Mátalos suavemente
2012 

5.8
29,409
Cine negro. Thriller
Dos ex-convictos no demasiado brillantes son contratados para asaltar una lucrativa partida ilegal de poker. Las culpas recaerán sobre el organizador del juego y los ladrones podrán empezar una nueva vida. Por desgracia, el dinero robado pertenece a la mafia, que se pone en contacto con el investigador y asesino Jackie Cogan para encontrar a los culpables. (FILMAFFINITY)
25 de enero de 2021
25 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resaltar por encima de todo y con entusiasmo las dos escenas que comparten Pitt y Gandolfini, la escena en la que entablan una conversación en el bar, y la que tienen en la habitación del hotel del último son sobresalientes. Gandolfini conquista la cámara.
Otra escena, notable en este caso, es cuando el coche en el que va Pitt para junto al de Ray Liotta, una secuencia cuidada y con un resultado espectacular.
Los diálogos y las escenas de asesinatos recuerdan a Tarantino, por lo que a quién no les guste sus películas es mejor que se abstenga de ver esta.
Nivel superior la música que acompaña a algunas escenas, entre las que es fácilmente reconocible a Jhonny Cash y a Lou Reed.
Todo lo demás está bien ejecutado y se disfruta de una buena película.
Otra escena, notable en este caso, es cuando el coche en el que va Pitt para junto al de Ray Liotta, una secuencia cuidada y con un resultado espectacular.
Los diálogos y las escenas de asesinatos recuerdan a Tarantino, por lo que a quién no les guste sus películas es mejor que se abstenga de ver esta.
Nivel superior la música que acompaña a algunas escenas, entre las que es fácilmente reconocible a Jhonny Cash y a Lou Reed.
Todo lo demás está bien ejecutado y se disfruta de una buena película.
25 de mayo de 2023
25 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo decepcionante de esta “Mátalos suavemente” es que teniendo todo lo necesario para haber rodado una notable película de criminales y mafiosos, elige desperdiciar su potencial en lo que podría ser perfectamente una miniserie ultrarrealista de HBO. No, no lo digo como algo bueno, me refiero a esos bodrios para seriéfilos de personajes imperfectamente reales, tramas aburridamente reales y ritmo pausadamente real. Y mira que yo soy el primero que demanda rigor y verosimilitud a las historias en general, pero no confundamos hacer creíbles las tramas con tener que mostrar a los personajes desayunando, cagando o escuchando las noticias de la radio y tenerles todo el rato hablando de cosas intrascendentes. No, colega, se puede hacer perfectamente una película verosímil sin hacer que discurra en tiempo real: basta simplemente con seleccionar (como se ha hecho toda la puñetera vida) aquellos elementos que aportan a la historia, descartar las acciones que se dan por hecho en personas normales durante su día a día y dejar que los protagonistas y el entorno se comporten con naturalidad y sentido común.
“Mátalos suavemente” comparte algo de la filosofía de “Los Soprano” (sobre la que no pienso entrar a valorar, así que no insistáis): desarrollar una historia de delincuentes y mafiosillos de los que vuelan debajo del radar de los telediarios, de los que podemos encontrar a nivel barrio o distrito en cualquier ciudad medianamente grande. Un perfil de criminal alejado del lujo, de los imperios y las grandes mansiones de los cárteles o la Cosa Nostra que, fuera de sus actividades ‘laborales’ tiene una vida casi normal, rutinaria y clase media o, dependiendo de la posición en la organización, incluso baja. Donde la violencia es despiadada, pero puntual, sucia y medida. En eso puedo llegar a encontrar algo de atractivo y novedad.
Lo que parece que no tuvo en cuenta esta producción es que “Los Soprano” dispuso de varias temporadas ( algunas más de las necesarias, según creo yo) para, entre tanta monotonía y cotidianeidad, contar y desarrollar ocasionalmente cosas interesantes, dramáticas o divertidas. Con tanto metraje a su disposición, se podía permitir un ritmo lento porque al final pasaban cosas. Más allá de su propuesta inicial y un final desangelado, “Mátalos suavemente” no ofrece en cien minutos otra cosa que cháchara vacía y comportamientos intrascendentes. Porque más que conversaciones o monólogos, lo que hay es eso: cháchara vacía que habrá quien considere que «igual que Tarantino o Sorkin y nadie dice nada». Pues no, en ambos casos es posible disfrutar del placer de diálogos eléctricos sin aparente relación directa con la trama, pero al final (o por lo menos en sus películas buenas, que también tienen sus patinazos) cada línea tiene un motivo: reforzar una escena, dar una salida cómica a un personaje o poner/sacar el foco en tal o tal elemento.
Andrew Dominik parece haber tratado de contentar al mainstream de la opinión pública tomando lo peor de Tarantino y lo peor de “Los Soprano” y le ha salido una buena película en la ejecución, porque tiene buena mano, pero intragable para un público normal. Y lo peor, es que lo sabe y todo en su obra transmite la seguridad del que se ha quedado satisfecho y a gusto con el resultado. Del que no cambiaría una coma del resultado aun sabiendo que no va a pasar de contentar a cierto sector de la crítica y ser aborrecida por el espectador normal. Pues yo tampoco pienso revisar la nota. Demasiado me parece, incluso teniendo en cuenta el desperdicio de telefilm que hace con un reparto en el que cualquiera podría tener un papel relevante en una película de mafiosos de Scorsese.
“Mátalos suavemente” comparte algo de la filosofía de “Los Soprano” (sobre la que no pienso entrar a valorar, así que no insistáis): desarrollar una historia de delincuentes y mafiosillos de los que vuelan debajo del radar de los telediarios, de los que podemos encontrar a nivel barrio o distrito en cualquier ciudad medianamente grande. Un perfil de criminal alejado del lujo, de los imperios y las grandes mansiones de los cárteles o la Cosa Nostra que, fuera de sus actividades ‘laborales’ tiene una vida casi normal, rutinaria y clase media o, dependiendo de la posición en la organización, incluso baja. Donde la violencia es despiadada, pero puntual, sucia y medida. En eso puedo llegar a encontrar algo de atractivo y novedad.
Lo que parece que no tuvo en cuenta esta producción es que “Los Soprano” dispuso de varias temporadas ( algunas más de las necesarias, según creo yo) para, entre tanta monotonía y cotidianeidad, contar y desarrollar ocasionalmente cosas interesantes, dramáticas o divertidas. Con tanto metraje a su disposición, se podía permitir un ritmo lento porque al final pasaban cosas. Más allá de su propuesta inicial y un final desangelado, “Mátalos suavemente” no ofrece en cien minutos otra cosa que cháchara vacía y comportamientos intrascendentes. Porque más que conversaciones o monólogos, lo que hay es eso: cháchara vacía que habrá quien considere que «igual que Tarantino o Sorkin y nadie dice nada». Pues no, en ambos casos es posible disfrutar del placer de diálogos eléctricos sin aparente relación directa con la trama, pero al final (o por lo menos en sus películas buenas, que también tienen sus patinazos) cada línea tiene un motivo: reforzar una escena, dar una salida cómica a un personaje o poner/sacar el foco en tal o tal elemento.
Andrew Dominik parece haber tratado de contentar al mainstream de la opinión pública tomando lo peor de Tarantino y lo peor de “Los Soprano” y le ha salido una buena película en la ejecución, porque tiene buena mano, pero intragable para un público normal. Y lo peor, es que lo sabe y todo en su obra transmite la seguridad del que se ha quedado satisfecho y a gusto con el resultado. Del que no cambiaría una coma del resultado aun sabiendo que no va a pasar de contentar a cierto sector de la crítica y ser aborrecida por el espectador normal. Pues yo tampoco pienso revisar la nota. Demasiado me parece, incluso teniendo en cuenta el desperdicio de telefilm que hace con un reparto en el que cualquiera podría tener un papel relevante en una película de mafiosos de Scorsese.
23 de septiembre de 2012
23 de septiembre de 2012
11 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por primera vez en mi vida, me salí del cine antes de que terminara la película. No fui el primero en salirme de la sala, ya se habían ido unas 20 personas de la sala antes que yo.
Me gustan mucho las películas y series sobre mafia (El Padrino, Uno de los nuestros o Los Soprano se encuentran entre mis favoritos) pero esta no la aguanté. Aunque hay algunas escenas que visualmente son muy buenas la película no da más de sí. Al menos durante los 50 minutos que vi antes de salirme del cine. Brad Pitt aparece bastante poco, pese a ser el supuesto actor principal.
Me gustan mucho las películas y series sobre mafia (El Padrino, Uno de los nuestros o Los Soprano se encuentran entre mis favoritos) pero esta no la aguanté. Aunque hay algunas escenas que visualmente son muy buenas la película no da más de sí. Al menos durante los 50 minutos que vi antes de salirme del cine. Brad Pitt aparece bastante poco, pese a ser el supuesto actor principal.
24 de septiembre de 2012
24 de septiembre de 2012
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pelicula de mafiosos con Brad Pitt, Ray Liotta y James Gandolfini... a priori los ingredientes eran inmejorables así que opté por invertir en un cubo de palomitas tamaño XXL.
Las palomitas me salieron caras: la película es lenta y bastante aburrida, por lo que decepcionará al espectador que sólo aspire a pasar un buen rato.
Las palomitas me salieron caras: la película es lenta y bastante aburrida, por lo que decepcionará al espectador que sólo aspire a pasar un buen rato.
24 de marzo de 2013
24 de marzo de 2013
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como película, es decir, como historia, "Mátalos suavemente" es lenta, pequeña, intrascendente y está más vista que el tebeo.
En cuanto al trasfondo sociohistórico del que se pretende impregnarla con todos esos discursos de Bush y de Obama de fondo, y el numerito final de Brad Pitt, para que parezca que se está hablando de algo -cómo no, de "qué-es-América"-, en fin... es una chorrada. Ni los personajes son ejemplos del estadounidense típico, ni el universo en el que viven representa en ningún aspecto la "esencia" de lo que son los Estados Unidos. Jackie Cogan y sus cofrades son solo una panda de delincuentes comunes del tres al cuarto exactamente iguales a sus homólogos en cualquier otra parte del mundo.
Hay muchas cosas, buenas y malas, que hacen de los Estados Unidos un país único en el mapa. Pero ese tipo de gente no es una de ellas.
Al menos, este bodrio me ha servido para calar bien al tal Dominik: un gran técnico del cine sin nada original que contar. Y, la verdad, eso me da mucho más sueño que pena...
En cuanto al trasfondo sociohistórico del que se pretende impregnarla con todos esos discursos de Bush y de Obama de fondo, y el numerito final de Brad Pitt, para que parezca que se está hablando de algo -cómo no, de "qué-es-América"-, en fin... es una chorrada. Ni los personajes son ejemplos del estadounidense típico, ni el universo en el que viven representa en ningún aspecto la "esencia" de lo que son los Estados Unidos. Jackie Cogan y sus cofrades son solo una panda de delincuentes comunes del tres al cuarto exactamente iguales a sus homólogos en cualquier otra parte del mundo.
Hay muchas cosas, buenas y malas, que hacen de los Estados Unidos un país único en el mapa. Pero ese tipo de gente no es una de ellas.
Al menos, este bodrio me ha servido para calar bien al tal Dominik: un gran técnico del cine sin nada original que contar. Y, la verdad, eso me da mucho más sueño que pena...
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