Llama un extraño es un clásico de culto por su impresionante arranque, aún a día da escalofríos de los buenos, de los que sólo pocas películas saben dar. También es recordada por su desenlace, 10 minutos finales tensos a rabiar. Pero no todo vale: el resto de la película es una decepción aburrida como un piano. Teniendo un potencial genial con su inicio, ¿por qué desaprovecharlo en un estudio de un asesino no muy carismático que da más pena que gloria? La duración pasa, se echa de menos la premisa inicial, ésta se hace de rogar y el personal se aburre. Tal y como dicen otras críticas, quédense con el principio y el final: juntos hacen un relato asfixiante. La película como entero, fracasa.

Batman Begins es la mejor película de Batman dentro del puro terreno de cómic hasta ahora. Mientras que El Caballero Oscuro se encargó de tratar su espíritu con el máximo respeto y llevarlo al hiperrealismo, Begins es oscura y realista pero con el cómic por delante en todo momento respecto a sus personajes y su arco argumental. Christian Bale halla aquí su película más representativa para interpretar a Bruce Wayne/Batman y colocarse como el mejor de la historia en profundidad e interpretación. El ritmo es muy bueno, la película muy bien filmada, el guión es potente y esconde giros sorprendentes. Hasta ahora es la única película del género que no aspira a nada más que a ser una buena entrada en el género que trasciende los términos "aceptable", "fiel" o "entretenida" para ser notable y digna al 100%.

GoldenEye representa una buena película de 007 tradicional, con sus tópicos y sus más y menos, bien realizada y genial conservada. Pierce Brosnan jamás en la vida volvería a llegar tan alto como el mítico agente, por lo menos pudo dejar su huella imborrable en una entrega mítica. La trama se desdobla con facilidad (sobre todo en la historia de "amor", típica), pero el pulso es constante y las motivaciones son intrigantes. Brosnan añade dimensión y humanismo a Bond y Sean Bean le da la réplica a la altura como un villano reivindicable. El espectáculo y el divertimento están servidos.

Tras visionar El renacido (The Revenant) no pongo en duda la maestría de Iñárritu dirigiendo. Su estilo visual poético es magistral y bello en las escenas de mayor crudeza y tragedia. No muchos directores o visionarios consiguen eso más en estos tiempos. Tampoco dudo que DiCaprio merezca su Oscar e incluso un reconocimiento mayor. Su personaje nos hace sufrir casi tanto como lo que sufre él y DiCaprio demuestra lo estupendo que es transmitiendo sentimientos. Hardy no me lo esperaba. La maldad arbitraria y carismática personificada. Una actuación genial. Hasta aquí vamos bien. El problema es la historia de la película: no merece tanto bombo como sus actores o su director. Es una historia de supervivencia y venganza sin mayores pretensiones, pero sí con un desarrollo más lento y pretendidamente profundo. Lo dinámico y sorprendente de su prólogo se va apagando en sucesiones de silencios y planos largos que podrían haberse acortado un poco o haberse usado para alguna subtrama reivindicable. Se predecía que no era una película para todo el mundo, pero puede que incluso el que busque "disfrutarla" de algún modo se las vea y se las desee para hacerlo.

Monstruoso no pasará a la historia por su complejidad o maestría, sino por su magistral campaña de márketing y por su envoltorio lujosamente presentado y resuelto de forma trepidante. Tiene el detalle de no aspirar a más que ser un paseo de terror y tensión cámara en mano y superando obstáculos hasta su escalofriante final. Y lo que se propone lo consigue con creces. Es una película que te mantiene pegado al asiento, que consigue que dependas de sus personajes y no te diviertas con su sufrimiento sino que hasta te importen sin conocerles. Y eso no se consigue sin un buen hacer tras las cámaras en prácticamente todos los aspectos. Si todas las películas provocadoras de "hype" fuesen así, un servidor estaría encantado.