Una estupenda misión. La mejor desde la primera película, tal vez a su misma altura. Y no sólo por escenas de acción artesanales y estupendas. Sino porque a nivel argumental realmente tiene miga, suspense y sorpresa. Como la original. Recupera bastante oscuridad y explota su madurez comercial de forma muy positiva. Una grandiosa película de acción y espías.

Esta saga siempre me sorprende y no solo por sus fantásticas escenas de acción, sino también porque en todas sus películas hay tramas muy sólidas y esta quinta entrega es un claro ejemplo de ello. Estamos hablando de thrillers camuflados bajo envoltorios de cintas de acción. Este film destaca por varios motivos: la historia es muy intensa. El protagonista se encuentra en una situación crítica debido a que todo el mundo le está buscando. Así que su nueva misión será destruir al Sindicato, una organización criminal dirigida por el terrorista Solomon Lane. El peligro y la adrenalina acompañarán en todo momento a Ethan Hunt, que, como siempre, no estará solo. Ojo a la gran química que hay desde el principio entre Ethan e Ilsa. La producción está llena de secuencias espectaculares. Los efectos son súper realistas en general. Todos los personajes resultan importantes. En cualquier caso, me quedo con Rebecca Ferguson, Simon Pegg y Sean Harris. Este último encarna a un villano inteligente, calculador, frío y cruel. El clímax no tiene desperdicio. No daré detalles, pues sería algo muy feo por mi parte.

Misión:Imposible. Nación Secreta (2015).
Como diría mi amigo Pablo, fui a comerme un Big Mac y me dieron un Big Mac. Tom Cruise vuelve de la mano del realizador de Jack Reacher (¡ya esperamos una segunda entrega!) en esta quinta parte de la famosa saga basada en aquella mítica serie de los 60-70's.
Acción a raudales, efectos increíbles, una historia enrevesada que permitirá un próximo revisionado de la película, y todo acompañado de varios de los personajes y actores de cintas anteriores (como Ving Rhames, Jeremy Renner o Simon Pegg) , y de su característica banda sonora.

Raúl Cabral.

Valor seguro, oír “Mission Imposible” es saber que te vas a divertir. Con los clásicos ingredientes de la franquicia: acción, peleas, persecuciones, traiciones, mujeres hermosas, hombres vigoréxicos, acrobacias improbables, viajes, gadgets fabulosos... Sí. Lo sabemos antes de verlas. Tenemos todo eso y no salimos defraudados de M.I.

Pero en este caso parece que han pegado muy artificialmente las fases de la película. No tiene el gancho o el encanto de la anterior. Es más fría. Y la actriz no tiene química con el protagonista, demasiado falso.

Buscando una posible asociación malvada, los agentes caen en desgracia con sus superiores, ellos por su cuenta y riesgo continúan la investigación para recuperar su buen nombre y capturar a los malos. Entretenida y, enseguida, olvidable.

Esta es la quinta entrega de la saga de "Misión Imposible" protagonizada por el incombustible Tom Cruise. El argumento no ofrece demasiadas sorpresas. Las absurdas maquinaciones de un estado dentro de otro estado y de un sector incontrolado oculto paranoico, manejado no se sabe por quien, son moneda común en el género de espías post guerra fría. La película tiene algunas virtudes. La secuencia de la trama de un atentado en un teatro mientras se representa una ópera es memorable. Evoca al Hitchcock de "El hombre que sabía demasiado". Algunas persecuciones están muy bien rodadas. Por lo demás, en general, la acción es excesiva. Demasiados malabarismos en escenarios imposibles y demasiado metraje innecesario. Es una lástima porque se malogra un film que hubiera podido ser mejor de lo que es. Eso sí, como siempre de fondo, la inolvidable sintonía musical de Lalo Schifrin, readaptada para gran orquesta.