Spectre
6.0
27,318
Acción. Aventuras. Thriller
James Bond recibe un críptico mensaje del pasado que le confía una misión secreta que lo lleva a México D.F. y a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra, la hermosa viuda de un infame criminal. Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como SPECTRE. Mientras tanto, en Londres, el nuevo director del Centro para la Seguridad Nacional cuestiona las acciones de Bond y pone en duda la ... [+]
11 de mayo de 2022
11 de mayo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se percibe cambio de rumbo en el ‘Ciclo 007 Craig’, el conjunto de películas del archiconocido James Bond protagonizado por Daniel Craig y que supuso una completa revisión del personaje y su actualización a los estándares de seriedad y rigor que demanda el siglo XXI. Una bournización, vamos, que nos trajo a un agente secreto imperfecto y con debilidades que vive aventuras espectaculares pero con los pies en el suelo, con secuencias de acción de las que quitan la respiración pero bañadas con una capa de realismo que va más allá del perfeccionamiento en explosiones o efectos especiales: se evitan las masacres imposibles de supuestos ejércitos de sicarios tan numerosos como inútiles, se cambia la cantidad por calidad y Bond se enfrenta a pocos esbirros, pero más preparados y a los que cuesta más matar. Un agente secreto, en definitiva, que casi podríamos creernos.
Por supuesto, todo esta refundación del personaje ponía de los nervios a los nostálgicos de la saga, que parecían echar de menos al Bond circense, el que mata cientos de villanos sin sufrir un rasguño, que esquiva balas mientras seduce a alguna muchacha o que siempre tiene un invento estrafalario para salvar la vida. A los puristas que consideran que una película de Bond es canónica sólo si hay un malvado con alguna deformidad manifiesta y un ejército protegiendo un arma mágica en una base secreta oculta en una isla o volcán. En definitiva, a los que tienen una idea del entretenimiento radicalmente distinta a la mía.
Por hacer memoria y resumir un poco el tema, “Casino Royale” de Martin Campbell fue una combinación perfecta de cine clásico de espías con acción de última generación con el aliciente, además, de atreverse a esbozar los orígenes de Bond en los Servicios Secretos ingleses, donde, hasta el momento, se daba por hecho que el hombre había nacido ya agente, listo y mujeriego. “Quantum of Solace” se mantuvo en la senda, aunque sin Campbell al volante, se dejó algo de personalidad por el camino. Sam Mendes tomó el mando con “Skyfall” y dotó al personaje de una profundidad psicológica nunca vista en un personaje apropiadamente superficial. Así que en conjunto teníamos una especie de reformulación del concepto Bond que permitía considerar las películas de Craig como una ramificación en el Universo 007 que tenía sentido de existencia por sí misma, al margen del legado de Connery, Moore y demás.
Personalmente, tenía yo muchas expectativas con esta “Spectre”. Por un lado, Mendes seguía al volante por lo que no era de esperar bandazo alguno en una línea establecida que, para mí, garantizaba un buen rato de acción inteligente. Por otro lado, por fin, el archienemigo de Bond daba la cara y la elección de Christophen Waltz parecía prometedora. Pero ya desde la escena inicial se intuye una pérdida de rigor en aras del espectáculo, con un combate aéreo tan vistoso como ridículo. Muy bien rodado, eso sí, con todo un alarde técnico que lleva la fotografía y los efectos a un nivel nunca alcanzado, pero empleado en una secuencia que no tiene sentido más que para alardear de lo perfecto que es Bond y lo estúpidos que son sus enemigos. Las sensaciones se van confirmando a medida que avanza la película: la trama no está mal, algo simple en comparación con sus predecesoras, pero se compensa con unas localizaciones oníricas y espectaculares y una factura técnica primorosa. Tampoco diría que la esperada confrontación dialéctica entre Bond y Blofeld lleve la marca del genio: demasiado breve, demasiado directa y sin la picante sutileza que se esperaría de unos y otros. Pero el gran cambio es que los excesos de la secuencia inicial no son un cebo o una excepción, sino que marcan lo que es la norma en la escenografía de las escenas de acción: un puro circo. Optimizado en todos los detalles técnicos… pero un circo al fin y al cabo, presumiblemente para contentar a los nostálgicos.
La película tiene tanto de todo que en ningún caso puede bajar de un notable (escaso), pero me decepciona. Si no me gustaban las masacres sin sentido de sicarios descerebrados de pequeño, menos me gustan ahora. Me aburren. Me temo que este va a ser el camino futuro y me temo que voy a volver a divorciarme del mundo Bond.
Por supuesto, todo esta refundación del personaje ponía de los nervios a los nostálgicos de la saga, que parecían echar de menos al Bond circense, el que mata cientos de villanos sin sufrir un rasguño, que esquiva balas mientras seduce a alguna muchacha o que siempre tiene un invento estrafalario para salvar la vida. A los puristas que consideran que una película de Bond es canónica sólo si hay un malvado con alguna deformidad manifiesta y un ejército protegiendo un arma mágica en una base secreta oculta en una isla o volcán. En definitiva, a los que tienen una idea del entretenimiento radicalmente distinta a la mía.
Por hacer memoria y resumir un poco el tema, “Casino Royale” de Martin Campbell fue una combinación perfecta de cine clásico de espías con acción de última generación con el aliciente, además, de atreverse a esbozar los orígenes de Bond en los Servicios Secretos ingleses, donde, hasta el momento, se daba por hecho que el hombre había nacido ya agente, listo y mujeriego. “Quantum of Solace” se mantuvo en la senda, aunque sin Campbell al volante, se dejó algo de personalidad por el camino. Sam Mendes tomó el mando con “Skyfall” y dotó al personaje de una profundidad psicológica nunca vista en un personaje apropiadamente superficial. Así que en conjunto teníamos una especie de reformulación del concepto Bond que permitía considerar las películas de Craig como una ramificación en el Universo 007 que tenía sentido de existencia por sí misma, al margen del legado de Connery, Moore y demás.
Personalmente, tenía yo muchas expectativas con esta “Spectre”. Por un lado, Mendes seguía al volante por lo que no era de esperar bandazo alguno en una línea establecida que, para mí, garantizaba un buen rato de acción inteligente. Por otro lado, por fin, el archienemigo de Bond daba la cara y la elección de Christophen Waltz parecía prometedora. Pero ya desde la escena inicial se intuye una pérdida de rigor en aras del espectáculo, con un combate aéreo tan vistoso como ridículo. Muy bien rodado, eso sí, con todo un alarde técnico que lleva la fotografía y los efectos a un nivel nunca alcanzado, pero empleado en una secuencia que no tiene sentido más que para alardear de lo perfecto que es Bond y lo estúpidos que son sus enemigos. Las sensaciones se van confirmando a medida que avanza la película: la trama no está mal, algo simple en comparación con sus predecesoras, pero se compensa con unas localizaciones oníricas y espectaculares y una factura técnica primorosa. Tampoco diría que la esperada confrontación dialéctica entre Bond y Blofeld lleve la marca del genio: demasiado breve, demasiado directa y sin la picante sutileza que se esperaría de unos y otros. Pero el gran cambio es que los excesos de la secuencia inicial no son un cebo o una excepción, sino que marcan lo que es la norma en la escenografía de las escenas de acción: un puro circo. Optimizado en todos los detalles técnicos… pero un circo al fin y al cabo, presumiblemente para contentar a los nostálgicos.
La película tiene tanto de todo que en ningún caso puede bajar de un notable (escaso), pero me decepciona. Si no me gustaban las masacres sin sentido de sicarios descerebrados de pequeño, menos me gustan ahora. Me aburren. Me temo que este va a ser el camino futuro y me temo que voy a volver a divorciarme del mundo Bond.
3 de noviembre de 2015
3 de noviembre de 2015
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para la mediocridad de guiones que tiene uno que tragarse últimamente, la verdad es que esta peli de 007 es de las que despunta pero por arriba.
Desde el inicio, con una de las mejores escenas iniciales que he visto en los últimos años, mantiene el ritmo y sobre todo el interés del espectador. No deja de ser una peli de acción, con todos los clichés de las de Bond. Pero con esa magia especial que hace que te metas en la peli y te creas que el bueno acaba él solo con todos los malos y con la sola ayuda de un reloj.
A Daniel Craig, le sienta el personaje de Bond tan bien como el traje. Le ha cogido el tranquillo y cada nueva peli de 007 me lo creo más.
Lo mejor de la peli es la fotografía , las localizaciones y desde luego La Belluci (cómo puede una señora de cierta edad estar tan espectacular) , el coche y el omega .
Desde el inicio, con una de las mejores escenas iniciales que he visto en los últimos años, mantiene el ritmo y sobre todo el interés del espectador. No deja de ser una peli de acción, con todos los clichés de las de Bond. Pero con esa magia especial que hace que te metas en la peli y te creas que el bueno acaba él solo con todos los malos y con la sola ayuda de un reloj.
A Daniel Craig, le sienta el personaje de Bond tan bien como el traje. Le ha cogido el tranquillo y cada nueva peli de 007 me lo creo más.
Lo mejor de la peli es la fotografía , las localizaciones y desde luego La Belluci (cómo puede una señora de cierta edad estar tan espectacular) , el coche y el omega .
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Puede que sea el final de la saga? . Eso de que cambie su licencia para matar por la chica.....¿será amor verdadero para siempre jamás? ¿O habrá una 5ª entrega?
Y otra cosa, vale que el coche vuele por el canal del Tíber y acabe en el fondo del río.
Vale que 007 consiga dominar el helicóptero en el último segundo y salga volando como una mariposa por encima de los tejados de México.
Que sea capaz de acabar con toda un instalación secreta en el desierto, él solo y habiendo estado 5 minutos antes, atado de pies y manos y desarmado.....pero lo que no tiene sentido es que el malo le da un puñetazo a la chica y en la siguiente escena sigue teniendo la cara tan tersa y sonrosada como al principio..por ahí si que no paso (es broma) .
Y otra cosa, vale que el coche vuele por el canal del Tíber y acabe en el fondo del río.
Vale que 007 consiga dominar el helicóptero en el último segundo y salga volando como una mariposa por encima de los tejados de México.
Que sea capaz de acabar con toda un instalación secreta en el desierto, él solo y habiendo estado 5 minutos antes, atado de pies y manos y desarmado.....pero lo que no tiene sentido es que el malo le da un puñetazo a la chica y en la siguiente escena sigue teniendo la cara tan tersa y sonrosada como al principio..por ahí si que no paso (es broma) .
27 de marzo de 2017
27 de marzo de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno ya sabe de qué van las de JB007: glamour, entretenimiento, acción, buenos y malos, balaceras, persecuciones, etc. Admitido el formato y lejos éste de la verosimilitud, uno se dispone a disculpar algunas escenas en las que el guión juega a favor de la causa del héroe, que debe de ganar la partida. Es así, el final debe ser como Dios manda: pierde el malo, gana el bueno y éste se va con la chica. Estamos de acuerdo.
El problema de Spectre es que se han pasado de rosca. El malo no solo es malo, también es tonto de remate (mucho más de lo habitual) y, para colmo, tiene muy mala suerte. En su ejército de matones no hay ni un tipo que sepa disparar y el tinglado mundial de maldad que ha construido se le va finalmente al garete por culpa algo tan complejo como unos celos mal gestionados.
Con diferencia, Spectre es de las peores de la saga Bond. En una de éstas lo más barato es el guión, no entiendo por qué le ha dedicado tan poca atención y han dado por buena una trama tan chapucera, endeble e irrisoria; más contando con Christoph Waltz, un actor soberbio que desentona estrepitosamente en el papel de malo idiota.
El problema de Spectre es que se han pasado de rosca. El malo no solo es malo, también es tonto de remate (mucho más de lo habitual) y, para colmo, tiene muy mala suerte. En su ejército de matones no hay ni un tipo que sepa disparar y el tinglado mundial de maldad que ha construido se le va finalmente al garete por culpa algo tan complejo como unos celos mal gestionados.
Con diferencia, Spectre es de las peores de la saga Bond. En una de éstas lo más barato es el guión, no entiendo por qué le ha dedicado tan poca atención y han dado por buena una trama tan chapucera, endeble e irrisoria; más contando con Christoph Waltz, un actor soberbio que desentona estrepitosamente en el papel de malo idiota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un malo malísimo quiere hacerle pupita a Bond porque éste le restó cariño de su padre y eso le entristecía mucho y juró vengarse algún día. Vaya, un problema de celos infantiles entre hermanastros. Algo tan simple y corriente es motivo suficiente para que Waltz organice una cadena de atentados mundiales, contrate y mantenga a un ejército de criminales e introduzca topos en las altas esferas del MI6. Caray con los celos, cuánto destrozo justifican.
Y he aquí que, finalmente, la venganza se le ofrece al malo de Waltz, un plato frío en el que se recrea introduciendo agujas sofisticadas en el lobanillo de las orejas de su hermanastro 007. Un error lamentable: Bond tiene una bomba en el reloj de pulsera y, zasca, en todo el bebe, y se escapa de una fortaleza en mitad del desierto guardada por cientos de sicarios a los que mata con suma facilidad y, aún no satisfecho, revienta todo lo que ve a su paso.
Pero la vida siempre ofrece una segunda oportunidad. Entonces Waltz idea otra venganza aun más retorcida y sofisticada: esconde a la chica en un bloque de pisos con miles de habitaciones y le da 3 minutos a Bond para que la encuentre. Y, claro, cómo no, la encuentra, y aún le sobran algunos segundos para salir del edificio antes de que éste salte por los aires.
Por los aires huye el malo en un magnífico helicóptero. Muy lento. No solo los caballos, también los helicópteros de los malos son muy lentos. Y, sobre todo, vuelan muy bajo. Bond consigue alcanzarlo con una lancha motora y, con una pistola de pequeño calibre, haciendo gala de esa puntería que tanto emociona y tan creíble resulta, acierta en la bujía del motor lo que produce una avería fatal y definitiva
Admitimos el juego de comic y lo inverosímil del cuento, pero no se puede tolerar sin más la estupidez en la que nos pretenden colocar.
Y he aquí que, finalmente, la venganza se le ofrece al malo de Waltz, un plato frío en el que se recrea introduciendo agujas sofisticadas en el lobanillo de las orejas de su hermanastro 007. Un error lamentable: Bond tiene una bomba en el reloj de pulsera y, zasca, en todo el bebe, y se escapa de una fortaleza en mitad del desierto guardada por cientos de sicarios a los que mata con suma facilidad y, aún no satisfecho, revienta todo lo que ve a su paso.
Pero la vida siempre ofrece una segunda oportunidad. Entonces Waltz idea otra venganza aun más retorcida y sofisticada: esconde a la chica en un bloque de pisos con miles de habitaciones y le da 3 minutos a Bond para que la encuentre. Y, claro, cómo no, la encuentra, y aún le sobran algunos segundos para salir del edificio antes de que éste salte por los aires.
Por los aires huye el malo en un magnífico helicóptero. Muy lento. No solo los caballos, también los helicópteros de los malos son muy lentos. Y, sobre todo, vuelan muy bajo. Bond consigue alcanzarlo con una lancha motora y, con una pistola de pequeño calibre, haciendo gala de esa puntería que tanto emociona y tan creíble resulta, acierta en la bujía del motor lo que produce una avería fatal y definitiva
Admitimos el juego de comic y lo inverosímil del cuento, pero no se puede tolerar sin más la estupidez en la que nos pretenden colocar.
11 de noviembre de 2015
11 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empieza mas o menos bien metiéndote en la trama, algo previsible eso si, del típico caso del "topo infiltrado en organización del gobierno". Pero cuando la película empieza a evolucionar, las piezas del puzzle no encajan ni con cola. Peleas y persecuciones sin ningún sentido, giros argumentativos absurdos y falta absoluta de motivaciones de los personajes: "¿quien es tío? ¿por que le persigue?" "¿por que han ido a ese sitio?" "¿Como saben que tienen que conseguir eso?". Son algunas de las preguntas que no paran de venirte a la mente mientras ves esta innecesariamente larga película.
Por momentos intenta hacer autoparodia, pero se queda a medio camino, en ese lugar donde quedan los momentos incómodos, como cuando alguien en una cena hace un chiste que nadie entiende o que simplemente no tiene gracia.
Daniel Craig, la cara de tío duro con los labios apretados, la clava. Eso si, no le pidas nada mas. Como actor vale para hacer anuncios de colonia de 10 segundos, pero no pelis de 3 horas.
El personaje de la chica es un total sin sentido.Por un lado, se la intenta presentar como una mujer moderna y auto suficiente, pero en la escena siguiente el personaje cae en los clichés machistas de los años 50 y 60.
Al pobre Ralph Finnes se le notan los años... hay una escena que sale corriendo y el pobre parece que tiene almorranas. Supongo que ha hecho esta peli porque querría comprarse otra casa en el campo, o ampliar el salón sin tener que pedir un crédito.
Christopher Waltz necesita un asesor personal de vestuario, porque los de vestuario de la peli se han lucido. Hay una escena que sale sentado en una silla, los pantalones le llegan a media canilla y va sin calcetines. Muy ridículo. De hecho, en el cine se oyó una risa como de "ajaja que gracioso, otra vez han intentado la autoparodia, así como vistiendo mal al malo para que ....", entrecortada cuando el siguiente pensamiento que viene a la cabeza es: "ah que no... que es en serio...".
En fin, un batiburrillo inconexo. Hay pelis de acción con mucha mejor acción, y pelis de intriga con mucha mejor intriga.
Specte, totalmente prescindible.
Por momentos intenta hacer autoparodia, pero se queda a medio camino, en ese lugar donde quedan los momentos incómodos, como cuando alguien en una cena hace un chiste que nadie entiende o que simplemente no tiene gracia.
Daniel Craig, la cara de tío duro con los labios apretados, la clava. Eso si, no le pidas nada mas. Como actor vale para hacer anuncios de colonia de 10 segundos, pero no pelis de 3 horas.
El personaje de la chica es un total sin sentido.Por un lado, se la intenta presentar como una mujer moderna y auto suficiente, pero en la escena siguiente el personaje cae en los clichés machistas de los años 50 y 60.
Al pobre Ralph Finnes se le notan los años... hay una escena que sale corriendo y el pobre parece que tiene almorranas. Supongo que ha hecho esta peli porque querría comprarse otra casa en el campo, o ampliar el salón sin tener que pedir un crédito.
Christopher Waltz necesita un asesor personal de vestuario, porque los de vestuario de la peli se han lucido. Hay una escena que sale sentado en una silla, los pantalones le llegan a media canilla y va sin calcetines. Muy ridículo. De hecho, en el cine se oyó una risa como de "ajaja que gracioso, otra vez han intentado la autoparodia, así como vistiendo mal al malo para que ....", entrecortada cuando el siguiente pensamiento que viene a la cabeza es: "ah que no... que es en serio...".
En fin, un batiburrillo inconexo. Hay pelis de acción con mucha mejor acción, y pelis de intriga con mucha mejor intriga.
Specte, totalmente prescindible.
14 de noviembre de 2015
14 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuarta película de la era Craig como James Bond se ha vendido durante los últimos meses como la última por parte tanto del actor (bueno, que cambia de opinión cada vez que ve llover porque no sé cuántas veces ha declarado querer dejarlo para luego decir que no) como de Sam Mendes (el cuál creo que lo tiene más claro y también me duele su abandono). Y me duele que sea así porque para mí Spectre no merece ser el colofón final de esta era, a pesar de su calidad como película de acción y de su innegable superioridad de calidad y entretenimiento comparada con muchas de las otras veintitrés películas, la despedida merecía muchísimo más. Vayamos por partes.
Quizá la culpa de todo la tenga Skyfall. El director de American Beauty dejó a James Bond a un nivel muy alto, una película estéticamente perfecta y con una oscuridad que la hacía muy especial. ¿Tenía un toque del Batman de Nolan? Puede ser, ¿Y? ¿Cuántas veces hemos visto al Bond plano de Roger Moore? Me encantó ver el pasado de 007, me encantó verle sufrir, verle tener sentimientos. Lo que se exploró ya en las dos anteriores, en la tercera entrega llegó a su clímax, coronando a Daniel Craig como el mejor Bond de la saga (que me perdone el señor Connery). Además, al menos para un servidor, cuanto mayor es la amenaza mayor es la aventura, y Javier Bardem hizo de un némesis brutal.
Dejando pues mis altas expectativas ante la (ojalá que no) última película de James con el dúo Craig-Mendes, me dispuse el día del estreno a ir a ver Spectre, como fan que soy del mítico personaje. A nivel general nada más acabar la cinta, mi sensación es un poco de decepción, a pesar repito de ser una película bastante buena, sentía que había visto como una película que iba muy bien encaminada acabó desinflándose por el camino a causa de diferentes detalles que en conjunto no permiten que aumente la nota o que salga con la misma satisfacción que cuando vi su predecesora.
Vayamos primero con lo bueno. La cinta comenzó con una intro en México apabullante, con un plano secuencia en la terraza brutal que demuestra la increíble labor estética que repite Sam Mendes. Posterior a ello, llegan unos polémicos títulos de crédito con el también polémico “Writtings on the Wall” de Sam Smith. A mí me encantaron, la estética muy acorde con la trama de la película y una canción bastante intensa. Una vez pasado esto, comienza una introducción a la trama presentando la situación de los diferentes personajes y siguiendo las pistas que te llevan al agente secreto hasta Spectre, la organización responsable de la existencia de este film y que tiene un grandísimo peso en la trama de las anteriores. Hasta aquí y un poco más adelantado el metraje para mí la película estaba siendo fascinante, a pesar de que muchos se quejan de ser demasiado lenta, pienso que es necesario que la trama se desarrollase de la manera que lo hizo durante la primera hora. Una de las cosas que más se agradecen y como vienen siendo habituales en la saga son las localizaciones. En Spectre visitamos México DF, Reino Unido, Roma, Austria y Marruecos, siendo todas ellas fascinantes. Además, es necesario destacar que las escenas de acción están perfectamente rodadas, sencillamente destacaron muchísimo y era un placer verlas en pantalla grande. Finalmente la película gana muchísimo con los homenajes a otras cintas de la saga, brillantes todos.
Sin embargo, expongo las razones por las que Spectre falla para ser el peliculón que merecía.
-La desigualdad entre escenas. Defiendo una primera hora más lenta debido a un desarrollo correcto de la trama, pero la película se llena de altibajos teniendo durante las casi dos horas y medio, alternando escenas muy intensas y entretenidas con escenas que denotan cansancio, y hacerlo cuando ya está llegando a las dos horas es demasiado tedioso.
-El desaprovecho de Christoph Waltz, actor que derrocha talento haciendo de villano y nadie puede negarlo, es delito. Bardem no es que tuviese una gran cantidad de minutos en pantalla, pero es que con este hombre se han excedido. Además, me ha resultado demasiado aburrido lo que ha hecho, una mera caricatura de su papel de Hans Landa. Para este apartado mejor explicarlo en spoiler, pero la idea general queda clara.
-Dave Bautista es un gran acierto en el rol de representar el músculo y ser el antagonista físico (una especie de Tiburón versión menos infantil), pero peca precisamente de centrarse en el aspecto y no en desarrollar un poco este personaje. Un poquitín de profundidad y alguna frase no quedarían tan mal después de todo.
-El final. Una extraña sensación de Deja vu recorría mi interior, y aunque no es un mal final, pienso que si finalmente acaban en esta película han dejado muchas tramas abiertas.
En definitiva. Una sensación agridulce por lo que pudo haber sido y lo que finalmente ha quedado plasmado en la pantalla. Pese a todo recomiendo a cualquier fan de la saga como yo a verla en la pantalla grande, la ocasión lo requiere. Un pasito para atrás respecto a Skyfall, pero se mantiene entre las más grandes cintas de la larga colección 007.
Quizá la culpa de todo la tenga Skyfall. El director de American Beauty dejó a James Bond a un nivel muy alto, una película estéticamente perfecta y con una oscuridad que la hacía muy especial. ¿Tenía un toque del Batman de Nolan? Puede ser, ¿Y? ¿Cuántas veces hemos visto al Bond plano de Roger Moore? Me encantó ver el pasado de 007, me encantó verle sufrir, verle tener sentimientos. Lo que se exploró ya en las dos anteriores, en la tercera entrega llegó a su clímax, coronando a Daniel Craig como el mejor Bond de la saga (que me perdone el señor Connery). Además, al menos para un servidor, cuanto mayor es la amenaza mayor es la aventura, y Javier Bardem hizo de un némesis brutal.
Dejando pues mis altas expectativas ante la (ojalá que no) última película de James con el dúo Craig-Mendes, me dispuse el día del estreno a ir a ver Spectre, como fan que soy del mítico personaje. A nivel general nada más acabar la cinta, mi sensación es un poco de decepción, a pesar repito de ser una película bastante buena, sentía que había visto como una película que iba muy bien encaminada acabó desinflándose por el camino a causa de diferentes detalles que en conjunto no permiten que aumente la nota o que salga con la misma satisfacción que cuando vi su predecesora.
Vayamos primero con lo bueno. La cinta comenzó con una intro en México apabullante, con un plano secuencia en la terraza brutal que demuestra la increíble labor estética que repite Sam Mendes. Posterior a ello, llegan unos polémicos títulos de crédito con el también polémico “Writtings on the Wall” de Sam Smith. A mí me encantaron, la estética muy acorde con la trama de la película y una canción bastante intensa. Una vez pasado esto, comienza una introducción a la trama presentando la situación de los diferentes personajes y siguiendo las pistas que te llevan al agente secreto hasta Spectre, la organización responsable de la existencia de este film y que tiene un grandísimo peso en la trama de las anteriores. Hasta aquí y un poco más adelantado el metraje para mí la película estaba siendo fascinante, a pesar de que muchos se quejan de ser demasiado lenta, pienso que es necesario que la trama se desarrollase de la manera que lo hizo durante la primera hora. Una de las cosas que más se agradecen y como vienen siendo habituales en la saga son las localizaciones. En Spectre visitamos México DF, Reino Unido, Roma, Austria y Marruecos, siendo todas ellas fascinantes. Además, es necesario destacar que las escenas de acción están perfectamente rodadas, sencillamente destacaron muchísimo y era un placer verlas en pantalla grande. Finalmente la película gana muchísimo con los homenajes a otras cintas de la saga, brillantes todos.
Sin embargo, expongo las razones por las que Spectre falla para ser el peliculón que merecía.
-La desigualdad entre escenas. Defiendo una primera hora más lenta debido a un desarrollo correcto de la trama, pero la película se llena de altibajos teniendo durante las casi dos horas y medio, alternando escenas muy intensas y entretenidas con escenas que denotan cansancio, y hacerlo cuando ya está llegando a las dos horas es demasiado tedioso.
-El desaprovecho de Christoph Waltz, actor que derrocha talento haciendo de villano y nadie puede negarlo, es delito. Bardem no es que tuviese una gran cantidad de minutos en pantalla, pero es que con este hombre se han excedido. Además, me ha resultado demasiado aburrido lo que ha hecho, una mera caricatura de su papel de Hans Landa. Para este apartado mejor explicarlo en spoiler, pero la idea general queda clara.
-Dave Bautista es un gran acierto en el rol de representar el músculo y ser el antagonista físico (una especie de Tiburón versión menos infantil), pero peca precisamente de centrarse en el aspecto y no en desarrollar un poco este personaje. Un poquitín de profundidad y alguna frase no quedarían tan mal después de todo.
-El final. Una extraña sensación de Deja vu recorría mi interior, y aunque no es un mal final, pienso que si finalmente acaban en esta película han dejado muchas tramas abiertas.
En definitiva. Una sensación agridulce por lo que pudo haber sido y lo que finalmente ha quedado plasmado en la pantalla. Pese a todo recomiendo a cualquier fan de la saga como yo a verla en la pantalla grande, la ocasión lo requiere. Un pasito para atrás respecto a Skyfall, pero se mantiene entre las más grandes cintas de la larga colección 007.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pues voy a explicar un poco más lo dicho. Christoph Waltz resulta demasiado cansino, sale poco y para lo que hace está desaprovechadísimo. Me encantó que al final resultara ser Blofeld, pues como todo fan del agente británico, es un personaje mítico. Pero a pesar de haberlo pintado tan interesante entre sombras y oscuridad durante la primera hora del film, una vez que lo conoces tan solo lo oyes hablar hasta aburrir, no hay carisma en su diálogo ni en su “tortura” a James (la de Casino Royale le da mil vueltas), tortura de la que después de tanto explicar qué consecuencias iba a tener para Bond haberla sufrido, este sale de ella como un toro sin ningún tipo de disminución en la puntería o en el equilibrio. Increíble. Muy aburrida esta escena, aunque me gustó esa relación tan cercana que tuvieron ambos rivales.
Me parece que se libran de Bautista como si nada. No hombre, no. Para un villano que no daba ratos aburridos (ya digo que le hacía falta muchísima más profundidad), déjalo un ratito más. Total, para lo que hizo Waltz, hubiese preferido que desarrollaran más al primero.
Con respecto al final, pues es simple. Todo estuvo siendo genial (con cicatriz de Blofeld incluida) hasta que después de semejante carrera, James llega hasta Waltz (pintado ya como de lo más peligroso del Reino Unido) para nada. Repetimos esquema de lo sucedido en Quantum of Solace de perdonar al culpable de ABSOLUTAMENTE TODO porque no soy un asesino y porque mi chica no quiere que lo haga. ¡Venga ya! No te has cargado a suficientes personas en toda la saga, este era el que importaba para definirte como una persona enamorada y pacífica. Ridículo, ella también desearía acabar con su persecución y vengar al culpable de la muerte de su padre,
Pero lo peor de todo es que pudo haber sido un final perfecto de Bond abandonando el MI6 con su chica, de no ser porque resulta que Spectre es una organización MUY grande. No hay más que ver cuántas personas asistieron a la reunión en Roma, y encima su líder está cautivo y es lógico que alguien se molestará en liberarlo. Vaya, que la trama está con muchos puntos abiertos para mí. Ojalá nos equivoquemos y aún quede una última aventura que cierre todo lo que comento más lo que seguro me he dejado en el tintero.
Me parece que se libran de Bautista como si nada. No hombre, no. Para un villano que no daba ratos aburridos (ya digo que le hacía falta muchísima más profundidad), déjalo un ratito más. Total, para lo que hizo Waltz, hubiese preferido que desarrollaran más al primero.
Con respecto al final, pues es simple. Todo estuvo siendo genial (con cicatriz de Blofeld incluida) hasta que después de semejante carrera, James llega hasta Waltz (pintado ya como de lo más peligroso del Reino Unido) para nada. Repetimos esquema de lo sucedido en Quantum of Solace de perdonar al culpable de ABSOLUTAMENTE TODO porque no soy un asesino y porque mi chica no quiere que lo haga. ¡Venga ya! No te has cargado a suficientes personas en toda la saga, este era el que importaba para definirte como una persona enamorada y pacífica. Ridículo, ella también desearía acabar con su persecución y vengar al culpable de la muerte de su padre,
Pero lo peor de todo es que pudo haber sido un final perfecto de Bond abandonando el MI6 con su chica, de no ser porque resulta que Spectre es una organización MUY grande. No hay más que ver cuántas personas asistieron a la reunión en Roma, y encima su líder está cautivo y es lógico que alguien se molestará en liberarlo. Vaya, que la trama está con muchos puntos abiertos para mí. Ojalá nos equivoquemos y aún quede una última aventura que cierre todo lo que comento más lo que seguro me he dejado en el tintero.
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