Al tratarse de una segunda parte, "El templo maldito" ya no podía jugar la baza de presentarte al personaje y (como suele pasar) lo compensó con continuas y espectaculares escenas de acción, un carrusel apabullante, y eso es esta película, cuidado con perderte solo diez minutos porque luego no la sigues. Otra novedad es la chica, una "barbie" pijilla y cobarde totalmente opuesta (y no solo por el color del pelo) a la dura Marion de "En busca del arca perdida" (que Spielberg dijo sacar de las heroínas de Howard Hawks), y que pronto cazaría a Spielberg en sus redes (obligándole a soltar 11 kilos a Amy Irving).
La escena de los títulos es un claro homenaje a los musicales de la época en que está ambientada, los años 30, esos de Eddie Cantor repletos de rubias (o no) sonrientes y llenas de lentejuelas. Yo prefiero los de los 50.
Es una magnífica película para pasar el rato, con bastantes altibajos hacia la mitad y que no llega ni de lejos al nível de "En busca del arca perdida" (que siempre será la mejor, digan lo que digan del final), pero trepidante, aunque seguramente no convenció a mucha gente pues en la 3ª se volvió al viejo esquema, punto por punto, solo incluyendo a Sean Connery (¿quizás una alusión al personaje que inspiró a George Lucas para crear a Indiana?).
Y en mi opinión es creíble que los "thugs", los malos malísimos de tantas películas y novelas de aventuras (lo que quizás buscaba justificar la presencia británica en la India pues fue gracias a ella que fueron destruidos, mataron a millones de personas y presumían de ser "cazadores de hombres"), hubiesen podido sobrevivir en secreto hasta entonces, haciendo sacrificios a Khali (el reverso malo de Shiva, que por cada víctima tardará otros 1.000 años en destruir la creación). Ellos viajaban continuamente en grupos pequeños, mataban estrangulando y nunca dañaban el cuerpo de sus víctimas, pero que más da, así no tendría mérito vencerlos. Y anda que no me reía yo antes con la escena de la cena de cosas raras... pero si es peor lo que nos sirven en los "kebabs".
Everything gooooeeeeess¡¡¡

Tras En busca del arca perdida, la siguiente película de Steven Spielberg que mostraba al arqueólogo Indiana Jones (Harrison Ford) corriendo aventuras es Indiana Jones y el templo maldito. Esta vez se trataba de encontrar una piedra mágica que una malvada secta ha robado a un pequeño poblado indio, y cuyo robo ha traído la desgracia y la miseria a sus gentes. Junto con Willie (Kate Capshaw), "la chica", y Tapón (Jonathan Ke Quan); Indi se las verá con el malvado Mola Ram (Amrish Puri), líder de la tenebrosa secta, para devolver la felicidad al poblado.

Si con la primera decía que no podía ser objetivo ni aunque quisiese, en el caso de Indiana Jones y el templo maldito esta afirmación vuelve a cumplirse con creces, porque, personalmente, creo que es la mejor de la trilogía. En esta entrega vemos a un Indiana Jones más fortachón, más seductor y conquistador con Willie, más tierno y amigable con su socio Tapón. Las escenas de emoción, risa, tensión y, por qué no decirlo, miedo; se entremezclan de forma magistral en un excelente guión que lo mismo nos pone los nervios a flor de piel y no nos da tregua para respirar como que nos hace esbozar una sonrisa al ver que Indiana Jones, una vez más, se ha salido con la suya y ha conseguido que el bien prevalezca sobre el mal.


De nuevo, uno de los protagonistas de la película, aunque no se le vea, es John Williams, que con su excelente y archiconocida partitura aporta el ingrediente definitivo para que esta joya se convierta en una muestra de CINE con mayúsculas.


Si esta película no fuese obra de Spielberg y Lucas, hablaría del trasfondo de la esclavitud infantil, de la denuncia de esta penosa situación que puede rastrearse en la película, de la crítica al totalitarismo sectario que subyace en la historia, pero creo que no es lo que los creadores pretenden. Quizá esté pecando de ser un simple, pero aún a riesgo de que esto sea así, creo que aquí, y en este tipo de películas en general, lo que se busca es la mera diversión del espectador: buenos contra malos, punto. Ya que por qué vamos a negarlo: muchas veces es precisamente eso lo que hace una película atractiva. Relájate y goza.

Para mí la mejor película de Indiana Jones. Ya sé que en todas partes aparece como tal, "En busca del arca perdida", pero sinceramente a mí me gustó muchísimo más ésta. Y es que cuando la vi de niño me transmitió muchas sensaciones infinitamente más positivas que la primera película. Curioso el dato que ésta es una precuela ya que se desarrolla un año antes cronológicamente que "el arca perdida", dato que había pasado desconocido ante mis ojos hasta la última vez que la he vuelto a ver hará un par de años. Para mí "El templo maldito" supera a "el arca perdida" en todo. Para empezar es más entretenida, tiene muchos más efectos especiales (y no voy a decir mejores, digamos que de calidad similar), la historia es más amena y más impresionante, visualmente es más impactante, tiene más dosis de humor muy bien traidas, hay más ritmo, más peligros, más pirotecnia, más tenebrismo,... en fin, que es un PELICULÓN (lo que para mí no es "el arca perdida" digan lo que digan sus defensores (y que conste que no la estoy atacando, reconozco sus méritos obviamente). Me veo en la obligación de señalar esa pedazo de escena gore que contiene esta película, una escena que deja bien claro que no es una película precisamente para niños. La escena en cuestión es una presenciada por nuestro protagonista (inmejorable Harrison Ford) en el templo del título en el que a un tipo le sacan literalmente el corazón del pecho. Curioso que el señor Spielberg luego sea tan crítico con los films violentos y quiera ir de tan políticamente correcto cuando viendo esta escena hay que decir que no se cortó un pelo a la hora de mostrar visceralidad y mala leche (digna del mismísimo Lucio Fulci -bueno, no tanto-). A destacar a los acompañantes de Indiana Jones, la guapísima Kate Capshaw (que aporta un gran contenido humorístico al film que se agradece) y el chinito de "Los Goonies", que se convierte en uno de los personajes más entrañables de la saga de Indiana Jones. En definitiva "el templo maldito" me encanta, es un film entretenidísimo y verdaderamente espectacular e impactante, tiene una serie de factores argumentales y visuales tan cojonudos que obligatoriamente me hacen decir que es la mejor película del mítico personaje. Desde luego es mi favorita, seguida muy pero que muy de cerca por "La última cruzada", otra gran joyita del cine de aventuras superior en mi opinión, a la tan infladísima "arca perdida". Genial y muy recomendable...

Injustamente criticada en su momento, pero mejor considerada con el devenir de los tiempos.
Esta película es acción continua, en todos los sitios y escenarios.
Y por supuesto, todos los que la han visto quedaron impactados con la escena del sacrificio humano mediante la extracción del corazón en la secta de la India esta. ¡Qué miedo daba todo el ritual cuando eras un crío!
Indy hace su función de gran héroe y de salir de todas con el sombrero puesto, todo un clásico; la chica rubia y el muy acertado papel de su amigo Tapón, el niño chino.
Cuanto se echan de menos aquellos efectos sin necesidad de ordenador o similar.

A ver si nos centramos, aquí hay gente que relaciona la saga de Indiana Jones con Bergman, Antonioni y Mizoguchi, maravillosos todos ellos, pero vamos que aquí estamos en otra dinámica cinematográfica, porque resulta que el cine no es solo lo que filmaron esos tres señores antes mencionados. Aquí queremos ver acción, espectáculo, emoción y aventura, y Jones nos lo da, y lo hizo en los años 80, y lo sigue haciendo ahora, porque estas películas mantienen el pulso. La vi con 14 años en el Cine Fleta de Zaragoza, y ahora al revisarla he sido feliz, feliz con los recuerdos y entusiasta con el pulso narrativo de la película. ¡Larga Vida a Indiana Jones! Nos hiciste feliz en la adolescencia y nos lo seguirás haciendo siempre, a pesar de los aguafiestas amargados pedantes que circulan aquí, a los que también deseo una larga y aventurera vida, que desgraciadamente no tendrán.
A pesar de ser notablemente más floja que su predecesora, exhibe uno de los inicios más trepidantes de la historia del cine de aventuras.
Una última anotación, dicha por Samuel Fuller, el cine es sexo, acción y violencia, como la vida misma…