Ví esta película porque un amigo se empeñó en que viera algo donde se mostrara la "p*** realidad" (sic) en vez de las pelis de fantasía que yo habitualmente veía.

Tras esta película llegué a la conclusión de que el mundo (cinéfilo) se divide en dos grandes grupos de personas: los que se fijan en el guión y en los personajes y pasan de la localización de la trama, y de los que se fijan en la localización de la trama y en función de donde sea se la creen o no. Me explico, si la peli está ambientada en nuestro mundo "real" con nuestras normas y costumbres "reales" la consideran una película "real", sino es así se considera una peli imaginaria de fantasía y no se la toma en serio.

Huelga decir que yo pertenezco al primer grupo de personas, y precisamente por eso el guión me pareció tan pero que tan fantasioso, que no fui capaz de meterme en la historia.

Por un lado tenemos a un alcoholico muy pero que muy muy muy adicto, hasta tal punto que sabe que va a morir si sigue así, pero se la viene soplando mucho. (lo cual revela que tiene una depresión de caballo).

Por otro lado tenemos a una prostituta con una relación de mujer maltratada con el tio que la chulea. Esta relación es adictiva y ella no es capaz de dejarlo.

Hasta aquí dos personajes que por desgracia, sí podrían ser totalmente reales, y entonces al guionista no se le ocurre mejor cosa que hacer que se enamoren mutuamente perdidamente.

Esta situación es improbable pero podría suceder... (revelo trama en el spoiler)

Interesante película la que nos muestra Mike Figgis, con un guion adaptado de la novela de John O'Brien. El argumento sin duda llega a desesperar al espectador ya que Ben, que es el personaje que interpreta magistralmente Nicolas Cage está borracho en todo momento, y además no tiene el más mínimo interés por cambiar esa situación. Lo mejor de la película sin duda es aparte de la interpretación de Nicolas Cage, la música evocadora que maneja la cinta en toda la acción, y también merece especial atención la interpretación de Elisabeth Shue. Pero la película es bastante lúgubre y además a veces el ritmo es un poco lento y asfixiante por lo que no la considero una gran película que merezca especial atención en su visionado, aunque eso lo pueden juzgar ustedes mismos.

Cierto prejuicio indomable respecto a Nicolas Cage me impidió durante muchos años (más de 15) ver "Leaving Las Vegas". Al fin me decidí y me quedé bastante conforme. No solamente porque el sobrino del gran Francis Ford ofrece una actuación memorable, que bien le valió el Oscar (aunque para mi ese año se lo merecía A. Hopkins por "Nixon") como el perdedor que va la ciudad de los casinos a beber hasta morir. Sino también porque la rubia y hermosa Shue lo acompaña perfectamente bien, en un registro que la aleja de los papeles almibarados de "Volver al futuro" y "Karate kid". Además, la música es imperdible y tan solo por ella vale la pena el visionado completo. No es una obra maestra (lejos de eso está) pero se deja ver.

Bien es cierto que no soy la persona que más películas ha visto, y mucho menos de Nicolas Cage, pero me artevería a asegurar que es el mejor papel que este hombre inexpresivo ha interpretado.
El film es excitante, a la vez que duro y romántico; se nota que se quieren con locura, igual ya pasando la línea de lo racional, pero le da un toque mucho más pasional.
La recomiendo.

Aunque, sin duda, es el mejor papel de Nicolas Cage, he de decir que la película no ha cubierto mis expectativas como esperaba. Había escuchado maravillas de la historia y a mi no me ha gustado. Creo que no he sabido encontrar el sentido que se pretende transmitir.
De nuevo, y me repito, Nicolas Cage está fantástico y por eso el oscar que ganó. En cuanto a la historia no me parece que transmita correctamente la vida de prostitución ni la decadencia del personaje principal. Reconozco, eso sí, cierta transgresión de lo ya establecido.