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Dolor y dinero

Comedia. Acción Miami, años 90. Daniel Lugo y Adrian Doorbal entrenan muy duro en el gimnasio cada día. Debido a su profesión como culturistas, dedican más tiempo a atender su cuerpo que a cualquier otra faceta que suponga un esfuerzo mental. Daniel adora el fitness, pero es un trabajo que no da mucho dinero, y pensar que toda su vida se dedicará a ello le agobia, por lo que decide pasar a la acción y dar un gran golpe. Los dos, junto con Paul, un ex ... [+]
Críticas 139
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6
29 de agosto de 2013 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michael Bay deja aparcados, momentáneamente, a sus transformers, pero los sustituye por moles humanas sin mucho cerebro en una trama que es capaz de mezclar su estilo "Dos Policías Rebeldes" con el de las películas de robos perfectos (pero sin ser perfectos).
Mark Wahlberg, "The Rock" y Anthony Mackie interpretan a tres culturistas que por diversas razones deciden tomar un atajo para conseguir el sueño americano, robando a un cliente rico del gimnasio donde van a trabajar (o a meterse esteroides), el problema es que los tres son estúpidos.
De hecho llega a tal el nivel de estupidez de estos tres, que a mitad de película nos tienen que recordar (rótulo mediante) que estamos viendo una historia real para seguir creyendo en ella, porque realmente llega a haber una gran absurdez de situaciones.
Eso sí, la dirección de Michael Bay y su estilo siguen intactos, aquí tenemos fotografía ultracolorista y luminosa en exteriores, oscura y rancia en interiores, planos breves, repetición del plano secuencia giratorio que ya nos mostró en "Dos Policías Rebeldes 2", slow motion, helicópteros, banderas Estadounidenses, mujeres ligeras de ropa y todo ello aderezado con grandes éxitos de los 90 (la trama tiene lugar en esa época).
¿Funciona? Por partes. Sobre todo porque le sobran muchos minutos de esas dos horas y diez que deberían haberse quedado en una hora y cuarenta como mucho. Sí que es cierto que el reparto funciona estupendamente a la hora de hacernos creer a ese trío de culturistas con poco cerebro. Se agradece también la presencia de Ed Harris durante todo el tercio final y la claridad con que las tramas se desarrollan. Tiene un sentido del humor bastante cazurro, pero que consigue entretener y unos secundarios y secundarias que cumplen a la perfección.
Lo que no funciona, aparte de la duración, es que sobra mucho todo el tema religioso de "The Rock", y la pesadez innecesaria de repetirnos constantemente y de forma poco subliminal que estamos ante una historia sobre la conquista del sueño americano (o de uno de ellos, al menos) por parte del personaje de Mark Wahlberg.
Porque sí, esta película trata sobre la ley del mínimo esfuerzo para conseguir algo. Esto es ¿de qué sirve esforzarte por algo si puedes robarlo? El sueño americano consiste en emplear el poco cerebro que se tenga (si se tiene) para conseguir fama y fortuna de la forma más rápida que puedas (y si no, siempre está el cuerpo y sus múltiples formas de usarlo), porque así lo exigen la codicia, la envidia y el consumismo... el problema es cuándo se mete de por medio la ira, y con un par de pesas lo estropea todo.
Así que hay mucha mordiente y humor negro (los intentos de secuestro y asesinato no tienen desperdicio), y un espíritu cínico, afilado y corrosivo para apuntar contra la pirámide de valores en la que se ha establecido la sociedad estadounidense (aunque sirve para cualquier país desarrollado). Eso convierte a esta nueva cinta de Michael Bay en una película diferente dentro de la carrera del director, pero mucho más acertada que, por ejemplo, su saga Transformer. Puede que parezca que se ha puesto serio, pero ni mucho menos, es sólo que se ha tomado un descanso para hacer algo de ejercicio.

En definitiva, un 6. Si durara menos, le daba más nota, pero es que las dos horas y diez llegan a hacerse un poco cansadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena de la "barbacoa" de manos y el rótulo: "aún sigue siendo una historia real", es brutal, dentro de todas las que tiene esta película. Pero es esa en especial, en la que queda patente que la estupidez no tiene límites y que, por una vez, eso de mucho músculo, poco cerebro se cumple.
6
31 de agosto de 2013 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michael Bay abre “Dolor y Dinero” con una breve persecución “marca de la casa” para ponernos sobre aviso que aunque estemos en un drama, él no va a renunciar a sus mareantes movimientos de cámara propios del cine de acción que tanta fama le han dado. Michael Bay lleva en los genes los travellings circulares, la cámara lenta, el steady cam esquizofrénico y el hecho de que no haya renunciado a todo eso en una historia que no es la habitual en él, es de respetar, es más, su alucinógena forma de rodar encaja (sorprendentemente bien) con la historia de torpes secuestradores que nos cuenta. Siendo un drama, Michael Bay comienza a mover la cámara y a teñir de humor todas las escenas para rebajar el tono y dar dinamismo a la historia y hay que reconocer que –en gran parte- lo logra. “Pain & Gain” tiene ritmo, aunque también es tan superficial como una revista del corazón, todo son colores, música y movimiento, pero se echa en falta un poco mas de profundidad dramática. Aunque se nos explica lo que mueve a los personajes, las explicaciones son tan infantiles que parecen mas una caricatura que la construcción de una historia.

Los actores están bien en sus papeles aunque tampoco se les exija demasiado en este drama demasiado ligero. Mark Wahlberg, Dwayne Johnson. Ed Harris y Tony Shalhoub cumplen su papel con nota y el resto se mueve con perfección en papeles relativamente fáciles. Lo importante en el cine de Michael Bay nunca han sido las personas sino lo que hacen. En ese apartado la película cumple con nota.

Lo que más interesa de “Dolor y dinero” es ese involuntario estudio de la estupidez humana que consigue Michael Bay con sus patéticos personajes. El ser humano es ambicioso pero también profundamente estúpido y eso lo demuestra en todos y cada uno de los minutos de su metraje. Los actos de los personajes se contraponen al coherente dialogo interno de cada uno de ellos hace que nos planteemos hasta que punto todos somos unos estúpidos domesticados que no controlamos nuestros instintos por mucho que sepamos que nos equivocamos. Quizás sea eso lo mejor de la película, eso y el sorprendente giro dramático hacia el final del filme. También es encomiable su voluntad de entretener desde la ligereza porque la película es rabiosamente entretenida y, aunque por momentos está más vacía que una playa en invierno, el tiempo pasa volando gracias a unos actores agradables, a una dirección dinámica y a un guión plagado de despropósitos y rabiosamente divertido.
7
1 de septiembre de 2013 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece ser que Michael Bay quería hacer algo distinto a las tres últimas películas que ha dirigido,todas pertenecientes a la saga "Transformers", cada cual con peor crítica que la anterior, y antes de enfrascarse en la cuarta entrega así ha sido. "Pain & Gain" ("Dolor y dinero" en España) se trata de una historia con humor ácido, acción, personajes inestables y un mensaje de crudeza que finalmente es la premisa que se impone en la película.

El arranque del filme es potente, y la presentación del protagonista, un entrenador de gimnasio llamado Danny Lugo (Mark Wahlberg), está elaborada correctamente y nos introduce en su mundillo y en su personalidad de forma profunda. Básicamente, así es con todos los personajes, los cuales utilizan la narración en primera persona para aportar un toque más profundo y sumergir más al espectador en el desarrollo de la historia.

El guión de la película es otro de sus puntos fuertes, ya que sus diálogos no sólo se centran en conducir la historia, sino que también proporcionan buenas dosis de humor negro y nos adentran más en la personalidad de estos vigoréxicos secuestradores. El ritmo de narración es bastante dinámico, lo que ofrece una historia sin bajones y que difícilmente aburrirá. Los personajes, a pesar de basarse en personas reales, están caracterizados correctamente, basándose en estereotipos de los típicos "chulitos de gimnasio" y mentalidades criminales adictas al dinero fácil.

"Pain & Gain" resulta ser una historia realmente interesante, con un ritmo de narración y una fotografía que atraen y enganchan a partes iguales. Un guión bien desarrollado con la credibilidad que sus personajes le aportan como máxima. Esta película seguramente le valga a Michael Bay para recibir mejores críticas que con la última entrega de "Transformers". Una historia con humor negro, gamberra y viva.
6
1 de septiembre de 2013 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
...son infinitas, el universo y la estupidez humana... y no estoy seguro de lo primero”, dijo el célebre Albert Einstein, quien parece que formuló tan famosa cita a la salida del cine tras visionar ‘Dolor y Dinero’.

Los años 90 nos dejaron un gran legado (musical, cinéfilo, estilístico...) pero también historias reales como ésta, que se guardan debajo de la alfombra hasta que un intrépido director como Michael Bay cansado de superproducciones estelares decide barrer y sacarla a la luz.

Mark Wahlberg, Dwayne Johnson y Anthony Mackie interpretan a un trío de culturistas que no fueron a clase de Literatura el día que dieron a Calderón de la Barca y su “y los sueños, sueños son” y se dedican a perseguir la consecución de su sueño americano. Para ello, trazan un plan que consiste en secuestrar a un empresario adinerado y hacer que les transfiera todo su dinero y patrimonio. No obstante, la operación se complica y dicho empresario logra sobrevivir y contratar a un detective privado (interpretado por el solemne Ed Harris) que siga las miguitas de pan que conforman el reguero de pruebas dejado por los tres captores.

Bay sale a comprar tabaco y se aleja momentáneamente de los grandes fuegos artificiales y la ciclópea sombra de Optimus Prime para ofrecernos una sorprendente traca que encadena idiotez tras idiotez y finaliza con una solución lógicamente dramática.

‘Dolor y dinero’ es una comedia de acción en la que la realidad ve por el retrovisor a la ficción durante los 130 minutos de viaje y hace creer al espectador todas esas historias y noticias curiosas que escuchamos y/o leemos a diario.

Podemos concluir diciendo que ‘Dolor y dinero’ no es simplemente puro entretenimiento, sino también un ejercicio que pretende señalizar la estupidez y la ambición humana en un mapa dónde no atisbamos sus límites.
6
3 de septiembre de 2013 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así, plagada de músculos de los 90, se desarrolla esta potente sátira sobre el sueño soleado de Miami, flipados de todo tipo repasan la sociedad de la estupidez y la ambición bajo negocios y oportunidades que son atajo de la gran vida, una imparable sobredosis de esteroides con mensajes ocultos que no son para tomar en serio, son, simplemente, para retratar a sus personajes, un juego de demencia que como intriga es vulgar, facilona y superficial, pero de la que hay que reconocer que su plan de los tres dedos, es al menos, una historia digna de ver.

La continua narración en primera persona pero con varios personajes es muy cansina, es el camino que encontró para conducir el lado humano, no había otro, posiblemente, porque además la razón era entretener con lo explícito de los diferentes caminos de la tentación, roza el ridículo intentando destrozar al país, pero genera situaciones y escenas para recordar, es una incapacidad voluntaria que ayuda a dibujar a sus personajes, es asquerosa y degradante, pero también fresca.
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