La vida de David Gale es una película que se salva de la quema porque al menos entretiene y porque tiene delante de la cámara a tres monstruos de la interpretación, como son Kate Winslet, Laura Linney y el defenestrado Kevin Spacey.
Lo demás es una historia demasiado rocambolesca e increíble como para resultar emotiva o importante en su supuesto alegato contra la pena de muerte. Alan Parker y sus excesos, esos que le dan de vez en cuando en su notable filmografía. En fin.

Kevin Spacey, está magnífico, desde una actuación cargada de matices, todos acertados; lo que falla es el guion que aún siendo bueno, se ofrece errante, poco concreto. Existe demasiada emoción mal gestionada, algunos lloros innecesarios, aunque bien interpretados.

Hizo que me perdiera en ciertos momentos, no porque no fuese capaz de seguirla, sino por la escasa concreción de escenas que no entendí hacia donde derivaban.

No me ha gustado la interpretación de Kate Winslet, siempre la he encontrado bastante inexpresiva, aquí se acentúa. "LA VIDA DE DAVID GALE" resulta demasiado larga, para lo que tenía que contar.

Una gran película con reflexión sobre la pena de muerte (tema que por desgracia no deja de estar vigente) incluida. A pesar de su final aparentemente sorprendente, que es más bien previsible, merece la pena verla y no dejara a nadie indiferente. Sin duda una película excelente con una gran actuación de Kevin Spacey.

La película es artificiosa y poco creible...como tantísimas. Es entretenida, bien planteada y bien interpretada. No entiendo que tenga otra finalidad salvo la de entretener, objetivo que cumple con creces.
El problema es que me sabe muy malo que Alan Parker se dedique a hacer esta película tan menor. Es un director al que tengo cariño por la gran implicación emocional y la fuerza que transmiten grandes películas suyas como "Arde Mississippi" o "El expreso de medianoche".
La segunda escena de sexo es magnifica. Transmite...recuerda al Parker de los mejores tiempos.
Detalles:
Spacey sobreactua en la escena de la borrachera.
Los transitos con notas escritas y escenas cortas no se a que venían.
La música no es nada del otro mundo.
Con todo merece la pena verla.

David Gale (Kevin Spacey) es un profesor de universidad y activista contra la pena de muerte que se ve acusado de asesinato y condenado a pena de muerte, una periodista (Kate Winslet) se entrevistará con él para escuchar su historia.

A base de flashbacks vamos descubriendo aspectos de la vida de David Gale y encajando todas las piezas necesarias para saber qué ha llevado a un activista contra la pena de muerte a acabar en el corredor, la película nos va dando las dosis justas de historia para mantener el interés en todo momento e implicarnos emocionalmente con los protagonistas.

Kevin Spacey ya demostró el talentazo que tiene para la actuación con el inquietante papel que hizo en Seven y sobre todo con American Beauty. Aquí también lo borda interpretando un personaje al que ya no le queda nada que perder.

Kate Winslet da vida a la periodista, aunque es un papel accesorio y no da pie a lucirse demasiado hay que decir que Kate lo hace muy bien, no en vano es una de las mejores actrices del panorama actual.

Esta es una película que juega con el espectador hasta llevarle al punto donde quiere y si éste se deja llevar disfrutará de una buena película con un final que deja huella.