Interesante película sobre un solitario hombre que tiene casi como única preocupación quien va a cuidar a su perro Truman cuando el muera (se le diagnosticó cáncer y está en el final). A todo esto llega un amigo de Canadá que será testigo de las andanzas en busca de dueño y además intentara que se acerque a sus afectos. La película es entretenida pero quizás hay cosas que no terminan de encajar bien (ver spoiler). Darin cumple, como siempre, sobrio y capaz de sacar jugo a cualquier personaje que le toque realizar. Javier Cámara, en verdad no me convenció (no voy a decir que es mal actor ya que es la primera vez que lo veo y sería realmente injusto que lo haga, supongo que será conocido para el cine español del que no soy muy asiduo) realmente tiene el mismo gesto toda la película que es una media sonrisa que esta entre la risa y el desánimo. Sin ser lo que me esperaba cumple.

“Truman” es una magnífica película de Cesc Gay, cine urbano, lleno de fructíferas conversaciones y diálogos, con frases y escenas brillantes que invitan a la reflexión (por ejemplo cuando el personaje de Ricardo Darín le dice al de Javier Cámara: ¿Sabes qué he aprendido de vos?: Que nunca pides nada a cambio, jamás pasas factura, sos generoso!, continua Darín y pregunta: ¿Y tú qué has aprendido de mí?, respondiendo Javier Cámara: ¡A ser valiente!, siempre te has atrevido con todo...). Sin lugar a dudas, estamos ante un gran duelo actoral entre Cámara y Darín que literalmente se come la pantalla (con algún pequeño error de dicción, que siempre perdonaremos al astro argentino…). También me gustaría resaltar el pequeño, pero efectivo, papel que interpreta el gran Javier Gutiérrez, donde borda el papel de un vendedor de productos fúnebres: una verdadera delicia interpretativa…
Y por poner algún “pero” a la película, por mí parte suprimiría por innecesaria, la escena en la habitación del hotel entre Javier Cámara y Dolores Fonzi: está metida con descalzador, no viene a cuento…

Vi “Truman” (España, 2015), dirigida por Cesc Gay (esta, debo confesarlo, es la primera película que le veo) y con guion del propio Gay y Tomás Aragay. Cuenta con un reparto de lujo, encabezado por Ricardo Darín y Javier Cámara (con quienes Gay trabajó en la película “Una pistola en cada mano”, 2012). Trata de un enfermo terminal de cáncer quien es visitado por su mejor amigo desde Canadá, para acompañarlo en su trance, ayudarle en la búsqueda de un hogar para el perro del enfermo y despedirse. Ahora bien, el filme pintaba como dramón lacrimógeno, pero el director, astutamente, lleva el drama de una manera genial. Primero por los momentos cómicos de la cinta, que le hacen bien al espectador pues si bien no deje de conmoverse, logra con dichas escenas una reconciliación constante con la vida. Segundo, porque no se centra en el dolor de la despedida, siendo un elemento importante, sino en la alegría de la amistad verdadera. Tercero, porque esa dupla Darín – Cámara logra que sus personajes discurran tranquila pero convincentemente, aportando así a una trama inteligente, intensa, amable e, incluso, divertida. Entonces, las actuaciones protagónicas más la inteligencia de la narración y las tonalidades del guion, hacen de este filme uno de los mejores del cine español en los últimos años. Eso sí, lo que no me gustó fue que Darín se apresura en darle a su personaje el toque de la normalidad y la cotidianidad, cosa que no es del todo creíble en un enfermo terminal, y que en una escena de baile en un bar se cometa un gran error de edición: la prima del enfermo está bailando con el par de amigos, para estar aplaudiendo en la escena inmediata a los bailarines. Pero estos aspectos son menores, casi que insignificantes, ante una obra que toma grandes dimensiones. Finalmente, y haciendo énfasis en algo que ha mencioné, este filme no gira en torno a la enfermedad terminal, por lo que poco aportaría en un cine foro en este sentido. Si bien el dolor de la despedida es un elemento importante -pues desencadena la trama-, a lo que invita la cinta es a reflexionar sobre el valor de la amistad y cómo ella trasciende fronteras y corporalidades. La lealtad de los amigos, si son verdaderos, tiene muy pocos límites. ¿Cuáles? Ese es el punto que hay que pensar a partir del filme. Recomiendo pues la película, mucho mejor si es posible verla con el mejor amigo. 10-08-2016.

Truman es una película superlativa. No es de extrañar todos sus galardones recientes. Es una tragicomedia emocional de las que no se olvidan fácilmente. Puro drama de redención humana… y canina.
Con mesura y talento desarrollan temas espinosos y lacrimógenos como el último adiós a los seres queridos que nos acompañan. Y mucho más, a través de sus emocionantes escenas urbanitas y gracias a un proporcionado y trabajado guión vivimos secuencias imperecederas; logrando superar la empalagosa lágrima fácil de telefilm común.
Con un metraje idóneo en duración, seremos testigos del autentico valor de la amistad sin contrapartida, la verdadera amistad, algo en peligro de extinción. Todo desarrollado en la resplandeciente exhibición actoral de la pareja protagonista, pura química en pantalla.
En conclusión, una historia accesible y entrañable, tierna y conmovedora, natural y cercana. Momentos de dolorosa honestidad y de honradez vital. Premios y galardones merecidos para un enorme ejemplo de la emoción cinematográfica sin caer en ridículos rebuscados.

''TRUMAN'' es un drama muy bien apoyado en la comedia de manera que te hace sentir esa pena que la historia transmite pero sin llegar a sufrir, y eso es muy difícil.
Tratar los temas de la amistad es algo muy habitual, pero no es nada fácil hacerlo de una manera tan humana. La amistad de los personajes protagonistas es de verdad, y el film te lo muestra y te llega.
Las magníficas interpretaciones de Darín y Cámara ponen a esta película una guinda enorme.