El monstruo de la Laguna Negra
1954 

6.5
3,990
Terror. Aventuras. Ciencia ficción
La típica historia de terror de serie B -una expedición científica de exploración en el Amazonas que se encuentran con un ser monstruoso- le sirve a Jack Arnold, gracias a su acertada atmósfera y ambientación, para conseguir un clásico del género.
6 de octubre de 2010
6 de octubre de 2010
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie-b, que se deja ver bien, pues es divertida, e ingeniosamente atractiva.
Sí, claro que sí, que el tiempo ha pasado, y en esta película lo vemos claramente, yo la ví hace más de medio año, y aun con todo lo que hablo del tiempo transcurrido, puedo decir que me ha gustado, incluso más que muchos grandes clásicos de la Warner. Su átmosfera atrapa, y es una delicia para los amantes del cine serie-b.
Es una mezcla de géneros, ciencia-ficción y "terror", etc. Y se han fusionado de buena forma, pues el resultado final es bueno.
Habian monstruos en la película, y ninguno de ellos era el de la laguna negra.
7.3/10
Sí, claro que sí, que el tiempo ha pasado, y en esta película lo vemos claramente, yo la ví hace más de medio año, y aun con todo lo que hablo del tiempo transcurrido, puedo decir que me ha gustado, incluso más que muchos grandes clásicos de la Warner. Su átmosfera atrapa, y es una delicia para los amantes del cine serie-b.
Es una mezcla de géneros, ciencia-ficción y "terror", etc. Y se han fusionado de buena forma, pues el resultado final es bueno.
Habian monstruos en la película, y ninguno de ellos era el de la laguna negra.
7.3/10
16 de noviembre de 2010
16 de noviembre de 2010
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un clásico del cine fantástico de más fama que cualidades implícitamente cinematográficas. Sigue la estela del inagotable filón de la maravillosa riqueza argumental/cimenatográfica de la irrepetible "King Kong", pero fracasa en su empeño/lectura romántica y poética.
Durante una expedición en el Amazonas, un grupo de científicos topa con un extraño monstruo prehistórico mitad hombre-mitad pez...
No está bien planificada ni tiene el brillante desarrollo que requería, y se abusa de las apariciones del "monster", al principio fascinantes, luego demasiado previsibles. Tampoco sabe explotar ni el sentido del exotismo ni del erotismo (algo de lo que discrepo de la opinión generalizada y no de los pilares de la fama del film: el erotismo de Julia Adams; a mí se me queda en poca mujer y mucho monstruo).
A su favor cabe resaltar el chocante diseño del "monster" y alguna secuencia notable y bella (cuando nada Julia Adams por el lago con el monstruo debajo por ejemplo).
Ha envejecido bastante, es un clásico muy discutible ya y queda como típico serie B.
Durante una expedición en el Amazonas, un grupo de científicos topa con un extraño monstruo prehistórico mitad hombre-mitad pez...
No está bien planificada ni tiene el brillante desarrollo que requería, y se abusa de las apariciones del "monster", al principio fascinantes, luego demasiado previsibles. Tampoco sabe explotar ni el sentido del exotismo ni del erotismo (algo de lo que discrepo de la opinión generalizada y no de los pilares de la fama del film: el erotismo de Julia Adams; a mí se me queda en poca mujer y mucho monstruo).
A su favor cabe resaltar el chocante diseño del "monster" y alguna secuencia notable y bella (cuando nada Julia Adams por el lago con el monstruo debajo por ejemplo).
Ha envejecido bastante, es un clásico muy discutible ya y queda como típico serie B.
22 de abril de 2012
22 de abril de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película increíble, que asombra por su concisión (esos 79 minutos bien aprovechados) y maravilla por la poesía algo torcida que destilan sus imágenes.
El gran Jack Arnold hace lo que mejor sabe hacer (cine de monstruos) con un excelente pulso narrativo, unas interpretaciones ajustadas, una heroína que subyuga y un extra: ese humanoide anfibio que pasa de ser un tipo con un traje de goma a una criatura acosada y enamorada. Y te la crees. Y te da miedo, y pena. Conseguir esto es un lujo al alcance de muy poca gente.
Olvídense por un momento de transformers, zombis y niñas japonesas que salen de la tele: aquí tienen las raíces ya olvidadas del cine fantástico.
El gran Jack Arnold hace lo que mejor sabe hacer (cine de monstruos) con un excelente pulso narrativo, unas interpretaciones ajustadas, una heroína que subyuga y un extra: ese humanoide anfibio que pasa de ser un tipo con un traje de goma a una criatura acosada y enamorada. Y te la crees. Y te da miedo, y pena. Conseguir esto es un lujo al alcance de muy poca gente.
Olvídense por un momento de transformers, zombis y niñas japonesas que salen de la tele: aquí tienen las raíces ya olvidadas del cine fantástico.
19 de enero de 2018
19 de enero de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola, me llamo Jeremy Wade, he recorrido todo el planeta en busca de los peces más raros, más esquivos y peligrosos, como el mismísimo monstruo del lago Ness que, como todos sabéis, no existe.
Hoy estoy aquí con la intención de pescar la criatura monstruosa del lago Negro, en pleno río Amazonas, para ofrecerlo a todos los telespectadores junto con este comentario, respetuoso con el medio ambiente. Me cuentan que han intentado atraparlo con arpones a pulmón libre, a pesar que este río no es apto para el baño, despreciando el peligro de mosquitos, pirañas, serpientes, cocodrilos y demás. Yo, que soy más civilizado, utilizaré un cebo especial para pescarlo: A Julie Adams y sus largas e irresistibles piernas. Es un cebo al que entra todo tipo de gente por eso espero que la criatura pique también.
Sé que esperáis otro trato del monstruo con la chica al estilo King Kong pero voy a tratar a este pez como un auténtico depredador, sin más, porque no hay más. Es el sempiterno instinto animal que poseemos porque en realidad, venimos del barro, del fondo de la selva o del fondo de las charcas, da igual, somos bichos. En este caso, el ser es un emifelus tartaja americanus con ojos catadióptricos, doble aleta dorsal y cuatro más membranosas que actúan como brazos y piernas y le convierten en anfibio trepador, se cuela en las barcazas que no veas. Puede llegar a pesar más de 100 kg. Voy a estar toda la noche pendiente de que pique para eso llevo mi petaca de Jack Daniels. Si se me cuela menudo susto me va a dar, trataré de hablar con él y convencerlo de que yo luego de fotografiarlo, pesarlo y medirlo, lo devuelvo al río. Practico siempre la pesca deportiva.
Poco más que añadir, buena fotografía un par de buenas secuencias y nada más. He puesto un cascabel en la punta de la caña porque igual me duermo, ya estoy mayor.
Hoy estoy aquí con la intención de pescar la criatura monstruosa del lago Negro, en pleno río Amazonas, para ofrecerlo a todos los telespectadores junto con este comentario, respetuoso con el medio ambiente. Me cuentan que han intentado atraparlo con arpones a pulmón libre, a pesar que este río no es apto para el baño, despreciando el peligro de mosquitos, pirañas, serpientes, cocodrilos y demás. Yo, que soy más civilizado, utilizaré un cebo especial para pescarlo: A Julie Adams y sus largas e irresistibles piernas. Es un cebo al que entra todo tipo de gente por eso espero que la criatura pique también.
Sé que esperáis otro trato del monstruo con la chica al estilo King Kong pero voy a tratar a este pez como un auténtico depredador, sin más, porque no hay más. Es el sempiterno instinto animal que poseemos porque en realidad, venimos del barro, del fondo de la selva o del fondo de las charcas, da igual, somos bichos. En este caso, el ser es un emifelus tartaja americanus con ojos catadióptricos, doble aleta dorsal y cuatro más membranosas que actúan como brazos y piernas y le convierten en anfibio trepador, se cuela en las barcazas que no veas. Puede llegar a pesar más de 100 kg. Voy a estar toda la noche pendiente de que pique para eso llevo mi petaca de Jack Daniels. Si se me cuela menudo susto me va a dar, trataré de hablar con él y convencerlo de que yo luego de fotografiarlo, pesarlo y medirlo, lo devuelvo al río. Practico siempre la pesca deportiva.
Poco más que añadir, buena fotografía un par de buenas secuencias y nada más. He puesto un cascabel en la punta de la caña porque igual me duermo, ya estoy mayor.
9 de junio de 2009
9 de junio de 2009
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Universal Pictures siempre ha sido una de las compañías que más y mejor se aproximó al cine de terror o monstruos como se decía antes. Pero una cosa son aquellas películas de los años 30, las de “Frankenstein”,” La Momia”, “Drácula”, “King Kong”... que tenían una calidad contrastada y estaban basadas en relatos incluso literarios de abolengo a lo que vino después. Me refiero a todas esas películas de los cincuenta que pertenecen a otra generación de la televisión, de los cómics... que aun teniendo sus cosas buenas, se produce un proceso –que todavía persiste- de idiotización de la sociedad.
Sólo así se explica que obras como “Creature from the Black Lagoon” de Jack Arnold siga siendo en EE.UU una película de culto, incluso por encima de “El increíble hombre menguante” –afortunadamente no ocurre lo mismo en Europa-. Me ha parecido siempre una película muy ridícula, comparar el bichejo este con los monstruos de la Universal de los años 30 que antes señalaba produce sonrojo.
En la historia podemos encontrar una media de una parida cada cinco minutos, y no me vale la excusa del presupuesto. El dinero afecta a los medios, no a la cultura. Si vas a vender la historia de que estás en el Amazonas, molestaté un poco y no pongas en plano continuamente veinte mil palmeras que son alérgicas a esas latitudes. Y así todo, el pez, los geólogos, el lago... ese tipo de cine para analfabetos funcionales me produce enfado.
Si olvidamos todo eso, es decir, nos volvemos algo gilipollas, no tenemos mucho sueño y ponemos el volumen no muy alto –la música es para darla de comer aparte- incluso resulto entretenida. Por eso y por la presencia de Julia Adams, a la que no olvidaré en “Horizontes lejanos” podemos incluso aprobrarla.
Sólo así se explica que obras como “Creature from the Black Lagoon” de Jack Arnold siga siendo en EE.UU una película de culto, incluso por encima de “El increíble hombre menguante” –afortunadamente no ocurre lo mismo en Europa-. Me ha parecido siempre una película muy ridícula, comparar el bichejo este con los monstruos de la Universal de los años 30 que antes señalaba produce sonrojo.
En la historia podemos encontrar una media de una parida cada cinco minutos, y no me vale la excusa del presupuesto. El dinero afecta a los medios, no a la cultura. Si vas a vender la historia de que estás en el Amazonas, molestaté un poco y no pongas en plano continuamente veinte mil palmeras que son alérgicas a esas latitudes. Y así todo, el pez, los geólogos, el lago... ese tipo de cine para analfabetos funcionales me produce enfado.
Si olvidamos todo eso, es decir, nos volvemos algo gilipollas, no tenemos mucho sueño y ponemos el volumen no muy alto –la música es para darla de comer aparte- incluso resulto entretenida. Por eso y por la presencia de Julia Adams, a la que no olvidaré en “Horizontes lejanos” podemos incluso aprobrarla.
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