La última pelea
7.3
29,109
Drama. Acción
Un veterano de Vietnam (Nolte) abandona el mundo de las artes marciales mixtas para trabajar en una fundición de acero. Sus graves problemas con el alcohol han destrozado a su familia, pero llega un momento en que, arrepentido, deja la bebida y decide entrenar a su hijo más joven (Tom Hardy) para que participe en un torneo de artes marciales, en el que también participará su hermano mayor (Joel Edgerton). (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2017
29 de julio de 2017
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No esperaba nada de esta película, aunque sabía de la buena reputación que tenía, y la vi por simple curiosidad. Y la verdad es que ha merecido la pena.
El trío formado por Tom Hardy-Nick Nolte-Joel Edgerton brinda unas fabulosas interpretaciones que, si bien culminan en un final precedible -y bonito aún así-, dejan la sensación después de 2h y 10 minutos de que se ha visto una gran película. Me encanta que el guión deje espacio para que podamos ver las motivaciones de los personajes principales y que la cinta no solo sea una excusa para su final, sino un viaje donde podemos empatizar con ellos.
En este sentido me ha recordado a 'Heat' en eso, son dos trabajos que por fuera parecen películas para pasar el rato, pero están muy bien trabajadas y no son entretenimientos comunes y corrientes, sino que tienen su miga. Además, también me ha recordado al episodio 'Lisa sobre hielo' de Los Simpson por obvias razones.
Este ha sido un visionado muy grato y una demostración de que muchas veces no hace falta ser original -aunque se agradece, especialmente hoy en día- ya que este filme no lo es, mas si sabes jugar tus cartas puedes ganar la partida.
El trío formado por Tom Hardy-Nick Nolte-Joel Edgerton brinda unas fabulosas interpretaciones que, si bien culminan en un final precedible -y bonito aún así-, dejan la sensación después de 2h y 10 minutos de que se ha visto una gran película. Me encanta que el guión deje espacio para que podamos ver las motivaciones de los personajes principales y que la cinta no solo sea una excusa para su final, sino un viaje donde podemos empatizar con ellos.
En este sentido me ha recordado a 'Heat' en eso, son dos trabajos que por fuera parecen películas para pasar el rato, pero están muy bien trabajadas y no son entretenimientos comunes y corrientes, sino que tienen su miga. Además, también me ha recordado al episodio 'Lisa sobre hielo' de Los Simpson por obvias razones.
Este ha sido un visionado muy grato y una demostración de que muchas veces no hace falta ser original -aunque se agradece, especialmente hoy en día- ya que este filme no lo es, mas si sabes jugar tus cartas puedes ganar la partida.
28 de agosto de 2017
28 de agosto de 2017
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No me gusta ni el boxeo ni las artes marciales, pero ¡qué gran película! Un guión perfecto, que discurre sin fallos hasta el final, que es imprevisible, digan lo que digan algunos aquí. Al final se enfrentan los dos hermanos y uno de ellos tenía que ganar. El guionista tenía en sus manos varios finales.
Después están esos actores, de lo mejor que hay ahora. Dejando a un lado a Nolte, que ya no tiene nada que demostrar, Tom Hardy da a su personaje un aire sombrío, misterioso, único. Y Edgerton con su naturalidad de siempre.
Los combates están muy buen rodados, sin cebarse en crueldades ni en sangre derramada. La música, espléndida.
Y como película de hermanos, de amor fraterno, es lo mejor que he visto, sin tonterías, bronca y a la vez, a su modo, tierna.
Después están esos actores, de lo mejor que hay ahora. Dejando a un lado a Nolte, que ya no tiene nada que demostrar, Tom Hardy da a su personaje un aire sombrío, misterioso, único. Y Edgerton con su naturalidad de siempre.
Los combates están muy buen rodados, sin cebarse en crueldades ni en sangre derramada. La música, espléndida.
Y como película de hermanos, de amor fraterno, es lo mejor que he visto, sin tonterías, bronca y a la vez, a su modo, tierna.
26 de septiembre de 2021
26 de septiembre de 2021
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Pelear no sólo supone machacarse a tortas en un ring, en esa lucha de corte dualista, entre los golpes del corazón y las sacudidas en el cuerpo, está el elemento clave del drama planteado en "Warrior" (Gavin O´Connor, 2011), con un contexto familiar peliagudo donde sus personajes miden sus límites fraternos viajando hacia la redención, las conversaciones pendientes y los traumas del pasado. La tensión acrecentada entre padre-hijo/hermano-hermano, junto a un plano y contraplano exuberante, intimidatorio y plenamente deudor de crisis familiares, junto a unos Tom Hardy, Joel Edgerton y Nick Nolte en sus mejores papeles; este aspecto conforma uno de los pilares que intensifican la calidad cinematográfica del filme.
La emocionante trayectoria hacia el logro por conseguir la meta, en una carrera cargada de espectacularidad y de sensaciones altamente humanas, bajo un punto de vista siempre caracterizado por sus planos medios y una violencia representativa en sus protagonistas principales, como si hubieran trazos simbólicos entre el montaje combativo de "Ragging Bull" (Martin Scorsese, 1980) y la ira acumulada y totalmente desatada en la competición "Sparta".
Además, Gavin O´Connor posee la desfachatez de escribir en sus líneas de diálogo y en sus encuadres más dolorosos una recaída, una crudeza en las tristezas y en la doliente esencia del arrepentimiento, la expiación de los pecados y las malas decisiones. Pero lo más crudo y apabullante es su agridulce clímax, en una contemplativa dosis de acercamientos y miradas que dicen verdades como puños, aquellos que no se rinden y purgan las penas más recónditas y las emociones más sinceras.
La emocionante trayectoria hacia el logro por conseguir la meta, en una carrera cargada de espectacularidad y de sensaciones altamente humanas, bajo un punto de vista siempre caracterizado por sus planos medios y una violencia representativa en sus protagonistas principales, como si hubieran trazos simbólicos entre el montaje combativo de "Ragging Bull" (Martin Scorsese, 1980) y la ira acumulada y totalmente desatada en la competición "Sparta".
Además, Gavin O´Connor posee la desfachatez de escribir en sus líneas de diálogo y en sus encuadres más dolorosos una recaída, una crudeza en las tristezas y en la doliente esencia del arrepentimiento, la expiación de los pecados y las malas decisiones. Pero lo más crudo y apabullante es su agridulce clímax, en una contemplativa dosis de acercamientos y miradas que dicen verdades como puños, aquellos que no se rinden y purgan las penas más recónditas y las emociones más sinceras.
2 de diciembre de 2024
2 de diciembre de 2024
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Warrior va más allá de ser una cinta deportiva, elevándose como un sólido drama familiar fundamentado en las carencias paternales y en el abandono mutuo entre las partes de la familia.
En esa tarea de exponer una familia desestructurada, el filme se mantiene sólido, mostrando cómo el pasado afecta al futuro y cómo el deporte puede ser motivo de unión. De hecho, sucede algo muy curioso, ya que se consigue un equilibrio entre el drama y el deporte, sin dejar muy claro cuál es el tema principal, un fenómeno que le sienta de fábula al compensarse a sí misma.
Estamos ante una fotografía plagada de tonos fríos, que refuerzan la tensión emocional entre los personajes, sumergiendo a la cinta en una visión muy sombría de la realidad. Por otro lado, las escenas de pelea sobresalen por su dinamismo, gracias a los encuadres cerrados que aumentan la brutalidad de los golpes.
Para ir finalizando, hay que elogiar el trabajo de los dos protagonistas: Tom Hardy y Joel Edgerton están soberbios en esos papeles de hermanos distanciados emocionalmente, uno henchido de rabia y el otro arrastrado por una vorágine de vulnerabilidad.
Gavin O’Connor dirige con sabiduría, logrando una cinta notable, dinámica y que consigue algo muy difícil: mezclar la emotividad familiar con el puro entretenimiento. Altamente recomendable.
En esa tarea de exponer una familia desestructurada, el filme se mantiene sólido, mostrando cómo el pasado afecta al futuro y cómo el deporte puede ser motivo de unión. De hecho, sucede algo muy curioso, ya que se consigue un equilibrio entre el drama y el deporte, sin dejar muy claro cuál es el tema principal, un fenómeno que le sienta de fábula al compensarse a sí misma.
Estamos ante una fotografía plagada de tonos fríos, que refuerzan la tensión emocional entre los personajes, sumergiendo a la cinta en una visión muy sombría de la realidad. Por otro lado, las escenas de pelea sobresalen por su dinamismo, gracias a los encuadres cerrados que aumentan la brutalidad de los golpes.
Para ir finalizando, hay que elogiar el trabajo de los dos protagonistas: Tom Hardy y Joel Edgerton están soberbios en esos papeles de hermanos distanciados emocionalmente, uno henchido de rabia y el otro arrastrado por una vorágine de vulnerabilidad.
Gavin O’Connor dirige con sabiduría, logrando una cinta notable, dinámica y que consigue algo muy difícil: mezclar la emotividad familiar con el puro entretenimiento. Altamente recomendable.
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
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Lo único que distingue a Warrior de cualquier otra pelicula de artes marciales sería en centrarse en el mundo tan al dia como son las artes marciales mixtas. Nada más. El resto es un conjunto de tópicos vistos en innumerables ocasiones. No ofrece nada excepcional ni en su contenido ni en su forma. La base dramática de la cinta es débil y se sostiene con pinzas su credibilidad. Los personajes son de cartón-piedra y ofrecen pocos matices. Poca alma hay aquí. Siendo Tom Hardy el más mal parado. Para empezar diré que soy bastante seguidor del boxeo así como de la ufc y creo poder afirmar que sin técnica no habría figuras . Y es que los combates parecen peleas callejeras donde se lanzan golpes sin ton ni son aludiendo a la brabuconada y testosterona. Por otra no hay tecnica ni estrategia , algo imprescindible para poder afrontar a según qué peleador. La historia familiar no me la creo, mucho menos la vida familiar del maestro. Diálogos postizos. Ya no estamos en los 80, por favor, trabajen mejor los diálogos. Del director diré que su película posterior "El contable" se deja ver. Esta no, es bastante infumable y peor aún, larga y pretenciosa. Te dejo pasar a Van Damme, pero no me vayas de serio ni profundo porque se te ven las costuras. Huid si buscáis un producto de calidad.
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