Concursante
6.4
15,313
Drama. Comedia
Ácida sátira de la sociedad actual. Martín Circo Martín, el afortunado ganador del mayor concurso de la historia de la televisión, recibe un premio valorado en tres millones de euros. Sin embargo, el golpe de suerte de Martín dará un vuelco a su vida convirtiéndola en una auténtica pesadilla. “Un golpe de suerte… puede arruinar tu vida”. (FILMAFFINITY)
17 de julio de 2007
17 de julio de 2007
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el título que he elegido, que es además una frase de la película, lo digo todo.
Es una ácida crítica de como funcionan los bancos, de cómo funcionan los concursos en televisión y de que manera se te puede complicar la vida cuando consigues una fortuna. No me he aburrido y me lo he pasado bien, viendo esta película. Gran interpretación de Leonardo Sbaraglia - lleva todo el peso de la historia -y de Chete Lera. Incluso me ha sorprendido por que el filme no parece que sea español, sino pareciera que fuera un producto estadounidense de los de calidad. Historia contada en tono surrealista con grandes dosis de realidad.
Es una ácida crítica de como funcionan los bancos, de cómo funcionan los concursos en televisión y de que manera se te puede complicar la vida cuando consigues una fortuna. No me he aburrido y me lo he pasado bien, viendo esta película. Gran interpretación de Leonardo Sbaraglia - lleva todo el peso de la historia -y de Chete Lera. Incluso me ha sorprendido por que el filme no parece que sea español, sino pareciera que fuera un producto estadounidense de los de calidad. Historia contada en tono surrealista con grandes dosis de realidad.
11 de agosto de 2010
11 de agosto de 2010
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece una gran película debido a su planteamiento inicial, que está bien desarrollado en los primeros minutos de metraje y consigue enganchar, pero llega un punto del film en el que se te hace agotador, no soportas tanto discurso con pretensiones de ser acuñados en piedra por parte de los actores principales y, además, al conocer ya el final a priori, se te hace muy pesado seguir viendo el film.
En resumidas cuentas, nos queda un film muy desigual, que cuenta con una gran interpretación de Leonardo Sbaraglia y poco más. Aburre bastante.
Cine español al fin y al cabo.
Mi nota: 4.75
En resumidas cuentas, nos queda un film muy desigual, que cuenta con una gran interpretación de Leonardo Sbaraglia y poco más. Aburre bastante.
Cine español al fin y al cabo.
Mi nota: 4.75
6 de mayo de 2009
6 de mayo de 2009
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginemos esta situación:
En nuestra cuenta con la entidad de ahorros que amablemente nos ofrece sus servicios vampirescos, aparece una comisioncita por mantenimiento de la libreta o tarjeta de crédito de x euros. Vamos, que te roban una suma de dinero no muy respetable para ti, pero si la multiplicas por los millones de clientes más, que también son esclavos de la susodicha entidad bancaria, descubres fácilmente el monto de tamaña estafa. Porque esta gente te cobra comisiones por no hacer absolutamente nada. ¿Mantenimiento de la tarjeta? Como diría Andreu Buenafuente, ¿es que te la cuidan entre algodones, le ponen un lacito o la llevan al médico cuando hay epidemia de gripe?
Después de ver esta película, que te cuenta verdades como puños del sistema económico en el que estamos inmersos, sin otra posibilidad aparente de seguir alimentando al gigantesco mamuth; seguro que correrás ipsofacto a reclamar que te devuelvan cualquier céntimo que tú consideres que te han robado las entidades bancarias, o cualquier comercio de todo tipo.
Felicidades. Has abierto los ojos. Ahora estás capacitado para aprovecharte de tu nueva situación y empezar a pensar a dónde va realmente tu dinero, y, sobre todo, si puedes hacer algo para ser més beneficiado que perjudicado por las circunstancias económico-sociales. Protesta, investiga, lee, aprende, lucha contra las ventanillas y directores de sucursal, gana pequeñas batallas y demuestra que huir del aletargamiento general de la gente, sodomizada por el fútbol y gilipolleces de prensa rosa o Gran Marrano, es la opción inteligente para abandonar la masa de borregos y utilizar la cabeza.
Se trata, sin duda, de uno de los despertares más beneficiosos que hay.
En nuestra cuenta con la entidad de ahorros que amablemente nos ofrece sus servicios vampirescos, aparece una comisioncita por mantenimiento de la libreta o tarjeta de crédito de x euros. Vamos, que te roban una suma de dinero no muy respetable para ti, pero si la multiplicas por los millones de clientes más, que también son esclavos de la susodicha entidad bancaria, descubres fácilmente el monto de tamaña estafa. Porque esta gente te cobra comisiones por no hacer absolutamente nada. ¿Mantenimiento de la tarjeta? Como diría Andreu Buenafuente, ¿es que te la cuidan entre algodones, le ponen un lacito o la llevan al médico cuando hay epidemia de gripe?
Después de ver esta película, que te cuenta verdades como puños del sistema económico en el que estamos inmersos, sin otra posibilidad aparente de seguir alimentando al gigantesco mamuth; seguro que correrás ipsofacto a reclamar que te devuelvan cualquier céntimo que tú consideres que te han robado las entidades bancarias, o cualquier comercio de todo tipo.
Felicidades. Has abierto los ojos. Ahora estás capacitado para aprovecharte de tu nueva situación y empezar a pensar a dónde va realmente tu dinero, y, sobre todo, si puedes hacer algo para ser més beneficiado que perjudicado por las circunstancias económico-sociales. Protesta, investiga, lee, aprende, lucha contra las ventanillas y directores de sucursal, gana pequeñas batallas y demuestra que huir del aletargamiento general de la gente, sodomizada por el fútbol y gilipolleces de prensa rosa o Gran Marrano, es la opción inteligente para abandonar la masa de borregos y utilizar la cabeza.
Se trata, sin duda, de uno de los despertares más beneficiosos que hay.
26 de enero de 2010
26 de enero de 2010
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy esforzado primer trabajo de Rodrigo Cortés, que ya había dado muestras de su valía en el campo del cortometraje.
Aquí, contra casi todo pronóstico, huye del convencionalismo narrativo, para contarnos una maquiavélica historia, llena de recovecos donde los resortes e hilos que mueven nuestras vidas sin que ni siquiera lo sospechemos, aparecen en forma de monstruos cotidianos que viven junto a nosotros dispuestos en cualquier lugar a despedazarnos.
Cortés, cuenta la pesadilla de un ser humano normal y corriente, buena persona, que solo desea ser feliz, mezclando sabiamente, aunque de forma desigual, el humor con el drama.
De esta manera, el primer tercio, aquél donde el protagonista, al modo de William Holden en "El crepúsculo de los dioses", nos cuenta el comienzo de su fin, mostrándonos su vida cotidiana, amigos y, sobre todo, familiares, es sencillamente prodigioso. Gracias a un ejemplar montaje y un vivísimo ritmo, nos deleitamos y reímos de lo lindo. Y más tarde, con algunos personajes, como el asesor fiscal (o algo así) al que acuden con el tiesto de regalo en la mano, simplemente nos descojonamos.
Luego, con la aparición del personaje de Chete Lera (magnífico, una vez más) asistimos de forma rápida a un completo curso de microeconomía, que nos desvela, de forma en verdad pavorosa la realidad que vivimos cada día, económicamente hablando.
Lastima, pero normal, que en los minutos siguientes todo sea irregular, con buenos momentos, como el registro a la casa del protagonista, con ese "zapateo" del mismo, con otros un tanto caóticos, donde Svaraglia, que logra, en líneas generales, un excelente trabajo, se muestre un tanto desatado.
Y al final, asistimos a un hermoso epílogo, magnificado por una bellísima música. Un epílogo que, por cierto, se perdieron la mitad de los espectadores de la sala en la que la vi, pues se fueron a todo correr como si se hubiese desatado un incendio. Ni lo entiendo ni nunca lo entenderé. No sé, la verdad, para qué va cierta gente al cine.
Aquí, contra casi todo pronóstico, huye del convencionalismo narrativo, para contarnos una maquiavélica historia, llena de recovecos donde los resortes e hilos que mueven nuestras vidas sin que ni siquiera lo sospechemos, aparecen en forma de monstruos cotidianos que viven junto a nosotros dispuestos en cualquier lugar a despedazarnos.
Cortés, cuenta la pesadilla de un ser humano normal y corriente, buena persona, que solo desea ser feliz, mezclando sabiamente, aunque de forma desigual, el humor con el drama.
De esta manera, el primer tercio, aquél donde el protagonista, al modo de William Holden en "El crepúsculo de los dioses", nos cuenta el comienzo de su fin, mostrándonos su vida cotidiana, amigos y, sobre todo, familiares, es sencillamente prodigioso. Gracias a un ejemplar montaje y un vivísimo ritmo, nos deleitamos y reímos de lo lindo. Y más tarde, con algunos personajes, como el asesor fiscal (o algo así) al que acuden con el tiesto de regalo en la mano, simplemente nos descojonamos.
Luego, con la aparición del personaje de Chete Lera (magnífico, una vez más) asistimos de forma rápida a un completo curso de microeconomía, que nos desvela, de forma en verdad pavorosa la realidad que vivimos cada día, económicamente hablando.
Lastima, pero normal, que en los minutos siguientes todo sea irregular, con buenos momentos, como el registro a la casa del protagonista, con ese "zapateo" del mismo, con otros un tanto caóticos, donde Svaraglia, que logra, en líneas generales, un excelente trabajo, se muestre un tanto desatado.
Y al final, asistimos a un hermoso epílogo, magnificado por una bellísima música. Un epílogo que, por cierto, se perdieron la mitad de los espectadores de la sala en la que la vi, pues se fueron a todo correr como si se hubiese desatado un incendio. Ni lo entiendo ni nunca lo entenderé. No sé, la verdad, para qué va cierta gente al cine.
31 de julio de 2007
31 de julio de 2007
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Concursante es un interesante experimento fílmico, su estética, su planteamiento, su ritmo constituyen un oasis de originalidad en la filmografía española. Este mismo tema en manos de otro director podría haber acabado siendo otro aburrido drama sobre las consecuencias de la globalización en nuestra sociedad y la perversidad del capitalismo opresor.
En este sentido la película es un acierto, ya que no aburre en ningún momento. El problema es que la propia película constituye una metáfora sobre si misma: si los premios acaban siendo una ilusión que arrastra una pesadilla, la alucinada estética y el ritmo desbocado de las imágenes no dejan de ser un espejismo que esconde que detrás de tanta pompa no hay nada.
Porque en realidad lo que se nos cuenta se basa en un montón de trampas y de teorías económicas cuando menos rebuscadas cuando no directamente inventadas e irreales. Así, entre tanta velocidad se pasa de puntillas por los problemas de comunicación entre el protagonista con sus amigos, novia y familiares y se prefiere dar cancha al show alucinado del personaje del abogado.
Tanto efectismo pues genera un cierto descontrol tanto a nivel argumental como de imagen dando paso a una aceleración continua de eventos y a ciertos momentos de desmanes visuales varios que incluyen un final cuyo tono desafina con lo visto anteriormente y que constituye quizás el peor momento del film.
A pesar de eso "Concursante" es un producto interesante que se sale del convencionalismo al uso del cine español y que sólo por ello merece la pena echarle un vistazo.
Lo mejor: Sus convincentes interpretaciones.
Lo peor: Su tono final y su tendencia al exceso.
En este sentido la película es un acierto, ya que no aburre en ningún momento. El problema es que la propia película constituye una metáfora sobre si misma: si los premios acaban siendo una ilusión que arrastra una pesadilla, la alucinada estética y el ritmo desbocado de las imágenes no dejan de ser un espejismo que esconde que detrás de tanta pompa no hay nada.
Porque en realidad lo que se nos cuenta se basa en un montón de trampas y de teorías económicas cuando menos rebuscadas cuando no directamente inventadas e irreales. Así, entre tanta velocidad se pasa de puntillas por los problemas de comunicación entre el protagonista con sus amigos, novia y familiares y se prefiere dar cancha al show alucinado del personaje del abogado.
Tanto efectismo pues genera un cierto descontrol tanto a nivel argumental como de imagen dando paso a una aceleración continua de eventos y a ciertos momentos de desmanes visuales varios que incluyen un final cuyo tono desafina con lo visto anteriormente y que constituye quizás el peor momento del film.
A pesar de eso "Concursante" es un producto interesante que se sale del convencionalismo al uso del cine español y que sólo por ello merece la pena echarle un vistazo.
Lo mejor: Sus convincentes interpretaciones.
Lo peor: Su tono final y su tendencia al exceso.
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