La segunda temporada es excelente como la primera. Una tragicomedia insólita. Vince Gilligan y Peter Gould lideran un grupo de profesionales increíble. Es muy conveniente ver Breaking Bad antes de pasar a BCS aunque no estrictamente necesario. Me llama la atención la cortedad de algunos episodios (40 minutos) de la segunda temporada.Desde mi punto de vista no hay nada tan bueno en la TV actual. A disfrutar.

Tras ver el piloto puedo decir que Better Call Saul mantiene el toque de Breaking Bad y no pierde ni un ápice de calidad y contenido. Es muy pronto para sacar conclusiones pero esto promete señores. Dará que hablar sin duda y si el piloto ya nos pone los dientes largos ya ni me quiero imaginar lo que estar por venir. Conserva cosas de su predecesora como los detalles, las tomas de cámara, etc. Es imposible no recordar a su hermana mientras la ves. Vince lo sabe y lo explota muy bien.

Ahora si no has visto BB (deberias verla antes que nada) pues perderas muchas cosas y detalles y no le sacarás todo el jugo que se merece. En resumen, la serie promete y mucho además. Habrá que esperar a que acabe la temporada para sacar conclusiones pero por el momento las dudas que tenía han quedado disipadas

Lo primero que es necesario aclarar es que en otras críticas de esta serie y de la serie madre se dice la traducción de "Breaking bad". Se ha dicho que va desde "volviéndose malo" a "caminando hacia la maldad".
Amigos, fans, "haters" y Justin Bieber. La realidad es que "Breaking bad" no se traduce de forma literal ya que es una expresión que equivale a "echarse a perder". Dicho esto continuamos.

La serie de Saul Goodman es buena sin dudas. Como la mayoría de los que la vean son fans, como un servidor, de "Breaking bad" se agradece volver a ese universo, esa estética, esa doble moralidad pero no a ese ritmo.
Siendo la primera temporada que apunta excelentes maneras le falta esa pegada, esa colleja emocional que te daba la serie madre junto con un exceso de capítulos (se podrían haber ahorrado 3 sin problemas).
El acompañar a Saul de caras conocidas (punto a favor por las sorpresas) está muy bien pero este personaje tiene un problema y es su marcado aspecto cómico. Miento si digo que no hay momentos emotivos pero el letrado donde brilla es en el humor cosa que le obliga a determinadas situaciones en vez de la variedad de BB.

En conjunto repito que es una buena serie, que apunta muchas maneras y que entretiene. Los fans de BB seguramente les gustará pese a no llegar al nivel de la original mientras que (supongo que algunas personas habrá) los que no conozcan de donde proviene este abogado les parecerá una serie correcta.

Con Breaking Bad como obligada referencia, cualquiera que haya visto y disfrutado esta inolvidable serie se ve obligado a hacerse la siguiente pregunta ¿Merece existir este spin off protagonizado por Saul Goodman, el abogado delincuente asesor “legal” del dúo White-Pinkman?
La respuesta es un rotundo sí, y por derecho propio, no como una mera expansión del universo Breaking Bad.

Un estupendo Bob Odenkirk se pone a los mandos del nuevo proyecto del genio Vince Gilligan y consigue conducirlo con estilo y personalidad.
Personajes comunes como Mike (Jonathan Banks) o Tuco (Raymond Cruz) vuelven a hacer su aparición para gozo de los fans y otros nuevos se incorporan al reparto de forma natural y sin que ninguno de ellos chirríe lo más mínimo.

Un plantel actoral bien engrasado es un buen punto de partida, pero hay más. Los guiones escritos por el equipo de Gilligan están llenos de grandes momentos y brillantes ocurrencias, si bien por momentos parecen carecer de cierta cohesión y regularidad. Se podría decir que adolecen de cierto, vamos a decirlo así, desorden.

Aun así la serie en su conjunto convence conjugando drama, comedia, intriga e incluso romance sin que acabe de decantarse claramente por ninguno de estos géneros (aunque por puntos, podría decirse que el drama acaba por imponerse levemente).

Pero sin duda, si tuviera que descartar alguna virtud en particular, esa sería la transformación de Jimmy McGill en Saul Goodman. Un personaje muy humano por el que el espectador puede sentir auténtica simpatía.
Eso sí, sin olvidarme del emotivo capítulo dedicado a desvelar el trágico pasado de Mike (otro personaje que me encanta), el tipo más duro en la ciudad.

Si le dan una oportunidad tendrán entretenimiento de calidad garantizado desde el mismo momento en que la encantadoramente cutre y breve cabecera hace su aparición en la pantalla. Palabra de Saul.

Cuando Vince Gilligan anunció que lanzaría la serie ‘Better Call Saul’ girando la trama en torno al personaje de Saul Goodman, en ningún momento me esperaba una serie así, que bebiese tantísimo de la serie original, con tantas referencias y homenajes, funcionando perfectamente como un apéndice más en el extenso universo de ‘Breaking Bad’.

Pero hay que empezar por el principio y la historia nos sitúa seis años antes de conocer a Walter White, Jimmy McGill es un picapleitos de poca monta, con muchísimos problemas para llegar a fin de mes. Es entonces cuando nos damos cuenta de que el tono de la propuesta es el mismo que el de la serie original, esa agria mezcla entre la comedia (hay que ver y estudiar cada uno de los tipos que quieren contratar al bueno de Jimmy) y el drama (porque no lo va a tener nada fácil para llegar a la cima). Aquel que no haya visto ‘Breaking Bad’ se perderá un montón de guiños y no pillará toda la profundidad de la serie.

Gran trabajo actoral, destacando sobre el resto Bob Odenkirk, no había otro Saul Goodman posible. Odenkirk ha hecho suyo el personaje, ahora además con más minutaje para lucirse. Luego está el siempre interesante personaje de Mike Ehrmantraut, interpretado por Michael Banks y que acapara los mejores momentos como secundario en la serie. Chuck, el hermano de Jimmy, interpretado por el veterano Michael McKean, será el eje central de la historia en esta primera temporada que tan buen sabor de boca deja a todos los que seguíamos las aventuras del señor White.

Esta primera temporada se han construido unos buenos cimientos para seguir adelante con la historia de Jimmy Resbalones, un personaje tan pícaro como seductor para el gran público. ¿No sabes que serie ver últimamente? Pues no seas senil, llama a McGill.

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