La vida de David Gale
7.3
47,000
Intriga. Drama. Thriller
La vida de David Gale (Spacey), profesor universitario y activista contra la pena de muerte, da un vuelco inesperado cuando es acusado y condenado por la violación y muerte de su colega, la activista Constance Harraway (Linney). A sólo tres días de su ejecución, Gale acepta conceder una entrevista exclusiva a una joven y ambiciosa reportera (Winslet). (FILMAFFINITY)
19 de agosto de 2015
19 de agosto de 2015
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenas interpretaciones, algo previsible tomando en cuenta las 2 actorazas y el actor. Sin embargo, tiene algunos erroeres narrativos que apartan la atención del espectador, haciéndose por momentos pensada y confusa. Parece que Parker hubiera perdido el pulso narrativo que tenía en otros tiempos, lo cual me llama la atención. Por otra parte, el plan urdido por los protas es artificioso, inverosímil y por demás prepotente. ¿A a nadie se le ha pasado por la cabeza que para ser un defensor del abolicionismo no hace falta convertirse en un apólogo del suicidio? Y lod dejo aquí que no lo quiero llevar a spoiler. Una película olvidable que, francamente, me ha dejado indignada con su prepotencia.
30 de octubre de 2006
30 de octubre de 2006
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alan Parker nos presenta la Vida de David Gale. Es la historia de un profesor de universidad, con problemas de alcohol, que se ve envuelto en una serie de delitos en los que presumiblemente es inocente. David (Kevin Spacey) es condenado a muerte y unos días antes de su ejecución concede unas entrevistas a una atractiva periodista (Kate Winslet), conocida por defender a pederastas. La trama se desenvuelve como en muchas otras películas. Es otra más en la que la chica intenta por todos los medios demostrar que el condenado es inocente. Como otros han destacado, si hay un adjetivo que puede definir a la película es el de efectista. Continuamente, se lanzan ciertos elementos que parece que tendrán un papel significativo en la resolución de la trama pero que a la hora de la verdad su peso es trivial.
Una buena banda sonora acompañada de las interpretaciones de Kevin Spacey y Laura Linney (Kate Winslet flojea un poco) salvan el film. Respecto al final, aunque es poco habitual, seguro que todo el que la haya visto ha podido imaginárselo en algún momento, por lo que a mi entender no es tan explosivo como pueda parecer.
Una buena banda sonora acompañada de las interpretaciones de Kevin Spacey y Laura Linney (Kate Winslet flojea un poco) salvan el film. Respecto al final, aunque es poco habitual, seguro que todo el que la haya visto ha podido imaginárselo en algún momento, por lo que a mi entender no es tan explosivo como pueda parecer.
23 de junio de 2016
23 de junio de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un amigo me la vendió como muy buena y sorprendente y no estuvo, ni de lejos, a la altura de las espectativas que creó.
Una historia contada mil veces. Contada correctamente, entretenida, pero nada más. Si has visto más películas de abogados intentando sacar a presos del corredor de la muerte, puedes ir directamente al final y ver el giro. Me parece que es lo único que aporta.
(no suelo ser tan negativo en las críticas, pero realmente esperaba algo muy bueno y me encontré algo normal).
Una historia contada mil veces. Contada correctamente, entretenida, pero nada más. Si has visto más películas de abogados intentando sacar a presos del corredor de la muerte, puedes ir directamente al final y ver el giro. Me parece que es lo único que aporta.
(no suelo ser tan negativo en las críticas, pero realmente esperaba algo muy bueno y me encontré algo normal).
20 de octubre de 2023
20 de octubre de 2023
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un puñado de buenos actores te puedes quedar con el personal, he aquí la cuestión.
Debajo hay poca cosa, poco que rascar, le quitas la piel y es todo hueso, hueso reseco.
Alan ya había dejado atrás sus obras inmortales. Ahora ya sólo toca llenar el plato.
Toma retazos de El silencio de los corderos, de Seven, de los thrillers noventeros.
Qué molestos esos fogonazos en imágenes, esos fotogramas repetidos, esos trozos de retales con palabras huecas.
La historia está cosida con remiendos forzados, con ironías tontorronas, con arreglos made in Hollywood.
Mucho ruido, demasiado ruido en imágenes, tienes el cuchillo en la mano y no ves el qué cortar.
Es un cine lleno de efectos, de juegos malabares de trilero aficionado, de insuflado de todos los recursos fílmicos que quepa para embotar tus sentidos.
Te deja el tema de la pena de muerte. Fomenta la confrontación entre los dos polos, los que están a favor y los que están en contra. Una dualidad más, como todas las que fomenta el estado. Una polémica dualidad, puesta aparentemente en segundo plano, pero que abocará a casi todos y todas a decantarse por una de las soluciones. Una dicotomía falsa, pues la única decisión válida y coherente, sería la que emanara del propio pueblo. Pero en esta vida de David Gale lo que no te planteas es que es el estado el único que toma las decisiones, y cuando el ciudadano ha llegado a presionar, ha sido condicionado por el aparato mediático dirigido.
Las obras distinguidas de Alan Parker las tengo en mi top 100. Pero hace tiempo que he quemado los totems, sólo me vale lo que está bien construido y tiene algo de fondo. Aquí, ni una cosa ni otra, a pesar de los fuegos de artificio. Un 3,2.
Debajo hay poca cosa, poco que rascar, le quitas la piel y es todo hueso, hueso reseco.
Alan ya había dejado atrás sus obras inmortales. Ahora ya sólo toca llenar el plato.
Toma retazos de El silencio de los corderos, de Seven, de los thrillers noventeros.
Qué molestos esos fogonazos en imágenes, esos fotogramas repetidos, esos trozos de retales con palabras huecas.
La historia está cosida con remiendos forzados, con ironías tontorronas, con arreglos made in Hollywood.
Mucho ruido, demasiado ruido en imágenes, tienes el cuchillo en la mano y no ves el qué cortar.
Es un cine lleno de efectos, de juegos malabares de trilero aficionado, de insuflado de todos los recursos fílmicos que quepa para embotar tus sentidos.
Te deja el tema de la pena de muerte. Fomenta la confrontación entre los dos polos, los que están a favor y los que están en contra. Una dualidad más, como todas las que fomenta el estado. Una polémica dualidad, puesta aparentemente en segundo plano, pero que abocará a casi todos y todas a decantarse por una de las soluciones. Una dicotomía falsa, pues la única decisión válida y coherente, sería la que emanara del propio pueblo. Pero en esta vida de David Gale lo que no te planteas es que es el estado el único que toma las decisiones, y cuando el ciudadano ha llegado a presionar, ha sido condicionado por el aparato mediático dirigido.
Las obras distinguidas de Alan Parker las tengo en mi top 100. Pero hace tiempo que he quemado los totems, sólo me vale lo que está bien construido y tiene algo de fondo. Aquí, ni una cosa ni otra, a pesar de los fuegos de artificio. Un 3,2.
20 de marzo de 2024
20 de marzo de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El truculento suspense hace que sigas la película pero lo que ya es intragable es... Aquí, aunque no me gusta, hay veces que no queda otra que entrar en Spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
...lo que es intragable es la credibilidad de que alguien en buena situación y tan "listo" como el profesor de filosofía que aquí se muestra, sea en realidad tan tonto y tan calamidad, y finalmente se preste a hacer lo que hace y, además, en colaboración con varios, habiendo elaborado entre todos un sutil y complejísimo plan por fases. Podría tener sentido si fuera una de esas películas que se basan en hechos reales, pero no creo que se haya dado nunca un caso -aunque es bastante cierto el dicho ese de que "hay gente para todo"- de que alguien, para defender la abolición de la pena de muerte, se preste a suicidarse de forma tan brutal y horrible, por mucho que padezca una enfermedad mortal, y el otro se deje ejecutar, todo para que luego sus colaboradores ofrezcan las pruebas de su inocencia y "demostrar" así que la ley se puede equivocar.
No es sólo bárbaro sino también absurdo e ineficaz, pues lo único que demuestran es que la ley no se ha equivocado, sino que ha sido burlada por un plan retorcido en el que, además, los colaboradores que quedan vivos se van a enfrentar a cargos legales gravísimos, y todo casi para reafirmar a los que defienden la pena capital. Un absurdo total e inverosímil pues nadie puede ser tan cretino.
Es decir, el suspense de que consta la película se sigue bien, pero es una ley del guion, porque los guiones, como la música y todo, tienen leyes que hay que conocer, incluso para poderse saltar alguna con acierto, que un suspense tiene que quedar explicado al final de forma coherente, o el espectador o lector se sentirá decepcionado y cabreado. Por supuesto, el saber cómo se debería hacer no significa que yo, al hablar así, lo sepa hacer mejor, ni mucho menos, eso es lo difícil, pero aquí la explicación que se da al final, la revelación del estúpido plan, no hay quien se la crea.
Por otra parte, el protagonista es "listo" según el concepto que debe tener el guionista, pues en el fragmento de clase que sale, no cuenta a sus alumnos más que palabrería florida y vacía para, a continuación, mostrar una fiestecilla universitaria en la que, como sin duda todo el mundo sabe, el “eminencia” tiene que mostrar lo sencillo y campechano que también puede ser, soltando ingeniosas gracias y representando un show de improvisar rimas bobas y vulgares, etc.
Muy decepcionante aquí el director de las excelentes “El expreso de medianoche”, “Arde Mississippi” y otras buenas.
No es sólo bárbaro sino también absurdo e ineficaz, pues lo único que demuestran es que la ley no se ha equivocado, sino que ha sido burlada por un plan retorcido en el que, además, los colaboradores que quedan vivos se van a enfrentar a cargos legales gravísimos, y todo casi para reafirmar a los que defienden la pena capital. Un absurdo total e inverosímil pues nadie puede ser tan cretino.
Es decir, el suspense de que consta la película se sigue bien, pero es una ley del guion, porque los guiones, como la música y todo, tienen leyes que hay que conocer, incluso para poderse saltar alguna con acierto, que un suspense tiene que quedar explicado al final de forma coherente, o el espectador o lector se sentirá decepcionado y cabreado. Por supuesto, el saber cómo se debería hacer no significa que yo, al hablar así, lo sepa hacer mejor, ni mucho menos, eso es lo difícil, pero aquí la explicación que se da al final, la revelación del estúpido plan, no hay quien se la crea.
Por otra parte, el protagonista es "listo" según el concepto que debe tener el guionista, pues en el fragmento de clase que sale, no cuenta a sus alumnos más que palabrería florida y vacía para, a continuación, mostrar una fiestecilla universitaria en la que, como sin duda todo el mundo sabe, el “eminencia” tiene que mostrar lo sencillo y campechano que también puede ser, soltando ingeniosas gracias y representando un show de improvisar rimas bobas y vulgares, etc.
Muy decepcionante aquí el director de las excelentes “El expreso de medianoche”, “Arde Mississippi” y otras buenas.
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