Ahora me ves...
2013 

6.0
53,457
Thriller
Un equipo del FBI debe enfrentarse a una banda de criminales expertos en magia que se dedican a atracar bancos. Son "los cuatro jinetes”, un grupo formado por los mejores ilusionistas del mundo. Durante los atracos, siempre contra hombres de negocios corruptos, hacen llover el dinero robado sobre los espectadores, ante la atónita mirada de un equipo de élite del FBI que les sigue la pista. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2013
9 de diciembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora me ves... es el título de un bodrio. Podría resumir así lo que pienso, pero creo que habrá que explicar un poco los motivos de que una historia con una buena premisa, un excelente reparto y un buen director acaben derivando en una ridiculez.
Louis Leterrier me ha jodido vivo. Me gustó que en Danny the Dog consiguiera una historia potente con la base de una película de acción, me encantó su forma de rodar la acción pura en Transporter 2 y me gustó el giro que dio a las películas de Hulk con El increíble Hulk. Luego, empezó a escupir para arriba con el remake de Furia de titanes y aquí, en Ahora me ves... ya directamente se caga encima de todo ser vivo. Vamos a partir de que, el fallo de Ahora me ves... es su pretencioso guion, tan cargado de ambición como falto de inteligencia y tan lleno de expectativas como carente de originalidad. Dicho guion, que corre a cargo de Boaz Yakin, Ed Solomon y Edward Ricourt, se caga en la madre que parió a la palabra honestidad. No es honesto ni consigo mismo, así que mucho menos lo va a ser con el espectador... El tema es que nos presentan una superpelícula de magia que tiene los ojos clavados en éxitos recientes como la sublime El truco final o la notable El ilusionista, pero lo jodido es que el truco de magia es que no hay truco: pasada media hora de película, el espectador tiene la única duda de cuándo se decidirá Leterrier a darle la información que él ya ha adivinado sin esfuerzo. Lo bueno del trabajo de Leterrier es que la pantomima mágica la dibuja de puta madre, con una puesta en escena muy "copperfieldiana", muy a gran escala. Lo jodido, es que los trucos se quedan cortos. Leterrier no define en ningún momento la relación sentimental de dos de los personajes principales, que se quieren así porque sí, porque el sábado cae que es día 20 y por la tarde el tiempo ha dicho que hará sol. Esa es una cagada fundamental para mí, pero su mayor error es el de no saber esconder sus cartas y llevarnos por un camino de entretenimiento aceptable que nada en la más profunda inexistencia de algo relevante.
El reparto es la leche, pero no luce como cabría esperar. Jesse Eisenberg es la cabeza visible de "Los cuatro jinetes" (en serio, se hacen llamar así) y su trabajo, pese a ser bueno, dista bastante de lo que esperamos de una de las mayores promesas del cine mundial. Woody Harrelson está simpático, como de costumbre, pero no se libra de la unidimensionalidad de su personaje. Isla Fisher no sé qué coño pinta ahí, porque es que de verdad que no sé por dónde coño coger su lamentable trabajo a todos los niveles, algo que me ha pasado varias veces ya con ella. Dave Franco, pese a que tiene poco margen en la película, aprovecha bien cada minuto. El protagonista de "la otra parte" de la película es Mark Ruffalo, un actor como la copa de un pino que hace su trabajo en Ahora me ves... sin despeinarse. Junto a él, formando una pareja sin química y sin sentido, está Mélanie Laurent, una actriz que cada día me gusta más porque encarna esa naturalidad tan auténtica que inunda a muchas actrices francesas. Por último, tenemos a dos grandes como Michael Caine y Morgan Freeman que están ahí para echar algunos dólares más a sus bolsillos y que interpretan sus papeles usando, digamos, el 0'02% de su potencial.
Resumiendo, que es gerundio: Ahora me ves... es una mierda. De las gordas, además. Que a ver, que sí, que tiene alguna cosilla interesante, pero lo cierto es que si uno mide la película por la diferencia entre sus aspiraciones y su resultado, en este caso estaríamos poniendo una nota inferior a cero. A la película, no obstante, hay que reconocerle que consigue un gran truco de magia: poner a un buen director, un notable equipo técnico y un excelente reparto dentro de un mismo producto y conseguir que el resultado sea un puto ñordo.
Louis Leterrier me ha jodido vivo. Me gustó que en Danny the Dog consiguiera una historia potente con la base de una película de acción, me encantó su forma de rodar la acción pura en Transporter 2 y me gustó el giro que dio a las películas de Hulk con El increíble Hulk. Luego, empezó a escupir para arriba con el remake de Furia de titanes y aquí, en Ahora me ves... ya directamente se caga encima de todo ser vivo. Vamos a partir de que, el fallo de Ahora me ves... es su pretencioso guion, tan cargado de ambición como falto de inteligencia y tan lleno de expectativas como carente de originalidad. Dicho guion, que corre a cargo de Boaz Yakin, Ed Solomon y Edward Ricourt, se caga en la madre que parió a la palabra honestidad. No es honesto ni consigo mismo, así que mucho menos lo va a ser con el espectador... El tema es que nos presentan una superpelícula de magia que tiene los ojos clavados en éxitos recientes como la sublime El truco final o la notable El ilusionista, pero lo jodido es que el truco de magia es que no hay truco: pasada media hora de película, el espectador tiene la única duda de cuándo se decidirá Leterrier a darle la información que él ya ha adivinado sin esfuerzo. Lo bueno del trabajo de Leterrier es que la pantomima mágica la dibuja de puta madre, con una puesta en escena muy "copperfieldiana", muy a gran escala. Lo jodido, es que los trucos se quedan cortos. Leterrier no define en ningún momento la relación sentimental de dos de los personajes principales, que se quieren así porque sí, porque el sábado cae que es día 20 y por la tarde el tiempo ha dicho que hará sol. Esa es una cagada fundamental para mí, pero su mayor error es el de no saber esconder sus cartas y llevarnos por un camino de entretenimiento aceptable que nada en la más profunda inexistencia de algo relevante.
El reparto es la leche, pero no luce como cabría esperar. Jesse Eisenberg es la cabeza visible de "Los cuatro jinetes" (en serio, se hacen llamar así) y su trabajo, pese a ser bueno, dista bastante de lo que esperamos de una de las mayores promesas del cine mundial. Woody Harrelson está simpático, como de costumbre, pero no se libra de la unidimensionalidad de su personaje. Isla Fisher no sé qué coño pinta ahí, porque es que de verdad que no sé por dónde coño coger su lamentable trabajo a todos los niveles, algo que me ha pasado varias veces ya con ella. Dave Franco, pese a que tiene poco margen en la película, aprovecha bien cada minuto. El protagonista de "la otra parte" de la película es Mark Ruffalo, un actor como la copa de un pino que hace su trabajo en Ahora me ves... sin despeinarse. Junto a él, formando una pareja sin química y sin sentido, está Mélanie Laurent, una actriz que cada día me gusta más porque encarna esa naturalidad tan auténtica que inunda a muchas actrices francesas. Por último, tenemos a dos grandes como Michael Caine y Morgan Freeman que están ahí para echar algunos dólares más a sus bolsillos y que interpretan sus papeles usando, digamos, el 0'02% de su potencial.
Resumiendo, que es gerundio: Ahora me ves... es una mierda. De las gordas, además. Que a ver, que sí, que tiene alguna cosilla interesante, pero lo cierto es que si uno mide la película por la diferencia entre sus aspiraciones y su resultado, en este caso estaríamos poniendo una nota inferior a cero. A la película, no obstante, hay que reconocerle que consigue un gran truco de magia: poner a un buen director, un notable equipo técnico y un excelente reparto dentro de un mismo producto y conseguir que el resultado sea un puto ñordo.
23 de enero de 2014
23 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conforme avanza la película se derrumba el interés en la supuesta intriga. Pretende lograr un estado de incredulidad, fantasía o "vete tú a saber qué" en el espectador que, probablemente debido a la grandiosidad y gigantismo de sus efectos especiales convertidos en truco, no aciertas ni mucho menos a alcanzar. Una película muda. No tiene nada que contar.
5 de octubre de 2014
5 de octubre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las peores películas de gran presupuesto que recuerdo. Boba, simplona, con una sorpresa final que se ve en el minuto 1, sin entidad, vacía, dirigida como un mal videoclip de Michael Bay, increíble, incongruente, con agujeros de guión del tamaño de un oceáno, gratuita, absurda, aburrida. Una mierda pinchada en un palo.
La falta de respeto hacia el público es total: desde su guión hasta sus interpretaciones. Evidentemente, se prepara segunda parte. A mi sí que no me van a ver.
La falta de respeto hacia el público es total: desde su guión hasta sus interpretaciones. Evidentemente, se prepara segunda parte. A mi sí que no me van a ver.
27 de diciembre de 2014
27 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
De esas que vale más el Trailer que la película. Es mala, previsible, nada verosímil, mezcla de otros filmes, para mentes fácilmente impresionables. La única magia es haber echo que Morgan Freeman trabaje en ella. Solo recomiendo verla si la vida de alguien dependiera de ello.Final de esos de .... Señores, se acabo el presupuesto.
26 de julio de 2016
26 de julio de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, es cierto que no estamos ante una gran película, que difícilmente nos sorprende o impresiona, que poco nos importa lo que le pase a sus protagonistas (nunca llegamos a conectar con ellos), que tiene más trampas que una película de chinos... en fin todos los defectos que queramos. Pero, pese a todo es un un buen entretenimiento, una obra elegante, con buenos actores y que cuenta una historia que resulta del todo inverosímil pero en la que al menos las piezas encajan, aunque sea a martillazos.
Así que no hagan caso de las críticas más sangrientas que la ponen como pura basura, el cine no siempre tiene que brindarnos obras maestras, a veces basta con que nos entretenga un rato.
Así que no hagan caso de las críticas más sangrientas que la ponen como pura basura, el cine no siempre tiene que brindarnos obras maestras, a veces basta con que nos entretenga un rato.
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