Es una pena que espere una comedia española para reírme y no aguante hasta el final porque nada de nada me haga gracia. Con la buena presentación y expectativa que tenía, (el director Álex de la Iglesia y las actrices Terele Pávez y Carmen Machi entre otras), la verdad es que me resultaba tan cansina que ni siquiera he visto el final.

Pretende Alex de la Iglesia en esta comedia loca ofrecer un gran espectáculo de diversión, a la altura de los especiales de fin de año televisivos. Y para ello hace uso de un notable reparto coral. Las situaciones divertidas se suceden, algunas más logradas que otras, pero la realización es brillante y el logrado ritmo, frenético. Podemos ver a casi todos los actores habituales del cineasta, para mi gusto destaca Jaime Ordóñez, pese al exceso, y me pareció pobre el papel de Blanca Suárez, que ella no se cree.
Ahora bien, las situaciones hilarantes son muchas, pero no todas, y no pudiendo evitar la comparación con las comedias de Wilder/Diamond, se echa en falta un guión más trabajado, menos previsible, y que cambiara un poco de exceso por otro poco de inteligencia.

Un auténtico caos. Una pena desperdiciar el reparto en este desmadre. No me gustaba nada de lo que había hecho Alex de la Iglesia, y esta película sigue en su linea, no consigo pillarle el punto. Los actores lo hacen bien (Raphael, Blanca Suarez, Mario Casas, Hugo Silva, Carlos Areces, Pepón Nieto...) pero el guion no da para más.

Para hacer un homenaje a Raphael más vale que hubiera preparado un documental con los buenos momentos de su carrera.

Parece una película de broma.

Por qué verla:
+El personaje de Carmen Machi, el único con gracia.
+Recuperar a Raphael para el cine, aunque sea para esta cosa.
+Que Álex de la Iglesia siga siendo, en cierto modo, fiel a su modo de hacer cine.

Por qué no verla:
-Excéntrica, excesiva, desmesurada y estridente.
-Se le saca poco jugo a tener a Raphael autoparodiándose en sus galas navideñas.
-Demasiado personaje inane, excusa para poner ante la cámara un sinfín de caras conocidas.

Me gusta como, de algo que todos conocemos, Alex de La Iglesia saca una película. Puede ser una comunidad de vecinos, una pareja cómica en los 70 o un circo. En esta caso se trata de la grabación de un programa de Nochevieja.
Pero se parece mucho a sus anteriores películas y tal vez su sello personal se esté repitiendo.
Inmenso mi odiado Raphael.