Misión: imposible - Nación secreta
2015 

6.3
24,974
Acción. Thriller
Con la FMI disuelta y Ethan Hunt (Tom Cruise) abandonado a su suerte, el equipo tiene que enfrentarse contra el Sindicato, una red de agentes especiales altamente preparados y entrenados. Estos grupos están empeñados en crear un nuevo orden mundial mediante una serie de ataques terroristas cada vez más graves. Ethan reúne a su equipo y une sus fuerzas con la agente británica renegada Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), quien puede que sea o ... [+]
28 de noviembre de 2015
28 de noviembre de 2015
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Quinta entrega de la saga ''Misión imposible''. Aunque normalmente no soy muy partidario de explotar una saga con múltiples secuelas con esta que hoy nos ocupa la veo como una de esas pocas excepciones. Son varias las cintas que la conforman hasta ahora y lleva muchos años entre nosotros, pero tiene algo que muchas otras no tienen, que es ofrecer un producto que se sigue sintiendo fresco después de tantos años del lanzamiento de la primera.
Obviamente se las puede catalogar con que son todas iguales, que es siempre lo mismo pero con otro lacito o cosas similares; y pese a ser bastante cierto, la cosa es que triunfan y a mí personalmente no me transmite la sensación de agotamiento o de que ya va siendo hora de cerrar el grifo. Las sigo notando frescas, con interés, y no cabe duda de que esto es algo bueno para la saga.
La historia no es que sea la más sorprendente de la franquicia, pero nos muestra una organización a la altura del FMI y que les pone las cosas difíciles por momentos. Esto me ha parecido una buena jugada, ya que, después de tantas aventuras vividas y solucionadas, era necesario ponerles un rival digno. Aquí se consigue, aunque como decía no es la más brillante de las cinco. Decir que no tiene un guión demasiado elaborado, en cambio nos ofrece aquello que venimos buscando, que es acción pura y dura desde el minuto 1 hasta el final. Se hace entretenida en todo momento y muy llevadera, al igual que las anteriores.
El reparto vuelve a repetir en su totalidad, al menos los principales. Tom Cruise demuestra que sigue muy en forma para papeles como este, un rol que sin duda ha apadrinado y que se siente genial dentro del mismo. Me ha gustado. Repite Sean Harris, bastante acertado, con alguna escena interesante. Alec Baldwin tiene potencial para haber dado más de sí (¿quizás para una futura secuela?). Jeremy Renner, al contrario de lo que pasó en la cuarta, aquí cuenta con menos minutos y protagonismo, aunque es un personaje clave. Y luego está Ving Rhames, icono también de la saga, que se deja ver en algunas secuencias, aunque también sin el peso que debería haber tenido.
Las escenas de acción las he visto fluidas, bien hechas. En películas como esta siempre exijo un mínimo a la hora de mostrar secuencias de acción, sin que se noten falsas. Por suerte han hecho un trabajo bastante bueno. Las coreografías están bien y la puesta en escena aprueba con nota, al menos bajo mi punto de vista. Los efectos especiales, de los cuales no abusa en absoluto, son correctos y son un aporte interesante a lo anteriormente citado.
En resumen ''Misión imposible: Nación secreta'', o la quinta parte, como queráis llamarla, es una secuela que mantiene muy bien el nivel de la saga, superando a alguna de sus predecesoras y quedándose cerca de otras. Se la recomiendo a todo fan de la franquicia, os gustará, y son quienes más van a disfrutarla. También funciona para quienes busquen entretenimiento sin más. Por último parece dejar abierta la puerta a una sexta entrega, y viendo el trascurso de la saga y la calidad ofrecida será más que bienvenida.
Lo mejor: Es entretenida en todo momento, acción constante y algunas secuencias bien hechas.
Lo peor: Nada importante.
* Buena *
Obviamente se las puede catalogar con que son todas iguales, que es siempre lo mismo pero con otro lacito o cosas similares; y pese a ser bastante cierto, la cosa es que triunfan y a mí personalmente no me transmite la sensación de agotamiento o de que ya va siendo hora de cerrar el grifo. Las sigo notando frescas, con interés, y no cabe duda de que esto es algo bueno para la saga.
La historia no es que sea la más sorprendente de la franquicia, pero nos muestra una organización a la altura del FMI y que les pone las cosas difíciles por momentos. Esto me ha parecido una buena jugada, ya que, después de tantas aventuras vividas y solucionadas, era necesario ponerles un rival digno. Aquí se consigue, aunque como decía no es la más brillante de las cinco. Decir que no tiene un guión demasiado elaborado, en cambio nos ofrece aquello que venimos buscando, que es acción pura y dura desde el minuto 1 hasta el final. Se hace entretenida en todo momento y muy llevadera, al igual que las anteriores.
El reparto vuelve a repetir en su totalidad, al menos los principales. Tom Cruise demuestra que sigue muy en forma para papeles como este, un rol que sin duda ha apadrinado y que se siente genial dentro del mismo. Me ha gustado. Repite Sean Harris, bastante acertado, con alguna escena interesante. Alec Baldwin tiene potencial para haber dado más de sí (¿quizás para una futura secuela?). Jeremy Renner, al contrario de lo que pasó en la cuarta, aquí cuenta con menos minutos y protagonismo, aunque es un personaje clave. Y luego está Ving Rhames, icono también de la saga, que se deja ver en algunas secuencias, aunque también sin el peso que debería haber tenido.
Las escenas de acción las he visto fluidas, bien hechas. En películas como esta siempre exijo un mínimo a la hora de mostrar secuencias de acción, sin que se noten falsas. Por suerte han hecho un trabajo bastante bueno. Las coreografías están bien y la puesta en escena aprueba con nota, al menos bajo mi punto de vista. Los efectos especiales, de los cuales no abusa en absoluto, son correctos y son un aporte interesante a lo anteriormente citado.
En resumen ''Misión imposible: Nación secreta'', o la quinta parte, como queráis llamarla, es una secuela que mantiene muy bien el nivel de la saga, superando a alguna de sus predecesoras y quedándose cerca de otras. Se la recomiendo a todo fan de la franquicia, os gustará, y son quienes más van a disfrutarla. También funciona para quienes busquen entretenimiento sin más. Por último parece dejar abierta la puerta a una sexta entrega, y viendo el trascurso de la saga y la calidad ofrecida será más que bienvenida.
Lo mejor: Es entretenida en todo momento, acción constante y algunas secuencias bien hechas.
Lo peor: Nada importante.
* Buena *
26 de diciembre de 2015
26 de diciembre de 2015
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Por más que se le quiera hacer el quite a Tom Cruise (no sé por qué), él sigue siendo una de las figuras tutelares del cine de acción de los últimos tiempos. A mi juicio, es un buen actor que ha tenido la oportunidad de hacerse grandes papeles en clásicas películas. Ahora, sin embargo, se ha ido metiendo en la piel de Ethan y se ha quedado como el gran referente de lo que alguna vez fue y hoy es Mission: Impossible.
Esta entrega no se ha quedado a la zaga de lo que fue la anterior, bien que el decorado de Ghost Protocol fue mucho más apabullante en cuanto a escenografía y geografía. El entretenimiento, como es de esperarse, está garantizado desde que comienza el filme, y eso es bueno, sobre todo cuando lo que se busca en el cine son opciones para pasar la vida.
Esta entrega no se ha quedado a la zaga de lo que fue la anterior, bien que el decorado de Ghost Protocol fue mucho más apabullante en cuanto a escenografía y geografía. El entretenimiento, como es de esperarse, está garantizado desde que comienza el filme, y eso es bueno, sobre todo cuando lo que se busca en el cine son opciones para pasar la vida.
12 de enero de 2016
12 de enero de 2016
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Esta saga está experimentando su mejor momento más de una década después de su alzamiento lo cual no deja de ser extraño. Tras una entrega inicial estimable allá por 1996, la franquicia era una trilogía aparente cerrada en 2006. Entonces se reinició con ciertos aires de continuidad en la buena Protocolo fantasma. Ya con aquella entrega la saga se revitalizó y se pasó muy bien. Pero esta película es definitivamente un paso más allá en el asentamiento del reinicio de la franquicia. Con un guión potente, un ritmo endiablado, una acción práctica y espectacular desde su impresionante prólogo aéreo y un Tom Cruise genial acompañado de una Rebecca Ferguson increíble y dominante, Nación secreta es una estupenda misión imposible que merece la pena ser aceptada y mucho.
31 de enero de 2016
31 de enero de 2016
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Y a grandes espectáculos, le correspondemos con un gran cubo de palomitas (que lo que se trata es de consumir). Puro espectáculo consumista. Distracción preeminente, apenas sin tibiezas, consumo de usar, recordar moderadamente y dejar de lado congruentemente.
Rogue Nation vale su precio. La entrada está bien pagada. Las persecuciones, los enfrentamientos, la acción… de lo mejor de la historia; aunque por otro lado adolece de ir claramente de más a menos y de un excesivo y prolongado metraje.
“Nación Secreta” tiene una trama mas consistente y elaborada que las anteriores misiones, los giros de argumento están conseguidos. El elenco de secundarios (en especial Rebecca Fergurson) están a la altura del eternamente joven Tom Cruise. Un equipo de primera.
Sin embargo, no nos engañemos, todos los elementos podemos verlos como pretextos para disfrutar y gozar de las superlativas escenas de acción, auténticas alhajas de las sucesivas producciones de esta exitosa saga; y en esta última entrega, esas joyas brillan como nunca antes. Acción sin comparación, aunque van cuesta abajo en la película, y es que difícil empezar más alto (surcando los aires colgados en un AIRBUS A400M).
En conclusión, un legítimo ejercicio de entretenimiento adrenalítico. Diversión de altura.
Rogue Nation vale su precio. La entrada está bien pagada. Las persecuciones, los enfrentamientos, la acción… de lo mejor de la historia; aunque por otro lado adolece de ir claramente de más a menos y de un excesivo y prolongado metraje.
“Nación Secreta” tiene una trama mas consistente y elaborada que las anteriores misiones, los giros de argumento están conseguidos. El elenco de secundarios (en especial Rebecca Fergurson) están a la altura del eternamente joven Tom Cruise. Un equipo de primera.
Sin embargo, no nos engañemos, todos los elementos podemos verlos como pretextos para disfrutar y gozar de las superlativas escenas de acción, auténticas alhajas de las sucesivas producciones de esta exitosa saga; y en esta última entrega, esas joyas brillan como nunca antes. Acción sin comparación, aunque van cuesta abajo en la película, y es que difícil empezar más alto (surcando los aires colgados en un AIRBUS A400M).
En conclusión, un legítimo ejercicio de entretenimiento adrenalítico. Diversión de altura.
13 de febrero de 2016
13 de febrero de 2016
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El cine se auto influye como bien puede verse en el comienzo de esta nueva entrega. James Bond (mejor dicho, el James Bond de estos últimos años) deja paso a Ethan Hunt trajeado para ejercer las labores pertinentes en un previo auto conclusivo, esta vez a bordo de un avión de envergadura considerable. Lo cierto es que como proeza visual luce de lujo. Tom Cruise es consciente de que esta saga sin él no tendría atractivo suficiente y da el do de pecho para despachar (muy a gusto) una escena feroz que cierra con la llegada de los títulos de crédito iniciales. Es imposible obviar que el espía británico tiene ahora la batuta, en la sombra, como todo un referente de éxito tangible. Tan sólo hay que ver el producto desde la perspectiva y en su conjunto para descubrir que ya no hacen falta escenas híper vitaminadas ni alocadas enajenaciones “imposibles” para que el producto tenga la soltura, la frescura y la acción necesaria para ser un producto a tener en cuenta. Digamos que “M:I”, como saga, quieren mantenerla y cuidarla bien, darle el trato y mimo necesario para que esto no acabe siendo un bochorno y un “direct to Mordor”. Más aún cuando es el propio Cruise el que está en el proyecto, el máximo interesado en conseguir poseer el estatus de héroe de acción, demostrando que a pesar de contar con cierta edad sigue ofreciendo potencial y carisma a partes iguales.
Christopher McQuarrie, el cual ya había ofrecido las dotes suficientes con “Jack Reacher” para demostrar que tenía el don de conseguir ofrecer un título potable, aceptable y sostenible, se enfrenta aquí con una entrega menor dentro de toda la saga (es, sin ir más lejos, la más descafeinada de todas a pesar de contener momentos realmente contundentes y destacables) y que durante sus primera mitad lo rueda todo con una soltura aceptable y una dirección comedida pero para nada aburrida. Es precisamente en el momento que la película se relaja, en un cambio de tercio cuando se descubre el pastel real de ella, cuando todo empieza a dar bandazos y no consigue mantener el tono y el ritmo enfocado hacia un final difícil de encajar por mucho que el giro final, la sorpresa, sea todo un golpe de efecto. El tiempo dirá si acertado o fuera de juego. Otro de los errores con los que cuenta esta entrega es que quieren seguir colando un humor constante, obligado, para todos los momentos donde Simon Pegg hace acto de presencia, como si un producto de estas condiciones requiriera el chascarrillo facilón y vacío para aliviar la tensión del momento. Soy consciente que una frase chistosa e incluso una colección de gags pueden ayudar (y mucho) pero cuando estos entorpecen o desvían la atención para arrancar una sonrisa (forzada), que no tiene más vida después de abandonar la sala, todo se torna en torpeza y tropiezo. No es culpa de Pegg, el que ha demostrado que su vis cómica siempre resulta acertada, pero cuando estás obligando al espectador a reír sin necesidad o a querer hacer reír cuando ese momento no lo requiere estás matando la escena, al personaje y así sucede a lo largo de todo el metraje.
Una historia que intenta acercarse (sin conseguirlo) al tono más Hitchcock de la primera entrega (toda la parte de la ópera, la cual también intenta recuperar la virguería visual de “Quantum of Solace”, con la cual guarda no pocas similitudes) e incluso la elegancia de la cuarta entrega (todo lo que acontece en la escena del tanque de agua, precisamente por el exotismo del lugar y la elegancia de la puesta en escena, con ese montaje paralelo entre las instalaciones y Hunt intentando salvar la papeleta con las tarjetas identificativas). Hay que reconocerle el mérito de superar, con nota, toda la parte de la persecución por la ciudad y carretera, dejando en pañales a toda la parafernalia insulsa de Woo al respecto, pues aquí la sensación de velocidad, asfalto, caídas y explosiones se sienten y de una forma muy agradecida. Es imposible obviar que toda la escena de persecución nocturna en las calles de Londres entre neblinas es muy acertada, rememorando ese cine setentero de thrillers secos. Pero tenemos el problema de casi toda la saga en cuestión: no contamos con un villano memorable, un villano con dotes necesarias para quedar en la memoria, para darle la némesis justa y necesaria a Hunt. Tan sólo el gran Seymour Hoffman fue un auténtico badass, capaz de dispararle a cualquiera sin sentir un ápice de remordimiento. Aquí tenemos un hombre pérfido, de presencia inquietante pero sin las dotes necesarias para plantar la cara necesaria. Tiene el porte de un secuaz, un esbirro, un villano de segunda pero no el que debe llevar el peso dramático, el cual es casi ausente.
- continúa en spoiler -
Christopher McQuarrie, el cual ya había ofrecido las dotes suficientes con “Jack Reacher” para demostrar que tenía el don de conseguir ofrecer un título potable, aceptable y sostenible, se enfrenta aquí con una entrega menor dentro de toda la saga (es, sin ir más lejos, la más descafeinada de todas a pesar de contener momentos realmente contundentes y destacables) y que durante sus primera mitad lo rueda todo con una soltura aceptable y una dirección comedida pero para nada aburrida. Es precisamente en el momento que la película se relaja, en un cambio de tercio cuando se descubre el pastel real de ella, cuando todo empieza a dar bandazos y no consigue mantener el tono y el ritmo enfocado hacia un final difícil de encajar por mucho que el giro final, la sorpresa, sea todo un golpe de efecto. El tiempo dirá si acertado o fuera de juego. Otro de los errores con los que cuenta esta entrega es que quieren seguir colando un humor constante, obligado, para todos los momentos donde Simon Pegg hace acto de presencia, como si un producto de estas condiciones requiriera el chascarrillo facilón y vacío para aliviar la tensión del momento. Soy consciente que una frase chistosa e incluso una colección de gags pueden ayudar (y mucho) pero cuando estos entorpecen o desvían la atención para arrancar una sonrisa (forzada), que no tiene más vida después de abandonar la sala, todo se torna en torpeza y tropiezo. No es culpa de Pegg, el que ha demostrado que su vis cómica siempre resulta acertada, pero cuando estás obligando al espectador a reír sin necesidad o a querer hacer reír cuando ese momento no lo requiere estás matando la escena, al personaje y así sucede a lo largo de todo el metraje.
Una historia que intenta acercarse (sin conseguirlo) al tono más Hitchcock de la primera entrega (toda la parte de la ópera, la cual también intenta recuperar la virguería visual de “Quantum of Solace”, con la cual guarda no pocas similitudes) e incluso la elegancia de la cuarta entrega (todo lo que acontece en la escena del tanque de agua, precisamente por el exotismo del lugar y la elegancia de la puesta en escena, con ese montaje paralelo entre las instalaciones y Hunt intentando salvar la papeleta con las tarjetas identificativas). Hay que reconocerle el mérito de superar, con nota, toda la parte de la persecución por la ciudad y carretera, dejando en pañales a toda la parafernalia insulsa de Woo al respecto, pues aquí la sensación de velocidad, asfalto, caídas y explosiones se sienten y de una forma muy agradecida. Es imposible obviar que toda la escena de persecución nocturna en las calles de Londres entre neblinas es muy acertada, rememorando ese cine setentero de thrillers secos. Pero tenemos el problema de casi toda la saga en cuestión: no contamos con un villano memorable, un villano con dotes necesarias para quedar en la memoria, para darle la némesis justa y necesaria a Hunt. Tan sólo el gran Seymour Hoffman fue un auténtico badass, capaz de dispararle a cualquiera sin sentir un ápice de remordimiento. Aquí tenemos un hombre pérfido, de presencia inquietante pero sin las dotes necesarias para plantar la cara necesaria. Tiene el porte de un secuaz, un esbirro, un villano de segunda pero no el que debe llevar el peso dramático, el cual es casi ausente.
- continúa en spoiler -
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“Misión Imposible: Nación secreta” es un producto de fácil visionado, no provoca demasiado dolor de cabeza ni siente uno la imperiosa necesidad de mirar el reloj constantemente ante la cantidad de necedades concatenadas. Al contrario, es un producto que no molesta. Pero quizás ese es el gran problema. No tiene un cuerpo formal, no tiene una realización demasiado apabullante, ni tan siquiera escenas portentosas dentro de la hilaridad de su propuesta. Es más un producto para enfatizar las dotes de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo del propio Cruise (la escena de tortura, la ópera contra el rubio, la persecución en la moto, etc.) que una misión perfectamente orquestada y organizada pues toda la traca ante el primer ministro ya queda muy manida, un tanto repetitiva dentro de la saga en concreto y donde los personajes del conjunto se encuentran entre lo aburrido y lo forzado. ¿Significa eso que no es una buena entrega? no, para nada. Es más, quizás visto lo que llevamos de verano pueda acabar convirtiéndose en lo mejor del mismo con permiso de lo último de Pixar pero como entrega dentro de la saga no acaba de funcionar todo lo que uno quisiera aunque sea un producto serio (más de lo que se podía esperar y que se agradece en cierta medida) y menos infantil en cuanto al carácter de Hunt, el cual demuestra ser menos lobo solitario y más consciente de formar parte de un grupo aunque él sea el líder de la gesta. A pesar de todo lo positivo que pueda contener no es un filme hecho para dejar huella. Quizás la crítica se haya excedido con las alabanzas y loores, algo que le puede pasar factura, pero dentro de lo que cabe es un aceptable e incluso correcto filme de acción, que dentro de lo malo, ya está bien.
https://claquetadebitacora.wordpress.com/2016/02/13/critica-mision-imposible-nacion-secreta-christopher-mcquarrie-2015-sin-prisa-pero-sin-pausa/
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