Entonces empiezas a ver cosas injustas, y a pensar, va, seguro que luego sale bien, seguro que luego se salvan, ¡PUES NO! ¿Pero es que intentan huir y les sale mal? ¡NO! ¿Tú sabes la típica broma de: “¿te cuento el final? ¡Pues se mueren todos!”? Y tú te ríes y dices “Vale, como sé que eso nunca pasa pues como si me hubieras dicho que un pato hace cuac, cuac” ¡PUES OLVIDATE PORQUE AQUÍ SÍ QUE SE MUEREN TODOS! Y con resignación y dando las gracias. Mira, si no quieres suicidarte viéndola, espero que seas muy feliz, que tengas una pareja que te quiera, tus parientes estén sanos y que tengas un trabajo de puta madre, porque si no vas a querer seguir a Kurt Cobain.
Si estás leyendo esta parte es porque te gusta destriparte las pelis o porque ya la has visto, en este último caso: “Ten, un clínex. Ponte un monologo y olvida esta 1h 45 min de tu vida”
Por cierto, sé que ahora quieres desapuntarte de todos los programas de donación, pero, no hagas nada todavía piénsalo mañana con otra luz.

Ciertamente no es fácil vivir en una sociedad que nos amolda a ella misma desde que nacemos, que nos impone objetivos y que no escatima en esfuerzos por distorsionar la realidad en favor de sus intereses. Muchas veces sin que lo podamos percibir... en otras ocasiones cuando ese soplo de vida ya finaliza y quizás es demasiado tarde... o quizás todavía no... pero el mérito habrá estado, en cualquier caso, en conocer la realidad, o mejor dicho, en descubrir la irrealidad en la que hemos estado envueltos.