Matar a un ruiseñor
1962 

8.3
49,820
Drama
Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y ... [+]
30 de junio de 2010
30 de junio de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película discurre por dos vertientes que al final coinciden, la maravillosa historia de los tres niños, llena de magia y encanto, y por otra parte la del abogado y padre Atticus, paradigma del hombre honesto y sabio, inmerso en la sórdida realidad de una comunidad rural en la época de la depresión.
Feroz crítica al racismo y la intolerancia, es uno de esos films con los que se aprende a ser mejor persona, o por lo menos da muchas pistas para conseguirlo, y todo eso sin caer en falsos discursos aleccionadores ni fáciles moralinas lacrimógenas. La película es tan irreprochable como el propio Atticus.
Feroz crítica al racismo y la intolerancia, es uno de esos films con los que se aprende a ser mejor persona, o por lo menos da muchas pistas para conseguirlo, y todo eso sin caer en falsos discursos aleccionadores ni fáciles moralinas lacrimógenas. La película es tan irreprochable como el propio Atticus.
30 de noviembre de 2010
30 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magistral adaptación cinematográfica de la laureada novela de Harper Lee. Particularmente destacable la soberbia actuación de un genial Gregory Peck en la que, personalmente, considero la mejor interpretación de su carrera.
La película trata dos temáticas esenciales, los prejuicios en sus muchas vertientes (racismo, clases sociales, enfermedades mentales o rechazo sistemático hacia lo desconocido y lo que se sale de lo común o socialmente aceptado como "normal"), y la destrucción de la inocencia, nacida de la toma de contacto de los seres humanos con la sociedad.
Como hilo conductor de todo ello tenemos al magnánimo Atticus Finch, brillante a la par que humilde y de una enorme calidad humana, educando a sus hijos de una forma magistral, trasnmitiéndoles valores fundamentales, siendo siempre consecuente y dialogante. En este sentido, especialmente en las conversaciones con Scout, se hace hincapié repetidas veces en el concepto más básico y elemental que debería tener todo ser humano, esto es, empatía.
Película entrañable y una de las grandes joyas del cine clásico.
La película trata dos temáticas esenciales, los prejuicios en sus muchas vertientes (racismo, clases sociales, enfermedades mentales o rechazo sistemático hacia lo desconocido y lo que se sale de lo común o socialmente aceptado como "normal"), y la destrucción de la inocencia, nacida de la toma de contacto de los seres humanos con la sociedad.
Como hilo conductor de todo ello tenemos al magnánimo Atticus Finch, brillante a la par que humilde y de una enorme calidad humana, educando a sus hijos de una forma magistral, trasnmitiéndoles valores fundamentales, siendo siempre consecuente y dialogante. En este sentido, especialmente en las conversaciones con Scout, se hace hincapié repetidas veces en el concepto más básico y elemental que debería tener todo ser humano, esto es, empatía.
Película entrañable y una de las grandes joyas del cine clásico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película tiene momentos de interpretación sublímes como la escena en que Atticus escucha desde el porche a Scout preguntando a su hermano acerca de su madre, o la entrada en escena de Boo Radley (enorme Robert Duvall que expresa con la mirada mucho más de lo que podría haber dicho hablando).
11 de abril de 2011
11 de abril de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante adaptación cinematográfica de la novela homónima de la escritora Harper Lee realizada por un inspirado Robert Mulligan, quien, en base a la evocación cuasi lírica de una mujer en su vivaz e inocente niñez, recrea una atmosférica historia aposentada en el error del prejuicio, la lucha por la justicia social y la propia definición de la misma como esencia básica de la trama. Con producción de Alan J. Pakula y guión de Horton Foote, "Matar un ruiseñor" despliega un maravilloso relato, amalgamando drama judicial, iniciación existencial, intriga, vinculación familiar y suspense, en un cóctel determinado para la denuncia de la situación social injusta, sea el aislamiento del diferente, la falta de comprensión hacia el extraño o la aprensión racial. La admirable ilustración de personajes, el sensible tacto de Mulligan y la lograda ambientación son elementos sobresalientes de un título de hermosa fotografía y espléndidas interpretaciones. Los niños están soberbios, la escalofriante aparición de Robert Duvall en su debut en la pantalla grande resulta sensacional, y Gregory Peck compone magistralmente un personaje colmado de bonhomía, tolerancia y sabiduría, que le supuso un merecido premio Oscar.
29 de abril de 2011
29 de abril de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptar un libro a la gran pantalla no siempre es fácil, pero una vez disfrutada esta obra de arte vemos que hay veces que el cine ensalza aun mas si cabe el arte literario, en este caso la única novela escrita por Harper Lee ,de titulo homónimo “Matar a un ruiseñor”, publicada en 1960 y ganadora del Premio Pullitzer.
En 1962 el director Robert Mulligan rodo la cinta con la presencia de un grandísimo Gregory Peck en el papel de Atticus Finch, un honesto abogado con un aplomo moral como pocos personajes en la historia del cine , que a dia de hoy sigue siendo el referente en cuanto a como un abogado debe ser . Este papel fue recompensado con el Oscar y supuso el culmen de la carrera de Gregory Peck , pero también hay que destacar la magnifica interpretación de los dos hijos de Atticus , Scout y Jem , llevada a cabo por Mary Badham y Phillip Alford, de 10 y 13 años respectivamente , precisamente Mary Badham aun sige siendo la actriz mas joven en ser nominada al Oscar a actriz secundaria. Cabe destacar del reparto la primera aparición delante de las cámaras del gran Robert Duvall , justo diez años antes de su interpretación de Tom Hagen en la imperecedera “El Padrino”.
La película nos situa en los años 30 de EEUU , justo después de la gran depresión , en un pequeño pueblo del profundo sur en Alabama,mediante los recuerdos de Scout,la hija de Atticus,que será testigo de lujo de cómo un hombre debería ser , cuando el juez del estado le encomienda a su padre una tarea a la que solo el podría aceptar: defender a un hombre negro del cargo de violación a una joven blanca . La pequeña Scout aprenderá que no todos los hombres son como su padre , ya que la gente del pueblo empieza a tratar de malas maneras a Atticus , llegando al punto de escupirle a la cara e incluso le habrían linchado entre un grupo de racistas si no llega a ser por la aparición fortuita de la joven Scout , que con su ingenuidad y sus preguntas hace que se agiten las conciencias de los pueblerinos mas violentos . Sin embargo esto no sirve para que una vez empezado el juicio , desde el primer momento quede claro cual va a ser el resultado del veredicto final , pese a las claras pruebas de inocencia presentadas por Atticus .
En definitiva , el film nos muestra mediante un brillante guion la sociedad de principios de siglo norteamericana , asi como las desigualdades raciales vigentes en esa época a través de la inocente mirada de dos niños. En el S.XX , Matar a un ruiseñor fue el libro mas importante sobre el tema racial , y Atticus es el personaje de ficción mas destacado de heroicismo racial , lo que pone de relieve la importancia de esta gran obra.
En 1962 el director Robert Mulligan rodo la cinta con la presencia de un grandísimo Gregory Peck en el papel de Atticus Finch, un honesto abogado con un aplomo moral como pocos personajes en la historia del cine , que a dia de hoy sigue siendo el referente en cuanto a como un abogado debe ser . Este papel fue recompensado con el Oscar y supuso el culmen de la carrera de Gregory Peck , pero también hay que destacar la magnifica interpretación de los dos hijos de Atticus , Scout y Jem , llevada a cabo por Mary Badham y Phillip Alford, de 10 y 13 años respectivamente , precisamente Mary Badham aun sige siendo la actriz mas joven en ser nominada al Oscar a actriz secundaria. Cabe destacar del reparto la primera aparición delante de las cámaras del gran Robert Duvall , justo diez años antes de su interpretación de Tom Hagen en la imperecedera “El Padrino”.
La película nos situa en los años 30 de EEUU , justo después de la gran depresión , en un pequeño pueblo del profundo sur en Alabama,mediante los recuerdos de Scout,la hija de Atticus,que será testigo de lujo de cómo un hombre debería ser , cuando el juez del estado le encomienda a su padre una tarea a la que solo el podría aceptar: defender a un hombre negro del cargo de violación a una joven blanca . La pequeña Scout aprenderá que no todos los hombres son como su padre , ya que la gente del pueblo empieza a tratar de malas maneras a Atticus , llegando al punto de escupirle a la cara e incluso le habrían linchado entre un grupo de racistas si no llega a ser por la aparición fortuita de la joven Scout , que con su ingenuidad y sus preguntas hace que se agiten las conciencias de los pueblerinos mas violentos . Sin embargo esto no sirve para que una vez empezado el juicio , desde el primer momento quede claro cual va a ser el resultado del veredicto final , pese a las claras pruebas de inocencia presentadas por Atticus .
En definitiva , el film nos muestra mediante un brillante guion la sociedad de principios de siglo norteamericana , asi como las desigualdades raciales vigentes en esa época a través de la inocente mirada de dos niños. En el S.XX , Matar a un ruiseñor fue el libro mas importante sobre el tema racial , y Atticus es el personaje de ficción mas destacado de heroicismo racial , lo que pone de relieve la importancia de esta gran obra.
28 de agosto de 2011
28 de agosto de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Mulligan empezó haciendo TV y de allí, con un grupo importante de directores (Frankenheimer, Sidney Lumet..) pasó a la gran pantalla. Fue un director, en cierta medida, independiente y salvo un par de excepciones, no logró títulos excesivemente sonados.
Su mayor éxito de crítica y público, fue precisamente "Matar a un ruiseñor", adaptación de una exitosa novela homónima.
Podemos diseccionar el film en tres sub-argumentos:
- Los niños, la relación con su padre y su apertura al conocimiento.
- Una historia de racismo coherente con el tiempo y el lugar: Años 50s en el sureño Alabama.
- Una historia de misterio. Un joven retrasado mental maltratado y escondido por su padre.
A pesar de ser el hilo conductor (y en contra de muchas opiniones), la historia de los niños es la parte más floja de la película. La primera hora de la película está casi integramente dedicada a los niños y la relación con su padre. Llega un momento en que el ritmo se desinfla. Y entonces nace la historia del negro acusado de violar y pegar a una joven; y entonces, el film despega. El misterioso hombre escondido en su casa aparece de vez en cuando (realmente no se le ve hasta el final) y añade un toque de misterio y ensoñación.
Pero realmente en el centro de todo está el padre de los niños, Gregory Peck, ese hombre bueno y tranquilo, ese héroe cotidiano. La interpretación de Peck es perfecta. Es un hombre normal, incluso demasiado normal a los ojos de sus hijos (es viudo), pero que en todo momento actúa de acuerdo a unas profundas convicciones. Al final es reconocido por todo el mundo, especialmente por sus queridos hijos.
El film se desarrolla con una gran placidez. Sobre todo al principio, parece que asistimos a una pelicula infantil al estilo de Tom Sawyer o Huckelberry Finn. Realmente los niños observan a los adultos y viceversa.
Estamos ante una película que puede recordar a Frank Capra. Se destila como una necesidad de reconciliarse con la condición humana. Parte de la bondad de practicamente todo el mundo. Es extraordinaria la frase que dice "no juzgues a nadie hasta que no hayas andado un buen trecho con sus propios zapatos". Es la bondad innata de hombre solo corrompida por las circunstancias.
Y una de esas circunstancias es el racismo; pero es un racismo que "surge" de forma natural en aquel entorno. No es disculpable pero es entendible. No son malas personas (por ejemplo, el jurado); simplemente han "mamado" eso.
Mulligan hace una película muy contenida, sencilla, no busca el arrebato fácil ni la lágrima del espectador. Contiene un alegato contra los tribunales, contra la institución del jurado, pero la culpa es de la ignorancia no de la maldad.
En fin, la película despliega amor (¿quizá excesivo amor?)
Su mayor éxito de crítica y público, fue precisamente "Matar a un ruiseñor", adaptación de una exitosa novela homónima.
Podemos diseccionar el film en tres sub-argumentos:
- Los niños, la relación con su padre y su apertura al conocimiento.
- Una historia de racismo coherente con el tiempo y el lugar: Años 50s en el sureño Alabama.
- Una historia de misterio. Un joven retrasado mental maltratado y escondido por su padre.
A pesar de ser el hilo conductor (y en contra de muchas opiniones), la historia de los niños es la parte más floja de la película. La primera hora de la película está casi integramente dedicada a los niños y la relación con su padre. Llega un momento en que el ritmo se desinfla. Y entonces nace la historia del negro acusado de violar y pegar a una joven; y entonces, el film despega. El misterioso hombre escondido en su casa aparece de vez en cuando (realmente no se le ve hasta el final) y añade un toque de misterio y ensoñación.
Pero realmente en el centro de todo está el padre de los niños, Gregory Peck, ese hombre bueno y tranquilo, ese héroe cotidiano. La interpretación de Peck es perfecta. Es un hombre normal, incluso demasiado normal a los ojos de sus hijos (es viudo), pero que en todo momento actúa de acuerdo a unas profundas convicciones. Al final es reconocido por todo el mundo, especialmente por sus queridos hijos.
El film se desarrolla con una gran placidez. Sobre todo al principio, parece que asistimos a una pelicula infantil al estilo de Tom Sawyer o Huckelberry Finn. Realmente los niños observan a los adultos y viceversa.
Estamos ante una película que puede recordar a Frank Capra. Se destila como una necesidad de reconciliarse con la condición humana. Parte de la bondad de practicamente todo el mundo. Es extraordinaria la frase que dice "no juzgues a nadie hasta que no hayas andado un buen trecho con sus propios zapatos". Es la bondad innata de hombre solo corrompida por las circunstancias.
Y una de esas circunstancias es el racismo; pero es un racismo que "surge" de forma natural en aquel entorno. No es disculpable pero es entendible. No son malas personas (por ejemplo, el jurado); simplemente han "mamado" eso.
Mulligan hace una película muy contenida, sencilla, no busca el arrebato fácil ni la lágrima del espectador. Contiene un alegato contra los tribunales, contra la institución del jurado, pero la culpa es de la ignorancia no de la maldad.
En fin, la película despliega amor (¿quizá excesivo amor?)
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