El Francotirador
1978 

8.0
51,426
Drama. Bélico
Tres amigos, amantes de la caza y que trabajan como obreros en una fábrica de fundición de acero de Pennsylvania, pasan juntos las últimas horas antes de despedirse para ir a luchar como voluntarios a la guerra de Vietnam, un conflicto bélico que les cambiará a todos la vida para siempre. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2006
23 de octubre de 2006
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama de ambientación bélica, en donde tres amigos de una fundición de Pensilvania son llamados a filas, y se ven involucrados de lleno en una guerra a miles de kilómetros de su hogar y por una causa que no llegan a entender.
A lo largo de la cinta vemos como Vietnam va transformando el pacifísmo de los protagonistas, y tras cruentas emboscadas, campos de prisioneros y unos cuantos muertos a sus espaldas, regresan a su hogar, para volver a retomar su vida.
El resultado: uno paralítico, otro con graves remordimientos de conciencia por ello y el tercero perdido por Saigon totalmente enloquecido.
Cimino, por tanto, nos hace reflexionar sobre lo nefasta que resulta la guerra y la destrucción psicológica que en la mayoría de los casos sufren los contendientes.
Las interpretaciones de De Niro y Walken resultan antológicas, dejándonos imagenes tan recordadas como el macabro juego de la ruleta rusa.
A lo largo de la cinta vemos como Vietnam va transformando el pacifísmo de los protagonistas, y tras cruentas emboscadas, campos de prisioneros y unos cuantos muertos a sus espaldas, regresan a su hogar, para volver a retomar su vida.
El resultado: uno paralítico, otro con graves remordimientos de conciencia por ello y el tercero perdido por Saigon totalmente enloquecido.
Cimino, por tanto, nos hace reflexionar sobre lo nefasta que resulta la guerra y la destrucción psicológica que en la mayoría de los casos sufren los contendientes.
Las interpretaciones de De Niro y Walken resultan antológicas, dejándonos imagenes tan recordadas como el macabro juego de la ruleta rusa.
31 de marzo de 2008
31 de marzo de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy pocas veces en la vida se ven películas como ésta. Es una visión muy dura y triste de la guerra, nos muestra lo que ocurre después del conflicto, nos enseña que la vida no vuelve a ser lo mismo después de algo tan duro. Pero en realidad no es una película bélica ni de acción, sino una oda a la amistad, a darlo todo por alguien que te importa, incluso estar dispuesto a morir, y eso es lo más bello de "El Cazador". Christopher Walken está impecable, Robert de Niro borda su papel, y me gustaría también destacar a John Cazale, que siempre siendo un secundario cumplía a la perfección con su cometido. Quizás peca de ser un poco larga y en algunos momentos lenta, pero en conjunto es una gran película, inolvidable y única por muchos años que pasen.
19 de mayo de 2009
19 de mayo de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si El americano impasible es el Vietnam antes del Vietnam, si Apocalypse Now es el Vietnam durante el Vietnam, El cazador se centra en las consecuencias del Vietnam. Pero va más allá y utiliza Vietnam como pretexto para narrar el horror que la guerra provoca en el ser humano.
Aquí la historia es más humana que bélica. Para ello, y durante sus majestuosas 3 horas nos muestra a unos amigos antes y después de la incursión de algunos de ellos como soldados en la guerra.
La primera hora (puede parecer demasiado, pero necesario para que la frustración que nos provoca sea mayor) vemos la felicidad hecha a medida de estos obreros ávidos de divertimento. La segunda hora es un Vietnam en particular, aquél en el que la crueldad alcanza su máxima expresión a través de la ruleta rusa y de las apuestas que se genera en torno a ella. De cómo los soldados prefieren disparar a seguir aguantando aquel infierno. La tercera hora es la vuelta a casa, pero ya nada es lo mismo, ni la rutina, ni la amistad, ni el amor, ni la caza. Algo se quedó en Vietnam que seguirá en podrido dentro de todos ellos.
Pocas veces se ve una interpretación tan majestuosa como la de Christopher Walken aquí. De Niro y Streep están a su altura habitual, pero Walken consigue impactarnos en algunas de las escenas más recordadas en la historia del cine.
Aquí la historia es más humana que bélica. Para ello, y durante sus majestuosas 3 horas nos muestra a unos amigos antes y después de la incursión de algunos de ellos como soldados en la guerra.
La primera hora (puede parecer demasiado, pero necesario para que la frustración que nos provoca sea mayor) vemos la felicidad hecha a medida de estos obreros ávidos de divertimento. La segunda hora es un Vietnam en particular, aquél en el que la crueldad alcanza su máxima expresión a través de la ruleta rusa y de las apuestas que se genera en torno a ella. De cómo los soldados prefieren disparar a seguir aguantando aquel infierno. La tercera hora es la vuelta a casa, pero ya nada es lo mismo, ni la rutina, ni la amistad, ni el amor, ni la caza. Algo se quedó en Vietnam que seguirá en podrido dentro de todos ellos.
Pocas veces se ve una interpretación tan majestuosa como la de Christopher Walken aquí. De Niro y Streep están a su altura habitual, pero Walken consigue impactarnos en algunas de las escenas más recordadas en la historia del cine.
29 de mayo de 2010
29 de mayo de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estados Unidos, Pennsylvania y 3 amigos, empleados siderúrgicos que van a Vietnam. Previo a la partida un matrimonio en la Iglesia Ortodoxa Rusa con ceremonia incluída, una novia que deja traslucir que está embarazada pero no de su futuro marido (Steven), Una dama de honor buena y linda que es la novia de Nicholas (un irreconocible Christopher Walken) y un personaje enigmático que es Michael (Robert de Niro).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En realidad había unos 3 más en el grupo con los que iban a cazar, pero el mismo Michael en algún momento le confiesa a Nicholas que si podría iría a cazar sólo con él y le asevera que “al ciervo hay que matarlo con 1 sólo disparo”. Los otros eran un poco entre torpes, ruidosos y Stanley, tonto por naturaleza (el protagonista justo para Freddo en el Padrino de Coppola): bocón e imprudente.
La noche anterior a sus partidas, Nick le confiesa a Mike lo lindo que era para él ese lugar y le hizo prometer que lo traería de vuelta como fuera.
A pesar de sus diferencias al volver de uno de sus días de caza uno de ellos toca el piano y logra que todos se callen sin proponérselo, o sea que el dicho “la música apacigua a las bestias” es muy cierto.
Inmediatamente la guerra y sus horrores, pero en este caso en particular se trata la temática del trato de los prisioneros del “Viet Cong” y su crueldad al obligar a sus prisioneros a participar de la “ Ruleta Rusa”. Posteriormente escapan, pero en una Saigón sitiada hay lugares clandestinos donde personas perversas organizan ese tipo de apuestas y se llenan de dinero.
Dos de ellos sobreviven, se desencontraron, Mike es el que volvió más ileso físicamente, pero el realizador hace hincapié en todos los estigmas psicológicos que tendrían que acarrear el resto de su existencia: En Mike desde el sobresalto que produce la caída de una bandeja en el hospital de Veteranos, agacharse en el taxi que lo traía de regreso ya que pensaba que era el único que volvía con vida, ya no desear cazar un ciervo que estaba a tiro justo para darle, o reaccionar violentamente ante la presencia de una pistola que Stan acostumbraba a llevar cuando iban de caza, y que no tenía ninguna utilidad. Steven pierde sus piernas y no quiere volver con su esposa porque se siente inútil. De Nick nadie sabe nada, sólo que está ausente y no está en servicio y le envía dinero mensualmente a Steven desde Saigón. Mike ( realmente Cimino quiso rescatar que la verdadera amistad existe) volvió a Saigón y logró llegar a Nick pero no pudo salvarlo del lavado de cerebro de una mente aturdida. Cuando Mike lo cachetea para que reaccione, Nick lo escupe, cuando eran prisioneros del Viet Cong los cacheteaban hasta que tomaban la pistola y detonaban el gatillo ( su memoria se iba haciendo presente), Cuando Mike le recuerda los árboles que tanto le gustaban, los ciervos, Nick recuerda la famosa lección que su amigo le diera: Un solo tiro ( por la caza del ciervo) imitando el gesto con la pistola en la cabeza. De las actuaciones más emotivas que ví en De Niro.
La noche anterior a sus partidas, Nick le confiesa a Mike lo lindo que era para él ese lugar y le hizo prometer que lo traería de vuelta como fuera.
A pesar de sus diferencias al volver de uno de sus días de caza uno de ellos toca el piano y logra que todos se callen sin proponérselo, o sea que el dicho “la música apacigua a las bestias” es muy cierto.
Inmediatamente la guerra y sus horrores, pero en este caso en particular se trata la temática del trato de los prisioneros del “Viet Cong” y su crueldad al obligar a sus prisioneros a participar de la “ Ruleta Rusa”. Posteriormente escapan, pero en una Saigón sitiada hay lugares clandestinos donde personas perversas organizan ese tipo de apuestas y se llenan de dinero.
Dos de ellos sobreviven, se desencontraron, Mike es el que volvió más ileso físicamente, pero el realizador hace hincapié en todos los estigmas psicológicos que tendrían que acarrear el resto de su existencia: En Mike desde el sobresalto que produce la caída de una bandeja en el hospital de Veteranos, agacharse en el taxi que lo traía de regreso ya que pensaba que era el único que volvía con vida, ya no desear cazar un ciervo que estaba a tiro justo para darle, o reaccionar violentamente ante la presencia de una pistola que Stan acostumbraba a llevar cuando iban de caza, y que no tenía ninguna utilidad. Steven pierde sus piernas y no quiere volver con su esposa porque se siente inútil. De Nick nadie sabe nada, sólo que está ausente y no está en servicio y le envía dinero mensualmente a Steven desde Saigón. Mike ( realmente Cimino quiso rescatar que la verdadera amistad existe) volvió a Saigón y logró llegar a Nick pero no pudo salvarlo del lavado de cerebro de una mente aturdida. Cuando Mike lo cachetea para que reaccione, Nick lo escupe, cuando eran prisioneros del Viet Cong los cacheteaban hasta que tomaban la pistola y detonaban el gatillo ( su memoria se iba haciendo presente), Cuando Mike le recuerda los árboles que tanto le gustaban, los ciervos, Nick recuerda la famosa lección que su amigo le diera: Un solo tiro ( por la caza del ciervo) imitando el gesto con la pistola en la cabeza. De las actuaciones más emotivas que ví en De Niro.
16 de diciembre de 2010
16 de diciembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de "El Cazador" es hacerlo de uno de los últimos exponentes del gran cine de los 70, una década absolutamente prodigiosa que dejó muchas obras maestras. Michael Cimino y Deric Washburn se aliaron, no siempre amistosamente, para dar otro giro de tuerca a uno de los acontecimientos más terribles del siglo XX, la guerra del Vietnam.
En primer lugar, decir que si, como efectivamente otras críticas ya han apuntado previamente con acierto, "El cazador" es una película extraordinariamente larga. No tanto por el contenido, que podría explicar un mayor metraje, sino porque, rasgo que también compartes muchas obras de Coppola en ese período, hay una recreación constante, un gusto por el detalle y una lentitud ceremoniosa. El inicio con la boda no deja lugar a dudas y, a buen seguro, recordará a los espectadores/as otros ejemplos de films que se inician con este festejo.
Con un reparto extraordinario (Robert de Niro, Meryl Streep, un Christopher Walken sobrecogedor, un gran John Savage, el malogrado John Cazale...), esta obra de arte de bellos pasajes naturales muestra cómo el espectro de la guerra destroza hermosas amistades, futuros amorosos y todo lo que se cruza por su paso, al principio de forma imperceptible, para finalmente, llegar al escenario de los acontecimientos, una Saigón fría.
Estos maravillosos actores y atrices justifican por sí mismos la entrada, aunque hay que partir una lanza en favor de Cimino, en ocasiones el gran olvidado de este éxito, no es ni mucho menos tan fácil hacer funcionar a un equipo que conjunta tanto talento como el presente. Los momentos inquietantes, los juegos de miradas...hay una gran dirección detrás de todo esto, lástima que en ocasiones tengamos la impresión de que hemos ido demasiado lentos al principio y ello nos haya robado vitales minutos al final.
En primer lugar, decir que si, como efectivamente otras críticas ya han apuntado previamente con acierto, "El cazador" es una película extraordinariamente larga. No tanto por el contenido, que podría explicar un mayor metraje, sino porque, rasgo que también compartes muchas obras de Coppola en ese período, hay una recreación constante, un gusto por el detalle y una lentitud ceremoniosa. El inicio con la boda no deja lugar a dudas y, a buen seguro, recordará a los espectadores/as otros ejemplos de films que se inician con este festejo.
Con un reparto extraordinario (Robert de Niro, Meryl Streep, un Christopher Walken sobrecogedor, un gran John Savage, el malogrado John Cazale...), esta obra de arte de bellos pasajes naturales muestra cómo el espectro de la guerra destroza hermosas amistades, futuros amorosos y todo lo que se cruza por su paso, al principio de forma imperceptible, para finalmente, llegar al escenario de los acontecimientos, una Saigón fría.
Estos maravillosos actores y atrices justifican por sí mismos la entrada, aunque hay que partir una lanza en favor de Cimino, en ocasiones el gran olvidado de este éxito, no es ni mucho menos tan fácil hacer funcionar a un equipo que conjunta tanto talento como el presente. Los momentos inquietantes, los juegos de miradas...hay una gran dirección detrás de todo esto, lástima que en ocasiones tengamos la impresión de que hemos ido demasiado lentos al principio y ello nos haya robado vitales minutos al final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Efectivamente, como se la ha acusado en otras ocasiones, aunque "El cazador" es una reflexión maravillosa de cómo tres vidas son destrozadas por la experiencia, uno no puede dejar de echar en falta una mayor imparcialidad, no vemos prácticamente ninguno de los indudables horrores que los norteamericanos realizaron en el país asiático.
Asimismo, el último duelo entre De Niro y Walken, los dos monstruos de la película, se salva por el talento actoral, pero teniendo en cuenta el detallismo de las escenas iniciales, añoramos un mayor detenimiento en cómo se ha llegado a ese punto.
Afortunadamente, escenas como en la que apuntan al gran Cazale con un arma cargada o cuando el personaje de De Niro es incapaz de disparar a un bellísimo gamo, garantizan la condición de clásico de este proyecto.
Asimismo, el último duelo entre De Niro y Walken, los dos monstruos de la película, se salva por el talento actoral, pero teniendo en cuenta el detallismo de las escenas iniciales, añoramos un mayor detenimiento en cómo se ha llegado a ese punto.
Afortunadamente, escenas como en la que apuntan al gran Cazale con un arma cargada o cuando el personaje de De Niro es incapaz de disparar a un bellísimo gamo, garantizan la condición de clásico de este proyecto.
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