Better Call SaulSerie
2015 

Vince Gilligan (Creador), Peter Gould (Creador) ...
8.0
30,143
Serie de TV. Drama. Comedia. Thriller
Serie de TV (2015-2022). 6 temporadas. 63 episodios. Precuela de la serie "Breaking Bad", centrada en el personaje del abogado Saul Goodman (Bob Odenkirk), seis años antes de conocer a Walter White. La serie cuenta cómo un picapleitos de poca monta llamado Jimmy McGill, con problemas para llegar a fin de mes, se convierte en el abogado criminalista Saul Goodman. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2021
18 de febrero de 2021
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Breaking bad fue, y sigue siendo, una serie mítica que puso el listón muy alto y se ganó merecidamente estar entre las diez mejores de todos los tiempos. Era lógico, por lo tanto, pensar que Better call Saul, un spin-off del inefable Saul Goodman, tendría muy difícil igualar su calidad.
Sin embargo, tras cinco espléndidas temporadas, BcS ha conseguido incluso superar a Bb, gracias a que el personaje principal, lejos de angustiarnos como lo hizo Bryan Cranston, nos hace sonreír con sus rocambolescas peripecias. Sucesivos embrollos de los que sale airoso al utilizar hábilmente innumerables formas para engañar y/o engatusar a todo aquel que se le pone por delante, bien adoptando el nombre de Saul Goodman, James McGill o Jimmy Resbalones, que son, tanto en su conjunto como individualmente, el trasunto del pícaro del Lazarillo de Tormes, o, más recientemente, el simpático estafador de poca monta que Tony Leblanc interpretaba en Los tramposos. Un charlatán, en definitiva, que pretende hacernos comulgar con ruedas de molino esgrimiendo argumentaciones tan farragosas como delirantes.
El origen de Saul Goodman, al que no puede renunciar, es el joven Jimmy Resbalones, un encantador de serpientes, conciliador y parlanchín, rápido de reflejos y osado al máximo, que igual nos vende una moneda o un reloj falsos, que un spot de televisión o un móvil, y que termina convirtiéndose, con el paso del tiempo, en un carismático picapleitos; un perdedor, en teoría, que te envuelve con su verborrea hasta el punto de lograr que le entregues tu alma si se lo propone y que siempre, mediante una sorprendente vuelta de tuerca, termina saliéndose con la suya.
BCS es, además de una brillante demostración de cómo contar las aventuras y desventuras de un embaucador (de buen corazón en el fondo), la constatación de que Bb era una serie llena de personajes secundarios que podían tener su propio spin-off. Y, claro está, el que más probabilidades tenía de lograrlo era Saul Goodman, que ya nos cautivó entonces gracias a la magnífica interpretación de Bob Odenkirk, y que en BcS consigue que nos enamoremos de él desde el primero momento.
BcS demuestra también que el éxito de Bb no fue un hecho aislado, y mucho menos que su creador, Vince Gilligan, tocara la flauta por casualidad. Todo lo contrario. Ayudado ahora por Peter Gould, la calidad de BcS es igual de innegable, y sigue prácticamente las mismas pautas de rodaje que tanta admiración nos produjo en Bb: escenarios escogidos con minuciosidad; planos generales de una gran belleza; una fotografía que deslumbra literalmente; planos detalle que nunca están de más; secuencias dilatadas en el tiempo; banda sonora acertadísima, interpretaciones impecables… Y todo ello contado con flashbacks que nos hacen retroceder y/o avanzar en el tiempo, con una facilidad pasmosa.
Y mientras esto sucede, conforme BcS nos va contando el pasado de Saul, surgen conocidos personajes, y descubrimos el origen de todos aquellos que salían en Bb, gracias a una magnífica y meticulosa reconstrucción del puzle, comprendiendo de inmediato el porqué de la existencia de todos y cada uno de ellos, al mismo tiempo que se incorporan otros muchos que encajan a la perfección, en un ejercicio lleno de virtuosismo, que despierta nuestra admiración más absoluta hacia los guionistas de la serie.
Y es así como volvemos a ver a Ehrmantraut, Fring, los Salamanca, y otros personajes secundarios que ya aparecieron en Bb y que aquí adquieren mayor protagonismo. Cinco temporadas que no tienen desperdicio, en las que asistimos a la lucha fratricida y enloquecedora, de Saul y su hermano (espléndido Michael McKean), a quien vemos por primera vez, así como a sus respectivas parejas, el socio del hermano en el bufete, la nuera de Ehrmantraut y, sobre todo, en un episodio tan emotivo como sobrecogedor, al incondicional amigo de juventud (maravilloso Mel Rodríguez), un orondo y entrañable compinche con el que Saul formaba pareja en el pasado a la hora de estafar a ingenuos codiciosos.
Todo encaja a la perfección en BcS y todo se desarrolla de una forma sencilla, siendo fácil de seguir la historia de este pícaro contemporáneo que lucha por sobrevivir conviviendo entre gente poderosa a la que no se doblega; abogados mejor preparados que él, a los que siempre consigue vencer in extremis; incautos avariciosos a quienes resulta fácil timar; una larga lista de ancianos a los que se gana con una empalagosa cháchara repleta de halagos y tópicos; delincuentes de poca monta que defiende con mil y una argucias; despiadados narcotraficantes que le empujan a situaciones en las que su vida peligra; una eficiente abogada, con la que comparte cama y despacho, y a la que arrastra siempre al borde del abismo cada vez que se mete en líos; y, por encima de todo, un hermano enfermo que se ve forzado a regañadientes a aceptar su ayuda.
Y es así como asistimos a la contienda, en ocasiones despiadada, entre dos seres humanos (un remedo de Caín y Abel) que han llevado vidas muy diferentes, y a los que no solo les separa la edad, sino también la educación, el buen gusto y el éxito, en definitiva. Dos hermanos que se odian y quieren sin remisión, obligados a convivir montados una montaña rusa de emociones en las que afloran, entre otras miserias, el rencor y la envidia, mientras que, con el fin de aniquilarse el uno al otro, entablan una lucha sin cuartel repleta de golpes bajos y trampas que no parecen tener fin.
Como se suele decir, BcS ha llegado para quedarse. Poco importa ya el desenlace y/o cierre de la serie con la sexta entrega, ni cuál será el sorprendente (o tal vez no) final de Jimmy Resbalones. Sí, porque durante cinco brillantísimas temporadas, sus creadores han conseguido que nos enamoremos de él, y también, contra todo pronóstico, hacernos olvidar el éxito de Bb. Algo que, sinceramente, nadie esperaba.
Sí, definitivamente, queremos tanto a Jimmy…
Sin embargo, tras cinco espléndidas temporadas, BcS ha conseguido incluso superar a Bb, gracias a que el personaje principal, lejos de angustiarnos como lo hizo Bryan Cranston, nos hace sonreír con sus rocambolescas peripecias. Sucesivos embrollos de los que sale airoso al utilizar hábilmente innumerables formas para engañar y/o engatusar a todo aquel que se le pone por delante, bien adoptando el nombre de Saul Goodman, James McGill o Jimmy Resbalones, que son, tanto en su conjunto como individualmente, el trasunto del pícaro del Lazarillo de Tormes, o, más recientemente, el simpático estafador de poca monta que Tony Leblanc interpretaba en Los tramposos. Un charlatán, en definitiva, que pretende hacernos comulgar con ruedas de molino esgrimiendo argumentaciones tan farragosas como delirantes.
El origen de Saul Goodman, al que no puede renunciar, es el joven Jimmy Resbalones, un encantador de serpientes, conciliador y parlanchín, rápido de reflejos y osado al máximo, que igual nos vende una moneda o un reloj falsos, que un spot de televisión o un móvil, y que termina convirtiéndose, con el paso del tiempo, en un carismático picapleitos; un perdedor, en teoría, que te envuelve con su verborrea hasta el punto de lograr que le entregues tu alma si se lo propone y que siempre, mediante una sorprendente vuelta de tuerca, termina saliéndose con la suya.
BCS es, además de una brillante demostración de cómo contar las aventuras y desventuras de un embaucador (de buen corazón en el fondo), la constatación de que Bb era una serie llena de personajes secundarios que podían tener su propio spin-off. Y, claro está, el que más probabilidades tenía de lograrlo era Saul Goodman, que ya nos cautivó entonces gracias a la magnífica interpretación de Bob Odenkirk, y que en BcS consigue que nos enamoremos de él desde el primero momento.
BcS demuestra también que el éxito de Bb no fue un hecho aislado, y mucho menos que su creador, Vince Gilligan, tocara la flauta por casualidad. Todo lo contrario. Ayudado ahora por Peter Gould, la calidad de BcS es igual de innegable, y sigue prácticamente las mismas pautas de rodaje que tanta admiración nos produjo en Bb: escenarios escogidos con minuciosidad; planos generales de una gran belleza; una fotografía que deslumbra literalmente; planos detalle que nunca están de más; secuencias dilatadas en el tiempo; banda sonora acertadísima, interpretaciones impecables… Y todo ello contado con flashbacks que nos hacen retroceder y/o avanzar en el tiempo, con una facilidad pasmosa.
Y mientras esto sucede, conforme BcS nos va contando el pasado de Saul, surgen conocidos personajes, y descubrimos el origen de todos aquellos que salían en Bb, gracias a una magnífica y meticulosa reconstrucción del puzle, comprendiendo de inmediato el porqué de la existencia de todos y cada uno de ellos, al mismo tiempo que se incorporan otros muchos que encajan a la perfección, en un ejercicio lleno de virtuosismo, que despierta nuestra admiración más absoluta hacia los guionistas de la serie.
Y es así como volvemos a ver a Ehrmantraut, Fring, los Salamanca, y otros personajes secundarios que ya aparecieron en Bb y que aquí adquieren mayor protagonismo. Cinco temporadas que no tienen desperdicio, en las que asistimos a la lucha fratricida y enloquecedora, de Saul y su hermano (espléndido Michael McKean), a quien vemos por primera vez, así como a sus respectivas parejas, el socio del hermano en el bufete, la nuera de Ehrmantraut y, sobre todo, en un episodio tan emotivo como sobrecogedor, al incondicional amigo de juventud (maravilloso Mel Rodríguez), un orondo y entrañable compinche con el que Saul formaba pareja en el pasado a la hora de estafar a ingenuos codiciosos.
Todo encaja a la perfección en BcS y todo se desarrolla de una forma sencilla, siendo fácil de seguir la historia de este pícaro contemporáneo que lucha por sobrevivir conviviendo entre gente poderosa a la que no se doblega; abogados mejor preparados que él, a los que siempre consigue vencer in extremis; incautos avariciosos a quienes resulta fácil timar; una larga lista de ancianos a los que se gana con una empalagosa cháchara repleta de halagos y tópicos; delincuentes de poca monta que defiende con mil y una argucias; despiadados narcotraficantes que le empujan a situaciones en las que su vida peligra; una eficiente abogada, con la que comparte cama y despacho, y a la que arrastra siempre al borde del abismo cada vez que se mete en líos; y, por encima de todo, un hermano enfermo que se ve forzado a regañadientes a aceptar su ayuda.
Y es así como asistimos a la contienda, en ocasiones despiadada, entre dos seres humanos (un remedo de Caín y Abel) que han llevado vidas muy diferentes, y a los que no solo les separa la edad, sino también la educación, el buen gusto y el éxito, en definitiva. Dos hermanos que se odian y quieren sin remisión, obligados a convivir montados una montaña rusa de emociones en las que afloran, entre otras miserias, el rencor y la envidia, mientras que, con el fin de aniquilarse el uno al otro, entablan una lucha sin cuartel repleta de golpes bajos y trampas que no parecen tener fin.
Como se suele decir, BcS ha llegado para quedarse. Poco importa ya el desenlace y/o cierre de la serie con la sexta entrega, ni cuál será el sorprendente (o tal vez no) final de Jimmy Resbalones. Sí, porque durante cinco brillantísimas temporadas, sus creadores han conseguido que nos enamoremos de él, y también, contra todo pronóstico, hacernos olvidar el éxito de Bb. Algo que, sinceramente, nadie esperaba.
Sí, definitivamente, queremos tanto a Jimmy…
27 de enero de 2022
27 de enero de 2022
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me voy a entretener en comentar la trama de estas tres temporadas. Es imposible resumir todos los matices, las intrigas, los relatos, las historias y los personajes que componen estos 30 episodios, unas 25 horas de cine del bueno.
Better Call Saul es una mezcla endiablada de drama familiar, pelis de gánsteres, de juicios y comedia.
De este cóctel surge una serie inteligente, con mucho humor y que retrata a personajes muy de verdad.
Me encanta que el espectador sea tratado como alguien capaz de deducir y de indagar. Además siempre hay un conejo que sacar de la chistera de la trama, para sorprender al espectador, que se convierte en cómplice.
Mucho le debemos a un actor tan mayúsculo como Bob Odenkirk, capaz de hacer su personaje tan atractivo.
Esperamos más temporadas. Más bien, las necesitamos.
Mi puntuación: 9,03/10.
Chistes y críticas en holasoyramon.com
Better Call Saul es una mezcla endiablada de drama familiar, pelis de gánsteres, de juicios y comedia.
De este cóctel surge una serie inteligente, con mucho humor y que retrata a personajes muy de verdad.
Me encanta que el espectador sea tratado como alguien capaz de deducir y de indagar. Además siempre hay un conejo que sacar de la chistera de la trama, para sorprender al espectador, que se convierte en cómplice.
Mucho le debemos a un actor tan mayúsculo como Bob Odenkirk, capaz de hacer su personaje tan atractivo.
Esperamos más temporadas. Más bien, las necesitamos.
Mi puntuación: 9,03/10.
Chistes y críticas en holasoyramon.com
2 de mayo de 2016
2 de mayo de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie combina excelentes personajes con excelsas actuaciones y una producción que centra su atención en los detalles, los cuales harán las delicias de aquellos que sepan apreciarlos y, aunque no imprescindible, para disfrutarlos en su total dimensión creo es necesario haber visto la serie madre "Breaking Bad".
El punto flojo de este spin-off es que por momentos impacienta su ritmo lento y la falta de sucesos relevantes.
Dicho sin tapujos: por momentos aburre.
La evolución del carismático James McGill en Saul Goodman, aunque coherente, va muy lenta para mi gusto y sin duda lo que añade picante al asunto (se agradece) es la historia paralela del genial Mike Ehrmantraut.
Habiendo dicho esto me sigue pareciendo una serie notable y definitivamente la recomiendo.
El punto flojo de este spin-off es que por momentos impacienta su ritmo lento y la falta de sucesos relevantes.
Dicho sin tapujos: por momentos aburre.
La evolución del carismático James McGill en Saul Goodman, aunque coherente, va muy lenta para mi gusto y sin duda lo que añade picante al asunto (se agradece) es la historia paralela del genial Mike Ehrmantraut.
Habiendo dicho esto me sigue pareciendo una serie notable y definitivamente la recomiendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los finales de temporada (1ra y 2da) me han dejado algo indiferente, como faltos de voltaje, sobre todo el de la 2da temporada (realmente me cuesta ver a Chuck como enemigo de Jimmy).
22 de julio de 2017
22 de julio de 2017
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay sensación de continuidad. "Better Call Saul" es una idea muy peligrosa. Se trata de la spin off de una serie que es magistral, "Breaking Bad". Además, es una precuela a la odisea personal de míster White y los suyos. No obstante, Gilligan, Gould, Bucksey y el distinguido etcétera superan con creces la prueba.
Y eso que en la primera temporada hay una tentación en la que, a veces, caen. Bob Odenkirk es un actor estupendo y su personaje, el legendario letrado de Albuquerque, uno de los más queridos de la anterior serie. Y eso puede ser un error, el carismático protagonista engulle todo a su alrededor. Pero muy rápidamente caen en la cuenta de ello y empiezan a rodearlo de elementos a su altura.
Un ejemplo de ello es Jonathan Banks, más que cómodo repitiendo experiencia con Mike, ese personaje de mil aristas. Tiene un capítulo solo para él que es maravilloso, la historia de un viejo poli, su idealista hijo y la corrupción del departamento de policía. Podría ser una cinta noir maravillosa, aunque aquí se cuenta sin que falte nada en poco más de cuarenta minutos.
Y es aquí donde Sleepy Jimmy alcanza su verdadera fuerza, cuando Odenkirk levita ante las interesantes subtramas que le van surgiendo (la tensa relación con su hermano, el primer contacto con "Tuco" Salamanca y sus asociados, ese personaje excelente que es Kim, etc.).
Entonces todo encaja, incluso combinar el humor de filmes como "El golpe" con la tragedia más pura del cine negro. Un programa delicioso que, si no se excede en llegar al punto que quiera, tendrá un hueco de honor en toda videoteca que se precie.
Y eso que en la primera temporada hay una tentación en la que, a veces, caen. Bob Odenkirk es un actor estupendo y su personaje, el legendario letrado de Albuquerque, uno de los más queridos de la anterior serie. Y eso puede ser un error, el carismático protagonista engulle todo a su alrededor. Pero muy rápidamente caen en la cuenta de ello y empiezan a rodearlo de elementos a su altura.
Un ejemplo de ello es Jonathan Banks, más que cómodo repitiendo experiencia con Mike, ese personaje de mil aristas. Tiene un capítulo solo para él que es maravilloso, la historia de un viejo poli, su idealista hijo y la corrupción del departamento de policía. Podría ser una cinta noir maravillosa, aunque aquí se cuenta sin que falte nada en poco más de cuarenta minutos.
Y es aquí donde Sleepy Jimmy alcanza su verdadera fuerza, cuando Odenkirk levita ante las interesantes subtramas que le van surgiendo (la tensa relación con su hermano, el primer contacto con "Tuco" Salamanca y sus asociados, ese personaje excelente que es Kim, etc.).
Entonces todo encaja, incluso combinar el humor de filmes como "El golpe" con la tragedia más pura del cine negro. Un programa delicioso que, si no se excede en llegar al punto que quiera, tendrá un hueco de honor en toda videoteca que se precie.
13 de septiembre de 2022
13 de septiembre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comento ya una vez vista la última temporada mi impresión final, porque de todo lo demás no diría nada nuevo que no se haya escrito ya en todas las críticas y comentarios.
Pensaba que quizás debería ir en la sección de spoilers, pero realmente no revelo nada para el que no la haya visto aún, así que lo dejo aquí.
Entiendo ese punto de la trama final sobre Howard como necesario para desapegarnos de los protagonistas, ya que era necesario tras haberlos convertido en nuestros héroes a los que les perdonábamos todo, y era necesario que tomáramos distancia con ellos para que fueran merecedores de las consecuencias, aunque al igual que en Breaking Bad, se venían adivinando prácticamente desde el capítulo 1.
Pero realmente se me hizo duro ese giro argumental al final de la penúltima temporada que incluso hizo que me costara afrontar la última, ya que aunque necesario para el devenir de la historia, me resultó excesivo y en cierto modo forzado y antinatural, pareció que se estaba realmente sobrepasando una línea roja, que ellos mismos se impusieron , que era solo hacer ciertas cosas si eran por una buena causa ó un buen fin, como lo que montaron para salvar a Jewel. Además en este caso se cambiaron las tornas, y fue Kim la que insistía en ello ante la evidente contradicción que provocaba en Jimmy , que se da cuenta de que no esta bien, pero lo termina haciendo simplemente por complacer a Kim, porque estaba dispuesto a hacer lo que fuera por ella. Pero esa Kim Wexler no era la que conocimos en todas las otras temporadas, porque ella era la primera que ponía un punto de cordura y establecía los límites y mostraba a Saul que no valía cualquier cosa. Eso es lo que yo entiendo como una intromisión del guionista en la realidad del personaje, por mucho que los haya creado, los personajes terminan teniendo una identidad propia y debería ser respetada.
Entiendo que el director tenía desde el principio claro cual iba a ser el final, y en algunos momentos nos cuentan como Kim empieza a hacerse cómplice y partícipe de los juegos de timador de Jimmy, pero no se siente natural ese giro en el que ella se pone de repente en los zapatos de Saul Goodman y toma la iniciativa en algo que hasta los que lo estamos viendo queremos pensar que por favor se quede en nada, porque sería demasiado y es un sinsentido. Para mi, eso ha sido quizás el cabo suelto que ha tenido el final de esta gran serie, bueno quizás era como rizar el rizo tanto que se ha notado que no era un rizo natural.
Pensaba que quizás debería ir en la sección de spoilers, pero realmente no revelo nada para el que no la haya visto aún, así que lo dejo aquí.
Entiendo ese punto de la trama final sobre Howard como necesario para desapegarnos de los protagonistas, ya que era necesario tras haberlos convertido en nuestros héroes a los que les perdonábamos todo, y era necesario que tomáramos distancia con ellos para que fueran merecedores de las consecuencias, aunque al igual que en Breaking Bad, se venían adivinando prácticamente desde el capítulo 1.
Pero realmente se me hizo duro ese giro argumental al final de la penúltima temporada que incluso hizo que me costara afrontar la última, ya que aunque necesario para el devenir de la historia, me resultó excesivo y en cierto modo forzado y antinatural, pareció que se estaba realmente sobrepasando una línea roja, que ellos mismos se impusieron , que era solo hacer ciertas cosas si eran por una buena causa ó un buen fin, como lo que montaron para salvar a Jewel. Además en este caso se cambiaron las tornas, y fue Kim la que insistía en ello ante la evidente contradicción que provocaba en Jimmy , que se da cuenta de que no esta bien, pero lo termina haciendo simplemente por complacer a Kim, porque estaba dispuesto a hacer lo que fuera por ella. Pero esa Kim Wexler no era la que conocimos en todas las otras temporadas, porque ella era la primera que ponía un punto de cordura y establecía los límites y mostraba a Saul que no valía cualquier cosa. Eso es lo que yo entiendo como una intromisión del guionista en la realidad del personaje, por mucho que los haya creado, los personajes terminan teniendo una identidad propia y debería ser respetada.
Entiendo que el director tenía desde el principio claro cual iba a ser el final, y en algunos momentos nos cuentan como Kim empieza a hacerse cómplice y partícipe de los juegos de timador de Jimmy, pero no se siente natural ese giro en el que ella se pone de repente en los zapatos de Saul Goodman y toma la iniciativa en algo que hasta los que lo estamos viendo queremos pensar que por favor se quede en nada, porque sería demasiado y es un sinsentido. Para mi, eso ha sido quizás el cabo suelto que ha tenido el final de esta gran serie, bueno quizás era como rizar el rizo tanto que se ha notado que no era un rizo natural.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pues realmente nadie se cree que de repente Saul pudiendo pasar solo 7 años en prisión decidiera redimirse cumpliendo 65, que está claro que no le dejarían nunca jamás arreglar las cosas con Kim, pero es lo que impone el cine moralista, y es que al final todos los que hacen algo malo deben pagar por sus pecados, pero si realmente Saúl hubiera existido, jamás habría sido tan idiota. Lo hizo solo porque, lo exigía el guión.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here