Crítica de una persona común y corriente:
La película está buena, desde ya la trama me parece bastante original, lo cual le suma sus puntitos.
Me pareció que las escenas climax de romance las desaprovecharon mucho, las mejores partes de la trama duraron muy poco, y se las cortaba de cuajo. Mientras que había otras escenas a las que le dedicaban más tiempo.
Tal vez la miré con mucha expectativa porque escuché hablar maravillas de esta película de gente que vivió esa época.
La recomiendo de igual manera, está buena en razgos generales.

Estoy en una gran contradicción.

Asocio a Patrick Swayze con dos films, "Ghost" y "Dirty Dancing", en Dirty Dancing me gustó mucho más la primera vez que la vi, pero en Ghost paradojicamente la segunda vez. Paradojicamente porque la primera vez me pareció algo lenta y la segunda vez la encontré más defectos pero me gustó más.

Como punto positivo es una historia novedosa, con una trama bien armada. Como punto negativo el personaje de Patrick, en su aspecto físico, parece una fotocopia del de Dirty Dancing, y me distorsiona con ello mi valoración en su actuación, se mueve bien pero me parece un rostro muy inmóvil. Tony Goldwyn tampoco destacó demasiado en su actuación.

Me encantó el traje de pitonisa, creo que hubo más conexión en las escenas de Whoopi con Patrick.

Bella Demi Moore, bien en su papel.

Lo dicho, un buen guión y creo que Jerry Zucker pudo haber brillado mucho más con los elementos que tenía.

Un taquillazo de 1990 cuya mayor baza es la de ser un drama romántico atípico, pero que tampoco tiene más. Es una película comercial que cuida poco los detalles, con una historia que si te pones a pensar se cae a pedazos (y no me refiero a la parte fantástica, que también), tópica, predecible y que basa su drama en efectistas primeros planos de Demi Moore llorando.

Es entretenida, eso sí, especialmente cuando Swayze abandona a Moore y aparece Whoopi Goldberg en pantalla, que realiza la única buena interpretación de la película. Su simpatía y su carisma elevan la cinta, que se convierte en una comedia con una trama criminal de fondo. Inolvidable también el papel secundario e inquietante de Vincent Schiavelli. Consta a su vez de un gran repertorio musical.

Por contra cuando se mete en el tema amoroso se vuelve demasiado empalagosa, ridícula incluso, carne de parodia. Me saca un poco de la película el tema fantasmal que funciona como le sale de las narices al guionista, entre otros aspectos de la trama. Me he reído más con las partes serias que con las cómicas, lo que no habla demasiado bien de esa parte.

Para pasar el rato una tarde, sin más.

Me paso al spoiler para comentar tonterías varias.

Aquí tenemos a Moore muy enamorada y con una vida muy enrollada a la que Zucker le fastidia el idilio; pero no, el amor es tan grande que gracias a que la muerte no significa para Zucker no volver a ver ni a tocar y sentir al ser amado, se transforma en una historia romántica donde las haya, pues se cumple de cabo a rabo la consigna de que el amor es eterno y ni siquiera la muerte puede agotarlo. Todo eso es por supuesto absolutamente falso, tanto como la existencia de fantasmas, desde luego. Pero esto ya lo sabíamos y vemos que obviando esas importantes concepciones, este director se monta una historieta con gancho entre las parejas jóvenes, que al ver esta cinta 20 años después, estén o no divorciadas, se sienten horrorizadas por haber caido en su momento en el mensaje que se les quiso lanzar con ella.

Preciosa (en su conjunto), divertida (Whoopi), acción-tensión (Goldwyn y Aviles), los cinco actores principales en su sitio, ¿se puede pedir más?.