El de momento imparable éxito de las distintas producciones Marvel basadas en su gigantesco universo de superhéroes ha permitido que salgan adelante otras películas más "alternativas". Alternativas para Marvel, por supuesto, pero relativamente alejadas del mainstream y de los personajes universalmente conocidos. Así hemos podido seguir los orígenes de personajes como Ant-man, Deadpool y ahora del Dr. Strange.

Y era este otro proyecto bastante peliagudo. Un personaje que no vuela, ni tiene superfuerza ni armas superavanzadas y que basa su existencia y poderes en la magia podía atragantarse al seguidor habitual de este tipo de películas. Para intentar paliarlo en parte este Dr. Strange es bastante más físico que el del comic. Pelea, da patadas y usa espadas (mágicas pero espadas) y sus rivales aún más. Pero sigue siendo básicamente un mago, el Hechicero Supremo del universo Marvel. Y ahí Scott Derrickson y su equipo han hecho un muy buen trabajo. Han logrado una magia visualmente muy atractiva y han tratado muchos asuntos esotéricos de una manera que resulten atractivos y entretenidos.

La película tiene, obviamente, sus puntos negativos. Como toda película de presentación de un personaje, la mayor parte del metraje se pierde en introducir al protagonista y sus acompañantes y en relatarnos su camino de aprendizaje, de modo que el desenlace es un poco apresurado y tal vez demasiado breve. Tampoco se profundiza demasiado en la construcción de los personajes y motivaciones (esa novieta que parece vivir en el Hospital porque siempre está allí al pie del cañón, por ejemplo) pero todo ello se perdona por lo entretenida que resulta la película y por los muy oportunos toques de humor que la salpican.

Porque si algo ha caracterizado a Marvel y sus adaptaciones es ese sentido del humor que siempre se ha echado de menos en su competidor DC, demasiado engolado e intenso en sus películas (véase la tropelía de Batman vs. Superman). En Marvel esa vis de ironía y autoparodia le da un aire muy fresco al conjunto:
- Toma, esto es para ti
-¿Es un mantra que deba recitar?
- No, es la contraseña de la Wifi ;)

A destacar también a Benedict Cumberbatch, que parece haber nacido para interpretar al Dr. Strange, con ese aire de dandismo distraído y ese dramático vozarrón.

En definitiva, una película entretenida y bastante original en Marvel que además ha triunfado en taquilla, lo que nos garantiza más visitas del Dr. Strange en el futuro.

Aunque me haya resultado entretenida, me ha parecido sobretodo decepcionante, me esperaba bastante más. Como cosas positivas diré que tiene buenas escenas de acción y una parte cómida divertida, que no toda su parte lo es, pues algunas cosas me han parecido un tanto ridículas. Pero lo mejor de todo para mí, sin duda han sido sus personajes, todos interesantes, sobretodo el genialmente interpretado por el gran Mads Mikkelsen.

Cumberbatch es un gran talento. Esto puede ser obvio pero yo le descubrí en "Amazing Grace" y "Expiación" antes de ser Sherlock. Dicho esto primero vamos a ver el personaje.

El doctor es una rara avis dentro del universo Marvel. Solo aparecía en grandes eventos o para reunir a "Los defensores" mientras peleaba sus guerras en mundo mágicos. Tiene un gran poder pero parece que solo se mete en peleas místicas, haciendo así que quedara un poco apartado. Por otro lado el origen de este ha quedado demasiado atropellado donde, al parecer, entrar en la orden es más fácil que entrar a un descampado.

Pasando a la película.
Visualmente muy potente recordando sin duda a "Origen". Tiene un ritmo acertado que hace entretenido ver de principio a fin la obra pero... el argumento es otra cosa.
Creo que es bastante previsible, demasiado lineal dejando de lado alguna sorpresa o impacto dando todo el protagonismo a los efectos especiales.
El doctor nunca ha sido gracioso, no hace falta de verdad. Con Deadpool, Spiderman o Ironman tenemos más que suficiente en el universo Marvel.

Es una buena película que puede estirar su propio universo de magia y dimensiones paralelas. El mayor problema al igual que los cómics es que este personaje solo encaja en grandes eventos dejando su intervención (lo cual nos encanta a los fans) en algunos cameos y poco más.

Así que como dicen en este film, olvida todo lo que has aprendido (de superheroes) y disfruta de esta entretenida película del mago supremo.

Si algo ha quedado claro a lo largo de estos años con las películas Marvel, es que la siguiente puede ser mejor y más grande que la anterior. Lejos quedó aquella costumbre de que las segundas partes nunca fueron buenas. Ahora “Dr. Strange” deja el listón muy alto para ser una primera entrega prometiendo echar más madera a este tipo de sagas.

La película se incluye dentro del monumental plan de Marvel para asentar a todos sus protagonistas en una línea temporal coherente, y “Dr. Strange” aporta su grano de arena para que esto ocurra. Llega justo a tiempo para entrar en la nueva entrega de “Thor” o de “Los vengadores”, en las que será clave en la medida en la que los demás le dejen, pero seguramente importante para las aventuras. Esta película sirve de presentación del personaje como han tenido todos antes, y lo hace a lo grande, con un espectáculo visual muy atractivo y original. Desde ese punto de vista, las secuencias de acción son brillantes, con un mundo propio interesante y unas persecuciones muy entretenidas; desde el punto de vista narrativo, el guion se esfuerza por crear un punto de partida sólido de un personaje arrogante y déspota que más tarde tendrá que buscar redención en algo que va más allá de su entendimiento. Desde el comienzo, “Dr. Strange” construye esta base con las emociones del personaje y poco a poco muestra ese desarrollo que convierte al doctor, con todas sus aristas y peculiaridades. Como siempre Marvel tiene un inicio rompedor que pega al asiento al espectador, y que adentra en la historia nada más empezar.

Para el personaje principal el elegido ha sido Cumberbatch, y no parece casualidad. Sus interpretaciones como Sherlock (casi icónica ya) o en películas como “Descifrando Enigma” o “12 años de esclavitud” le convierten en un actor todoterreno, de esos en los que confiar en los momentos calientes. Una apuesta segura no sólo para la película, que se asegura un actor carismático, sino también para él, que tendrá muchas entregas para lucirse. Precisamente el carisma era muy necesario en este personaje, y Benedict cumple de sobra con ese altivo doctor que tras un accidente debe renovar sus creencias. A su lado McAdams, que no tiene mucho protagonismo, y Ejiofor se unen a la acción sabiendo que todo gira en torno al protagonista, algo inevitable. Por poner algún pero, seguramente se esperaba más del malvado de turno, un Mikkelsen que no tiene la fuerza necesaria para hacer frente a un Strange que aprende rápidamente y se siente superior.

Una piedra más en el camino de Marvel, pero no una piedra cualquiera, sino una angular para disfrutar de un personaje carismático en una película muy imaginativa, que mantiene el pulso desde que lo inicia con un ritmo alto. Una ambiciosa propuesta en la que se mantiene el sello de la marca pero que se aleja algo de las demás películas de superhéroes para entrar de lleno en un terreno místico con múltiples universos y que puede presumir de un desenlace muy original e ingenioso. Si además Cumberbatch se entrega en cuerpo y alma, poco más se puede pedir.

Buenas críticas, buenos protagonistas, buen género, todo apuntaba alto cuando pasaba por la puerta de la sala, aunque al salir no me pareció una cinta que merezca un calificativo más allá del interesante.

Los actores y efectos especiales son buenos, incluso la historia y las nuevas armas de este extraño superhéroe aparentan una cierta originalidad, pero tras un comienzo de calidad donde se nos presenta el origen del superhéroe y, después, tras las primeras bromas o pruebas con los superpoderes o armas, la cinta cae en picado, hacia el convencionalismo. Mientras los superpoderes más espectaculares son repetidos y no son tan originales, parecido a lo visto en Origen y en películas de máquinas para viajar en el tiempo.

La cinta se deja ver, aunque sin llegar a quedar mucho tiempo en la memoria.