Adiós a Las Vegas
7.2
57,001
Romance. Drama
Ben Sanderson (Nicolas Cage), un guionista alcohólico, acaba de perder su trabajo en Hollywood debido a que sus problemas con la bebida afectan a su rendimiento. Sin amigos y sin familia, decide ir a Las Vegas con el propósito de beber hasta morir. Nada más llegar a la ciudad, conoce a Sera (Elisabeth Shue), una atractiva prostituta que trabaja en la calle de la que se queda prendado. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2010
21 de febrero de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en la autobiografía del escritor estadounidense John O'Brien (1960-1994), su primera novela, “Leaving Las Vegas” (1990), fue llevada al cine, pero se suicidó meses antes del estreno de la película. La historia de John O'Brien fue una sórdida, empapada en alcohol y dominada por la autodestrucción.
Ben Sanderson (Nicolas Cage) es un guionista de Hollywood con un serio problema de alcoholismo, por tal motivo pierde su empleo y su familia. Ben, deprimido y sin trabajo, decide viajar a Las Vegas dispuesto a vivir al límite. Una vez allí consume todo el alcohol que está a su alcance, con el único fin de beber hasta morir intoxicado.
Sera (Elisabeth Shue) es una bella y hermosa prostituta de lujo, por los precios y particulares servicios que ofrece, que no le importa cambiar su dignidad por dinero.
Una noche Ben contrata a Sera, paga su alto precio, pero tan solo para que lo acompañe. Juntos comienzan una relación en donde el amor y el alcohol llevan a dos personas, que no tienen nada que perder, a una poderosa y destructiva historia de amor en la que ninguno de los dos tratara de cambiar el destino del otro.
La película tuvo un presupuesto $4 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $49,8 millones, además recibió 43 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano 26 de ellos, incluyendo un Oscar para Nicolas Cage como mejor actor.
Ben Sanderson (Nicolas Cage) es un guionista de Hollywood con un serio problema de alcoholismo, por tal motivo pierde su empleo y su familia. Ben, deprimido y sin trabajo, decide viajar a Las Vegas dispuesto a vivir al límite. Una vez allí consume todo el alcohol que está a su alcance, con el único fin de beber hasta morir intoxicado.
Sera (Elisabeth Shue) es una bella y hermosa prostituta de lujo, por los precios y particulares servicios que ofrece, que no le importa cambiar su dignidad por dinero.
Una noche Ben contrata a Sera, paga su alto precio, pero tan solo para que lo acompañe. Juntos comienzan una relación en donde el amor y el alcohol llevan a dos personas, que no tienen nada que perder, a una poderosa y destructiva historia de amor en la que ninguno de los dos tratara de cambiar el destino del otro.
La película tuvo un presupuesto $4 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $49,8 millones, además recibió 43 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano 26 de ellos, incluyendo un Oscar para Nicolas Cage como mejor actor.
12 de julio de 2010
12 de julio de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora entiendo por qué se llevó Cage el Oscar con esta película (lástima que las que haga ahora dejen taaaanto que desear). La falta de ganas para seguir viviendo martirizan a su personaje, aunque eso no le evita tener momentos felices. Un guión realmente trabajado, que permite que nunca se te haga pasada la cinta. La interpretación de Shue tampoco se queda atrás. Imprescindible.
17 de junio de 2024
17 de junio de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si es porque ha envejecido mal o porque he visto una película completamente distinta a lo que dice la crítica, pero Leaving Las Vegas me ha sorprendido para mal.
Ni el guion, ni la dirección, ni la actuación de Nicolas Cage (que, por cierto, ganó un Óscar por ella en una decisión que hoy levantaría ampollas) están a la altura de la fama de esta cinta. La que sí hace justicia a la notoriedad de esta producción es una espléndida Elisabeth Shue, que supone un oasis en el desierto de la irrelevancia, así como Las Vegas en el desierto que la rodea.
De verdad que intenté apreciar la actuación de Cage, pero me parece la persona menos dramática del mundo. Soy incapaz de tomármelo en serio. Para dar un descanso al actor californiano, debo decir que el manejo del drama por parte de Mike Figgis tampoco ayuda a dar seriedad a su personaje. En ocasiones sientes que estás viendo una comedia negra cuando la finalidad es el drama. Puedo comprender este contraste al principio de la película para mostrar las dos caras del alcohol. No obstante, el director lo estira demasiado y da la sensación de que no es un virtuoso de la tragedia. Anticlímax total.
A menudo, una película con estos déficits utiliza actores secundarios para mantenerse a flote. Pero es que el guion desecha cualquier tipo de intromisión secundaria. Amaga con introducir personajes que pueden dar juego, pero enseguida desaparecen de la trama. Autosabotaje constante.
Amaral, jamás te perdonaré por darme a conocer Leaving Las Vegas.
Ni el guion, ni la dirección, ni la actuación de Nicolas Cage (que, por cierto, ganó un Óscar por ella en una decisión que hoy levantaría ampollas) están a la altura de la fama de esta cinta. La que sí hace justicia a la notoriedad de esta producción es una espléndida Elisabeth Shue, que supone un oasis en el desierto de la irrelevancia, así como Las Vegas en el desierto que la rodea.
De verdad que intenté apreciar la actuación de Cage, pero me parece la persona menos dramática del mundo. Soy incapaz de tomármelo en serio. Para dar un descanso al actor californiano, debo decir que el manejo del drama por parte de Mike Figgis tampoco ayuda a dar seriedad a su personaje. En ocasiones sientes que estás viendo una comedia negra cuando la finalidad es el drama. Puedo comprender este contraste al principio de la película para mostrar las dos caras del alcohol. No obstante, el director lo estira demasiado y da la sensación de que no es un virtuoso de la tragedia. Anticlímax total.
A menudo, una película con estos déficits utiliza actores secundarios para mantenerse a flote. Pero es que el guion desecha cualquier tipo de intromisión secundaria. Amaga con introducir personajes que pueden dar juego, pero enseguida desaparecen de la trama. Autosabotaje constante.
Amaral, jamás te perdonaré por darme a conocer Leaving Las Vegas.
3 de septiembre de 2009
3 de septiembre de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Despúes de haberle dejado su mujer y haber perdido su trabajo a causa del alcohol, Ben decide irse a las Vegas, sin ningún plan en concreto a matarse bebiendo.
Allí conoce, porque no, al amor de su vida, Sera, una prostituta de la que se enamora. Ella le corresponde,se necesitan mutuamente. La relación que surge al juntarse dos seres hundidos y abandonados,aunque de distinta manera, es abrumadora.
"nunca me pidas que deje de beber" sintetiza la idea destructora en la que se basa el hilo.
Allí conoce, porque no, al amor de su vida, Sera, una prostituta de la que se enamora. Ella le corresponde,se necesitan mutuamente. La relación que surge al juntarse dos seres hundidos y abandonados,aunque de distinta manera, es abrumadora.
"nunca me pidas que deje de beber" sintetiza la idea destructora en la que se basa el hilo.
25 de julio de 2010
25 de julio de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Exísten pocos dramas como éste hoy en día, solo alguno se esconde por ahi. Observando Leaving Las Vegas más allá del rol que adquieren los protagonistas, uno se da cuenta de que la película atraviesa un trasfondo mayor, y Nicolas Cage junto a Elisabeth Shue trasladan a la pantalla soberbias interpretaciones. Se puede tratar como una cinta sencilla y fugaz, ahí Mike Figgis el director, hace de éste film algo normal, porque su guión no es que sea sobresaliente ni mucho menos, es la dedicación que ha dedicado en la maniobra hacía los actores de su película.
Un hombre que deja su vida a manos del alcohol, decide viajar a Las Vegas y abandonar su suerte en manos del destino y el whisky. Allí conocerá a una jóven prostituta a la que abrirá su corazón y con la que compartirá sus pensamientos en los últimos instantes de su desgraciado presente. Entre ellos crecerá una profunda relación de sentimientos de la que ya no podrán dar marcha atrás.
Sus minutos iniciales presentan una variedad de hechos en la vida del personaje de Cage para que ya vayamos pillando la pista y cojamos aire para la increíble interpretación que a continuación nos demuestra el actor norteamericano. Lo más positivo de Leaving Las Vegas junto al gran deber de Nicolas Cage, lo encontramos en la maravillosa sorpresa de Elisabeth Shue que fue nominada al Oscar por su papel. Luego cabe destacar la notable presentación de temas musicales que hace transmitir en plenitud lo que confiere cada parte en la película. En cada momento se denota lo que toca el mismo Mike Figgis que transfiere verdadera coordinación a su obra. Puntos negativos salen a la vista por la poca pausa que da el autor de la cinta al conocimiento de sus personajes, y todo esto si le juntamos la larga reiteración de la relación de ambos protagonistas que no llega a más que a lo que se exhibe desde un principio, hacen de Leaving Las Vegas un drama que solo brilla por sus actuaciones. No es un drama común en absoluto, contiene diálogos de gran obscenidad y escenas violentas con un alto contenido de sexualismo que sorprenden, manejada y atrevida mano la del director en ese sentido.
En cuanto a los actores, solo cabe nombrar la actuación de Cage y su compañera como decía anteriormente. Sus gestos, caras y expresiones reflejan la total realidad de su personaje, sin llegar a más, la mejor interpretación del actor en el cine. Tal es su cometido y la realidad inmensa que produce a su personaje que solo falta fijarse en una frase que dice en la película;
-¿Beber es una forma de matarte?.
-Matarme es una forma de beber.
Sigo en Zona Spoiler con la crítica.
Un hombre que deja su vida a manos del alcohol, decide viajar a Las Vegas y abandonar su suerte en manos del destino y el whisky. Allí conocerá a una jóven prostituta a la que abrirá su corazón y con la que compartirá sus pensamientos en los últimos instantes de su desgraciado presente. Entre ellos crecerá una profunda relación de sentimientos de la que ya no podrán dar marcha atrás.
Sus minutos iniciales presentan una variedad de hechos en la vida del personaje de Cage para que ya vayamos pillando la pista y cojamos aire para la increíble interpretación que a continuación nos demuestra el actor norteamericano. Lo más positivo de Leaving Las Vegas junto al gran deber de Nicolas Cage, lo encontramos en la maravillosa sorpresa de Elisabeth Shue que fue nominada al Oscar por su papel. Luego cabe destacar la notable presentación de temas musicales que hace transmitir en plenitud lo que confiere cada parte en la película. En cada momento se denota lo que toca el mismo Mike Figgis que transfiere verdadera coordinación a su obra. Puntos negativos salen a la vista por la poca pausa que da el autor de la cinta al conocimiento de sus personajes, y todo esto si le juntamos la larga reiteración de la relación de ambos protagonistas que no llega a más que a lo que se exhibe desde un principio, hacen de Leaving Las Vegas un drama que solo brilla por sus actuaciones. No es un drama común en absoluto, contiene diálogos de gran obscenidad y escenas violentas con un alto contenido de sexualismo que sorprenden, manejada y atrevida mano la del director en ese sentido.
En cuanto a los actores, solo cabe nombrar la actuación de Cage y su compañera como decía anteriormente. Sus gestos, caras y expresiones reflejan la total realidad de su personaje, sin llegar a más, la mejor interpretación del actor en el cine. Tal es su cometido y la realidad inmensa que produce a su personaje que solo falta fijarse en una frase que dice en la película;
-¿Beber es una forma de matarte?.
-Matarme es una forma de beber.
Sigo en Zona Spoiler con la crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Elisabeth Shue como pareja de baile lo hace de diez, sabe como mantenerse sin llegar a ese punto de "sobradismo" porque aquí es Nicolas Cage quien manda. Tal compenetración se ve en los dos intérpretes como se ve en sus personajes a lo largo de la película, y es que la relación que toman cada uno dentro, es la afirmación de lo importante que llega a ser la comunicación entre las personas. Higgis emplea los últimos momentos de la cinta inteligentemente, dando más importancia al personaje de la actriz y haciendo que echemos de menos a Cage en la pantalla.
Estamos ante el mejor trabajo de su director y también del actor protagonista que lo da todo interpretativamente, sin olvidar que Elisabeth Shue lo hace mucho mejor que en anteriores trabajos como por ejemplo en Cocktail junto a Tom Cruise. Mike Figgis da a ver que a veces con solo sacar el mayor partido a los actores se puede aprovechar la ocasión, siempre con un guión que esté a la altura por supuesto. En 1995 le llegaría a Nicolas Cage el renombre y sobre todo la recompensa con el Oscar por su interpretación aquí, después llegaría lo que todos sabemos, una larga y lista de películas no muy bien escogidas. Para incondicionales de éste actor y espectadores que se dejen llevar por historias reflexivas.
Estamos ante el mejor trabajo de su director y también del actor protagonista que lo da todo interpretativamente, sin olvidar que Elisabeth Shue lo hace mucho mejor que en anteriores trabajos como por ejemplo en Cocktail junto a Tom Cruise. Mike Figgis da a ver que a veces con solo sacar el mayor partido a los actores se puede aprovechar la ocasión, siempre con un guión que esté a la altura por supuesto. En 1995 le llegaría a Nicolas Cage el renombre y sobre todo la recompensa con el Oscar por su interpretación aquí, después llegaría lo que todos sabemos, una larga y lista de películas no muy bien escogidas. Para incondicionales de éste actor y espectadores que se dejen llevar por historias reflexivas.
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