Concursante
6.4
15,313
Drama. Comedia
Ácida sátira de la sociedad actual. Martín Circo Martín, el afortunado ganador del mayor concurso de la historia de la televisión, recibe un premio valorado en tres millones de euros. Sin embargo, el golpe de suerte de Martín dará un vuelco a su vida convirtiéndola en una auténtica pesadilla. “Un golpe de suerte… puede arruinar tu vida”. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2009
16 de febrero de 2009
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una denuncia convertida en obra de arte, frenética, poética, romántica, divertida, real nos enseña parte de de la verdad sobre la mentira que vivimos este mundo que nos vende humo y una economía volátil. Un mundo que se derrumba gracias a la política de unos pocos que cede a la presión del poder y los poderosos.
Recomiendo la película como entretenimiento y como didáctica la gran pregunta es ¿cual es "tu" solución? ¿ Y cómo llevarla a cabo ?
Recomiendo la película como entretenimiento y como didáctica la gran pregunta es ¿cual es "tu" solución? ¿ Y cómo llevarla a cabo ?
8 de septiembre de 2010
8 de septiembre de 2010
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, pues sí.
Notable y sorprendente película de Rodrigo Cortés,con un guión ágil, trepidante y terriblemente mordaz.
A pesar de su estética videoclipera y aroma de anuncio martini en algunos momentos, la cinta toma el perfil de un zorro plateado y devasta todo lo que encuentra a su paso, sin duda, una de las críticas mas despiadadas que he visto, cuesta creer que pasara enseñando el ciruelo sin pena ni gloria la verdad.
Aunque el motor de la historia sea un tanto forzado, hay que admitir que Leonardo Sandalia, un actor limitado hasta el éxtasis, firma el papel de su vida, de eso estoy seguro, Sandalia, capaz de rodar infamias del calibre de Plata Quemada por ejemplo, se desquita con este frenético pasodoble.
Cheto Lerele y Sandalia protagonizan secuencias para enmarcar, ciertamente, y los obuses no paran de aturdir , vienen, se van, y regresan para quedarse.
El Alfombras estampa un raquítico seis amasando su guepardo.
Y Sandalia mira al suelo y exclama:
"Una triumph para cortar el viento de los pobres"
Y Sandalia mira al cielo y suplica:
"Puedes quitármelo todo, puedes humillarme, puedes golpearme, pero no pises mis zapatos de gamuza azul"
Por favor, hagan el favor.
Se despide desde Pasapalabra
E.P.M.
Sir Manzanita
Notable y sorprendente película de Rodrigo Cortés,con un guión ágil, trepidante y terriblemente mordaz.
A pesar de su estética videoclipera y aroma de anuncio martini en algunos momentos, la cinta toma el perfil de un zorro plateado y devasta todo lo que encuentra a su paso, sin duda, una de las críticas mas despiadadas que he visto, cuesta creer que pasara enseñando el ciruelo sin pena ni gloria la verdad.
Aunque el motor de la historia sea un tanto forzado, hay que admitir que Leonardo Sandalia, un actor limitado hasta el éxtasis, firma el papel de su vida, de eso estoy seguro, Sandalia, capaz de rodar infamias del calibre de Plata Quemada por ejemplo, se desquita con este frenético pasodoble.
Cheto Lerele y Sandalia protagonizan secuencias para enmarcar, ciertamente, y los obuses no paran de aturdir , vienen, se van, y regresan para quedarse.
El Alfombras estampa un raquítico seis amasando su guepardo.
Y Sandalia mira al suelo y exclama:
"Una triumph para cortar el viento de los pobres"
Y Sandalia mira al cielo y suplica:
"Puedes quitármelo todo, puedes humillarme, puedes golpearme, pero no pises mis zapatos de gamuza azul"
Por favor, hagan el favor.
Se despide desde Pasapalabra
E.P.M.
Sir Manzanita
2 de noviembre de 2010
2 de noviembre de 2010
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida de Martín Circo Martín (Leonardo Sbaraglia), un profesor que imparte clases sobre la historia de la economía, da un giro radical cuando gana el mayor premio jamás ofrecido por un programa televisivo. Desgraciadamente, dicho premio no es en efectivo, lo que le traerá muchos problemas al no disponer de la liquidez necesaria que le permita disfrutar de su nueva (e impuesta por las circunstancias) situación.
Inusitado. Con tan sencilla como compleja (por lo que viene a significar) palabra definiría el debut, en el mundo del largometraje, de Rodrigo Cortés. Inusitado pero también inclasificable, puesto que es un poco complicado indicar el género al que pertenece la película. Yo sería partidario de definirla como comedia crítica (al final nos viene a decir que el dinero más que la felicidad nos trae muchos quebraderos de cabeza) y absurda (por lo caricaturesco de sus personajes y de algunas situaciones).
Lo mejor de Concursante es que nos descubre a un director cuyo poder visual (gracias también a la buena labor de David Azcano, director de fotografía) resulta fascinante. Tan fascinante como poderosa es la interpretación llevada a cabo por Sbaraglia. Sin embargo, el estilo visual de Cortés es un arma de doble filo, por una parte resulta de lo más interesante, pero por otra se presenta como una traba para la narración, la cual parece quedar supeditada (sobre todo una vez llegamos al nudo de la trama) a dichos excesos visuales y no acaba de fluir con naturalidad. Aun así, estamos ante una ópera prima que hace presagiar el nacimiento de un nuevo talento dentro de la (demasiado) anquilosada cinematografía patria.
Inusitado. Con tan sencilla como compleja (por lo que viene a significar) palabra definiría el debut, en el mundo del largometraje, de Rodrigo Cortés. Inusitado pero también inclasificable, puesto que es un poco complicado indicar el género al que pertenece la película. Yo sería partidario de definirla como comedia crítica (al final nos viene a decir que el dinero más que la felicidad nos trae muchos quebraderos de cabeza) y absurda (por lo caricaturesco de sus personajes y de algunas situaciones).
Lo mejor de Concursante es que nos descubre a un director cuyo poder visual (gracias también a la buena labor de David Azcano, director de fotografía) resulta fascinante. Tan fascinante como poderosa es la interpretación llevada a cabo por Sbaraglia. Sin embargo, el estilo visual de Cortés es un arma de doble filo, por una parte resulta de lo más interesante, pero por otra se presenta como una traba para la narración, la cual parece quedar supeditada (sobre todo una vez llegamos al nudo de la trama) a dichos excesos visuales y no acaba de fluir con naturalidad. Aun así, estamos ante una ópera prima que hace presagiar el nacimiento de un nuevo talento dentro de la (demasiado) anquilosada cinematografía patria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me gustan las películas que, como la que nos ocupa, desvelan su desenlace durante los primeros minutos (en este caso la muerte del protagonista), porque ello significa que su historia no depende en demasía del susodicho clímax final.
4 de noviembre de 2010
4 de noviembre de 2010
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En principio el planteo de “concursante” me parecía viejo, vivo en Buenos Aires y el asunto de los bancos explotó en el 2001. Toda la rebeldía y oposición al sistema exprimidor bancario quedó en la aceptación injustificada de la conformación, y el desgano venció a las ganas de un mundo distinto; sabiendo que este calvario se repite en todas partes del mundo cada 6 o 7 años.
Quizás en España este tema sea moderno y tengan a flor de piel o en carne viva, la traición sistemática de las entidades bancarias.
Pero por estas tierras del sur, el cuento se repite en varias versiones y formatos.
Desde el guión, parece que jugaron al estilo americano (frenético, descriptivo y vertiginoso), se especuló con los tiempos (para atrás, para adelante) sabiendo a raja tabla la importancia de la atención del espectador. Siguiendo el manual de Michael Moore nos centramos en el desdichado, nos encariñamos con él y después; somos despiadados (los guionistas) para demoler en un instante todo lo que construimos. Solo queda el stress, la desolación y el desamparo. De ahí en más, el resultado.
El film desde su inicio me resulto extrañamente aburrido, minuto 13 mire el reloj. Minuto 25 lo volví a mirar. Minuto 33 pensé ¿por qué sigo mirando esto?, igual me dejé llevar y gratamente a partir del minuto 50 la película tomó el ritmo que deseaba y todo lo aburrido del inicio terminó en una buena película.
Como moraleja es cruel pero cierta.
Una parte de mí murió en el 2001, quizás fue la inocencia.
Quizás en España este tema sea moderno y tengan a flor de piel o en carne viva, la traición sistemática de las entidades bancarias.
Pero por estas tierras del sur, el cuento se repite en varias versiones y formatos.
Desde el guión, parece que jugaron al estilo americano (frenético, descriptivo y vertiginoso), se especuló con los tiempos (para atrás, para adelante) sabiendo a raja tabla la importancia de la atención del espectador. Siguiendo el manual de Michael Moore nos centramos en el desdichado, nos encariñamos con él y después; somos despiadados (los guionistas) para demoler en un instante todo lo que construimos. Solo queda el stress, la desolación y el desamparo. De ahí en más, el resultado.
El film desde su inicio me resulto extrañamente aburrido, minuto 13 mire el reloj. Minuto 25 lo volví a mirar. Minuto 33 pensé ¿por qué sigo mirando esto?, igual me dejé llevar y gratamente a partir del minuto 50 la película tomó el ritmo que deseaba y todo lo aburrido del inicio terminó en una buena película.
Como moraleja es cruel pero cierta.
Una parte de mí murió en el 2001, quizás fue la inocencia.
19 de junio de 2007
19 de junio de 2007
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vertiginosa, casi delirante comedia que satiriza sobre el sistema financiero, a través de un profesor universitario de Economía, que además es argentino.
El comienzo resulta aburrido, va soltando datos e información en plan Nacional Geography, que no aportan nada para la historia, pero justo en ese momento que te estas planteando si quedarte o abandonar, consigue empujarte hacia abajo para que permanezcas sentado, la película comienza a coger ritmo.
El interés lo despierta el protagonista, quien consigue una interpretación bastante buena, construye un personaje carismático que gracias a una fortuna se va autodestruyendo. Junto a él dos buenos compañeros le dan la réplica Chete Lera con un personaje bastante surrealista y Luis Zahera que parece salido de un cómic.
Cortés a través del premio más grande de la televisión nos pretende hacer ver como todo está amañado y se empeña en hacer una crítica mordaz al sistema bancario, consiguiendo así empatizar en muchos momentos con el espectador.
Si por algo flojea esta original propuesta es por el guión, demasiado cargado de cifras y datos, pero nada relacionados con la historia en sí, que aunque esto lo intenta suplir con escenas cuidadas, en cuanto a fotografía y técnicas audiovisuales, puede llegar a ponerte de los nervios, porque ves como pasa el tiempo y no avanza la historia.
En definitiva, una propuesta más que no deja mal sabor de boca, pero que tampoco te apetece repetir.
El comienzo resulta aburrido, va soltando datos e información en plan Nacional Geography, que no aportan nada para la historia, pero justo en ese momento que te estas planteando si quedarte o abandonar, consigue empujarte hacia abajo para que permanezcas sentado, la película comienza a coger ritmo.
El interés lo despierta el protagonista, quien consigue una interpretación bastante buena, construye un personaje carismático que gracias a una fortuna se va autodestruyendo. Junto a él dos buenos compañeros le dan la réplica Chete Lera con un personaje bastante surrealista y Luis Zahera que parece salido de un cómic.
Cortés a través del premio más grande de la televisión nos pretende hacer ver como todo está amañado y se empeña en hacer una crítica mordaz al sistema bancario, consiguiendo así empatizar en muchos momentos con el espectador.
Si por algo flojea esta original propuesta es por el guión, demasiado cargado de cifras y datos, pero nada relacionados con la historia en sí, que aunque esto lo intenta suplir con escenas cuidadas, en cuanto a fotografía y técnicas audiovisuales, puede llegar a ponerte de los nervios, porque ves como pasa el tiempo y no avanza la historia.
En definitiva, una propuesta más que no deja mal sabor de boca, pero que tampoco te apetece repetir.
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