Cuestión de honor
6.8
57,296
Intriga. Drama
El teniente Daniel Kaffee es un joven y prometedor abogado de la Marina que tiene una excelente reputación. Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de asesinato. A primera vista, el caso no parece complicado. Pero cuando tenga que vérselas con el Coronel Nathan R. Jessup, Comandante en Jefe de la base de Guantánamo, saldrán a la luz nuevas pistas que harán que el caso adquiera dimensiones insospechadas. (FILMAFFINITY) [+]
30 de agosto de 2005
30 de agosto de 2005
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra maestra de su genéro con actuaciones realmente cremosas de Nicholson y Cruise, mantiene la presión hasta el último segundo
7 de octubre de 2018
7 de octubre de 2018
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película para los fans de Cruise, y los que les encantan los uniformes de navíos y códigos, cuyo argumento es bastante flojucho...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Alguien ha visto o se ha percatado del gesto del Coronel que lo delata ante el personaje de Cruise, cuando Cruise se levanta en el cenador? Porque, a pesar de ser el momento estelar de toda la película, yo no lo he visto. Luego, ante el Tribunal, el Coronel confiesa el Código Rojo, pero nunca confiesa el haber mandado falsificar la orden de traslado, con lo cual, queda un poco en el aire, ¿cómo sabe el Tribunal que ha sido falsificada la orden si el Coronel no lo ha dicho y todo se basa en su declaración de culpabilidad de que dio la orden de un Código rojo a un subordinado contra la víctima? ¿y porqué asumen desde el principio, todos, pero todos, que se trata de Código rojo (que era una especie de lección sin pasar a mayores entre reclutas) cuando está en todos los informes que la víctima ha sido envenenada?...en fin muchas preguntas, un thriller que cojea, un Tom Cruise que tiene que echar mano de sus típicos gags de polichinela hollywoodiense, aunque excelente la química entre Cruise y Moore, y un Nicholson un poco desenfadado, para lo que terminó siendo esta película.
16 de junio de 2013
16 de junio de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al Alférez de Navío Daniel Kaffee (Tom Cruise) le encomiendan la tarea de defender a dos soldados de Guantánamo acusados de asesinar a un compañero una noche; sin embargo el caso plantea dudas desde el principio de si fue un asesinato o un accidente fruto de una dudosa (e ilegal) técnica de adiestramiento.
Admito que los buenos dramas judiciales (con duelos y zancadillas entre letrados y conspiraciones de poderosos) me chiflan... y más aun si contienen temas de férrea disciplina militar, pero los he visto realmente mustios y desacertados. No es el caso de "Algunos hombres buenos", que resulta uno de los mejores exponentes del género en los años 90 por su vigor, agilidad y precisión en el argumento, y por su energía, su diligencia y su esmero en la presentación a la escena.
Reiner aporta un estilo narrativo de lo más habitual pero también de lo más refinado y distinguido dentro de este universo de justicia en la armada (atrapante ese comienzo con las dos primeras secuencias); con impecable fotografía, edición y compás con brío, buen aporte de la banda sonora (aunque en sí misma no destaque) y una confortable cinematografía que destaca de manera estimulante casi sin proponérselo. Reiner consigue que el metraje se disfrute con gusto y elegancia... mientras deja la verdadera fuerza e intensidad de la cinta al relato teatral de Sorkin... y al lucimiento actoral en esos momentos y diálogos potentes entre despachos, salas de interrogatorio, juzgados, calles o jardines.
Y es que al fin y al cabo nos encontramos con una adaptación de una obra teatral... una obra que nos lega al mejor Aaron Sorkin, que desarrolla una premisa verdaderamente robusta (mezclando el siempre enigmático thriller legalista de complots... con cierta denuncia hacia algunas actuaciones de la armada... y una reflexión sobre donde está la línea entre el código de honor propio y el impuesto por las instituciones) a un nivel notable, con diálogos rápidos, sustanciosos y realmente avispados (algunos momentos entre los careos se quedan grabados en la retina... también gracias a la intensidad interpretativa), y con personajes multidimensionales cargados de carácter y pujanza. Por supuesto el film no evita unos pocos momentos (muy escasos) de "americanada" patriotera (momentos también necesarios para entender ciertas actitudes de los personajes), pero son claras excepciones que se dejan pasar dentro de un conjunto cabal, estiloso y cautivador.
El reparto por su parte es todo un acierto. Jack Nicholson ES el Coronel Jessup, cuyo carisma y autoritarismo subyuga no solo a los personajes sino también al espectador que se congela ante sus momentos de acongojante (y autojustificada) intensidad. Tom Cruise disfruta de su mejor época en el cine (los 90) donde pasó de ser ídolo de adolescentes a protagonizar films con más seriedad y materia. Con su litigante Danny Kafee (un recién llegado despreocupado pero lumbreras), logra estar a la relevante altura del producto (cumpliendo con creces y sin despeinarse en el diálogo cumbre (y más recordado) de la cinta) aunque tampoco llega a estar excelente (y ha tenido interpretaciones mejores como en "Jerry Maguire", "Minority Report" o la misma "Misión imposible 1"). Demi Moore completa este trío de ases en un personaje en el que encaja como un guante de manera admirable (rara vez se ha vuelto a ver a esta irregular (y un tanto mediocre) actriz mejor que aquí). El resto de secundarios están también estupendos, pero sus papeles no tienen la relevancia del trío principal en ningún momento.
En definitiva "Algunos hombres buenos", sin ser totalmente sublime (algún que otro momento de nacionalismo norteamericano y extraños comportamientos yankis hay), es un estupendo exponente del género y disfrutable una y otra vez. Da lo que se pide de ella: un relato poderoso de Sorkin que absorbe desde el minuto uno al espectador, que deja grandes diálogos, que está llevado a la escena con distinción (y además sin puntos muertos o redundantes) y que está interpretado con magnetismo.
Lo mejor: ...
Admito que los buenos dramas judiciales (con duelos y zancadillas entre letrados y conspiraciones de poderosos) me chiflan... y más aun si contienen temas de férrea disciplina militar, pero los he visto realmente mustios y desacertados. No es el caso de "Algunos hombres buenos", que resulta uno de los mejores exponentes del género en los años 90 por su vigor, agilidad y precisión en el argumento, y por su energía, su diligencia y su esmero en la presentación a la escena.
Reiner aporta un estilo narrativo de lo más habitual pero también de lo más refinado y distinguido dentro de este universo de justicia en la armada (atrapante ese comienzo con las dos primeras secuencias); con impecable fotografía, edición y compás con brío, buen aporte de la banda sonora (aunque en sí misma no destaque) y una confortable cinematografía que destaca de manera estimulante casi sin proponérselo. Reiner consigue que el metraje se disfrute con gusto y elegancia... mientras deja la verdadera fuerza e intensidad de la cinta al relato teatral de Sorkin... y al lucimiento actoral en esos momentos y diálogos potentes entre despachos, salas de interrogatorio, juzgados, calles o jardines.
Y es que al fin y al cabo nos encontramos con una adaptación de una obra teatral... una obra que nos lega al mejor Aaron Sorkin, que desarrolla una premisa verdaderamente robusta (mezclando el siempre enigmático thriller legalista de complots... con cierta denuncia hacia algunas actuaciones de la armada... y una reflexión sobre donde está la línea entre el código de honor propio y el impuesto por las instituciones) a un nivel notable, con diálogos rápidos, sustanciosos y realmente avispados (algunos momentos entre los careos se quedan grabados en la retina... también gracias a la intensidad interpretativa), y con personajes multidimensionales cargados de carácter y pujanza. Por supuesto el film no evita unos pocos momentos (muy escasos) de "americanada" patriotera (momentos también necesarios para entender ciertas actitudes de los personajes), pero son claras excepciones que se dejan pasar dentro de un conjunto cabal, estiloso y cautivador.
El reparto por su parte es todo un acierto. Jack Nicholson ES el Coronel Jessup, cuyo carisma y autoritarismo subyuga no solo a los personajes sino también al espectador que se congela ante sus momentos de acongojante (y autojustificada) intensidad. Tom Cruise disfruta de su mejor época en el cine (los 90) donde pasó de ser ídolo de adolescentes a protagonizar films con más seriedad y materia. Con su litigante Danny Kafee (un recién llegado despreocupado pero lumbreras), logra estar a la relevante altura del producto (cumpliendo con creces y sin despeinarse en el diálogo cumbre (y más recordado) de la cinta) aunque tampoco llega a estar excelente (y ha tenido interpretaciones mejores como en "Jerry Maguire", "Minority Report" o la misma "Misión imposible 1"). Demi Moore completa este trío de ases en un personaje en el que encaja como un guante de manera admirable (rara vez se ha vuelto a ver a esta irregular (y un tanto mediocre) actriz mejor que aquí). El resto de secundarios están también estupendos, pero sus papeles no tienen la relevancia del trío principal en ningún momento.
En definitiva "Algunos hombres buenos", sin ser totalmente sublime (algún que otro momento de nacionalismo norteamericano y extraños comportamientos yankis hay), es un estupendo exponente del género y disfrutable una y otra vez. Da lo que se pide de ella: un relato poderoso de Sorkin que absorbe desde el minuto uno al espectador, que deja grandes diálogos, que está llevado a la escena con distinción (y además sin puntos muertos o redundantes) y que está interpretado con magnetismo.
Lo mejor: ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... el careo final Nicholson/Cruise (aunque algunos de sus momentos se toman ciertas licencias en cuanto a realismo dentro de un juicio para aportar una tensión memorable a la situación). El guión de Sorkin. La concreción narrativa de Reiner.
Lo peor: Hacia el minuto 30 Tom Cruise arruina una escena mirando hacia abajo la marca donde se tiene que poner en el suelo para cumplir la composición del plano (¡qué sutil!).
Lo peor: Hacia el minuto 30 Tom Cruise arruina una escena mirando hacia abajo la marca donde se tiene que poner en el suelo para cumplir la composición del plano (¡qué sutil!).
12 de mayo de 2021
12 de mayo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a ver... Algunos Hombres Buenos...
https://www.filmaffinity.com/es/film671631.html
Un 8. En ocho la tenía valorada, y en ocho la vuelvo a valorar. Hacía más de diez años que no la veía. Y el caso es que la película no ha cambiado, pero yo sí. Y con todo, le mantengo la nota. Aunque en buena parte es por el recuerdo de lo que en su día me hizo sentir.
Antes la veía como una dramatización. Ahora veo la teatralidad de las actuaciones, que antes no percibía en mismo grado. Y veo que la historia no está concebida para atrapar a los culpables, sino para atrapar a los espectadores, a través de una envolvente emocional muy bien estudiada.
He pasado de disfrutar de que me engañaran, a disfrutar de ver cómo está planteado el engaño. De lo bien concebido que está, y de cómo van conduciendo toda la trama al momento final, que es tan emocionante como inverosímil. Pero que tanto cuando se estrenó, como ahora, cumple perfectamente su cometido.
Un placer ver a los actores rejuvenecidos, en especial Cruise, que en el estreno tenía treinta años, y en realidad parece casi un dieciochoañero.
Es una buena película y se lleva puntito extra porque ella lo vale.
https://www.filmaffinity.com/es/film671631.html
Un 8. En ocho la tenía valorada, y en ocho la vuelvo a valorar. Hacía más de diez años que no la veía. Y el caso es que la película no ha cambiado, pero yo sí. Y con todo, le mantengo la nota. Aunque en buena parte es por el recuerdo de lo que en su día me hizo sentir.
Antes la veía como una dramatización. Ahora veo la teatralidad de las actuaciones, que antes no percibía en mismo grado. Y veo que la historia no está concebida para atrapar a los culpables, sino para atrapar a los espectadores, a través de una envolvente emocional muy bien estudiada.
He pasado de disfrutar de que me engañaran, a disfrutar de ver cómo está planteado el engaño. De lo bien concebido que está, y de cómo van conduciendo toda la trama al momento final, que es tan emocionante como inverosímil. Pero que tanto cuando se estrenó, como ahora, cumple perfectamente su cometido.
Un placer ver a los actores rejuvenecidos, en especial Cruise, que en el estreno tenía treinta años, y en realidad parece casi un dieciochoañero.
Es una buena película y se lleva puntito extra porque ella lo vale.
21 de marzo de 2025
21 de marzo de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y el alma solo es de Dios. Nada que ver el sentido del honor calderoniano, trascendente en su modestia, con el que exhiben los marines americanos, soberbio y petulante, que no dudan en cargar a sus inferiores el marrón de la muerte de uno de sus soldados. ¡Señor, sí, Señor!
Buena cinta de juicios, de consejo de guerra para ser más preciso, donde los formalmente acusados resultan irrelevantes. Lo mismo que buena parte del reparto donde nos encontramos, curioso, con un quiosquero refranero.
Buena porque tras unos comienzos dubitativos, enseguida el guion y la realización imprimen un ritmo siempre in crescendo que ya no abandonarán hasta la apoteosis final. A toda marcha.
Y eso que el teniente Daniel (Cruise) se presenta como un auténtico gilipollas. El típico niño de papá abogado por Harvard, ahora en la Armada donde tiene fama de llegar siempre a arreglos. Un tierno cordero blanco. Enfrente, todos los servicios jurídicos de la Infantería de Marina espoleados por la ferocidad del coronel Nathan. El hombre lobo, un auténtico depredador.
Dos personajes muy bien trazados que se buscan y que se acaban encontrando en una escena antológica que cierra el consejo de guerra.
El fraseado nos deja algunas perlas que resultan auténticas máximas forenses: "Un caso con juicio por jurado no consiste solo en la ley, sino en cargar las culpas a alguien", por eso, "Este caso no lo va a ganar la ley, lo van a ganar los abogados".
Dos grandes interpretaciones digan lo que digan los detractores de Tom, y una buena película que debe hacer reflexionar sobre ciertos conceptos equivocados de lo que es el honor.
Buena cinta de juicios, de consejo de guerra para ser más preciso, donde los formalmente acusados resultan irrelevantes. Lo mismo que buena parte del reparto donde nos encontramos, curioso, con un quiosquero refranero.
Buena porque tras unos comienzos dubitativos, enseguida el guion y la realización imprimen un ritmo siempre in crescendo que ya no abandonarán hasta la apoteosis final. A toda marcha.
Y eso que el teniente Daniel (Cruise) se presenta como un auténtico gilipollas. El típico niño de papá abogado por Harvard, ahora en la Armada donde tiene fama de llegar siempre a arreglos. Un tierno cordero blanco. Enfrente, todos los servicios jurídicos de la Infantería de Marina espoleados por la ferocidad del coronel Nathan. El hombre lobo, un auténtico depredador.
Dos personajes muy bien trazados que se buscan y que se acaban encontrando en una escena antológica que cierra el consejo de guerra.
El fraseado nos deja algunas perlas que resultan auténticas máximas forenses: "Un caso con juicio por jurado no consiste solo en la ley, sino en cargar las culpas a alguien", por eso, "Este caso no lo va a ganar la ley, lo van a ganar los abogados".
Dos grandes interpretaciones digan lo que digan los detractores de Tom, y una buena película que debe hacer reflexionar sobre ciertos conceptos equivocados de lo que es el honor.
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