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Los Ángeles al desnudo

Cine negro. Intriga Años 50. Tres policías de Los Ángeles se ven envueltos en una intriga criminal que destapa los trapos sucios del Departamento. Para recuperar el prestigio perdido, tres agentes muy diferentes entre sí, el impetuoso Bud White (Russell Crowe), el formal Ed Exely (Guy Pearce) y el ambicioso Jack Vincennes (Kevin Spacey) se hacen cargo de la investigación del caso. (FILMAFFINITY)
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9
6 de diciembre de 2020 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
(En el texto recreo lo que pudo haber sucedido con los personajes al acabar la película por lo que todo el texto es en sí mismo un gran spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
BISBEE (ARIZONA)

Al funeral del sheriff White no acudió mucha gente. Ya por la mañana habían pasado por la capilla a mostrarle sus respetos algunos vecinos al cerrar sus comercios y oficinas antes de ir a casa a comer. Al atardecer en la ceremonia y luego al entierro solo asistieron los representantes de la cámara local y dos o tres parejas con las que los White habían compartido amistades y crianzas. Al fin y al cabo no quedaba a quien mostrar condolencias desde que el sheriff enviudara tres años atrás, uno más tarde de recibir la carta del ejército comunicándoles la muerte de "Bud" Jr. en Vietnam. De regreso a sus casas los pocos presentes cuchicheaban preguntándose quien sería el elegante caballero sentado al fondo venido en el tren de la mañana desde California. Este había estado en silencio en su soledad detrás de todos. Solo pensaba en lo injusto de que no sonara una gaita y una salva de honor de policías de uniforme de gala homenajeando a su antiguo compañero. Ahora dirigía el departamento y en su mano hubiera estado, pero sabía que aquello no habría sido lo que Bud hubiera querido.

Ya casi nadie recordaba cuando más de veinte años atrás llegó al pueblo la pareja. Muchos identificaron entonces a la joven Lynn, que regresaba a su pueblecito de la infancia. Ahora era la señora White y se había convertido en una hermosa mujer. Parecía haber hecho algo de dinero desde que siete años antes partiera de la pequeña localidad. Nadie se fijó en que ese día ella era rubia. Nunca más. Desde la mañana siguiente, recién lavado el pelo, recuperó su color castaño y ya no lo abandonaría hasta que llegaron las canas con la vejez. Menos todavía recordaban en aquellos días a Bud, pues se pasó su primer mes encerrado en la casita que alquiló Lynn al llegar, convaleciente de unas recientes heridas que le dejaron aquellas extrañas cicatrices en ambos pómulos.

Ella abrió una pequeña tienda en la calle principal, Tombstone Canyon, a la que pronto hicieron los honores todas las mujeres de Bisbee procurando una situación si no acomodada si al menos suficiente a los nuevos vecinos. La inicial envidia provinciana hacia la fascinante belleza de la recién llegada fue pronto sustituida por amabilidad y buena vecindad que se ganaron con sus personalidades modestas. Se notaban en la propietaria los modales desenvueltos de la gran ciudad pero sin darse aires, y el estilo de los vestidos de la tienda era elegante aunque adecuado para un pueblecito de Arizona cercano a la frontera. Las señoras visitaban el comercio de Lynn como quien viaja por un rato a Tucson; hablando de las rutilantes estrellas de Hollywood y sus amoríos mientras ojeaban revistas y se probaban lo nuevo recién llegado de San Francisco o Los Ángeles. Por su parte Bud se presentó a las elecciones a sheriff cuando el viejo Danvers se jubiló y ocupó el puesto hasta un año antes de su muerte. Se ganó el respeto de todos aunque nunca se puso el Stetson que era parte de su uniforme. Tampoco nunca en veinte años hubo de desenfundar su arma. Ni aun con los atracos del 61 que resolvió con habilidad de detective metropolitano. Ni con las patrullas que perseguían espaldas mojadas a las que nunca dejó campar a sus anchas. Tuvo fama de callado y justo, de buen amigo en la taberna aunque poco bebedor, de no prodigar su sonrisa pero ser franca esta cuando la sacaba. Durante su mandato fue particularmente duro con los pocos hombres que se atrevían a pegar a una mujer en su jurisdicción.
8
10 de enero de 2012 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando a simple vista observas el reparto de la película antes de sentarte a verla piensas "por favor, que sea buena" y es que muchas son las películas que por nombres aparentaban una cosa y no lo eran, L.A. Confidential no es el caso. Cine negro del bueno, con una trama interesante que se desenlaza pedazo a pedazo, con unas actuaciones recordables por todas sus estrellas que, en lugar de pisotearse, aportan su granito de arena para convertir el film en lo mejorcito de cine policíaco negro de las últimas décadas. Muy bien ambientada y con un ritmo que te engancha desde el primer fotograma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me encantan los tres personajes principales, cada uno en su papel.

Pearce es el hijo de uno de los grandes mitos del departamento y quiere, a cualquier precio, demostrar su talento, su capacidad y escalar estatus y posición al igual que un día hizo su recordado padre. La ambición, el orden y legalidad de las cosas priman sus actos.

Crowe es un agente de la vieja escuela, el bien justifica los medios y no dudará en utilizar su brutal fuerza para implantar justicia en las calles. Además, odia el maltrato a las mujeres debido a su infancia. Aunque su naturaleza violenta lo hace en ocasiones simple e impetuoso, pero siempre honesto y con sinceridad.

Spacey es el chico guapo, el agente famoso, al que más que resolver un caso pareciera que está interesado en una buena foto para el magazine o el periódico. Pero en el fondo es zorro viejo, un agente con olfato y que para nada a descuidado sus habilidades y no duda de inmiscuirse en la trama al ver la magnitud del propio caso.
8
7 de octubre de 2016 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
181/20(27/09/16) Notable puesta al día de cine negro con la que la realización de (irregular filmografía) Curtis Hanson tocó la cima, un éxito comercial y de crítica fue esta electrizante adaptación de la homónima novela de 1990 de James Ellroy (tercer libro del cuarteto de su serie negra sobre L.A. “LA Quartet”, son parte “La dalia negra” de 1987, “El gran desierto” de 1988, y “Jazz blanco” de 1992), de la que el autor consideraba imposible llevar al cine, por lo enrevesada y las múltiples subhistorias que convergen en su cientos de páginas, y es la trama del libro sigue hasta ocho tramas entrelazadas a lo largo de una década, el film lo acorta todo a tres personajes principales. Ellroy es un escritor que sigue la estela de los maestros de la serie negra Dashiel Hammett y Raymond Chandler, cuyas novelas han sido adaptadas al cine, con grandes aciertos. El guión es del propio director y por Brian Helgeland (“El fuego de la venganza” o “Mystic River”), puliendo y anulando subtramas, añadiendo elementos, para retratar de modo oscuro la trastienda del idealizado mundo hollywoodiense, centrándose en un grupo de oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en 1953, y su relación con la corrupción moral de la Meca del cine, Helgeland dijo que tuvieron que "eliminar todas las escenas del libro que no tiene los tres principales policías en ella, y luego a trabajar a partir de esas escenas fuera.", y Ellroy al respecto comentó "Ellos conservan la integridad básica del libro y su tema principal. Brian y Curtis tomaron una obra de ficción que tenía ocho tramas, la redujeron a tres, y conservaron la fuerza dramática de tres hombres que trabajan fuera de su destino". Es una recreación fenomenal de los años 50, con sus escenarios, vehículos, vestuario, y música, se suma un gran elenco de interpretaciones, siendo para Russell Crowe, su despegue definitivo en Hollywood, y para Kim Basinger fue el renacer de una carrera en declive, alcanzando además el Oscar a la actuación secundaria. El título hace referencia a la revista de escándalo 1950 “Confidencial”, vista en la película como Hush-Hush.

Thriller policiaco incisivo y mordiente que nos muestra un microcosmos que parece el patio trasero del idealizado Hollywood, nos muestran una ciudad como Los Ángeles desprovista de glamur, feista, de barrios obreros, de corrupción política, corrupción policía, corrupción moral, prostitución (tanto femenina como masculina), sumida en el tráfico de drogas, la prensa amarillista, y con la violenta mafia tejiendo sus hilos alrededor de la golosa nueva Sodoma y Gomorra que parece la urbe californiana pasada por el insidioso filtro del realizador, y este decadente lugar poblado de personajes imperfectos, no hay buenos y malos, predomina lo gris, la ambigüedad moral, el pragmatismo, el egoísmo, la codicia salvaje. El inteligente guión propone una especie de puzle donde varias subtramas parece nada tengan que ver entre ellas, con diferentes personajes con sus propias “batallitas”, multirelato complejo que nos muestra un mosaico degradante de una sociedad macilenta, ensimismada por las luces de neón y el boato del escaparate hollywoodiense, entonces una masacre en una cafetería con la investigación desencadena un torrente de acontecimientos donde los diferentes protagonistas se verán abocados a cruzarse, para ir destapando el nido de podredumbre moral que es la ciudad. El sólido guión va construyendo personajes verosímiles (polis corruptos, polis trepas, polis violentos, polis con aspiraciones a estrella, polis racistas, putas que se parecen a celebrities, mafiosos sofisticados,...), matizados, con defectos y virtudes, tridimensionales, apoyándose en diálogos y situaciones hábilmente edificadas, donde la trama fluye con naturalidad retroalimentándose de las reacciones y modo de actuar de los personajes, con buenos y bien dosificados giros sorpresa, ello entrelazando temas como el sentido del deber, la ambición, la violencia como modus vivendi, la traición, el amor, la infidelidad, la violencia machista,...

Film de suspense noir con sus elementos inherentes, protagonistas imperfectos, personajes turbios, frases lapidarias, corrupción de todo tipo, investigación donde nada es lo que parece, por supuesto una femme fatale (Kim Basinger), y donde la línea entre el bien y el mal, entre lo correcto e incorrecto, entre lo justo y lo pragmático, queda bastante difusa. A pesar de ser cine negro, no se regodea en ello, pues su ambientación está alejada de la nostalgia por el tiempo pasado, desmitifica este tiempo, lo pone contra el paredón, no hay una atmósfera expresionista sombría, desea ser vista como algo actual, donde la acción violenta se desata de modo brusco y cruento, resultando esta realista y muy bien ejecutada.

Aún con todo lo bueno existe en su revisión alguna irregularidad que sobresale cuanto más se ve, y me refiero a todo lo concerniente con el negocio de prostitutas de lujo Flor de Lis operadas para asemejarse a estrellas de cine, ello para dejar constancia del encaprichamiento por estar lo más cerca posible de estas estrellas (aunque sea con alguien que se parece y no lo es), pero orgánicamente se le otorga más peso en la trama del que en realidad detenta, algo impostado para incrustar a la gran Kim Basinger, quedando con ella además un cabo colgando que no se despeja (spoiler).

La puesta en escena es uno de sus pilares más sólidos, con un gran diseño de producción de Jeannine Oppewall (“Pleasantville” o “Atrápame si puedes”), rodando en escenarios naturales de Los Ángeles, con escenarios alejados del boato y lujo, aunque si hay algunos, para contrastar con los otros, recreando con mimo la época de los 50, con sus bares, clubs, calles, viviendas, vehículos, con un excelente diseño de vestuario de Ruth Myers (“El velo pintado” o “El retrato de Dorian Grey”),... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... esto enaltecido por la fenomenal fotografía del italiano Dante Spinotti (“Heat”), rodando con mucha luz natural, filmando mucha a luz del soleado día, con profusión de colores vivos, jugando con picados y contrapicados, con escenas nocturnas estupendas, jugando con los reflejos de cristales, adaptándose a la acción con temple, magnífica la escena del clímax final violento de noche, con claroscuros, penumbra, esto editado rítmicamente por Peter Honess (“The fast and the forious”). La deliciosa música nominada al Oscar (perdió ante James Horner y su “Titanic”) es obra del maestro Jerry Goldsmith (“Desafío total”), amoldándose a los diferentes tonos del film gloriosamente.

El australiano Guy Pearce aporta temple, mesura, sutilidad. El neozelandés Russell Crowe dota a su rol de crudeza, brutalidad, instintos primarios, dejando traslucir un pasado tormentoso, dejando constancia de su enorme carisma. Kevin Spacey es un elegante agente policial, lo hace dotándolo de cinismo, simpatía, mordacidad, muy bien encarnado por el actor. James Cromwell ejerce de sibilino jefe policial, bañando a su rol de majestuosidad y altanería. Kim Basinger deslumbra con un personaje echo a su medida, sensualidad y fragilidad se mezclan en una actriz que derrocha gran gama de sentimientos, parece flotar sobre la pantalla, ganando el Oscar a actriz secundaria. Danny DeVito es un viscoso periodista de cotilleos, encarnado con su habitual vis cómica. David Strathairn es un sofisticado millonario con negocios en los bajos fondos, interpretado con contención. Llama la atención la intervención en un secundario de un actor entonces desconocido, otro de las antípodas, el australiano Simon Baker, más tarde estrella en la serie tv “El Mentalista”, encarnando a con candidez a un prostituto, Matt Reynolds, en los créditos nombrado Simon Baker Denny.

Spoiler:

El cabo suelto con Lyn (Kim Basinger) al que me refiero es, primero lo poco creíble que queda que “Ed” se lie con ella conforme llega a su casa, iendo la primera vez que está con ella, chirría, y segundo, ella le dice a “Bud” que se acostó con Ed” por su bien, no se explica como ella llega a creer que acostar con un policía le puede venir bien a su amado, muy retorcido y queda claro cuando ni siquiera se dignan a darle coherencia, mejor hubiera sido que la respuesta hubiera sido algo propio de Jessica Rabbit “Es que me hicieron así (puta)”. Esto también repercute en el final de “Bud” y ella, me queda forzado su “happy end”, “Bud” es un perdedor, y hubiera quedado mejor que no estuvieran juntos a la conclusión, habría acentuado las emociones y no caer en lo facilón. Esto lo comparo con el gran final de “Ed” confesando la verdad a la policía, pero sabiendo adaptarse por su bien a la mentira impuesta, retorcido, adusto y desesperanzador, como el tono del film.

Se anula del film varias subtramas del libro, y se añaden elementos inexistentes: una trama de investigación sobre un asesino en serie de prostitutas que lleva a cabo el oficial Bud (Russel Crowe); el tema del padre de Ed (Guy Pearce) y el papel de su hermano en su asesinato; Hay un triángulo amoroso entre Bud White, Exley, y Lyn, sesgado en el film; Rollo Tomasi fue un invento de los guionistas para simplificar la trama; Jack Vincennes en el libro es un personaje oscuro; El capitán en el libro no muere.

Muchos de los incidentes y personajes están basados en hechos reales que tuvieron lugar en Los Ángeles durante el mismo período, entre ellos los "escuadrones de matones" como táctica policial, los prostíbulos que atendían a los clientes que buscaban fornicar con estrellas de cine, o la connivencia entre policía y prensa para sacar los trapos sucios de las estrellas de Hollywood.

Recomendable muestra de cine negro, un entretenimiento de calidad. Fuerza y honor!!!

Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2016/10/in-memoriam-de-curtis-hanson-240345-al.html
7
30 de abril de 2018 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rememorando el mejor cine negro, L.A. Confidential es una película casi incónica de los noventa en la que se rememora todo el ocaso, la decadencia, el estilo hollywoodiense de Los Ángeles en plena época del cine clásico y del whiskey seco como resultado de la adaptación de la novela de Ellroy.

Así la película se divide según la visión de la justicia en este transfondo de gángsters y dobles de actrices de dos hombres: Bud White, un poli que se toma la justicia por su mano la mayor parte del tiempo, temperamental y caballero andante que defiende el honor de las damas en apuros, y Ed Exley, el típico policía novato y limpio que pretende hacer de este mundo un lugar mejor.

El autoengaño de uno y las pretensiones del otro chocan para luego jugar a su favor en un equipo realmente inesperado. Y es que Russell Crowe está que se sale en uno de sus más importantes papeles, acompañándoles un brillante Kevn Spacey, teniendo como fondo a Danny DeVito aplaudiendo y casi que a Kim Basinger junto a él, en un papel de femme fatale que llena la pantalla del clásito tórrido romance ineludible en el cine negro, y sella la cinta junto a Guy Pearce y Crowe, en un triángulo bienvenido.
Curtis Hanson ha sabido dar todo el aire más intenso, en ocasiones cómico y hasta macabro de una sociedad opulenta y ciega de fama, poder, control y drogas.
Increíble vestuario de Kim Basinger.
6
4 de marzo de 2022 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas, este thriller reúne a un brillante elenco de actores que llenan la pantalla con su mera presencia. La historia nos lleva a Los Ángeles de los años 50, donde la corrupción y la delincuencia están a la orden del día. Allí varios agentes de la policía se encargarán de resolver un extraño y complicado caso. Desde luego, hay que destacar el trabajo actoral de los 3 protagonistas, pues cada uno ofrece algo distinto, aunque, eso sí, Russell Crowe y Guy Pearce están por encima de Kevin Spacey en este sentido, ya que cuentan con personalidades más marcadas. No obstante, el último nombrado también aporta mucho a la trama. Por otra parte, no me parece que Kim Basinger realice una interpretación brillante, hace bien su papel, pero para un Óscar creo que no. En cuanto al guion, resulta interesante. Sin embargo, va perdiendo fuerza conforme avanza. No niego que la película esté bien rodada, de hecho, considero que varias escenas son muy intensas y por ello consiguen meternos dentro del film. Se le da muy poca bola al personaje de Danny DeVito, lo cual me ha sorprendido muchísimo (para mal). Poco más que añadir, se trata de un thriller policial bien plasmado que entretiene siempre, pero...no llega a ser tan bueno como lo pintan. Es normal que en su día le gustase a la mayoría del público, pero ya no estamos en 1997 y yo la vi hace solo unos días, por lo que es totalmente lógico que a estas alturas no me haya llamado demasiado la atención.
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