Este clásico de Howard Hawks está basado en la novela de Raymond Chandler, pero es que además está el gran William Faulkner en las directrices del guion, donde la caracterización de los diversos arquetipos del cine negro primigenio están retratados en su mayor pulcritud, con un Humphrey Bogart que encaja perfectamente con el retrato clásico del detective de la época dorada del séptimo arte.

Algo inusual es ver cómo los personajes secundarios tienen una representación importante como elementos visibles que convergen en las premisas básicas de este tipo de historias, son piezas clave que resaltan el misterio y permiten narrativamente extender una aparente complejidad para la trama, aunque realmente posea uno de los móviles más tradicionales en el desarrollo temático del género.

El papel de "femme fatal" en Lauren Bacall hace hincapié en ese aspecto enigmático y atractivo de la mujer en este cine, su malicia y la carisma para retratar su cabida en este género se basa en la picardía, en ser un componente efectivo para reflejar el carácter desconfiado, pesimista e investigador del detective en su contexto sociocultural.

Max Steiner crea la atmósfera acertada para este cine que conceptualiza perfectamente la base del género negro, si bien Howard Hawks emplea su rostro cinematográfico con una elegancia incuestionable y un arte en cada toma que realiza. "El sueño eterno" (1946) es sencillamente una obra estándar esculpida para el crecimiento y el engrandecimiento de un género que mutaría de formas distintas a lo largo del tiempo.

Intentaré responder desde mi humilde punto de vista a un usuario que se pregunta "cómo una película puede ser una obra maestra si la trama no hay por dónde pillarla".

El sueño eterno, dirigida por Howard Hawks en 1946 y basada en la novela homónima de Raymond Chandler, es un ejemplo perfecto de una película donde la trama puede parecer confusa, pero su genialidad radica en otros aspectos. La historia del detective Philip Marlowe, interpretado por el icónico Humphrey Bogart, está llena de giros y personajes sombríos, pero incluso el propio Chandler admitió no tener claro quién mató a uno de los personajes (el famoso caso de Owen Taylor). Esta ambigüedad narrativa no ha impedido que la película se haya convertido en un clásico del cine negro. ¿Por qué?

La química entre actores: La dinámica entre Bogart y Lauren Bacall (que interpreta a Vivian Sternwood) brilla en pantalla, cargada de tensión, humor y romanticismo.

Su estilo cinematográfico: La atmósfera de sombras, humo y un ambiente cargado de peligro es el epítome del cine negro.

Sus diálogos: Las réplicas rápidas e ingeniosas son inolvidables y añaden encanto al caos de la trama.

Por su interpretación abierta: En lugar de depender de la claridad de la historia, la película invita a los espectadores a sumergirse en su mundo y a disfrutar del viaje en sí. Al final, no importa tanto si todos los cabos quedan atados. La película es más una experiencia que un rompecabezas por resolver.

El sueño eterno es una de las obras más icónicas del cine negro, dejando una marca profunda en el género. Su influencia se refleja en varios aspectos clave. La película consolidó elementos clásicos del cine negro, como los contrastes fuertes de luces y sombras, los espacios urbanos opresivos y las atmósferas cargadas de misterio.

El personaje de Philip Marlowe interpretado por Humphrey Bogart, se convirtió en una referencia para detectives en el cine y la literatura, influyendo en protagonistas de otros filmes del género. Con su intrincada trama llena de giros y cabos sueltos (que incluso dejó a los cineastas debatiendo sobre ciertos detalles), El sueño eterno ayudó a establecer la narrativa oscura y enigmática típica del cine negro. Su historia entrelazada con múltiples sospechosos y secretos creó un modelo narrativo que otros han intentado emular.

La química entre Bogart y Bacall añade una dimensión emocional, mostrando que la tensión romántica puede coexistir con el tono oscuro del género, algo que inspiró futuras historias con esta dualidad. Sus diálogos rápidos y afilados, llenos de doble sentido, se convirtieron en una característica destacada, y su influencia se ve en el cine negro clásico y en reinterpretaciones modernas del género.

Por todas estas cuestiones El sueño eterno es considerada una obra maestra especialmente dentro del género del cine negro por muchos críticos y amantes del cine, entre los que me incluyo. Su combinación de dirección magistral por parte de Howard Hawks, actuaciones icónicas de Humphrey Bogart y Lauren Bacall, una atmósfera intrigante y diálogos afilados la han colocado como un clásico atemporal.

Aunque algunas personas podrían debatir si su trama compleja y a veces confusa le resta puntos, su influencia y legado son innegables.

Bacall y Bogart son la pareja perfecta para una película dirigida con maestría, con una música que acompaña y, lo mejor, un guión radiante, lleno de risas, lágrimas, mentiras, tensión. El guión para mi es perfecto. Y la película lo nota. Suerte que a Marlowe sí le gustan las pistolas.

- Hola, muñeca, me llamo Bogart, Humphrey Bogart, pero todos me llaman Marlowe.

- Y a qué debo su inoportuna visita, señor Bogart Marlowe?

- Estoy aquí porque he venido. Me envía Hawks, Howard Hawks.

- Hawks es ese señor que pilota aeroplanos y que está como una chota?

- Eso ha debido decírtelo el bueno de Chandler, Raymond Chandler, pequeña.

- Chandler es ese escritor al que no entiende ni su madre? No tengo el gusto.

- No mientas, nena. Aunque éste sea mi quinto whisky de la mañana no soy fácil de engañar.

- Según William Faulkner le caen a usted un par de botellas diarias. Estará siempre ciego.

- Te equivocas, encanto. Ninguna zorra ni ninguna botella ha conseguido tumbarme aún.

- Y bien, señor Marlowe, qué turbio asunto le trae por mi modesto hogar?

- El general me ha contratado para que le solucione un par de problemillas.

- Y esa parálisis facial que luce es producto de algún tratamiento de belleza?

- No te equivoques, muñeca. Mi cara de póker no es cosa del botox.

- A ver, puedo pellizcarle la mejilla a ver si se mueve un milímetro?

- Aparta, encanto. No intentes sentarte en mis rodillas mientras estoy de pie.

- Señor Bogart-Marlowe, sea lo que sea lo que quiere saber, no sé nada.

- Si intentas engañarme lo vas a pasar muy mal, pequeña.

- Es usted muy persuasivo, debe de ser muy bueno en su trabajo.

- Nena, hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como las hago yo.

- Y supongo que mi padre le habrá pagado sustanciosamente por su trabajo.

- Así es. Me ponen nervioso los tipos a los que no les interesa el dinero.

- Le repito, señor Marlowe, que no sé nada.

- Muñeca, canta rápido porque no tengo todo el día y hablar me cansa.

- Siempre desconfié de los hombres callados; sólo dicen chorradas.

- Bueno, nena, me lo cuentas por las buenas o tendré que ponerme desagradable?

- Piérdete, Marlowe. Con ese tonito de chulazo aburres hasta a las cabras.

- Pequeña, estás siendo muuuuuy mala. Tendré que darte unos azotillos.

- Marlowe, te has equivocado de peli. Anda y tira para las "50 sombras de Grey", payaso.