A la hora señalada
8.0
28,814
Western. Intriga
Will Kane (Gary Cooper), el sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, acaba de contraer matrimonio con Amy (Grace Kelly). Los recién casados proyectan trasladarse a la ciudad y abrir un pequeño negocio; pero, de repente, empieza a correr por el pueblo la noticia de que Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había atrapado y llevado ante la justicia, ha salido de la cárcel y llegará al pueblo en el tren del mediodía para ... [+]
7 de octubre de 2012
7 de octubre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El día que puse ésta película, que llegó a mis manos a través de mi hermana, tenía dieciocho años. Aún no había visto todos los grandes clásicos del género, tan sólo conocía algunos de Ford, algunos de Hathaway, poco de Peckinpah y otras miticas, cómo "Los siete magníficos". No conocía ésta, pero sucedió algo extraño. La pantalla se encendió. Lee Van Cleef, fumando esperaba a sus compañeros que se acercaban a caballo. La canción me enamoró. Desde ese segundo uno, hasta el impresionante final no pude apartar los ojos de la pantalla. Zinnemann consiguió que ésta película respirase pura magia cinematográfica. Nos da unas lecciones impresionantes sobre cómo, por qué y para qué se ha de mover la cámara. Gary Cooper está inmenso. La peli es inmensa. Un clásico extraordinario, un legado impagable para el western, una obra mayor.
8 de octubre de 2012
8 de octubre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy pocas veces la traducción de un título es mejor que el propio título original: "High noon" (que podría ser traducido como "Al mediodía") es el original y "Sólo ante el peligro" es el que se le dió en España.
Pues bien, ese título en español describe perfectamente el argumento de la película: cómo un sheriff, querido y respetado por todo el pueblo, es abandonado a su suerte por el mismo cuando el matón de turno viene a cobrarse su venganza.
La película, en mi opinión tiene varios momentos espectaculares en los que se retrata todo lo malo de la condición humana pero lo realmente magistral de la película es el continuo devenir del sheriff a lo largo y ancho del pueblo buscando apoyo con la melodía de la película de fondo. Es sublime la atmósfera de tensión que va generando.
Sencillamente una película genial.
Pues bien, ese título en español describe perfectamente el argumento de la película: cómo un sheriff, querido y respetado por todo el pueblo, es abandonado a su suerte por el mismo cuando el matón de turno viene a cobrarse su venganza.
La película, en mi opinión tiene varios momentos espectaculares en los que se retrata todo lo malo de la condición humana pero lo realmente magistral de la película es el continuo devenir del sheriff a lo largo y ancho del pueblo buscando apoyo con la melodía de la película de fondo. Es sublime la atmósfera de tensión que va generando.
Sencillamente una película genial.
1 de enero de 2013
1 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Will Kane, un respetado sheriff entrado en años, recién casado y al borde mismo del retiro, recibe la noticia de que Frank Miller, un famoso delincuente al que él mismo detuvo hace cinco años, ha cumplido su condena y regresa al pueblo con malas intenciones. Hombre íntegro hasta la médula, Kane se encontrará ante una difícil disyuntiva: quedarse y hacer frente a Miller o continuar con su plan y retirarse con su esposa a Sant Louis.
Zinnemann dirige un western atípico, con buenas actuaciones, un ritmo que se desarrolla a tiempo real y una buena fotografía. El héroe de la función resulta además muy humano a pesar de su porte duro y serio: tiene miedo, duda y no las tiene todas consigo. Además, su dilema es muy profundo y su acción resulta coherente con su forma de ser: si se queda tiene casi todas las posibilidades en su contra, si se marcha y los villanos le persiguen no podrá nunca vivir tranquilo y si se marcha y los villanos no le persiguen y se quedan en el pueblo, Kane tampoco podrá vivir tranquilo sabiendo que todos sus años de representante de la ley no han servido para nada, que la obra de su vida (una ciudad pacificada y legal) se ha venido abajo en un suspiro sin que él hiciera nada para evitarlo. Pero nadie parece entenderle y a medida que el tiempo corre, el sheriff se embarca en un camino descorazonador en busca de la ayuda de sus amigos y conciudadanos, encontrándose con una sucesión de negativas e impedimentos en las que el miedo, la mezquindad y los intereses particulares tienen mucho que ver.
Zinnemann dirige un western atípico, con buenas actuaciones, un ritmo que se desarrolla a tiempo real y una buena fotografía. El héroe de la función resulta además muy humano a pesar de su porte duro y serio: tiene miedo, duda y no las tiene todas consigo. Además, su dilema es muy profundo y su acción resulta coherente con su forma de ser: si se queda tiene casi todas las posibilidades en su contra, si se marcha y los villanos le persiguen no podrá nunca vivir tranquilo y si se marcha y los villanos no le persiguen y se quedan en el pueblo, Kane tampoco podrá vivir tranquilo sabiendo que todos sus años de representante de la ley no han servido para nada, que la obra de su vida (una ciudad pacificada y legal) se ha venido abajo en un suspiro sin que él hiciera nada para evitarlo. Pero nadie parece entenderle y a medida que el tiempo corre, el sheriff se embarca en un camino descorazonador en busca de la ayuda de sus amigos y conciudadanos, encontrándose con una sucesión de negativas e impedimentos en las que el miedo, la mezquindad y los intereses particulares tienen mucho que ver.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A lo largo de toda la película, Kane sólo obtendrá tres ofrecimientos: su segundo ayudante (quien se echará atrás al ver que nadie más acude), un borracho tuerto al que Kane se quita de encima con una moneda para un trago y que no vuelve a insistir y un niño de 14 años al que por razones obvias rechaza. Un "echao p'alante" que recula al ver que no hay nadie detrás, un borracho que no está del todo bien en ese momento y un crío que no sabe a lo que se está apuntando.
Podría haber tenido más voluntarios (en la iglesia hay tres o cuatro que se deciden a levantarse) pero irónicamente las palabras de dos personas muy diferentes los disuaden. Por un lado, el dueño del salón (que quiere la vuelta de Miller para aumentar sus beneficios y que acusa a Kane de encubrir una venganza personal) y por otra el que habla en último lugar (que aprecia al sheriff pero le pone a todos definitivamente en contra al afirmar que un tiroteo podría perjudicar la imagen del municipio, es decir, el sacrificio de la libertad y de la ley a cambio de que los villanos, convertidos de nuevo en amos del cotarro, no causen problemas vistosos ni dañen a nadie).
Al final, la única persona capaz de dejar a un lado sus prejuicios morales y manchar sus manos de sangre es su reciente esposa, la única al fin y al cabo que le quiere de verdad como para jugarse el tipo.
Podría haber tenido más voluntarios (en la iglesia hay tres o cuatro que se deciden a levantarse) pero irónicamente las palabras de dos personas muy diferentes los disuaden. Por un lado, el dueño del salón (que quiere la vuelta de Miller para aumentar sus beneficios y que acusa a Kane de encubrir una venganza personal) y por otra el que habla en último lugar (que aprecia al sheriff pero le pone a todos definitivamente en contra al afirmar que un tiroteo podría perjudicar la imagen del municipio, es decir, el sacrificio de la libertad y de la ley a cambio de que los villanos, convertidos de nuevo en amos del cotarro, no causen problemas vistosos ni dañen a nadie).
Al final, la única persona capaz de dejar a un lado sus prejuicios morales y manchar sus manos de sangre es su reciente esposa, la única al fin y al cabo que le quiere de verdad como para jugarse el tipo.
26 de abril de 2013
26 de abril de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de volver a ver esta película de Zinnemann, por primera vez en versión original subtitulada, y sí, hay que reconocer que es una obra influyente en el western de Hollywood inmediatamente posterior, especialmente en el tratamiento del personaje, tan importante en el género, del "sheriff". Ahora bien, reconociendo que fue un film influyente, y que gustó mucho en su época, hay que reconocer lo siguiente:
-es una metáfora sobre la "caza de brujas" y el "maccarthysmo", pero como metáfora, resulta algo esquemática; se exagera la cobardía y la inacción de los habitantes del pueblo, para resaltar la valentía del "sheriff", su soledad, su aislamiento. La solidaridad y su ausencia son temas importantes, pero en el fondo están ahí para reforzar la identidad del héroe, una identidad en crisis. Como parábola sobre los miedos de la época, prefiero "Filón de plata" (Silver Lode, 1954), de Allan Dwan, el otro gran western anti-McCarthy.
-Algunos detalles del argumento y la acción no son creíbles (que Gary Cooper abandone a Katy Jurado y se case con Grace Kelly; que la ñoña de Grace Kelly mate por la espalda a uno de los sicarios; el diálogo entre Katy Jurado y Gary Cooper, que se vuelve ligeramente ridículo cuando ambos se ponen a hablar en español, en la versión original).
-Hay un punto a destacar, y es sin duda Lee Van Cleef, con el que la película comienza. Su primera aparición en el cine es un dato positivo, pero un dato tan pequeño como su personaje, desprovisto, prácticamente, de diálogo. Este personaje le encasilló durante los diez años siguientes en pequeños papeles de rufián, sicario y pistolero. Evidentemente, si Stanley Kramer hubiera dado a Van Cleef el papel que acabó haciendo Lloyd Bridges, la trayectoria de Van Cleef habría sido diferente.
-El éxito clamoroso de este film estuvo muy marcado por las circunstancias históricas, pero, desaparecidas éstas, es difícil no ver en torno a esta obra una clara sobrevaloración, y un delirio cinéfilo que lleva al culto. Bueno, sí, la canción que canta Tex Ritter es muy bonita, vale, pero de ahí a decir que es el mejor western de la historia...es exagerado y ridículo. De hecho, Zinnemann tiene mejores películas que ésta. El culto existente en torno a este film está injustificado, en mi opinión, y posiblemente parte de aficionados que ni son fanáticos del western, ni han visto toda la filmografía de Zinnemann.
-es una metáfora sobre la "caza de brujas" y el "maccarthysmo", pero como metáfora, resulta algo esquemática; se exagera la cobardía y la inacción de los habitantes del pueblo, para resaltar la valentía del "sheriff", su soledad, su aislamiento. La solidaridad y su ausencia son temas importantes, pero en el fondo están ahí para reforzar la identidad del héroe, una identidad en crisis. Como parábola sobre los miedos de la época, prefiero "Filón de plata" (Silver Lode, 1954), de Allan Dwan, el otro gran western anti-McCarthy.
-Algunos detalles del argumento y la acción no son creíbles (que Gary Cooper abandone a Katy Jurado y se case con Grace Kelly; que la ñoña de Grace Kelly mate por la espalda a uno de los sicarios; el diálogo entre Katy Jurado y Gary Cooper, que se vuelve ligeramente ridículo cuando ambos se ponen a hablar en español, en la versión original).
-Hay un punto a destacar, y es sin duda Lee Van Cleef, con el que la película comienza. Su primera aparición en el cine es un dato positivo, pero un dato tan pequeño como su personaje, desprovisto, prácticamente, de diálogo. Este personaje le encasilló durante los diez años siguientes en pequeños papeles de rufián, sicario y pistolero. Evidentemente, si Stanley Kramer hubiera dado a Van Cleef el papel que acabó haciendo Lloyd Bridges, la trayectoria de Van Cleef habría sido diferente.
-El éxito clamoroso de este film estuvo muy marcado por las circunstancias históricas, pero, desaparecidas éstas, es difícil no ver en torno a esta obra una clara sobrevaloración, y un delirio cinéfilo que lleva al culto. Bueno, sí, la canción que canta Tex Ritter es muy bonita, vale, pero de ahí a decir que es el mejor western de la historia...es exagerado y ridículo. De hecho, Zinnemann tiene mejores películas que ésta. El culto existente en torno a este film está injustificado, en mi opinión, y posiblemente parte de aficionados que ni son fanáticos del western, ni han visto toda la filmografía de Zinnemann.
10
26 de octubre de 2013
26 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un pueblo lleno de ratas que son incapaces de defender a uno de su más insignes personajes. Son ratas malolientes y apestosas que te la jugarían a la mínima oportunidad. El hombre solamente quería ayuda ya que cuatro contra uno es mayoría absoluta. El apoyo que reciben unos y otros no está en consonancia con los méritos contraídos por la comunidad. Solo ante el peligro con música e imágenes de locura colectiva no es digna de haberla puesto un 7 y el 10 a Río Bravo tampoco fue digno.
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