Amanecer
Drama. Romance
Un granjero (George O'Brien) convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2023
11 de mayo de 2023
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Desde hace mucho tiempo tenía ganas de ver esta película y hoy que tuve la oportunidad no dude en hacerlo. La película no es que sea mala; pero, para las notas tan altas que el público le da, yo esperaba mucho más.
El principio es muy interesante con ese toque de intriga y suspenso. El final es bueno que hasta incluso creo que lloré un poco. Lo que no me ha parecido tan bueno es la parte romántica, siento que los personajes principales no tienen química y hay unas partes cómicas que para nada me han hecho reír.
La fotografía es bella; pero el guión está un poco cursi. Aún así, está bien pero no es lo que yo esperaba ver.
El principio es muy interesante con ese toque de intriga y suspenso. El final es bueno que hasta incluso creo que lloré un poco. Lo que no me ha parecido tan bueno es la parte romántica, siento que los personajes principales no tienen química y hay unas partes cómicas que para nada me han hecho reír.
La fotografía es bella; pero el guión está un poco cursi. Aún así, está bien pero no es lo que yo esperaba ver.
5 de diciembre de 2023
5 de diciembre de 2023
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Son indudables los logros técnicos y artísticos de Murnau con 'Sunrise' en 1927. Asombra su narrativa visual, sus travelling, sus composiciones… Realmente resultan muy avanzados para ese momento, en el que la cultura cinematográfica y los precedentes eran escasos y, por tanto, se trataba de innovar y crear sobre un mundo casi nuevo.
Ahora bien, estamos ante una historia simple e irregular, con un drama que funciona y unas partes cómicas que no tanto, aunque seguro que encajaban mucho mejor en la mentalidad de la época.
En definitiva, un gran logro para el cine mudo con una notable sensibilidad y un apartado visual y sonoro llamativo, pero de narración imperfecta.
Ahora bien, estamos ante una historia simple e irregular, con un drama que funciona y unas partes cómicas que no tanto, aunque seguro que encajaban mucho mejor en la mentalidad de la época.
En definitiva, un gran logro para el cine mudo con una notable sensibilidad y un apartado visual y sonoro llamativo, pero de narración imperfecta.
24 de marzo de 2025
24 de marzo de 2025
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F.W. Murnau, con Amanecer (1927), no solo firmó una de las más grandes obras del cine mudo, sino que también legó al séptimo arte una de las películas más bellas jamás filmadas. En un periodo de transición entre lo rural y lo urbano, entre el cine expresionista alemán y la sofisticación del sistema de estudios de Hollywood, Amanecer encapsula la esencia del cine romántico en su estado más puro, sirviéndose de imágenes de una potencia visual inigualable.
La película, estrenada en un mundo occidental que aún digería las secuelas de la Primera Guerra Mundial y asistía al auge de las metrópolis y el consumo, plantea una dicotomía que va más allá del mero contraste entre campo y ciudad. La vida rural se presenta como un espacio oscuro, envuelto en una pesadumbre que apenas deja filtrar la esperanza. El protagonista, atrapado en la monotonía de la naturaleza y el trabajo, es seducido por una mujer de la ciudad, cuyo magnetismo encarna el peligro de lo desconocido, lo tentador, lo corrupto. Es el ruido de la urbe, las luces y el movimiento, lo que parece ofrecer una alternativa a la rutina del campo, pero Murnau revela que esta supuesta modernidad no es más que un espejismo, una trampa disfrazada de promesa.
La secuencia en la ciudad, con su vibrante dinamismo, su caos casi musical y su exuberancia visual, parece un canto a la modernidad, pero bajo esa aparente alegría late un poso de artificialidad y peligro. El cineasta nos muestra que la tentación urbana no es más que una extensión de la sombra que proyecta la amante del inicio, una manifestación de la vorágine que amenaza con consumirlo todo.
Porque, como bien nos advierte su frase inicial, esta historia de pasiones, de oscuridad y redención, de amor y tentación, no pertenece a una sola época. Es una canción eterna, un eco que se repite en todas las generaciones.
La película, estrenada en un mundo occidental que aún digería las secuelas de la Primera Guerra Mundial y asistía al auge de las metrópolis y el consumo, plantea una dicotomía que va más allá del mero contraste entre campo y ciudad. La vida rural se presenta como un espacio oscuro, envuelto en una pesadumbre que apenas deja filtrar la esperanza. El protagonista, atrapado en la monotonía de la naturaleza y el trabajo, es seducido por una mujer de la ciudad, cuyo magnetismo encarna el peligro de lo desconocido, lo tentador, lo corrupto. Es el ruido de la urbe, las luces y el movimiento, lo que parece ofrecer una alternativa a la rutina del campo, pero Murnau revela que esta supuesta modernidad no es más que un espejismo, una trampa disfrazada de promesa.
La secuencia en la ciudad, con su vibrante dinamismo, su caos casi musical y su exuberancia visual, parece un canto a la modernidad, pero bajo esa aparente alegría late un poso de artificialidad y peligro. El cineasta nos muestra que la tentación urbana no es más que una extensión de la sombra que proyecta la amante del inicio, una manifestación de la vorágine que amenaza con consumirlo todo.
Porque, como bien nos advierte su frase inicial, esta historia de pasiones, de oscuridad y redención, de amor y tentación, no pertenece a una sola época. Es una canción eterna, un eco que se repite en todas las generaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero lo que eleva Amanecer a la categoría de obra maestra es su cierre. Si la tragedia parecía inevitable, Murnau se permite un último acto de poesía cinematográfica. Aquellas cañas que en un principio estaban destinadas a salvar al asesino en potencia, terminan salvando a su esposa, salvando su amor, devolviéndolos a la luz del amanecer. No es solo un final feliz, sino la reafirmación del poder redentor del amor, de la esperanza que persiste incluso cuando todo parece perdido. La belleza de este último acto, con la luz del sol asomando tras la tragedia evitada, convierte la película en una elegía visual, en un poema filmado que sigue resonando en la historia del cine.
8 de enero de 2024
8 de enero de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amanecer es una película que me temo que ha envejecido fatal. Alguno pensará que menudo genio estoy hecho, cuando hablamos de una película muda en blanco y negro de 1927. Pero no me refiero a los aspectos formales de la misma, sino a algo tan imperecedero como el guion.
Porque sí, una película puede tener 100 o más años, ser muda, en blanco y negro, ya en color pero sin utilizar los recursos técnicos modernos de décadas posteriores... pero si el guion es genial, la película funcionará casi tan bien como el primer día.
En Amanecer el guion resulta fallido, hoy, y quiero creer que en 1927 también. Un granjero casado y con un hijo, tiene una aventura con una urbanita que está de vacaciones en el campo. Planean el asesinato de la mujer para liberarse. ¿Dónde está el problema entonces? Pues en el tratamiento del personaje de George O´Brien y en la relación con las mujeres. Que lo mismo le da por amenazar con asesinar a la amante, que a la mujer, que estas recién intentadas asesinar caen en sus brazos un minuto después como amantísimas mujeres.
Y eso para mí no tiene ni pies ni cabeza, ni hoy, ni en 1927. No me creo que una mujer a la que intentan matar, dos minutos después esté de tarde de feria con el homicida. Partiendo de eso ya no me puedo creer semejante historia, por muy bien rodada que esté para la época, porque para mí no es una película romántica, sino un dislate desagradable de ver.
Porque sí, una película puede tener 100 o más años, ser muda, en blanco y negro, ya en color pero sin utilizar los recursos técnicos modernos de décadas posteriores... pero si el guion es genial, la película funcionará casi tan bien como el primer día.
En Amanecer el guion resulta fallido, hoy, y quiero creer que en 1927 también. Un granjero casado y con un hijo, tiene una aventura con una urbanita que está de vacaciones en el campo. Planean el asesinato de la mujer para liberarse. ¿Dónde está el problema entonces? Pues en el tratamiento del personaje de George O´Brien y en la relación con las mujeres. Que lo mismo le da por amenazar con asesinar a la amante, que a la mujer, que estas recién intentadas asesinar caen en sus brazos un minuto después como amantísimas mujeres.
Y eso para mí no tiene ni pies ni cabeza, ni hoy, ni en 1927. No me creo que una mujer a la que intentan matar, dos minutos después esté de tarde de feria con el homicida. Partiendo de eso ya no me puedo creer semejante historia, por muy bien rodada que esté para la época, porque para mí no es una película romántica, sino un dislate desagradable de ver.
24 de junio de 2018
24 de junio de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi por primera vez el 1 de julio de 2011 y 5 de 9 usuarios encontraron mi crítica anterior útil, le di un 7 pero le subo un punto al verla de nuevo hoy.
En su día dije que sería excelente si no fuera porque a mitad de la película se hace eterna, con la reconciliación y pierde interés. Sí, puede ser. Pero vista de nuevo hoy, he visto más cosas.
Esta película fue una de las primeras en ganar Oscars en la primera edición: Mejor película por calidad artística, actriz (Janet Gaynor) y fotografía. Y no le sobra razón, sobre todo por la calidad artística y fotografía. Que imágenes! Y sobre todo que efectos visuales!
Se nota que los americanos vieron el potencial visual de Murnau y lo cogieron para ellos. Hay mucho movimiento de cámara y eso me gusta mucho. Bastante travelling, imágenes desde la barca muy buenos, y también en la ciudad, muy bien conseguido. Y también un efecto novedoso en aquella época: imagen de ellos caminando con un fondo de la ciudad y sin haber ningún corte la imagen de la ciudad cambia por la del campo.
Por todo eso, le subo un punto porque realmente se lo merece. Sí, la parte de la ciudad cuando pasan un día juntos, puede ser muy larga, pero apreciendo estos detalles, se disfruta.
En su día dije que sería excelente si no fuera porque a mitad de la película se hace eterna, con la reconciliación y pierde interés. Sí, puede ser. Pero vista de nuevo hoy, he visto más cosas.
Esta película fue una de las primeras en ganar Oscars en la primera edición: Mejor película por calidad artística, actriz (Janet Gaynor) y fotografía. Y no le sobra razón, sobre todo por la calidad artística y fotografía. Que imágenes! Y sobre todo que efectos visuales!
Se nota que los americanos vieron el potencial visual de Murnau y lo cogieron para ellos. Hay mucho movimiento de cámara y eso me gusta mucho. Bastante travelling, imágenes desde la barca muy buenos, y también en la ciudad, muy bien conseguido. Y también un efecto novedoso en aquella época: imagen de ellos caminando con un fondo de la ciudad y sin haber ningún corte la imagen de la ciudad cambia por la del campo.
Por todo eso, le subo un punto porque realmente se lo merece. Sí, la parte de la ciudad cuando pasan un día juntos, puede ser muy larga, pero apreciendo estos detalles, se disfruta.
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