Tropa de élite
7.5
37,822
Acción. Drama
Brasil, 1997. El capitán Nascimento (Wagner Moura) está al mando de un escuadrón del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), un cuerpo de élite de la policía de Río de Janeiro. Su misión es actuar en las favelas, en las que la policía, por miedo o por corrupción, no interviene. Nascimento quiere dejar su puesto, ya que está a punto de ser padre, pero antes necesita encontrar un sustituto adecuado. Con ese fin comienza a ... [+]
17 de febrero de 2010
17 de febrero de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La voz en off molesta y algún personaje está algo desdibujado, pero la fuerza de las imágenes, el desarrollo del protagonista, el magnífico personaje del oficial de la fuerza de élite y, sobre todo, la habilidad de Padilha para no caer en ningún tipo de sentimentalismo al narrar un relato tan brutal hacen de ésta una cinta áltamente recomendable.
8 de mayo de 2010
8 de mayo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y en este caso la misión carece de todo sentido, proteger al Papa en su visita a Rio, empeñada su santidad en alojarse cerca, demasiado cerca de las favelas, es decir del infierno en la tierra. Este argumento que en un primer momento puede parecer incluso estúpido, encierra toda la hipocresía de la diferencia de clases existente en una sociedad supuestamente avanzada. Las clases altas incluidos políticos y el alto clero viven indiferentes a la realidad de la miseria, la violencia y la droga en las barriadas, y el único nexo de unión entre ambas realidades no es otra que la policía, pero no la policía convencional tan cobarde y corrupta como quien más, sino la policía de elite. La policía de élite no es ni buena ni mala, ni fascista ni asesina, son hombres que solo viven para su trabajo, idealistas, adictos a la acción, niñatos con pistola y estrategas puros y duros que juegan sobre el filo de la navaja a mantener el equilibrio entre el cielo y el infierno, tenemos de todo pero lo importante es su nexo en común: es la falta de corrupción. Los soldados de la tropa de élite son vengativos, abusan de su poder y usan métodos expeditivos pero si por un instante consigues empatizar con ellos, el director ya ha conseguido su cometido, y es que la película, polémicas aparte, es muy buena, ágil y entretenida, la voz en off funciona de maravilla y los actores lo hacen francamente bien, sobre todo el cansado protagonista, Wagner Moura.
Quizás peca un poco de querer seguir la estela de modernidad en el montaje de Ciudad de Dios, dos películas que por su visión no tienen nada que ver en absoluto, más bien son antagónicas, por lo demás la veo muy recomendable para que cada uno saque sus propias conclusiones acerca de la situación en una de las ciudades más peligrosas del planeta.
Quizás peca un poco de querer seguir la estela de modernidad en el montaje de Ciudad de Dios, dos películas que por su visión no tienen nada que ver en absoluto, más bien son antagónicas, por lo demás la veo muy recomendable para que cada uno saque sus propias conclusiones acerca de la situación en una de las ciudades más peligrosas del planeta.
22 de mayo de 2010
22 de mayo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tropa de Élite es una película brasileña, sin un presupuesto de escándalo y con un elenco de actores que no han visto ni verán el cártel de Hollywood de cerca en sus vidas (a no ser que vayan de turismo, claro está). Por estas razones, podemos encontrar algunas actuaciones no lo excelentes que quisiéramos y los actores no son todos divinos de la muerte (puede que haya gente que no se crea que exista gente así en el cine) como de costumbre, pero todo es perdonable por su verdadera esencia: una crítica sin tapujos a todos los escalones de la sociedad, desde el más bajo hasta el más alto, y un pequeño resorte para la reflexión personal.
Cuenta la historia del BOPE, una división de la policía duramente entrenada para combatir en las favelas. Nascimento, uno de sus capitanes, pretende retirarse, pero antes de eso necesita encontrar un sustituto para saber que todo se queda en buenas manos. Ahí entran en juego Neto y Matías, dos personajes muy diferentes entre sí pero con un gran sentido del honor y la defensa de los derechos. La voz en off de Nascimento va narrando los acontecimientos que van ocurriendo.
No sé hasta qué punto es creíble esta película como adaptación de la realidad (seguramente, el 90% sí que será igual, y el 10% incluso peor), pero la situación que dibuja es totalmente deprimente. Los traficantes de drogas envenenan a toda la población de las favelas que ya de por sí están bien metida dentro de la miseria y la pobreza. La policía está igualmente llena de mierda, si no más, por la asquerosa corrupción que consigue el dinero producto de las drogas. Pero es que allí hasta el más honesto tiene su lado oscuro y es otra de las cosas que trata la película: el capitán Nascimento es, sin duda, uno de los mejores policías que puedes encontrarte, que lo da todo por intentar limpiar lo podrido. Toda esa situación tiene sus consecuencias en casa, con su mujer, y la evolución de su relación con ella es clara y contundente.
Como ya he dicho al principio, el director no escatima en críticas (con lo que no quiero decir que lo haga sin sentido, todo lo contrario). Y es que no todo es tan simple como blanco o negro. El BOPE es un escuadrón con unas intenciones impecables, que no las podría negar ni un cristiano, pero sus métodos no son tan idílicos y pacíficos. Una de cal y una de arena, así son las cosas.
Concluyendo, esta película hay que verla, no por sus efectos especiales, sino por su trasfondo real, mirar un poco más allá e intentar reflexionar un poco, que tampoco cuesta tanto. Aunque refleja la situación de Brasil y su extrema pobreza en las favelas, la conclusión es mucho más general y extrapolable a otras situaciones.
Cuenta la historia del BOPE, una división de la policía duramente entrenada para combatir en las favelas. Nascimento, uno de sus capitanes, pretende retirarse, pero antes de eso necesita encontrar un sustituto para saber que todo se queda en buenas manos. Ahí entran en juego Neto y Matías, dos personajes muy diferentes entre sí pero con un gran sentido del honor y la defensa de los derechos. La voz en off de Nascimento va narrando los acontecimientos que van ocurriendo.
No sé hasta qué punto es creíble esta película como adaptación de la realidad (seguramente, el 90% sí que será igual, y el 10% incluso peor), pero la situación que dibuja es totalmente deprimente. Los traficantes de drogas envenenan a toda la población de las favelas que ya de por sí están bien metida dentro de la miseria y la pobreza. La policía está igualmente llena de mierda, si no más, por la asquerosa corrupción que consigue el dinero producto de las drogas. Pero es que allí hasta el más honesto tiene su lado oscuro y es otra de las cosas que trata la película: el capitán Nascimento es, sin duda, uno de los mejores policías que puedes encontrarte, que lo da todo por intentar limpiar lo podrido. Toda esa situación tiene sus consecuencias en casa, con su mujer, y la evolución de su relación con ella es clara y contundente.
Como ya he dicho al principio, el director no escatima en críticas (con lo que no quiero decir que lo haga sin sentido, todo lo contrario). Y es que no todo es tan simple como blanco o negro. El BOPE es un escuadrón con unas intenciones impecables, que no las podría negar ni un cristiano, pero sus métodos no son tan idílicos y pacíficos. Una de cal y una de arena, así son las cosas.
Concluyendo, esta película hay que verla, no por sus efectos especiales, sino por su trasfondo real, mirar un poco más allá e intentar reflexionar un poco, que tampoco cuesta tanto. Aunque refleja la situación de Brasil y su extrema pobreza en las favelas, la conclusión es mucho más general y extrapolable a otras situaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me parece genial el momento de la instrucción de los nuevos reclutas para el BOPE y como se ensañan con el corrupto. Aunque la forma de actuar de Nascimento y los demás no son de lo más correcta, los tienen bien puestos.
15 de junio de 2010
15 de junio de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una ideología, una forma de ver el mundo y de actuar que este completamente contrapuesta a mi forma de ser y de actuar, es el fascismo y es verdad que si hacemos un análisis superficial de esta película llegaremos a la conclusión de que de una forma dura y directa "tropa de élite" es un canto al autoritarismo del estado y a la ultra derecha ideológica. Creo que no es momento de hacer ese análisis ya que al parecer dentro de muy poco tiempo se presentara en los teatros de todo el mundo la segunda parte de esta película y tal vez cuando vea ambas en conjunto pueda sacar una conclusión mas redondeada y clara de lo que jose padilha pretendía transmitir por medio de este largometraje.
Aparte de la discusión "filosófica e ideológica" que se puede iniciar, tropa de élite es una película sumamente entretenida, con ritmo, buenas actuaciones (la actuación de wagner moura me parece fantástica) con una gran dirección y con un guion que refleja muy bien la realidad de muchos barrios humildes de brasil (favelas) y de otros países de América latina.
Fascista o no, esta película tiene muchas virtudes y pocos errores, me atrevo a decir que es un film de esos que tal vez no sea muy conocidos por la mayoría de las personas que conocemos pero que no dudaría en ningún momento en recomendar.
8.5
Aparte de la discusión "filosófica e ideológica" que se puede iniciar, tropa de élite es una película sumamente entretenida, con ritmo, buenas actuaciones (la actuación de wagner moura me parece fantástica) con una gran dirección y con un guion que refleja muy bien la realidad de muchos barrios humildes de brasil (favelas) y de otros países de América latina.
Fascista o no, esta película tiene muchas virtudes y pocos errores, me atrevo a decir que es un film de esos que tal vez no sea muy conocidos por la mayoría de las personas que conocemos pero que no dudaría en ningún momento en recomendar.
8.5
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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La escena en la que el personaje de wagner moura le dice a su esposa que no vuelva a opinar de su trabajo, es escalofriante y sumamente convincente, en ese momento pensé, "este tipo esta haciendo la actuación de su vida"
13 de julio de 2010
13 de julio de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno termina de ver Tropa de élite, no tiene más remedio que tomarse unos segundos para recuperar el aliento. La primera impresión es la de un chute de adrenalina salvaje, la de una montaña rusa de casi dos horas de la que es imposible bajarse. Luego respiras, piensas y te das cuenta de que Tropa de élite no es una simple película de acción.
Además de su ritmo vertiginoso, Tropa de élite indaga en una realidad verdaderamente terrible como es la de las “favelas” de Río de Janeiro. Desde el principio se nos deja claro que es un espacio exclusivamente dedicado a la venta de droga. Hasta ahí nada sorprendente; lo que es indignante es ver cómo la policía está completamente corrompida y no sólo no hace nada por evitar la situación, sino que se beneficia económicamente de ella mediante sobornos y demás chanchullos. Todos menos nuestro protagonista, Nascimento, que sigue creyendo en los ideales de honradez y justicia, algo que convierte su día a día en un auténtico infierno. La película nos cuenta el quehacer cotidiano del BOPE (cuerpo de élite que “llega donde la policía no puede llegar”), cuerpo al que pertenece Nascimento, así como la historia de dos aspirantes que quieren ingresar en él.
Tropa de élite es, ante todo, una sobredosis de realidad. Una realidad que merecía un examen a conciencia como éste, una realidad olvidada que se cobra cada día muchas vidas y destroza el futuro de otras muchas más. Pero Tropa de élite no se queda en el mero retrato social, sino que profundiza en sus personajes, explora sus motivaciones y nos cuenta con pelos y señales sus sufrimientos y va mostrándonos cómo poco a poco la inevitable realidad les va pasando factura. Todo ello con un ritmo que apabulla, con una dirección precisa y muy ágil y unos intérpretes muy creíbles (completos desconocidos para mí).
Muy recomendable esta combinación de cine de acción y cine social. Un descubrimiento. Se está preparando la segunda parte, por cierto.
Además de su ritmo vertiginoso, Tropa de élite indaga en una realidad verdaderamente terrible como es la de las “favelas” de Río de Janeiro. Desde el principio se nos deja claro que es un espacio exclusivamente dedicado a la venta de droga. Hasta ahí nada sorprendente; lo que es indignante es ver cómo la policía está completamente corrompida y no sólo no hace nada por evitar la situación, sino que se beneficia económicamente de ella mediante sobornos y demás chanchullos. Todos menos nuestro protagonista, Nascimento, que sigue creyendo en los ideales de honradez y justicia, algo que convierte su día a día en un auténtico infierno. La película nos cuenta el quehacer cotidiano del BOPE (cuerpo de élite que “llega donde la policía no puede llegar”), cuerpo al que pertenece Nascimento, así como la historia de dos aspirantes que quieren ingresar en él.
Tropa de élite es, ante todo, una sobredosis de realidad. Una realidad que merecía un examen a conciencia como éste, una realidad olvidada que se cobra cada día muchas vidas y destroza el futuro de otras muchas más. Pero Tropa de élite no se queda en el mero retrato social, sino que profundiza en sus personajes, explora sus motivaciones y nos cuenta con pelos y señales sus sufrimientos y va mostrándonos cómo poco a poco la inevitable realidad les va pasando factura. Todo ello con un ritmo que apabulla, con una dirección precisa y muy ágil y unos intérpretes muy creíbles (completos desconocidos para mí).
Muy recomendable esta combinación de cine de acción y cine social. Un descubrimiento. Se está preparando la segunda parte, por cierto.
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