Carol
7.0
23,114
Romance. Drama
Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2016
23 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo está basada en un libro de Highsmith, pero por desgracia no refleja el misterio y la tensión que siempre rezuma la obra de la escritora norteamericana.
La ambientación es lo mejor de todo y con diferencia. Está muy por encima de lo que es una buena ambientación; la colección de coches es excelsa y la de guantes de Carol muy sugestiva. Ayuda la música y solo un poco la fotografía.
No hay mucho más debajo de tan formidable envoltorio; las relaciones con los secundarios son deslavazadas e inconexas y lo peor, no hay química ni pasión entre las protagonistas.
No es una gran película en absoluto, pero se deja ver con mucha corrección..
La ambientación es lo mejor de todo y con diferencia. Está muy por encima de lo que es una buena ambientación; la colección de coches es excelsa y la de guantes de Carol muy sugestiva. Ayuda la música y solo un poco la fotografía.
No hay mucho más debajo de tan formidable envoltorio; las relaciones con los secundarios son deslavazadas e inconexas y lo peor, no hay química ni pasión entre las protagonistas.
No es una gran película en absoluto, pero se deja ver con mucha corrección..
24 de marzo de 2016
24 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La adaptación de la valiente novela de Patricia Highsmith ofrece una alternativa a la afamada "La vida de Adèle" aunque en esta ocasión bajo el prisma de la delicadeza y el clasicismo. El esquema de partida es similar, mujer ya curtida en términos lésbicos seduce a otra, inocente y confiadamente hetero. A partir de ahí el encuadrar la acción en los cincuenta despliega un contexto hostil que añade ese aroma de lo prohibido y sociedad castradora. El que la peli sea llevaba por dos diosas como Blanchett y Mara es un plus, pero que además sus interpretaciones sean extraordinarias es de pleno. Haynes las perfila de forma sutil mientras se abren paso entre una sencilla pero gran banda sonora y las envuelve en una poética huida hacia adelante. Esperemos que el tiempo regale a Carol una mayor dimensión de la que ha gozado en el año de su estreno
30 de abril de 2016
30 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Therese (Rooney Mara) es una joven dependienta que conoce a Carol (Cate Blanchett) al acudir ésta un día a su tienda. Entre ambas surge enseguida una química que dará lugar a una preciosa historia de amor. Esa es la esencia de “Carol”, el amor entre dos personas, sin importar su sexo o su estatus social, y sin caer en el morbo tan recurrente en esta temática. Una historia que nos atrapará desde el primer momento, gracias a la brillante actuación de sus dos protagonistas.
Más información en : claquetametalica.wordpress.com
Más información en : claquetametalica.wordpress.com
22 de mayo de 2016
22 de mayo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he leído la novela de Patricia Highsmith, aquella que firmó en un principio como Claire Morgan y que tituló El precio de la sal; pero no dudo de que a su autora (1921-1995) le hubiera encantado esta adaptación de Todd Haynes, sobre todo por el énfasis que hace en la dignidad de las mujeres condenadas, por época, cultura y convencionalismos, a nadar contracorriente.
También hubiera aplaudido la decisión de que la historia cinematográfica apareciera bajo cualquier bandera que no fuera la de su país, pues solo entendía la hipocresía como herramienta literaria; y que el hacedor fuera el sensible realizador californiano que ha padecido, en su tierra, desprecios parecidos a los que sufrió la gran escritora tejana.
Pero Carol, para los amantes del cine, es algo más que una justa reivindicación del lesbianismo, condenado a la clandestinidad, en los años treinta del siglo XX. Es el triunfo de la belleza sobre la mediocridad, de la verdad sobre el artificio, del corazón sobre la fría racionalidad, del amor incómodo sobre la esclava elegancia..... Carol, la película, es de seda y huele a azúcar tostada, pero no a la de cualquier golosina contemporánea; sus efluvios son los que percibía un niño hambriento cuando los hornos eran de leña y las bandejas con bambas de crema, aún humeaban al otro lado del cristal de la pastelería; cuando Diciembre, durante tres minutos, pasaba a llamarse Mayo.
La obra de Patricia es más grande tras su explicación fílmica y el francotirador Todd tiene una hermosa muesca más en su arma de disparar emociones, gracias a la, por otra parte (ironías de la vida), misántropa novelista.
También hubiera aplaudido la decisión de que la historia cinematográfica apareciera bajo cualquier bandera que no fuera la de su país, pues solo entendía la hipocresía como herramienta literaria; y que el hacedor fuera el sensible realizador californiano que ha padecido, en su tierra, desprecios parecidos a los que sufrió la gran escritora tejana.
Pero Carol, para los amantes del cine, es algo más que una justa reivindicación del lesbianismo, condenado a la clandestinidad, en los años treinta del siglo XX. Es el triunfo de la belleza sobre la mediocridad, de la verdad sobre el artificio, del corazón sobre la fría racionalidad, del amor incómodo sobre la esclava elegancia..... Carol, la película, es de seda y huele a azúcar tostada, pero no a la de cualquier golosina contemporánea; sus efluvios son los que percibía un niño hambriento cuando los hornos eran de leña y las bandejas con bambas de crema, aún humeaban al otro lado del cristal de la pastelería; cuando Diciembre, durante tres minutos, pasaba a llamarse Mayo.
La obra de Patricia es más grande tras su explicación fílmica y el francotirador Todd tiene una hermosa muesca más en su arma de disparar emociones, gracias a la, por otra parte (ironías de la vida), misántropa novelista.
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