Nacido para matar
1987 

8.2
124,939
Bélico. Drama
Un grupo de reclutas se prepara en Parris Island, centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Están bajo las órdenes del sargento Hartman, duro e implacable, cuya única misión en la vida es endurecer el cuerpo y el alma de los novatos, con el objetivo de que en el futuro puedan defenderse del enemigo. Pero no todos los jóvenes están preparados para soportar sus métodos. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2010
9 de abril de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impactante como pocas, La chaqueta metálica es uno de los mejores trabajos del reputado Kubrick. El director realiza aquí un macabro retrato no sólo de la guerra, sino que arremete directamente y sin sutilezas contra el envilecimiento de las personas y sobre los actos deshumanizadores que llevan a cabo (sirva como ejemplo el entrenamiento al que son sometidos los reclutas antes de ser enviados al campo de batalla). Una dura crítica que el director no se molesta en ocultar, todo lo contrario, lo amplifica y la de un énfasis que roza lo excesivo.
La película se podría dividir en dos partes perfectamente definidas, la primera tiene que ver con el entrenamiento de los reclutas, mientras que la segunda nos traslada a la guerra de Vietnam. Matthew Modine es el protagonista de ambas, el actor da vida a un personaje que podría ser fácilmente catalogado como ambiguo. Tiene triste sorna que luzca un símbolo de paz en su uniforme mientras que en su casco se puede leer "nacido para matar" (sic), lo cual sirve como muestra del negro sentido del humor del que hace gala la película.
Si hay algo que engrandece a la película de Kubrick es su magistral primera parte (la segunda acaba siendo mucho más convencional). De dicha parte todo es destacable, las magníficas interpretaciones (especialmente las llevadas a cabo por R. Lee Ermey y Vincent D'Onofrio, quienes interpretan al sargento Hartman y a Leonard Lawrence, el más patoso de los reclutas, respectivamente), el tono angustioso y pesimista que impregna toda la cinta y la gran labor del director, quien evita sentimentalismos y patriotismos vacuos para centrarse en el sinsentido de la guerra, de las vejaciones y la locura que arrastra a las personas a enfrentarse unas con otras. Pero bueno, también habla de compañerismo y lealtad... a su manera. Y lo hace de manera concisa, seca e incluso algo tramposa (su discurso no es nada sutil), siendo el resultado final tan interesante como impactante.
La película se podría dividir en dos partes perfectamente definidas, la primera tiene que ver con el entrenamiento de los reclutas, mientras que la segunda nos traslada a la guerra de Vietnam. Matthew Modine es el protagonista de ambas, el actor da vida a un personaje que podría ser fácilmente catalogado como ambiguo. Tiene triste sorna que luzca un símbolo de paz en su uniforme mientras que en su casco se puede leer "nacido para matar" (sic), lo cual sirve como muestra del negro sentido del humor del que hace gala la película.
Si hay algo que engrandece a la película de Kubrick es su magistral primera parte (la segunda acaba siendo mucho más convencional). De dicha parte todo es destacable, las magníficas interpretaciones (especialmente las llevadas a cabo por R. Lee Ermey y Vincent D'Onofrio, quienes interpretan al sargento Hartman y a Leonard Lawrence, el más patoso de los reclutas, respectivamente), el tono angustioso y pesimista que impregna toda la cinta y la gran labor del director, quien evita sentimentalismos y patriotismos vacuos para centrarse en el sinsentido de la guerra, de las vejaciones y la locura que arrastra a las personas a enfrentarse unas con otras. Pero bueno, también habla de compañerismo y lealtad... a su manera. Y lo hace de manera concisa, seca e incluso algo tramposa (su discurso no es nada sutil), siendo el resultado final tan interesante como impactante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El tramo final del primer acto, es decir, el entrenamiento de los reclutas, es uno de los más terroríficos jamás vistos. La escena en la que el recluta patoso dispara contra el sargento Hartman para posteriormente quitarse la vida es una de las más impactantes y famosas (por derecho propio) del séptimo arte.
2 de mayo de 2011
2 de mayo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de mis películas favoritas, sin lugar a dudas. Grandes interpretaciones de D´Onofrio y Lee Ermery (como mola el sargento instructor me cago en todo), este tío es el alma de la película, por eso la segunda mitad cae un poco. No olvidemos que este era el coach del actor que iba a interpretar al instructor pero Kubrick cuando lo vió soltándose un speech de insultos sin repetir ninguno durante 15 minutos, mandó a paseo al actor inicial y se quedó con este último. La película se divide en dos partes: 1ª) La academia y 2ª) La guerra. Sin duda lo mejor son las penurias que viven estos tíos en la primera parte del film, siendo la parte de Vietnam un poco más convencional tratándose de una obra del maestro SK.
El final como en toda pieza de Kubrick te deja con una sensación negativa de como está montado todo esto.
El final como en toda pieza de Kubrick te deja con una sensación negativa de como está montado todo esto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Escalofriante la escena de la paliza con pastillas de jabón.
16 de noviembre de 2012
16 de noviembre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stanley Kubrick rompió su silencio después de cinco años sin estrenar nada y comenzó el largo proceso de producción de La chaqueta metálica que duró dos años. Con este film, planificado al milímetro como es habitual en él, Kubrick se apuntó a la moda del cine de los ochenta que trató el tema de la guerra de Vietnam. Los productores dieron carta blanca al maestro y tras concederle un generoso presupuesto le dejaron a lo suyo. El resultado final no decepcionó pero su visión de la guerra en el país asiático no era superior a la de Stone y su Platoon.
La chaqueta metálica trataba la guerra desde una perspectiva diferente, no pretendía mostrar la realidad de aquel conflicto sino más bien la destrucción de la mente del soldado y su conversión en un asesino sin escrúpulos. De hecho la película consta de dos partes: Una primera en la que se relata el duro entrenamiento al que se somete a los reclutas hasta convertirlos en marines, dirigido por un severo sargento cuyos discutibles métodos le acabarán pasando factura. Y una segunda en la que los soldados deberán demostrar su preparación en combate.
La acción se desarrolla casi por completo en una ciudad vietnamita arrasada y no en la jungla como suele ser habitual en este tipo de producciones. Una ciudad por cierto, que en realidad era una antigua fábrica abandonada en Inglaterra transformada para la ocasión en un campo de batalla con gran mérito de los diseñadores de producción que colocaron palmeras de Canarias para conseguir una ambientación más realista.
Se trata en definitiva de una película impresionante y algo efectista que me gustó más en su momento que hoy en día. Echo de menos alguna secuencia que muestre la amistad de los reclutas durante la formación ya que únicamente se les ve entrenando y sufriendo los rigores de su cruel sargento. Y las escenas en las que el pelotón es atacado por un francotirador son muy impactantes pero algo exageradas con esos disparos filmados a cámara lenta y esos chorros de sangre a mansalva saliendo de los soldados tiroteados.
La selección de temas musicales de la época es de lo más acertada y técnicamente la película es irreprochable pero en general aunque me gustó no me pareció una obra maestra. En su día la publicitaron con frases grandilocuentes como "Aclamada por la crítica internacional como la mejor película de guerra jamás realizada" nada más lejos de la realidad.
La chaqueta metálica trataba la guerra desde una perspectiva diferente, no pretendía mostrar la realidad de aquel conflicto sino más bien la destrucción de la mente del soldado y su conversión en un asesino sin escrúpulos. De hecho la película consta de dos partes: Una primera en la que se relata el duro entrenamiento al que se somete a los reclutas hasta convertirlos en marines, dirigido por un severo sargento cuyos discutibles métodos le acabarán pasando factura. Y una segunda en la que los soldados deberán demostrar su preparación en combate.
La acción se desarrolla casi por completo en una ciudad vietnamita arrasada y no en la jungla como suele ser habitual en este tipo de producciones. Una ciudad por cierto, que en realidad era una antigua fábrica abandonada en Inglaterra transformada para la ocasión en un campo de batalla con gran mérito de los diseñadores de producción que colocaron palmeras de Canarias para conseguir una ambientación más realista.
Se trata en definitiva de una película impresionante y algo efectista que me gustó más en su momento que hoy en día. Echo de menos alguna secuencia que muestre la amistad de los reclutas durante la formación ya que únicamente se les ve entrenando y sufriendo los rigores de su cruel sargento. Y las escenas en las que el pelotón es atacado por un francotirador son muy impactantes pero algo exageradas con esos disparos filmados a cámara lenta y esos chorros de sangre a mansalva saliendo de los soldados tiroteados.
La selección de temas musicales de la época es de lo más acertada y técnicamente la película es irreprochable pero en general aunque me gustó no me pareció una obra maestra. En su día la publicitaron con frases grandilocuentes como "Aclamada por la crítica internacional como la mejor película de guerra jamás realizada" nada más lejos de la realidad.
12 de septiembre de 2013
12 de septiembre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La chaqueta metálica de Stanley Kubrick, es un drama bélico de la guerra de Vietnam, y está considerado un film de culto. Dirigida con un ritmo dinámico, y a su modo particular y único de hacer cine, expone su inquietud sobre el sentimiento humano en tiempos de guerra, y obtiene un resultado implacable, grandioso y soberbio.
El guion, del mismo director junto con Michael Herr y Gustav Hasford, basado en la novela de Gustav Hasford, está dividido en 2 partes. El entrenamiento por un lado, y la guerra por otro, siendo absorbente y penetrante como pocos, además de estremecedor. Argumentado de forma belicosa y amenazadora para el espectador. Y usando una narrativa en off, simplemente perfecta y sugestiva a la opinión del protagonista, en todo lo que le rodea.
Las actuaciones, son acertadas y creíbles, destacando a Matthew Modine carismático y burlón, Vincent D´Onofrio remarcable y con profundidad psicológica y R. Lee Ermey realizando un gran papel con personalidad y carácter militar. También destacan las genuinas interpretaciones del resto del elenco de actores como Adam Baldwin, Dorian Harewook y Arliss Howard. Usando todos unos diálogos espontáneos e ingeniosos, típicos de militares y trabajados con sutileza por ser violentos, ácidos y afilados, los cuales se adueñan del film, y de la atención del público.
La fotografía, es espléndida y rica en matices, sugestiva y cautivadora, además de impactante para el espectador. La música, es idónea y estimulante, inquietando con sonidos profundos e intensos, y los efectos son competentes y sobrecogedores.
Para finalizar, cabe destacar, los vestuarios, caracterizaciones y decorados insinuantes al momento y lugar, detallados y competentes. Y unos planos y movimientos, muy inteligentes en su uso de travellings, cámara en mano y seguimiento admirables e ingeniosos.
Por lo que, la considero, una obra esencial e imperecedera dentro del género bélico, de las mejores que dirigió Kubrick, por su violencia iracunda psicológica, y por ser una cinta portentosa y arrolladora, para los amantes del género, y del buen cine clásico en general.
El guion, del mismo director junto con Michael Herr y Gustav Hasford, basado en la novela de Gustav Hasford, está dividido en 2 partes. El entrenamiento por un lado, y la guerra por otro, siendo absorbente y penetrante como pocos, además de estremecedor. Argumentado de forma belicosa y amenazadora para el espectador. Y usando una narrativa en off, simplemente perfecta y sugestiva a la opinión del protagonista, en todo lo que le rodea.
Las actuaciones, son acertadas y creíbles, destacando a Matthew Modine carismático y burlón, Vincent D´Onofrio remarcable y con profundidad psicológica y R. Lee Ermey realizando un gran papel con personalidad y carácter militar. También destacan las genuinas interpretaciones del resto del elenco de actores como Adam Baldwin, Dorian Harewook y Arliss Howard. Usando todos unos diálogos espontáneos e ingeniosos, típicos de militares y trabajados con sutileza por ser violentos, ácidos y afilados, los cuales se adueñan del film, y de la atención del público.
La fotografía, es espléndida y rica en matices, sugestiva y cautivadora, además de impactante para el espectador. La música, es idónea y estimulante, inquietando con sonidos profundos e intensos, y los efectos son competentes y sobrecogedores.
Para finalizar, cabe destacar, los vestuarios, caracterizaciones y decorados insinuantes al momento y lugar, detallados y competentes. Y unos planos y movimientos, muy inteligentes en su uso de travellings, cámara en mano y seguimiento admirables e ingeniosos.
Por lo que, la considero, una obra esencial e imperecedera dentro del género bélico, de las mejores que dirigió Kubrick, por su violencia iracunda psicológica, y por ser una cinta portentosa y arrolladora, para los amantes del género, y del buen cine clásico en general.
19 de septiembre de 2015
19 de septiembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, uno de los mayores exponentes del cine bélico, una obra maestra de Stanley Kubrick. Y está lo suficientemente bien valorada por toda la crítica como para no tener que convenceros. Muestra con gran acierto la crudeza de la guerra de Vietnam, tanto en el entrenamiento con el inolvidable sargento Hartman –que ha calado bien hondo en la cultura popular- como en la guerra posterior. El combate contra el misterioso francotirador transmite una tensión que pocas veces se ha visto en el cine. Eso sí, es cierto que en casi toda la primera parte de la película está muy en deuda con La condición humana II, en la que yo diría que se inspira fuertemente, casi rozando el plagio en algunos momentos.
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