Aliados es una historia clásica, bonita, romántica, hecha con mucho gusto, bien ambientada, que gustará a los que amamos el cine ambientado en los conflictos bélicos que han asolado a la humanidad.

Cosas que NO funcionan:

La historia de amor: Muy apurada, no nos da tiempo a que queramos que se besen, nos importa más bien poco.

Flojo Brad Pitt: Vale que quisiera darle un aire contenido a su personaje, pero no hace otra cosa que andar y fruncir el ceño. Que no sabe llorar lo sabemos desde Leyendas de pasión (a estas alturas no creo que aprenda) pero por mucho que lo sepamos y por poco que aparezca este llanto en escena siempre queda raro. Por lo menos sale comiendo, eso sí que lo hace de lujo.

Escena de la carta: No sé muy bien cuándo algo es homenaje y cuándo es copia pero es evidente que esta escena bebe de Malditos bastardos. No es que esté mal, pero nos recuerda muy mucho a esta otra peli y claro, en la comparativa Aldo Raine vs Max está claro quién sale perdiendo.

Cosas que SÍ funcionan:

Marion Cotillard: Como siempre.

La segunda parte de la película.

La ambientación.

Entretiene.

Creo que es inevitable comparar esta película con Casablanca, ya que tiene bastantes paralelismos (aunque también grandes diferencias).

Visualmente está muy bien, y sólo por eso merece la pena verla... La historia no está mal, sin ser genial, nos mete en la atmósfera de esos años, por aquellos lugares, aunque dentro de unos años, nadie se acordará de la película...

Aunque desde luego no se trata de una gran película, ni de espías, ni de tiempos de guerra, ni siquiera como historia romántica, se deja ver con agrado gracias a la magnífica ambientación en el Marruecos francés de la época.
La pareja protagonista cumple correctamente sin llegar a ser arrebatadores.

Casablanca 1942. Otra vez espías en Casablanca. Pero ahora en acción metralleta en mano.
A la ciudad marroquí llega llega un agente canadiense, Max Vatan (Pitt), bajo la cobertura de comerciante de abonos que quiere comprar fosfatos. El enlace que lo recibe es una bella mujer francesa, Marianne (Cotillard).
Espías aliados que, lógicamente, acaban liados. Tormenta de polvo en el desierto incluida.
Tensión en las recepciones de la embajada alemana, "Escríbame la fórmula química del fosfato". No concreta cual, pero nuestra mente vuela para recordar al menos la del ácido fosfórico (PO4H3). También debía llevarla aprendida Max pues sale dignamente del paso.
Londres 1943. La guerra sigue con sus bombardeos y el romance con una niña.
Alta tensión con el servicio de contraespionaje británico que Max trata de relajar leyendo una novela de Graham Greene.
Cinta clásica de espías con la angustia típica de la barrera que se levanta o se baja al estilo del "Punto Charlie", coches o aviones que en el momento justo se gripan, arriesgadas incursiones en territorio enemigo.
Flojea con los actualismos del lenguaje o con la sobreactuación de las lesbianas en una sociedad como la británica que por aquel entonces las tenía bien encerradas en el armario. Hay que contentar a todo tipo de espectadores y de ligas.
Cuidadosa ambientación y vestuario, interpretaciones correctas.
Interesante y recomendable a los aficionados al género de espías.