Drácula vuelve de la tumba
1968 

5.8
1,144
16 de marzo de 2025
16 de marzo de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el primer segundo del filme queda claro algo que, tal vez debiera ser obvio: Freddie Francis no es Terence Fischer. Los cambios en el estilo de dirección son muy visibles.
Esta película es la tercera de la saga iniciada en 1958 (cuarta si agregamos "Las Novias de Drácula", donde no sale el Conde). Aceptando que puede estar un peldaño bajo "Horror de Drácula (1958) y "Drácula, Príncipe de las Tinieblas" (1966), aún así estamos ante un digno producto, que para nada defraudará a los aficionados al género y mucho más arriba de lo que la Hammer produciría en los tiempos venideros.
Conecta correctamente con el filme de 1966, de hecho vemos el cadáver de Drácula debajo del hielo, acorde con el desenlace del filme anterior. Vemos por primera vez el pueblo aledaño al castillo y que nadie desea visitar (Klausenberg en el filme de 1958, Karlsbad en el filme de 1966); ahí los habitantes viven en un constante estado de pesadilla; a pesar de que Drácula fue derrotado, la sola presencia del castillo inunda el ambiente con un aura maligna, la que se siente incluso en la iglesia.
En lo referente a Drácula, no vemos al noble seductor de refinados modales de 1958, sino que a una bestia maléfica, aunque a diferencia de 1966, ahora le vemos emitir diálogos.
La película mantiene el suspenso de sus precedentes. No obstante, acá no veremos a ningún Val Helsing o un Padre Sandor oponiéndose al monstruo. En lo que representa toda una curiosidad, el filme presenta los más impensados contra sentidos, los que serán detallados en el spoiler.
Esta película es la tercera de la saga iniciada en 1958 (cuarta si agregamos "Las Novias de Drácula", donde no sale el Conde). Aceptando que puede estar un peldaño bajo "Horror de Drácula (1958) y "Drácula, Príncipe de las Tinieblas" (1966), aún así estamos ante un digno producto, que para nada defraudará a los aficionados al género y mucho más arriba de lo que la Hammer produciría en los tiempos venideros.
Conecta correctamente con el filme de 1966, de hecho vemos el cadáver de Drácula debajo del hielo, acorde con el desenlace del filme anterior. Vemos por primera vez el pueblo aledaño al castillo y que nadie desea visitar (Klausenberg en el filme de 1958, Karlsbad en el filme de 1966); ahí los habitantes viven en un constante estado de pesadilla; a pesar de que Drácula fue derrotado, la sola presencia del castillo inunda el ambiente con un aura maligna, la que se siente incluso en la iglesia.
En lo referente a Drácula, no vemos al noble seductor de refinados modales de 1958, sino que a una bestia maléfica, aunque a diferencia de 1966, ahora le vemos emitir diálogos.
La película mantiene el suspenso de sus precedentes. No obstante, acá no veremos a ningún Val Helsing o un Padre Sandor oponiéndose al monstruo. En lo que representa toda una curiosidad, el filme presenta los más impensados contra sentidos, los que serán detallados en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un acto de exorcismo, que, obviamente, pretendía erradicar definitivamente el mal, resulta ser la causa de la resurrección del rey de los vampiros. Cómo si esto fuese poco, un sacerdote será el cómplice del conde en sus atrocidades, mientras que un ateo descreído será el principal enemigo y la esperanza para detenerlo.
Al comienzo del filme, Drácula fue derrotado hace un considerable tiempo ¿cómo podemos explicar la muerte de la mujer cuyo cadáver aparece en el campanario de la iglesia al comienzo del filme?.
Al comienzo del filme, Drácula fue derrotado hace un considerable tiempo ¿cómo podemos explicar la muerte de la mujer cuyo cadáver aparece en el campanario de la iglesia al comienzo del filme?.
28 de mayo de 2022
28 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cosa sí he descubierto con el cuarto episodio de la pachanga vampírica de la Hammer entre Cushing (al banquillo) y Lee (¡presente!). A los distribuidores franceses se les daba mejor bautizar a cada nueva entrega.
Porque Dracula et les femm... perdón, 'Dracula has risen from the grave' es, en su esencia más elemental, y más allá de sus rocambolescos giros y vueltas de tuerca a los que toda serie estirada obliga para negar el descanso eterno a su antihéroe protagonista, una orgía de somnolientos y brumosos asaltos del chupasangre a sus víctimas -féminas preferentemente- para adoptarlas como concubinas con un muerdo en el pescuezo. La pericia y oficio de un asiduo a la casa (y al género) como Freddie Francis -en reemplazo de Fisher- no muestra rasgos sustanciales que lo menoscaben de su predecesor: tal vez sí saca más y mejor partido a los primeros planos -sobre todo a los de la conjuntivitis del conde- demostrando su experiencia como director de fotografía (oscarizado en 'Hijos y amantes').
Han pasado 12 meses desde que a Dracula se le estropeó el termostato de su jacuzzi y se quedó congelado dentro, y en una de las revisiones periódicas de garantía de la contención del maquiavélico conde, éste despierta accidentalmente mientras un monseñor (el Maigret televisivo Rupert Daives) fumiga espiritualmente el castillo y lo precinta obstaculizándole la entrada.
Dracula ha vuelto de la tumba para, como reza el tagline de su título en inglés, hacer lo que "obviamente" esperamos de él.
Veronica Carlson y la muy frescuela Barbara Ewing intentando robarle el novio -el bobalicón y ligóncete Barry Andrews- forman el cupo femenino.
¡Venga ese cuello, mozas!
Porque Dracula et les femm... perdón, 'Dracula has risen from the grave' es, en su esencia más elemental, y más allá de sus rocambolescos giros y vueltas de tuerca a los que toda serie estirada obliga para negar el descanso eterno a su antihéroe protagonista, una orgía de somnolientos y brumosos asaltos del chupasangre a sus víctimas -féminas preferentemente- para adoptarlas como concubinas con un muerdo en el pescuezo. La pericia y oficio de un asiduo a la casa (y al género) como Freddie Francis -en reemplazo de Fisher- no muestra rasgos sustanciales que lo menoscaben de su predecesor: tal vez sí saca más y mejor partido a los primeros planos -sobre todo a los de la conjuntivitis del conde- demostrando su experiencia como director de fotografía (oscarizado en 'Hijos y amantes').
Han pasado 12 meses desde que a Dracula se le estropeó el termostato de su jacuzzi y se quedó congelado dentro, y en una de las revisiones periódicas de garantía de la contención del maquiavélico conde, éste despierta accidentalmente mientras un monseñor (el Maigret televisivo Rupert Daives) fumiga espiritualmente el castillo y lo precinta obstaculizándole la entrada.
Dracula ha vuelto de la tumba para, como reza el tagline de su título en inglés, hacer lo que "obviamente" esperamos de él.
Veronica Carlson y la muy frescuela Barbara Ewing intentando robarle el novio -el bobalicón y ligóncete Barry Andrews- forman el cupo femenino.
¡Venga ese cuello, mozas!
27 de octubre de 2024
27 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues después de estarme viendo bazofia tras bazofia de la saga Drácula, no es una saga en si, pero me estoy viendo todas las películas que se han hecho sobre el y las últimas eran auténticamente deprimentes, por fin volvió a llegar una entrega, entretenida, con un guion logrado, unas actuaciones dignas, algunas muy buenas y que mereció la pena ver.
No es nada del otro mundo y seguramente si esta hubiese sido la primera película que veía de el la puntuación hubiese sido menor, pero tras ver tantas películas malas, se agradece encontrar algo digno.
No es nada del otro mundo y seguramente si esta hubiese sido la primera película que veía de el la puntuación hubiese sido menor, pero tras ver tantas películas malas, se agradece encontrar algo digno.
10 de abril de 2007
10 de abril de 2007
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continuación de la lograda “Drácula, príncipe de las tinieblas”, aunque esta es dirigida por Freddie Francis. Parte de un guión original que nada tiene que ver con la novela de Bram Stoker.
Hay que destacar el buen desarrollo y presentación de los personajes. Se presentan con sus historias y problemas, situados dentro de sus contextos. Destacar también esa fusión de algunas escenas de comedia, como la de la cena en la casa del obispo.
Es una película que mantiene un rito excitante y llevadero. Yo creo que después del insuperable Bela Lugosi, podemos decir que es Christopher Lee el segundo que también logra transmitir la tensión y la intensidad del personaje de Drácula.
Hay que destacar el buen desarrollo y presentación de los personajes. Se presentan con sus historias y problemas, situados dentro de sus contextos. Destacar también esa fusión de algunas escenas de comedia, como la de la cena en la casa del obispo.
Es una película que mantiene un rito excitante y llevadero. Yo creo que después del insuperable Bela Lugosi, podemos decir que es Christopher Lee el segundo que también logra transmitir la tensión y la intensidad del personaje de Drácula.
18 de agosto de 2013
18 de agosto de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta poco valorada por los críticos, pero que tiene su encanto. Drácula es resucitado inconscientemente por un cura, que luego se convierte en su sirviente. Buenas tomas de la campiña inglesa y una correcta dirección a mi juicio del otrora experto director de fotografía Freddie Francis. Las apariciones de Drácula son breves y sus diálogos son concisos. Se ve especialmente maligno es las escenas donde va espoleando los caballos de su carroza. La muy atractiva Verónica Carlson hace un excelente papel de heroína. Los secundarios cumplen su cometido. El resto, típico de la Hammer: bosques sombríos, una taberna atestada de pusilánimes lugareños. Tiene más dosis de erotismo que sus predecesoras. Fue rodada en los estudios Pinewood de Londres. Interesante para una hora y media de entretenimiento.
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