Snowpiercer
6.4
30,476
Ciencia ficción. Thriller. Acción
Un fallido experimento para solucionar el problema del calentamiento global casi acabó destruyendo la vida sobre la Tierra. Los únicos supervivientes fueron los pasajeros del Snowpiercer, un tren que recorre el mundo impulsado por un motor de movimiento eterno. Adaptación de la novela gráfica "Le Trasperceneige", escrita por Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2014
1 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película con la temática política más atrevida que posiblemente ha salido en décadas de los USA: la lucha del ser humano contra los condicionamientos naturales y los condicionamientos sociales, aquellos que producen determinadas estructuras politicas y economicas. Aquellos que producen “sistemas”: trenes que nos llevan por los raíles del planeta, firmes, seguros, pero a la vez inexorables, inmutables, salvación y condena al mismo tiempo.
La película comienza narrandonos una revolución. Incluso dentro de una revolución, todos ocupan su lugar predeterminado: el héroe, el secundario, el viejo maestro, el retratista que plasma los hechos, la masa, etc. Incluso ello está perfectamente medido. Lo revolucionario, nos comunicarán en adelante, es la ruptura del ciclo, la apertura de una puerta, “esa puta puerta” (la más importante de todas) que acaba convirtiéndose en un muro, una barrera, más mental que física, más social que natural, más metafórica que real.
Porque obviamente en la película todo funciona a nivel metafórico, simbólico. No puede ser de otra forma, ya que el más mínimo análisis en la coherencia del espacio-tiempo o las leyes de la física y la química demuestran que a los creadores les importaba muy poco la verosimilitud, sino únicamente el mensaje. La película funciona, pues, a nivel mitológico: “The train is the world, we the humanity”. Solo de este modo podemos entrar en su juego y aceptar los hechos que dentro de este tren, de este “mundo” con lógica interna propia, suceden.
No es difícil esto tampoco porque, pese a ser una producción mainstream estadounidense, se nota el buen hacer koreano en suficientes momentos (fotografía comiquera, escenas de acción líricas, etc.) como para elevar la película muy por encima del montón de scy-fy de pompa y circunstancia con la que se nos bombardea ultimamente desde los USA. Bong Joo Hoo ha tenido problemas (que raro...!) para finalizar y distribuir su filme, por desaveniencias con parte de los productores. Se ve que el director no quiso renunciar a nada, ni a llevarse a su actor preferido (Song Kan Ho, que nuevamente vuelve a partir la pantalla cada vez que sale), ni a las dosis de violencia gráfica e implícita, ni a un mensaje completamente “antisistema” en el que héroe y villano son parte de la misma moneda, pero al contrario de lo que puede suceder en otros casos recientes similares (pienso en Joker y Batman), el héroe, por mucho que luche por redimir sus pecados, no tiene salvación posible en este tren. Porque no hay salvación dentro de los vagones...
La película comienza narrandonos una revolución. Incluso dentro de una revolución, todos ocupan su lugar predeterminado: el héroe, el secundario, el viejo maestro, el retratista que plasma los hechos, la masa, etc. Incluso ello está perfectamente medido. Lo revolucionario, nos comunicarán en adelante, es la ruptura del ciclo, la apertura de una puerta, “esa puta puerta” (la más importante de todas) que acaba convirtiéndose en un muro, una barrera, más mental que física, más social que natural, más metafórica que real.
Porque obviamente en la película todo funciona a nivel metafórico, simbólico. No puede ser de otra forma, ya que el más mínimo análisis en la coherencia del espacio-tiempo o las leyes de la física y la química demuestran que a los creadores les importaba muy poco la verosimilitud, sino únicamente el mensaje. La película funciona, pues, a nivel mitológico: “The train is the world, we the humanity”. Solo de este modo podemos entrar en su juego y aceptar los hechos que dentro de este tren, de este “mundo” con lógica interna propia, suceden.
No es difícil esto tampoco porque, pese a ser una producción mainstream estadounidense, se nota el buen hacer koreano en suficientes momentos (fotografía comiquera, escenas de acción líricas, etc.) como para elevar la película muy por encima del montón de scy-fy de pompa y circunstancia con la que se nos bombardea ultimamente desde los USA. Bong Joo Hoo ha tenido problemas (que raro...!) para finalizar y distribuir su filme, por desaveniencias con parte de los productores. Se ve que el director no quiso renunciar a nada, ni a llevarse a su actor preferido (Song Kan Ho, que nuevamente vuelve a partir la pantalla cada vez que sale), ni a las dosis de violencia gráfica e implícita, ni a un mensaje completamente “antisistema” en el que héroe y villano son parte de la misma moneda, pero al contrario de lo que puede suceder en otros casos recientes similares (pienso en Joker y Batman), el héroe, por mucho que luche por redimir sus pecados, no tiene salvación posible en este tren. Porque no hay salvación dentro de los vagones...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Porque el tren de Rompenieves es una máquina que busca ser eterna, pero no es un lugar en el que haya cabida la justicia o la revolución social, es únicamente, como todo aquello que ostenta una intención de perdurar estático, una cárcel: un artificio creado como todos los regimenes sociales, económicos y religiosos que los seres humanos creamos, el cual se nos vende como inmutable, como única posibilidad de salvación frente al Leviatán, frente a la lucha fratricida, el “orden” de unos pocos frente al “caos” de las turbas descontroladas.
Huir de la dinámica maniquea, de la jerarquía, el mesianismo, los sacrificios inútiles, la lucha infinita y circular, lo “preestablecido”, en resumidas cuentas, es una tarea improbable a la que asistiremos perplejos, de forma secundaria, como lo hacen la mayor parte de los personajes de este cuento, cada uno con su aspiración personal, pensando que luchan por un todo cuando en realidad sólo forman parte de un sistema que se autorreproduce y cuyo fin es siempre aquel que no nos atrevemos a vislumbrar, no por lo imposible que parece llevarlo a cabo, si no por el miedo que supone “abrir esa puerta, que no es un muro” y mirar más allá, afrontar un mundo nuevo y desconocido, un renacimiento en el que las reglas tengan que ser reescritas y todo reimaginado. Como humanos codificados tan fuertemente en unos valores hegemónicos previos a nuestra existencia, buscamos la destrucción de lo que nos oprime, sin ser capaces de brindar respuestas nuevas y, por ende, repitiendo los mismos esquemas una vez. He ahí el verdadero desafío, la construcción de ideas y posibilidades nuevas que nos liberen de las anteriores cadenas, que nos expulsen del tren hacia lo salvaje, hacia lo desconocido, un lugar en el que podamos, por fin, ser libres para escoger que queremos ser. Un mundo "sin zapatos ni sombreros".
Tal es la proeza a la que asistimos en este relato: no la regeneración o limpieza del Antiguo Régimen, si no la ruptura absoluta del mismo por parte de los más vulnerables e inocentes: unos niños que consiguen liberarse del mundo que de otro modo los habría condenado a un futuro en el que no existía otra elección.
Huir de la dinámica maniquea, de la jerarquía, el mesianismo, los sacrificios inútiles, la lucha infinita y circular, lo “preestablecido”, en resumidas cuentas, es una tarea improbable a la que asistiremos perplejos, de forma secundaria, como lo hacen la mayor parte de los personajes de este cuento, cada uno con su aspiración personal, pensando que luchan por un todo cuando en realidad sólo forman parte de un sistema que se autorreproduce y cuyo fin es siempre aquel que no nos atrevemos a vislumbrar, no por lo imposible que parece llevarlo a cabo, si no por el miedo que supone “abrir esa puerta, que no es un muro” y mirar más allá, afrontar un mundo nuevo y desconocido, un renacimiento en el que las reglas tengan que ser reescritas y todo reimaginado. Como humanos codificados tan fuertemente en unos valores hegemónicos previos a nuestra existencia, buscamos la destrucción de lo que nos oprime, sin ser capaces de brindar respuestas nuevas y, por ende, repitiendo los mismos esquemas una vez. He ahí el verdadero desafío, la construcción de ideas y posibilidades nuevas que nos liberen de las anteriores cadenas, que nos expulsen del tren hacia lo salvaje, hacia lo desconocido, un lugar en el que podamos, por fin, ser libres para escoger que queremos ser. Un mundo "sin zapatos ni sombreros".
Tal es la proeza a la que asistimos en este relato: no la regeneración o limpieza del Antiguo Régimen, si no la ruptura absoluta del mismo por parte de los más vulnerables e inocentes: unos niños que consiguen liberarse del mundo que de otro modo los habría condenado a un futuro en el que no existía otra elección.
3 de octubre de 2015
3 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras algunos films notables, incluido la maravillosa ‘The Host’ Bong Joon Ho decide experimentar con su primer film en inglés y elenco internacional en una historia distópica muy alejada del resto de películas que en los últimos años se han puesto de moda.
Para intentar controlar el problema del calentamiento global la humanidad ha decidido esparcir una sustancia que ayudaría a bajar la temperatura de manera generalizada, sin embargo el experimento no funciona como se esperaba llevando a la Tierra a lo que parece ser una nueva era glaciar extinguiendo todo tipo de vida en ella.
Los únicos sobrevivientes son quienes viajan de manera infinita a bordo de un tren que es una especie de arca de Noé, y que se convierte en el único sitio posible para la supervivencia humana, la acción se sitúa después de 17 años del suceso y como es previsible, la desigualdad social impera en el interior del tren, donde los ricos viven cómodamente mientras los pobres sobreviven hacinados en los últimos vagones, por lo que diferentes movimientos revolucionarios han fracasado mientras uno nuevo está por iniciar.
Con un sobresaliente diseño de producción y un diseño de personajes preciso, aunque con ciertos excesos, la nueva película del director de ‘Mother’ y ‘Memories of Murder’ no evade los aspectos políticos de la historia que narra, como suele suceder en las distopías hollywoodenses, así como tampoco disimula su posición, pero tampoco pretende ser un film aleccionador.
Por el contrario, Bong Joon-ho se apega al thriller y a la acción en un relato sin descanso, con algo de humor, intriga, peleas y todo elemento narrativo que demuestra el porque es uno de los mejores directores en la actualidad, con un elenco por demás sobresaliente y que incluye nombres como la excelente Tilda Swinton, Chris Evans, John Hurt, Jamie Bell, Octavia Spencer, Song Kang-ho y Ed Harris.
Basado en un cómic francés, el relato se torna muy entretenido e interesante consiguiendo un film equilibrado y aunque no del todo original, pero que logra poner en pantalla el eterno dilema de la utilidad de los movimientos sociales, demostrando que no por estar en un movimiento automático y constante se logrará cambiar el estado de las cosas y modificar las estructuras de poder.
Con la producción de otro de los grandes cineastas de la actualidad, el también coreano Park Chak-woon, ‘Snowpiercer’ tiene todos los condimentos para convertirse en un film de culto de visión obligada.
http://tantocine.com/snowpiercer-de-bong-joon-ho/
Para intentar controlar el problema del calentamiento global la humanidad ha decidido esparcir una sustancia que ayudaría a bajar la temperatura de manera generalizada, sin embargo el experimento no funciona como se esperaba llevando a la Tierra a lo que parece ser una nueva era glaciar extinguiendo todo tipo de vida en ella.
Los únicos sobrevivientes son quienes viajan de manera infinita a bordo de un tren que es una especie de arca de Noé, y que se convierte en el único sitio posible para la supervivencia humana, la acción se sitúa después de 17 años del suceso y como es previsible, la desigualdad social impera en el interior del tren, donde los ricos viven cómodamente mientras los pobres sobreviven hacinados en los últimos vagones, por lo que diferentes movimientos revolucionarios han fracasado mientras uno nuevo está por iniciar.
Con un sobresaliente diseño de producción y un diseño de personajes preciso, aunque con ciertos excesos, la nueva película del director de ‘Mother’ y ‘Memories of Murder’ no evade los aspectos políticos de la historia que narra, como suele suceder en las distopías hollywoodenses, así como tampoco disimula su posición, pero tampoco pretende ser un film aleccionador.
Por el contrario, Bong Joon-ho se apega al thriller y a la acción en un relato sin descanso, con algo de humor, intriga, peleas y todo elemento narrativo que demuestra el porque es uno de los mejores directores en la actualidad, con un elenco por demás sobresaliente y que incluye nombres como la excelente Tilda Swinton, Chris Evans, John Hurt, Jamie Bell, Octavia Spencer, Song Kang-ho y Ed Harris.
Basado en un cómic francés, el relato se torna muy entretenido e interesante consiguiendo un film equilibrado y aunque no del todo original, pero que logra poner en pantalla el eterno dilema de la utilidad de los movimientos sociales, demostrando que no por estar en un movimiento automático y constante se logrará cambiar el estado de las cosas y modificar las estructuras de poder.
Con la producción de otro de los grandes cineastas de la actualidad, el también coreano Park Chak-woon, ‘Snowpiercer’ tiene todos los condimentos para convertirse en un film de culto de visión obligada.
http://tantocine.com/snowpiercer-de-bong-joon-ho/
28 de diciembre de 2018
28 de diciembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de irregular desarrollo que podía haber sido mucho más, con unos personajes, sobre todo los de los vagones ricos del tren, que sobrepasan lo caricaturesco, en especial el personaje de Tilda Swinton. El filme es una metáfora de las clases sociales, reflejadas viviendo en un tren que es el último vestigio de vida en la Tierra, después de que, una catástrofe, creara una nueva era glaciar, viviendo los ricos en los vagones delanteros y los pobres en los de atrás. Estos, por supuesto, se revelarán, pero creo que no está del todo bien aprovechada la historia pues, todos los personajes, en general, tanto los buenos cómo los villanos, hacen y dicen, bastantes cosas absurdas e incoherentes durante toda la película, ensombreciendo el resultado final. En definitiva, un filme bueno y con una idea brillante, basada en un cómic, pero que no llega explotar todo el potencial que podría haber dado de sí. Nota, 6.
13 de enero de 2020
13 de enero de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigo buceando en la filmografía de Bong Joon-ho de manera desordenada en el tiempo, pero siempre llevándome gratas sorpresas. Normalmente Bong es también el guionista de sus películas, en este caso, Rompenieves, es una adaptación de una novela gráfica francesa y el guion corre a cargo de Bong con ayuda de Kelly Masterson (Antes De Que El Diablo Sepa Que Has Muerto). Por supuesto y como ya estamos acostumbrados, nos encontramos con un drama social (la mayor parte de la población mundial ha desaparecido en un intento por contrarrestar el cambio climático que ha terminado en una edad de hielo en la que sólo han sobrevivido los que pudieron resguardarse en el tren Rompenieves), pero con tintes de comedia negra. Un guion fascinante, lleno de sorpresas y que va de menos a más. Se te quedan imágenes en la retina que te hielan la sangre (nunca mejor escrito). La música es de Marco Beltrami, gran amigo y colaborador del señor Wes Craven, componiendo las cuatro Bandas Sonoras de Scream, además tiene en su haber películas de terror como Mimic, The Faculty, Resident Evil, Carrie o La Purga. Beltrami ha sido nominado dos veces a los Oscar. En el caso de Rompenieves la música es maravillosa (a lo que, por otro lado, ya nos tiene acostumbrados Bong). La fotografía es espectacular y los protagonistas están muy creíbles, destacando a su colaborador habitual Kang-ho Song (The Host, Parásitos) y a Go Ah-sung (The Host), repitiendo papeles de padre e hija. Pero no podemos olvidarnos de un guapo y excelente Chris Evans (Capitán América) en su papel de Curtis Everett, posible líder de una rebelión; Jamie Bell (Billi Eliot) como su segundo al mando en el papel de Edgar; una siempre increíble Octavia Spencer (Criadas Y Señoras) aquí como Tanya; John Hurt (Los Crímenes de Oxford) como Guilliam y Ed Harris (La Tienda) en el papel de Wilford. Todos excelentemente dirigidos y sacando lo mejor en sus actuaciones.
Insisto en que acercarse al mundo de Bong Joon-ho es meterse en un cabeza de sátiro político y social. No va a gustar a todos. Hay que mantener la mente abierta y no dejarse llevar por las etiquetas de thriller, drama, ciencia ficción, comedia negra, etcétera, porque Bong Joo-ho es todo eso y más. A pesar de las críticas, este director está, por fin, alcanzando el éxito. No sé si lo llegaremos a entender del todo nunca, pero me alegro de que se reconozca el cine innovador y valiente.
Insisto en que acercarse al mundo de Bong Joon-ho es meterse en un cabeza de sátiro político y social. No va a gustar a todos. Hay que mantener la mente abierta y no dejarse llevar por las etiquetas de thriller, drama, ciencia ficción, comedia negra, etcétera, porque Bong Joo-ho es todo eso y más. A pesar de las críticas, este director está, por fin, alcanzando el éxito. No sé si lo llegaremos a entender del todo nunca, pero me alegro de que se reconozca el cine innovador y valiente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Volvemos a las diferencias sociales que tanto le gustan a este hombre. La cola y la cabeza. La élite y la escoria. La escoria, situada en la cola de ese tren que no se para nunca y que para sobrevivir en las primeras semanas se llegaron a comer unos a otros (la supervivencia del más fuerte). Curtis nos cuenta en primera persona y en un monólogo helador cómo descubrieron que los niños saben mejor que los adultos y mucho mejor que los viejos. Cómo después de intentar comerse un bebé un hombre se cortó parte del brazo para que el resto se alimentase y cómo de repente muchos otros hicieron lo mismo, cortando partes de su cuerpo para llevarse algo a la boca. Estremecedor. Escenas inolvidables como cuando están en medio de una lucha y pasan por un puente (por el que se pasa una vez al año) y todo se para para celebrar el año nuevo (escena muy Bong Joo-ho). La de Grey (Luke Pasqualino) saltando como un samurái. Las clases Hitlerianas a las que someten a los niños elitistas y su aprendizaje sobre El Líder. La mujer de amarillo midiendo niños. Descubrir lo que son las barritas de proteínas. La escena del hijo de Tanya dentro de la maquinaria (para eso quería Wilford niños). Y por supuesto esa trampa, ese cebo. Un plan maquiavélico que en principio nos confunde, pues pensamos que es una rebelión contra La Élite, pero tarde descubrimos que el plan no es de Curtis, ni de Edgar, ni de ninguno de la supuesta escoria –o sí-. La creación de miedo y ansiedad para luego guardar un equilibrio en la población (y que se explica durante el metraje). La cinta está llena de giros inesperados, que lo son hoy a pesar de que Rompenieves se estrenó en 2013. No es un film del montón, ni tampoco convencional.
Os desvelo muchos detalles, pero no todos. Te mantiene a la expectativa y con mucha tensión.
Dice Bong Joon-ho que durante la producción de The Host, visitó una tienda de cómics y allí conoció a Jean-Marc Rochette, autor francés de novela gráfica. Bong leyó unas cuantas historias y le fascinó la idea de personas atrapadas en un tren, luchando por sobrevivir y separadas pos estatus social.
Gracias Bong Joon-ho por tus descubrimientos y por hacernos partícipes a todos de ellos.
Os desvelo muchos detalles, pero no todos. Te mantiene a la expectativa y con mucha tensión.
Dice Bong Joon-ho que durante la producción de The Host, visitó una tienda de cómics y allí conoció a Jean-Marc Rochette, autor francés de novela gráfica. Bong leyó unas cuantas historias y le fascinó la idea de personas atrapadas en un tren, luchando por sobrevivir y separadas pos estatus social.
Gracias Bong Joon-ho por tus descubrimientos y por hacernos partícipes a todos de ellos.
1 de mayo de 2020
1 de mayo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena y original historia post-apocalíptica con aceptables efectos visuales (no enamoran) y sus correctas dosis de intriga, acción, trampas, tiros y aventura.
Esta película se disfruta mucho como acción postapocalíptica pero si la desencriptas como metáfora y crítica de la sociedad, la saborearás aún más (ver zona spoiler).
El guión es original y ligeramente opresivo. Un tren siempre en movimiento que no puede parar está habitado por los supervivientes que consiguieron escapar a un desastre climático.
En este tren hay clases sociales, igual que en todo tren hay vagones de primera y de turista. Pero los abusos de unos y las insoportables condiciones de vida de los otros, hacen que algunos se atrevan a saltarse las reglas y los muros para ver qué hay más allá. Impulsados por un gurú (¿filosófo revolucionario?) se atreven a explorar el enigmático tren. ¿Es verdad todo lo que les (nos) han contado de este tren (esta vida, esta sociedad)?
Dirigida con ritmo y energía. Tiene el pulso frenético del cine de acción, de aventuras.
Aceptables efectos visuales; pero en algunos se nota demasiado que son de ordenador.
El clímax final es bueno, frío y sospechosamente creíble.
Esta película se disfruta mucho como acción postapocalíptica pero si la desencriptas como metáfora y crítica de la sociedad, la saborearás aún más (ver zona spoiler).
El guión es original y ligeramente opresivo. Un tren siempre en movimiento que no puede parar está habitado por los supervivientes que consiguieron escapar a un desastre climático.
En este tren hay clases sociales, igual que en todo tren hay vagones de primera y de turista. Pero los abusos de unos y las insoportables condiciones de vida de los otros, hacen que algunos se atrevan a saltarse las reglas y los muros para ver qué hay más allá. Impulsados por un gurú (¿filosófo revolucionario?) se atreven a explorar el enigmático tren. ¿Es verdad todo lo que les (nos) han contado de este tren (esta vida, esta sociedad)?
Dirigida con ritmo y energía. Tiene el pulso frenético del cine de acción, de aventuras.
Aceptables efectos visuales; pero en algunos se nota demasiado que son de ordenador.
El clímax final es bueno, frío y sospechosamente creíble.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esta sutil metáfora de la sociedad humana, nos mostrará conforme los aventureros (¿o los revolucionarios sociales?) van superando dificultades las diferencias tan escandalosas entre su vida y la vida de los privilegiados. La que ocurre en los otros vagones.
Alternando acción, aventura, tiroteos, trampas, compañeros caídos... acaban descubriendo la otra parte del tren. ¿Y más allá? ¿Este tren (sociedad) funciona solo? ¿O tiene "maquinistas" (élites que la dirigen desde la sombra)?
El diálogo final con el maquinista Kevin Spacey te descubre que hasta los "revolucionarios sociales" son marionetas del maquinista (élite dominante). Interesan revoluciones puntuales para reducir la población del tren (sociedad, mundo). Estaba todo orquestado. El gurú que inflamaba corazones con su discurso era otra pieza mas...
Alternando acción, aventura, tiroteos, trampas, compañeros caídos... acaban descubriendo la otra parte del tren. ¿Y más allá? ¿Este tren (sociedad) funciona solo? ¿O tiene "maquinistas" (élites que la dirigen desde la sombra)?
El diálogo final con el maquinista Kevin Spacey te descubre que hasta los "revolucionarios sociales" son marionetas del maquinista (élite dominante). Interesan revoluciones puntuales para reducir la población del tren (sociedad, mundo). Estaba todo orquestado. El gurú que inflamaba corazones con su discurso era otra pieza mas...
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