine es grande y porque lo amamos tanto.
Esta claro que hay películas que hay que dejarlas reposar un tiempo y que sea nuestro subconsciente quien opine. Cuando el poso que queda de la visión del film empieza por fin a asimilarse nos damos cuenta de lo grandiosa, fascinante, cautivadora y absolutamente maravillosa que es The Artist. Cine en estado puro. Eso no es solo fruto del talento, la casualidad o la profesionalidad de quienes intervienen. Es simplemente fruto de esa magia que toca a ciertas películas y que se filtra en ellas sin saber ni cómo.
www.eldespotricadorcinefilo.com
17 de junio de 2012
17 de junio de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era reacio a ver esta película en una tele, me negaba. La habían vendido muy bien como un homenaje al séptimo arte y eso en principio te hace sospechar, piensas que te la están intentando colar, como otras películas ganadoras de Oscars.
Por eso, a la que he tenido oportunidad de verla en el cine, una vez ganados los Oscar, me dispuse a ver si me acababa gustando. No me ha aportado nada nuevo pero me ha hecho recordar muchos grandes momentos vividos junto al cine.
Comienza el film, formato 4:3, créditos iniciales como en las películas antiguas y una música que va a ser la principal protagonista del film y lo que me va a acabar de gustar más de la película y la chispa para escribir esta crítica.
Por mucho que los actores lo hacen perfectamente, el término “mudo” te hace pensar que vas a ver imágenes y te va a aburrir, pero nadie se acuerda que aunque los primeros films eran mudos, la música era tan importante como la imagen, y en este sentido esta película está por encima de muchas, y me refiero también a las de aquella época.
En este sentido la sintonía inicial ya se engancha, después suena por en medio la canción “Pennies from heaven” que es muy dulce, pero el climax final llega en una de las escenas finales al utilizar una melodía que te es muy familiar. Yo conocedor de la música original, no me lo puedo creer, es capaz de hacerle un homenaje al mismísimo Hitchcock, pues sí, es así.
Eso es “The Artist”, buena base, riesgo, cinefilia y más de 100 años de cine condensados en 100 minutos, todo un lujo. Cualquiera que se considere un poco cinéfilo, va a disfrutar. El paso al sonoro de Cantando bajo la lluvia, las paranoias de George Valentin cual Norma Desmond (destaco la escena con sonidos varios), hasta el majestuoso final con esa música “in crescendo” de ..... (ver spoiler) y el protagonismo del perrito como en Umberto D, y muchos otros detalles que no caben aquí, y que seguro que desconozco.
Yo como melónamo y gran aficionado especialmente a la música del cine también quería hacerle mi especial homenaje. Copiando el link que figura más abajo podrás acceder a cuatro listas personales de spotify donde podrás oir esas grandes canciones que forman parte de nuestra retina, oimos esas canciones y nos transportan las imágenes que vimos en su día en el cine o en la pantalla de la televisión (es magia del cine o de la música).
Hacen falta palabras para emocionarnos, sinceramente no. Con la música nos es suficiente. Aquí te dejo el link, bájate el fichero (está en catalán y en castellano) y a disfrutar, espero que te guste:
https://docs.google.com/file/d/0BzptBW7Xs8DUUnc1dE0tSFVUdzZJSHdXNGkyQ2FDUQ/edit?pli=1
Por tanto corrijo y amplio el inicio, "The artist" se trata de un homenaje a dos artes: el cine y la música.
Por último, si te has quedado con ganas de tener un lunar en la mejilla como Peppy Miller, en los Miis de la Wii todo es posible.
Por eso, a la que he tenido oportunidad de verla en el cine, una vez ganados los Oscar, me dispuse a ver si me acababa gustando. No me ha aportado nada nuevo pero me ha hecho recordar muchos grandes momentos vividos junto al cine.
Comienza el film, formato 4:3, créditos iniciales como en las películas antiguas y una música que va a ser la principal protagonista del film y lo que me va a acabar de gustar más de la película y la chispa para escribir esta crítica.
Por mucho que los actores lo hacen perfectamente, el término “mudo” te hace pensar que vas a ver imágenes y te va a aburrir, pero nadie se acuerda que aunque los primeros films eran mudos, la música era tan importante como la imagen, y en este sentido esta película está por encima de muchas, y me refiero también a las de aquella época.
En este sentido la sintonía inicial ya se engancha, después suena por en medio la canción “Pennies from heaven” que es muy dulce, pero el climax final llega en una de las escenas finales al utilizar una melodía que te es muy familiar. Yo conocedor de la música original, no me lo puedo creer, es capaz de hacerle un homenaje al mismísimo Hitchcock, pues sí, es así.
Eso es “The Artist”, buena base, riesgo, cinefilia y más de 100 años de cine condensados en 100 minutos, todo un lujo. Cualquiera que se considere un poco cinéfilo, va a disfrutar. El paso al sonoro de Cantando bajo la lluvia, las paranoias de George Valentin cual Norma Desmond (destaco la escena con sonidos varios), hasta el majestuoso final con esa música “in crescendo” de ..... (ver spoiler) y el protagonismo del perrito como en Umberto D, y muchos otros detalles que no caben aquí, y que seguro que desconozco.
Yo como melónamo y gran aficionado especialmente a la música del cine también quería hacerle mi especial homenaje. Copiando el link que figura más abajo podrás acceder a cuatro listas personales de spotify donde podrás oir esas grandes canciones que forman parte de nuestra retina, oimos esas canciones y nos transportan las imágenes que vimos en su día en el cine o en la pantalla de la televisión (es magia del cine o de la música).
Hacen falta palabras para emocionarnos, sinceramente no. Con la música nos es suficiente. Aquí te dejo el link, bájate el fichero (está en catalán y en castellano) y a disfrutar, espero que te guste:
https://docs.google.com/file/d/0BzptBW7Xs8DUUnc1dE0tSFVUdzZJSHdXNGkyQ2FDUQ/edit?pli=1
Por tanto corrijo y amplio el inicio, "The artist" se trata de un homenaje a dos artes: el cine y la música.
Por último, si te has quedado con ganas de tener un lunar en la mejilla como Peppy Miller, en los Miis de la Wii todo es posible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película a la que me refiero es a Vértigo, en la escena en la que aparece Kim Novak y James Stewart, fundiéndose en uno de los besos más apasionados e inquietantes de la historia del cine.
Homenajear a Hitchcock y Billy Wilder en una peli es mucho, como a quien quieres más? a tu padre o a tu madre.
Homenajear a Hitchcock y Billy Wilder en una peli es mucho, como a quien quieres más? a tu padre o a tu madre.
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