Es una superproducción de Hollywood, y una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por el Premio Nobel de literatura Borís Pasternak, con cierto toque autobiográfico, ya que este también vivió la revolución y sufrió como escritor la represión.

Lo siento, pero no he podido con esta película, no ha conseguido engancharme en ningún momento, no la he acabado de entender, no he conseguido prestarla la atención necesaria, ya que iba desconectando de la misma una vez tras otra. Me he quedado dormido en varias ocasiones, pero al final con mucho esfuerzo conseguí verla del tirón.
La historia no me acaba de enganchar, las actuaciones son muy forzadas, como es costumbre en las películas de esa época, no me he creído las historias de amor...
Muchos hablais de peliculón y tiene notaza, pero a mí no me lo ha parecido ni de lejos.

¿Recuerdan ustedes aquel refrán que pregonaba "El mundo es un pañuelo"? Pues parece que en "Doctor Zhivago" David Lean nos obsequie con un ejemplo que lo cumpla a rajatabla, ya que el doctor que da título al film no hace más que recorrer pueblos y parajes de la Rusia en plena revolución para encontrarse una vez tras otra con la misma rubita de ojos azules y expresión serena.
Y aunque tras ella haya magníficas virtudes, para servidor resulta fallida e imperfecta. Lejos de esas imperfecciones, está su magnífico inicio, donde la historia que traza Lean basándose en la novela de Pasternak resulta suficientemente atrayente, además de ser conducida por el cauce más adecuado para realizar una completa y genial presentación de sus personajes, así como introducirnos en el contexto en el cual el realizador desarrollará su historia.

Tampoco quedan atrás otras grandes capacidades como el poder y la potencia que poseen algunas de las imágenes creadas por su director que, respaldándose en una fotografía por momentos portentosa, una banda sonora con canciones que ya han pasado a la historia de la música como hitos o un vestuario y maquillaje que resultan completísimos, sabe añadir el contrapeso perfecto para que todo funcione como debe funcionar. O por lo menos así resulta en el primer tramo, pese a la pesadez que adquiere el relato por momentos o algunos de sus atípicos momentos.

En cambio, la irregularidad de un guión cuya estructura no termina de resultar satisfactoria, unos personajes cuyas intenciones y reacciones no poseen un estudio demasiado definido y un final que, en ocasiones, puede llegar a ser verdaderamente lento, lastrarían una propuesta donde, además de las virtudes descritas, sobresale una buena interpretación de Omar Sharif que, por desgracia, no puede levantar el film como a servidor le habría gustado.
En consecuencia, el sabor final es de decepción total, por tener ante mi esa trama que por momentos peca de no ser excesivamente verosímil, y porque las reacciones de los protagonistas parece que no estén supeditadas al propio cuestionamiento que ellos mismos deberían hacerse.
Un cate raspado, vaya...

Una película fija en las tardes de domingo. La dirección de Lean y la sobriedad del reparto permiten a la película circular sin mirar el reloj. Muy buena ambientación y vestuario y, además, un fiel retrato histórico. A ratos un poco pastel y excesivamente larga pero muy recomendable.

No cabe duda que la cinta es una joya del cine clásico, David Lean no sólo se limita a desarrollar una revolución(Un tanto infravalorada), muestra la otra cara de ésta en la cual inmiscuye personajes totalmente ajenos a este suceso, personajes, cuyas vidas van en torno a un hombre, médico y poeta, esposo y amante, testigo de una revolución que prefiere ignorar.
Actuaciones notables y una excelente fotografía permiten apreciar esta obra a la cual hubiese podido calificarla con 10 estrellas, pero dudo de la veracidad que puedan expresar los intelectuales sobre una revolución, tan justa como necesaria, pero que es empañada en algunas situaciones de la película haciéndola parecer malévola y sin sentido alguno.