Tomorrowland
5.6
19,308
Ciencia ficción. Aventuras
Unidos por el mismo destino, una adolescente inteligente y optimista, llena de curiosidad científica, y un antiguo niño prodigio inventor, hastiado por las desilusiones, se embarcan en una peligrosa misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar localizado en algún lugar del tiempo y el espacio, conocido en la memoria colectiva como “Tomorrowland”, y así salvar a la humanidad.
30 de mayo de 2015
30 de mayo de 2015
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Pues eso, que tanto cargas al burro con el recado, que al final el pobre no puede ni moverse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1.- La chapa del mañana se lo dan a mucha gente, pero afortunadamente a ningún futbolista, sin duda es una manera adecuada de comenzar el futuro.
2.- Tesla, cómo no Tesla, y Edison,..no se lo pierdan ustedes, cuando el auténtico genio es James Clerk Maxwell, a ése y a su perro lo dejaron aquí. Vaya ojeadores del futuro!!!
2.- Tesla, cómo no Tesla, y Edison,..no se lo pierdan ustedes, cuando el auténtico genio es James Clerk Maxwell, a ése y a su perro lo dejaron aquí. Vaya ojeadores del futuro!!!
31 de mayo de 2015
31 de mayo de 2015
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La película tiene uno de los comienzos más interesantes que he visto en un tiempo y, probablemente si eres como yo, te sentirás impactado por la idea que aparenta tratar llegando a pensar que la película es la ostia. Sin embargo, conforme avanza sacrifica la idea del guión por una extensión innecesaria en su narrativa y la inclusión de efectos especiales un poco innnecesarios.
Eso sí, tratan de meter el sello de Disney que toda película debe tener y está bueno, pero en pos de eso sacrifican mucha de la genialidad de la película, perdiendo un poco el hilo de su narrativa, haciendola en muchas partes planas y confusa. Adicional deja muchos vacios: no vas a saber la motiviación y no vas a entender muchas cosas que pasan o para qué pasan todas esas cosas que se podrían ahorrar.
Tiene algunos personajes bastante unidimensionales (¿Qué película blockbusteriana no los tiene?). Pero al centrarnos en sus protagonistas a la que más destaco en esta “planitud” es a Britt Anderson, cuyo rol me sigue confundiendo al momento.
Le rescato que tiene una belleza visual impresionante cuando evoca la visión del futurista que se tenía en los años 80’s, especialmente la que Walt Disney tenía en esta época. Tiene guiños de dirección de arte interesante (para el que los logre ver) como el mostrar en Tomorrowland la Space Mountain de Magic Kingdom o la participación de Disney en la feria de la ciencia en Nueva York. En este aspecto y junto con algunos momentos divertidos la película incluso llega a opacar las fallas que presenta en cuanto a narrativa.
LO MEJOR: El manejo visual de Tomorroland. Mucho potencial en el guión. Los primeros 30 minutos.
LO PEOR: La forma como manejan la narrativa, haciendola extensa, tediosa y plana. 30 minutos de sobra que hay durante la película, los vacíos e inconexidad entre muchos de los pilares de su trama.
Eso sí, tratan de meter el sello de Disney que toda película debe tener y está bueno, pero en pos de eso sacrifican mucha de la genialidad de la película, perdiendo un poco el hilo de su narrativa, haciendola en muchas partes planas y confusa. Adicional deja muchos vacios: no vas a saber la motiviación y no vas a entender muchas cosas que pasan o para qué pasan todas esas cosas que se podrían ahorrar.
Tiene algunos personajes bastante unidimensionales (¿Qué película blockbusteriana no los tiene?). Pero al centrarnos en sus protagonistas a la que más destaco en esta “planitud” es a Britt Anderson, cuyo rol me sigue confundiendo al momento.
Le rescato que tiene una belleza visual impresionante cuando evoca la visión del futurista que se tenía en los años 80’s, especialmente la que Walt Disney tenía en esta época. Tiene guiños de dirección de arte interesante (para el que los logre ver) como el mostrar en Tomorrowland la Space Mountain de Magic Kingdom o la participación de Disney en la feria de la ciencia en Nueva York. En este aspecto y junto con algunos momentos divertidos la película incluso llega a opacar las fallas que presenta en cuanto a narrativa.
LO MEJOR: El manejo visual de Tomorroland. Mucho potencial en el guión. Los primeros 30 minutos.
LO PEOR: La forma como manejan la narrativa, haciendola extensa, tediosa y plana. 30 minutos de sobra que hay durante la película, los vacíos e inconexidad entre muchos de los pilares de su trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final la película trata un mensaje muy bonito relacionado con el soñar y el soñador (eso sí, si te aguantas los 120 minutos de vueltas y giros que te dejan un poco mareado y desubicado) lo notarás porque, lamentablemente, lo hacen ver mediante un dialogo en los últimos 5 minutos de película. (En este aspecto creo que hubieran podido tratarlo de una forma más sutil pues tuvieron más de dos horas para desarrollar este mensaje en el espectador de una forma más sutil).
4 de junio de 2015
4 de junio de 2015
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De la mano de grandes profesionales en cada campo (Bird/Giacchino/Miranda) y con el respaldo del gigante cinematográfico Disney, llegó a nuestras pantallas el pomposo estreno de ‘Tomorrowland’, película que sin embargo llega lastrada de un pobre resultado en la taquilla estadounidense, con unos datos muy alejados de lo que se podría prever pero que me cuesta creer que entre en la lista negra de películas más deficitarias (lista donde los films de acción real de Disney tienen un sitio preferente: ‘John Carter’ o ‘El llanero solitario’ son claros ejemplos). La película fue filmada en gran parte en los estudios de la Ciudad de las artes y las ciencias de Valencia.
Dirigida por el gran Brad Bird (autor de maravillas como ‘Los increíbles’ o ‘Ratatouille’ en animación y de la amena ‘Misión Imposible: Protocolo fantasma’ en acción real) y con guion de Damon Lindelof (siempre recordado por la serie ‘Perdidos’), Jeff Jensen y el propio Brad Bird, ‘Tomorrowland’ es un aventura de amistad y ciencia ficción donde la esperanza y la no rendición sirven como claves motoras de una película protagonizada por George Clooney, Britt Robertson (recientemente vista en ‘El viaje más largo’), Hugh Laurie y los niños Thomas Robinson y Raffey Cassidy.
La película parece estar dividida en tres partes. Una primera, larga e introductoria donde conocemos las historias de Frank Walker (Thomas Robinson/George Clooney) y Casey Newton (Britt Robertson) y su primer contacto con Tomorrowland. Una segunda de desarrollo donde ambos juntos tratan de volver allí, y una última en dicho lugar y que será el desenlace de la historia. En ella se cuenta como una adolescente inconformista y de mucha inquietud científica junto a un antiguo niño prodigio e inventor hastiado de la vida se embarcan en una peligrosa misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar localizado en algún lugar del tiempo y el espacio conocido como Tomorrowland, para así salvar a la Humanidad.
La película tiene un envoltorio mágico, embriagador y altamente satisfactorio: Apoyado en la dupla que forma la notabilísima y memorable banda sonora que acompaña el visionado, obra de Michael Giacchino –uno de los mejores compositores actuales, ganador del Oscar por ‘Up’, nominado por ‘Ratatouille’ y autor de, entre otros trabajos, la banda sonora de la serie de tv ‘Perdidos’–, y en la experta y notable mano de uno de los mejores directores de fotografía, el chileno Claudio Miranda ( ganador del Oscar por ‘La vida de Pi’ y autor de ‘Oblivion’, ‘Zodiac’ o ‘El curioso caso de Benjamin Button’). Ambos realizan unos grandes trabajos por lo que no sería de extrañar que obtuvieran alguna nominación técnica para el film, algo que solo puede frenar su mal resultado en taquilla.
En cuanto al guion, escrito a seis manos, trata de ser interesante y esperanzador. En el hay una historia de ciencia ficción con teorías y mundos interesantes que combinan el espacio tiempo y desvelan una creación fantástica que da que pensar. Sin embargo el desarrollo de la historia, a pesar de que la materia prima es casi inmejorable, no termina de trascender.
‘Tomorrowland’ arrastra el serio problema de indefinición sobre el público al que va dirigida: es demasiado enrevesada para que los más pequeños de la familia la entiendan y disfruten, y a la vez es demasiado blanca y naif para provocar la emoción del público más adulto. Ciertamente una pena y una cierta decepción para el que escribe. El film no es redondo –le falla algo el ritmo y chirría la concepción del malo del film– pero a pesar de ello la mano de Brad Bird se deja notar en cuanto a su sentido más lúdico y original, culminando un film entretenido, apasionado–especialmente la interesante relación que se establece entre los niños- y bien montado.
Interpretativamente el film no destaca especialmente, aunque las actrices femeninas brillan por encima del elenco masculino. Tanto Britt Robertson como Raffey Cassidy convencen y resultan creíbles. George Clooney pone su impronta sin emocionar lo más mínimo y Hugh Laurie está demasiado caricaturizado, fruto de un mal diseño del personaje más que de una mala interpretación. Algún momento cómico divertido, un toque de nostalgia bien tratada, alguna imagen embriagadora, una tienda muy friki con guiños a Star Wars…todo ello tendrá cabida en esta mágica historia que sin embargo deja la sensación de que algo no termina de encajar, y no precisamente por ser tópica o simple.
Lo mejor: el diseño de producción y su propuesta artística (fotografía y música)
Lo peor: No sabe a qué espectador va dirigida.
Valoración:
Banda sonora: 8,5
Fotografía: 8,5
Interpretación: 4
Dirección: 6
Guion: 5
Satisfacción: 5,5
NOTA FINAL: 6,25
@hilodeseda - www.habladecine.com
Dirigida por el gran Brad Bird (autor de maravillas como ‘Los increíbles’ o ‘Ratatouille’ en animación y de la amena ‘Misión Imposible: Protocolo fantasma’ en acción real) y con guion de Damon Lindelof (siempre recordado por la serie ‘Perdidos’), Jeff Jensen y el propio Brad Bird, ‘Tomorrowland’ es un aventura de amistad y ciencia ficción donde la esperanza y la no rendición sirven como claves motoras de una película protagonizada por George Clooney, Britt Robertson (recientemente vista en ‘El viaje más largo’), Hugh Laurie y los niños Thomas Robinson y Raffey Cassidy.
La película parece estar dividida en tres partes. Una primera, larga e introductoria donde conocemos las historias de Frank Walker (Thomas Robinson/George Clooney) y Casey Newton (Britt Robertson) y su primer contacto con Tomorrowland. Una segunda de desarrollo donde ambos juntos tratan de volver allí, y una última en dicho lugar y que será el desenlace de la historia. En ella se cuenta como una adolescente inconformista y de mucha inquietud científica junto a un antiguo niño prodigio e inventor hastiado de la vida se embarcan en una peligrosa misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar localizado en algún lugar del tiempo y el espacio conocido como Tomorrowland, para así salvar a la Humanidad.
La película tiene un envoltorio mágico, embriagador y altamente satisfactorio: Apoyado en la dupla que forma la notabilísima y memorable banda sonora que acompaña el visionado, obra de Michael Giacchino –uno de los mejores compositores actuales, ganador del Oscar por ‘Up’, nominado por ‘Ratatouille’ y autor de, entre otros trabajos, la banda sonora de la serie de tv ‘Perdidos’–, y en la experta y notable mano de uno de los mejores directores de fotografía, el chileno Claudio Miranda ( ganador del Oscar por ‘La vida de Pi’ y autor de ‘Oblivion’, ‘Zodiac’ o ‘El curioso caso de Benjamin Button’). Ambos realizan unos grandes trabajos por lo que no sería de extrañar que obtuvieran alguna nominación técnica para el film, algo que solo puede frenar su mal resultado en taquilla.
En cuanto al guion, escrito a seis manos, trata de ser interesante y esperanzador. En el hay una historia de ciencia ficción con teorías y mundos interesantes que combinan el espacio tiempo y desvelan una creación fantástica que da que pensar. Sin embargo el desarrollo de la historia, a pesar de que la materia prima es casi inmejorable, no termina de trascender.
‘Tomorrowland’ arrastra el serio problema de indefinición sobre el público al que va dirigida: es demasiado enrevesada para que los más pequeños de la familia la entiendan y disfruten, y a la vez es demasiado blanca y naif para provocar la emoción del público más adulto. Ciertamente una pena y una cierta decepción para el que escribe. El film no es redondo –le falla algo el ritmo y chirría la concepción del malo del film– pero a pesar de ello la mano de Brad Bird se deja notar en cuanto a su sentido más lúdico y original, culminando un film entretenido, apasionado–especialmente la interesante relación que se establece entre los niños- y bien montado.
Interpretativamente el film no destaca especialmente, aunque las actrices femeninas brillan por encima del elenco masculino. Tanto Britt Robertson como Raffey Cassidy convencen y resultan creíbles. George Clooney pone su impronta sin emocionar lo más mínimo y Hugh Laurie está demasiado caricaturizado, fruto de un mal diseño del personaje más que de una mala interpretación. Algún momento cómico divertido, un toque de nostalgia bien tratada, alguna imagen embriagadora, una tienda muy friki con guiños a Star Wars…todo ello tendrá cabida en esta mágica historia que sin embargo deja la sensación de que algo no termina de encajar, y no precisamente por ser tópica o simple.
Lo mejor: el diseño de producción y su propuesta artística (fotografía y música)
Lo peor: No sabe a qué espectador va dirigida.
Valoración:
Banda sonora: 8,5
Fotografía: 8,5
Interpretación: 4
Dirección: 6
Guion: 5
Satisfacción: 5,5
NOTA FINAL: 6,25
@hilodeseda - www.habladecine.com
28 de junio de 2015
28 de junio de 2015
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El curso de blockbusters veraniegos se inicia con la nueva superproducción de Disney sobre un futurista mundo más allá de la realidad terrestre, una especie de parque de atracciones de talentos que busca deparar una mirada optimista al futuro.
Brad Bird, nombre educado en la escuela Disney, se encarga de la dirección transmitiendo una vibrante aventura fantástica, con gran talento escénico y una búsqueda del espíritu del cine de los ochenta y spielbergiano, un cine que busca la sorpresa e inocencia del espectador.
Todo parece funcionar, pero las rutinarias escenas de acción y el aire naif le van en contra, además de un último acto lleno de palabreria que desconcierta y se lleva al traste la diversión del resto de la cinta.
Un blockbuster para optimistas que no pierden el optimismo y la esperanza, también para los más jóvenes de la casa, formándoles ideas para que crean en ellos mismos y busquen su talento y camino en la vida.
Brad Bird, nombre educado en la escuela Disney, se encarga de la dirección transmitiendo una vibrante aventura fantástica, con gran talento escénico y una búsqueda del espíritu del cine de los ochenta y spielbergiano, un cine que busca la sorpresa e inocencia del espectador.
Todo parece funcionar, pero las rutinarias escenas de acción y el aire naif le van en contra, además de un último acto lleno de palabreria que desconcierta y se lleva al traste la diversión del resto de la cinta.
Un blockbuster para optimistas que no pierden el optimismo y la esperanza, también para los más jóvenes de la casa, formándoles ideas para que crean en ellos mismos y busquen su talento y camino en la vida.
18 de agosto de 2015
18 de agosto de 2015
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Correcto filme de ciencia-ficción con toques de aventura familiar a lo Disney de la mano de Brad Bird, director de confianza de la casa que también ha hecho su contribución al cine comercial de gran formato dirigiendo “Misión imposible: Protocolo Fantasma” (2011).
“Tomorrowland” cuenta la historia de dos niños que no se conocen entre sí pero que tienen inquietudes parecidas: ambos sueñan con un mundo mejor. Lo que les une es el haber descubierto una realidad escondida entre el tejido espacio-temporal, con una utópica ciudad futurista construida por los hombres y mantenida en secreto por el bien de la Humanidad, heredera del futuro de la misma.
El filme entra dentro de esa ciencia-ficción especulativa que analiza el pasado y el presente y se atreve a pronosticar el futuro según las pautas seguidas. Bird nos muestra una visión optimista sobre esa realidad protegida por el espacio-tiempo, sin dejar de lado el mensaje oscuro apocalíptico sobre el destino de toda la Humanidad. Para contrastar entre una realidad y otra, el impacto visual es brutal, mostrándonos unas imágenes maravillosas de una ciudad brillante, avanzadísima y aparentemente pacífica y equilibrada en todos los sentidos.
A pesar de la premisa tan interesante que se plantea, a la altura de las utopías clásicas (a las que se hacen referencia en algún momento, como las de Orwell, Huxley o Verne), la cinta no se sostiene en cuanto a su desarrollo. Podemos pensar que es lógico que la Disney no pretenda hacer un filme complejo, ya que es un producto destinado a jóvenes, pero se queda corto haciendo que la historia caiga en los más predecibles convencionalismos. La moralina de rigor, de espíritu spielbergiano, se resume en que si la Humanidad necesita salvadores, éstos no serán los científicos más inteligentes, sino los soñadores más imaginativos, y todo ello expuesto con sermones de telepredicador naïf.
Como anécdota, varias de las escenas que se desarrollan en la ciudad futurista se rodaron en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, cuyo estilo arquitectónico da la imagen perfecta para una ciudad futurista como la imaginada por Bird.
En el reparto no hay en realidad nada que destacar. Ni siquiera George Clooney, que de siempre me ha gustado especialmente, logra ni un registro destacado. Britt Robertson hace un papel correcto sin más, y Hugh “Doctor House” Laurie no es precisamente el mejor villano de la historia del cine.
Cabe destacar un hecho que quizás a los jugadores de “Bioshock Infinite” no se les ha pasado por alto, y es la tremenda semejanza con algunos aspectos de la película. El videojuego se desarrolla también en una ciudad utópica flotante, protegida del conocimiento de la Humanidad, y también se accede a ella por medio de una especie de “cohete” como el que alberga la Torre Eiffel en el filme. Una vez más, la ciencia-ficción acaba llegando al mismo sitio por caminos diferentes.
Interesante, pero con mucho potencial desaprovechado.
“Tomorrowland” cuenta la historia de dos niños que no se conocen entre sí pero que tienen inquietudes parecidas: ambos sueñan con un mundo mejor. Lo que les une es el haber descubierto una realidad escondida entre el tejido espacio-temporal, con una utópica ciudad futurista construida por los hombres y mantenida en secreto por el bien de la Humanidad, heredera del futuro de la misma.
El filme entra dentro de esa ciencia-ficción especulativa que analiza el pasado y el presente y se atreve a pronosticar el futuro según las pautas seguidas. Bird nos muestra una visión optimista sobre esa realidad protegida por el espacio-tiempo, sin dejar de lado el mensaje oscuro apocalíptico sobre el destino de toda la Humanidad. Para contrastar entre una realidad y otra, el impacto visual es brutal, mostrándonos unas imágenes maravillosas de una ciudad brillante, avanzadísima y aparentemente pacífica y equilibrada en todos los sentidos.
A pesar de la premisa tan interesante que se plantea, a la altura de las utopías clásicas (a las que se hacen referencia en algún momento, como las de Orwell, Huxley o Verne), la cinta no se sostiene en cuanto a su desarrollo. Podemos pensar que es lógico que la Disney no pretenda hacer un filme complejo, ya que es un producto destinado a jóvenes, pero se queda corto haciendo que la historia caiga en los más predecibles convencionalismos. La moralina de rigor, de espíritu spielbergiano, se resume en que si la Humanidad necesita salvadores, éstos no serán los científicos más inteligentes, sino los soñadores más imaginativos, y todo ello expuesto con sermones de telepredicador naïf.
Como anécdota, varias de las escenas que se desarrollan en la ciudad futurista se rodaron en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, cuyo estilo arquitectónico da la imagen perfecta para una ciudad futurista como la imaginada por Bird.
En el reparto no hay en realidad nada que destacar. Ni siquiera George Clooney, que de siempre me ha gustado especialmente, logra ni un registro destacado. Britt Robertson hace un papel correcto sin más, y Hugh “Doctor House” Laurie no es precisamente el mejor villano de la historia del cine.
Cabe destacar un hecho que quizás a los jugadores de “Bioshock Infinite” no se les ha pasado por alto, y es la tremenda semejanza con algunos aspectos de la película. El videojuego se desarrolla también en una ciudad utópica flotante, protegida del conocimiento de la Humanidad, y también se accede a ella por medio de una especie de “cohete” como el que alberga la Torre Eiffel en el filme. Una vez más, la ciencia-ficción acaba llegando al mismo sitio por caminos diferentes.
Interesante, pero con mucho potencial desaprovechado.
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