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El verdugo

Comedia José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho ... [+]
Críticas 156
Críticas ordenadas por utilidad
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8
31 de julio de 2012 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi medio siglo después, con la dictadura enterrada en los rescoldos del pasado, sorprende que la fuerza argumental de El Verdugo, sus planteamientos morales y sobre todo su sarcástico e hiriente humor negro sigan respondiendo con frescura, y llamando subrepticiamente hacia la rebelión a una amenaza que ya no existe. Sólo las piernas temblorosas del protagonista representan el más valiente alegato contra la pena de muerte llevado a cabo en el cine español, una historia con críticas a la dictadura, a las fuerzas policiales, al funcionariado y a los ojos cerrados de toda una sociedad española que pasó la criba de la censura de una forma sorprendente e inexplicable desde el punto de vista de un espectador actual. Su mensaje, aunque escondido, está a ras de suelo y no hundido en subterfugios o en metáforas difícilmente apreciables en un primer visionado. Su grito está a flor de piel y su única máscara es el humor, jocoso aún en nuestros días. En la que fuera la última actuación del gran Pepe Isbert, lo borda, la actuación del anciano, que tiene que hacer de abogado del diablo, de reflejo de la sociedad en muchos casos, justificando con tópicos las aberraciones del asesinato de estado, es magnífica, teniendo en cuenta que sabe soltar ese crudo mensaje solapado con una cierta mirada de ternura e ironía al mismo tiempo, una actuación para el que Luis García Berlanga deja las frases más ingeniosas y cargadas de segundas intenciones de toda la película, frases estudiadas para comprender la ceguera social ante un problema de gran calado.

La técnica utilizada es sencilla pero llamativa, casi toda la película se basa en planos secuencias que en algunos casos requieren de cierta destreza y en otros se basan en simples planos fijos, pero en cada caso hay una intencionalidad y una razón de ser y en general, Belanga prefiere no cortar la acción y dejar un protagonismo a los diálogos de corrido, sin interrupción de otros planos para calar más en el espectador.

También tiene una importancia relevante en la película los contrapuntos, la distorsión que se produce al mezclar los planteamientos morales que conlleva la pena de muerte, en un entorno como Palma de Mallorca donde se explota un ‘divertido’ e incipiente turismo exponiendo dos caras muy diferentes de una misma moneda, una cuya imagen llega al exterior y la otra que se esconde en le interior de una cárcel.

De todo ello, de su destreza en el guión, de su capacidad para hacer reír al público, de su habilidad con algunos gestos con intenciones alegóricas surge una pregunta básica ¿Quién es el condenado?, ¿el reo o la sociedad que lo ajusticia?. Una sátira impagable rodada con una naturalidad sorprendente.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
8
1 de octubre de 2012 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis García Berlanga tenía ese genial modo de retratar a la España más negra logrando driblar a la censura. Y en lo que estéticamente parece una comedia costumbrista más de la época, detrás esconde una evidente (salvo para los censores, afortunadamente) crítica a la pena de muerte, a la dictadura franquista, a los problemas de la vivienda, al turismo... todo ello sazonado con algunos diálogos antológicos.
8
20 de febrero de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlanga y Azcona se merecen un monumento por esta película y tantas otras. No sé si es la mejor película española de la historia, lo que sí sé es que a mí me ha gustado y algo me ha removido por dentro para dedicirme a hacer mi primera crítica. Me ha hecho reir con un tema serio y he sentido la angustia de José Luis Rodríguez esperando el indulto con ansia. "Yo lo que quiero es vivir tranquilo con mi mujer y mi hijo".
9
3 de abril de 2018 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis García Berlanga fue no sólo el mejor director que ha visto este país, sino también un gran autor a nivel internacional. Sus comedias, aún cincuenta años después, siguen siendo obras universales. Su humor sigue estando de actualidad, y como es el caso de esta estupenda película se sigue apreciando el ingenio del humor negro presente en el guión de Azcona, así como la crítica a la sociedad del momento y a la pena de muerte.

José Luis, empleado de una funeraria, se enamora y contrae matrimonio con Carmen, hija de un verdugo a punto de jubilarse (interpretado con sencillez y cercanía por Pepe Isbert, el mayor exponente de un competente reparto con nombres como Alfredo Landa o José Luis López Vázquez). Las condiciones económicas son tan duras que José Luis se ve forzado a aceptar el puesto que deja el suegro por jubilación para poder permitirse el piso. Sin embargo, finalmente se verá destinado a ejercer ese inmoral oficio.

Los diálogos, en la más pura tradición teatral, son ágiles y divertidos, y a pesar del absurdo de toda la película esta no deja de ser un fiel relato costumbrista, pues los personajes siguen estereotipos de la sociedad franquista. Como comedia es realmente divertida, pero en realidad la historia es desesperanzadora, ya que la situación de Jóse Luis es complicada y no deseable. Es por ello que la película, que podriamos considerar el reflejo del neorrealismo italiano en España, maneja hábilmente la tensión, consiguiendo así crear desasosiego en el espectador, gracias a recursos como el manejo de los silencios y el uso de determinados encuadres, tales como los interiores fraccionados o la escena final del corredor (soberbio en cuanto a calidad y mensaje transmitido), buenos ejemplos de la talentosa fotografía del filme.

Si buscamos algún defecto, este radicaría en la tremenda velocidad y exceso del diálogo, que por momentos parece querer saturar al espectador con sus chistes, y provoca que se pierdan detalles y en algunos momentos cueste seguir al cien por cien la rocambolesca trama. Pero “El Verdugo” no deja de ser una ácida y certera historia, una fantástica comedia (sin embargo servidor opina que “Plácido”, del propio Berlanga, es más redonda) y una película de visionado siempre agradable.
9
27 de septiembre de 2019 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo imaginar a nadie con menos perfil de verdugo que el entrañable Pepe Isbert, por eso esta película es una maravilla , por el contraste de una profesion tan "terrible" y un señor tan encantador.
En una época difícil , cualquier trabajo fijo está muy solicitado, sin embargo no todo el mundo puede desempeñar algunos.
La visión del trabajo de verdugo, tan natural para el viejo se opone a la del yerno (y de todo el mundo).
Tierna, divertida, ironica, mordaz, transmite aquella España en blanco y negro y no sólo metafóricamente.
Muy buenos actores acompañan al legendario Isbert.
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