Guapis
2020 

5.1
1,155
10 de septiembre de 2020
10 de septiembre de 2020
48 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la controversial portada que sacó Netflix sobre la película hace un tiempo, y que ante el descontento de la gente se vio obligado a cambiarla, por fin se estrena Cuties, o como lo conocemos nosotros: Guapis.
Narra la historia de una niña de 11 años de familia musulmana que junto a sus amigas empieza a explorar su feminidad bailando al ritmo de reguetón y trap, bonita sinopsis, ¿no?
Sinceramente no he conocido o he sabido de una niña que haga las mismas acciones que la protagonista a su edad, digo, es lógico que llega el momento del cambio hormonal pero esto me pareció demasiado exagerado, no entiendo qué mensaje nos quiere dar el film, puesto a que la mayor parte del tiempo vemos a niñas bailar de forma provocativa mientras hay tomas directamente apuntando a sus traseros, dime qué necesidad o qué aporte había de hacer eso, perdí la cuenta de todas las veces que me llevé la mano a la frente del cringe y la incomodidad al ver cómo hacían ver cool el bailar sensualmente frente a adultos, o peor aún, en público.
Tal vez las intenciones de la directora no hayan sido malas pero claramente se equivocó en la forma que ejecutó la película, la principal razón es que no hay motivo alguno para que el bailar reguetón sea una forma de sentirte mujer, después el que hayan metido un cast bastante menor a lo que la película plantea, y por último el hacer ver todo lo que mencioné como algo bien visto por la sociedad.
En Spoiler daré algunas observaciones...
Narra la historia de una niña de 11 años de familia musulmana que junto a sus amigas empieza a explorar su feminidad bailando al ritmo de reguetón y trap, bonita sinopsis, ¿no?
Sinceramente no he conocido o he sabido de una niña que haga las mismas acciones que la protagonista a su edad, digo, es lógico que llega el momento del cambio hormonal pero esto me pareció demasiado exagerado, no entiendo qué mensaje nos quiere dar el film, puesto a que la mayor parte del tiempo vemos a niñas bailar de forma provocativa mientras hay tomas directamente apuntando a sus traseros, dime qué necesidad o qué aporte había de hacer eso, perdí la cuenta de todas las veces que me llevé la mano a la frente del cringe y la incomodidad al ver cómo hacían ver cool el bailar sensualmente frente a adultos, o peor aún, en público.
Tal vez las intenciones de la directora no hayan sido malas pero claramente se equivocó en la forma que ejecutó la película, la principal razón es que no hay motivo alguno para que el bailar reguetón sea una forma de sentirte mujer, después el que hayan metido un cast bastante menor a lo que la película plantea, y por último el hacer ver todo lo que mencioné como algo bien visto por la sociedad.
En Spoiler daré algunas observaciones...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- No entiendo algunas acciones de Amy, como dije, no es algo que una niña normal haría, como empujar a una niña al agua con riesgo de asesinarla, bailar de forma provocativa enfrente de dos hombres adultos, tomarse una foto íntima y subirla a su red social, y lo más asqueroso, insinuarsele a su propio padre por su celular.
Entiendo que es una niña inmadura sufriendo un desajuste hormonal pero todo eso es excesivo y la hacen ver como alguien con problemas mentales.
- Todas las escenas con las amigas juntas fueron insoportables, en primera porque cada una (en especial la rubia) eran insufribles, y en segunda porque las escenas de baile con música genérica daban cringe en exceso, ni en las películas de terror me he tapado tantas veces los ojos, hombre, ni la Rosa de Guadalupe se atrevió a tanto.
Entiendo que es una niña inmadura sufriendo un desajuste hormonal pero todo eso es excesivo y la hacen ver como alguien con problemas mentales.
- Todas las escenas con las amigas juntas fueron insoportables, en primera porque cada una (en especial la rubia) eran insufribles, y en segunda porque las escenas de baile con música genérica daban cringe en exceso, ni en las películas de terror me he tapado tantas veces los ojos, hombre, ni la Rosa de Guadalupe se atrevió a tanto.
10 de septiembre de 2020
10 de septiembre de 2020
46 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mignonnes (2020), conocida como Guapis en castellano o Cuties en inglés, es una película francesa que aborda el conflicto de una preadolescente inmigrante sobre la que pesan distintas presiones sociales. Fue repudiada y acusada de sexualizar niñas cuando lo que hace, o intenta, es criticar justamente eso.
Por Nicolás Bianchi
Debería haber una máxima que rija los comentarios cinematográficos o cinéfilos que diga algo como así como ‘no se puede criticar u opinar seriamente de una película antes de verla’. Corren tiempos de descalificaciones fáciles. Como efecto secundario y negativo de algunas transformaciones sociales emergió la cultura de la cancelación, el acto de señalar y condenar algo o a alguien de forma sumaria, sin derecho a la defensa ni posibilidad de revertir la pena.
La película Mignonnes, cuando comenzó a distribuirse por Netflix, fue acusada de sexualizar niñas por las imágenes, tomadas del film, que se habían utilizado para la promoción. El error, por exhibir una foto que sin contexto puede ser chocante y si es que fuera el caso, se debe atribuir a la compañía de streaming y no a la obra en sí ni a su realizadora, Maïmouna Doucouré.
En concreto, el film es un drama de estructura y factura clásicas, sobre una preadolescente senegalesa que recién llegada a Francia debe integrarse en el colegio mientras lidia con su entorno familiar. En simultáneo, Amy (Fathia Youssouf) atraviesa un período de transformación porque comienza, a sus once años, a menstruar. El mundo de origen del personaje y el lugar donde se tiene insertar socialmente resultan antagónicos.
La familia de Amy está en crisis porque su padre, todavía en Senegal, anuncia que se casará por segunda vez, lo que provoca un efecto devastador en su madre Mariam (Maïmouna Gueye) y también en ella, que a partir de ese momento siente el deseo de romper cualquier vínculo con su cultura de origen. Así, de una sesión de oración musulmana con mujeres, Amy pasa al patio del colegio donde un grupo de chicas prepara una coreografía para un concurso de baile. El primer contacto con ellas es áspero, la molestan, no se muestran abiertas a incorporarla.
Amy debe dar entonces un salto. Roba un celular de un conocido de su familia lo que le permite ingresar al mundo de YouTube y las redes sociales. El teléfono será su carta para comenzar a integrarse al que ella quiere que sea su nuevo grupo amigas. Mignonnes entrecruza, en la historia de su protagonista, distintas problemáticas. En otras palabras, hay muchos temas secundarios presentes alrededor del drama de Amy.
El bullying, la dificultad de ‘los nuevos’ en la integración social es uno. El choque entre las costumbres inmigrantes, en la que por ejemplo está permitida la bigamia de parte de los hombres, con la vida en Francia es otro. El poder angustiante que pueden tener las redes sociales, y los likes y retweets, en los menores también está presente. Para destacarse Amy intentará ser más agresiva que sus amigas, lo que implica trasladar lo que ve en videos de reggaetón pensados para una audiencia adulta a la rutina que practica con ellas.
En cuanto a la polémica desatada por la supuesta sexualización de las niñas, Doucouré no explota a sus personajes en ese sentido, sino que exhibe la problemática que atraviesan. Las pequeñas en distintos momentos dejan en claro que no tienen en claro cuál es la mecánica ‘por la que se hacen los bebés’ y tampoco distinguen del todo bien lo que es un preservativo. Cuando se acercan, en el mundo físico o virtual, a otros chicos pueden jugar a intentar transgredir un límite, pero siempre queda claro cuál es el lugar y la edad que tienen. Las protagonistas, y sobre todo Amy, nunca dejan de ser niñas.
Por su forma, por lo que postula y por lo que dice, Mignonnes es una película sumamente correcta, compatible con todos los valores que quienes la señalaron dicen defender. Es, en algún sentido, un drama estándar con una historia por momentos atrapante, pero que jamás hubiera tenido la repercusión que tuvo a causa del ataque preventivo que recibió.
Por Nicolás Bianchi
Debería haber una máxima que rija los comentarios cinematográficos o cinéfilos que diga algo como así como ‘no se puede criticar u opinar seriamente de una película antes de verla’. Corren tiempos de descalificaciones fáciles. Como efecto secundario y negativo de algunas transformaciones sociales emergió la cultura de la cancelación, el acto de señalar y condenar algo o a alguien de forma sumaria, sin derecho a la defensa ni posibilidad de revertir la pena.
La película Mignonnes, cuando comenzó a distribuirse por Netflix, fue acusada de sexualizar niñas por las imágenes, tomadas del film, que se habían utilizado para la promoción. El error, por exhibir una foto que sin contexto puede ser chocante y si es que fuera el caso, se debe atribuir a la compañía de streaming y no a la obra en sí ni a su realizadora, Maïmouna Doucouré.
En concreto, el film es un drama de estructura y factura clásicas, sobre una preadolescente senegalesa que recién llegada a Francia debe integrarse en el colegio mientras lidia con su entorno familiar. En simultáneo, Amy (Fathia Youssouf) atraviesa un período de transformación porque comienza, a sus once años, a menstruar. El mundo de origen del personaje y el lugar donde se tiene insertar socialmente resultan antagónicos.
La familia de Amy está en crisis porque su padre, todavía en Senegal, anuncia que se casará por segunda vez, lo que provoca un efecto devastador en su madre Mariam (Maïmouna Gueye) y también en ella, que a partir de ese momento siente el deseo de romper cualquier vínculo con su cultura de origen. Así, de una sesión de oración musulmana con mujeres, Amy pasa al patio del colegio donde un grupo de chicas prepara una coreografía para un concurso de baile. El primer contacto con ellas es áspero, la molestan, no se muestran abiertas a incorporarla.
Amy debe dar entonces un salto. Roba un celular de un conocido de su familia lo que le permite ingresar al mundo de YouTube y las redes sociales. El teléfono será su carta para comenzar a integrarse al que ella quiere que sea su nuevo grupo amigas. Mignonnes entrecruza, en la historia de su protagonista, distintas problemáticas. En otras palabras, hay muchos temas secundarios presentes alrededor del drama de Amy.
El bullying, la dificultad de ‘los nuevos’ en la integración social es uno. El choque entre las costumbres inmigrantes, en la que por ejemplo está permitida la bigamia de parte de los hombres, con la vida en Francia es otro. El poder angustiante que pueden tener las redes sociales, y los likes y retweets, en los menores también está presente. Para destacarse Amy intentará ser más agresiva que sus amigas, lo que implica trasladar lo que ve en videos de reggaetón pensados para una audiencia adulta a la rutina que practica con ellas.
En cuanto a la polémica desatada por la supuesta sexualización de las niñas, Doucouré no explota a sus personajes en ese sentido, sino que exhibe la problemática que atraviesan. Las pequeñas en distintos momentos dejan en claro que no tienen en claro cuál es la mecánica ‘por la que se hacen los bebés’ y tampoco distinguen del todo bien lo que es un preservativo. Cuando se acercan, en el mundo físico o virtual, a otros chicos pueden jugar a intentar transgredir un límite, pero siempre queda claro cuál es el lugar y la edad que tienen. Las protagonistas, y sobre todo Amy, nunca dejan de ser niñas.
Por su forma, por lo que postula y por lo que dice, Mignonnes es una película sumamente correcta, compatible con todos los valores que quienes la señalaron dicen defender. Es, en algún sentido, un drama estándar con una historia por momentos atrapante, pero que jamás hubiera tenido la repercusión que tuvo a causa del ataque preventivo que recibió.
11 de septiembre de 2020
11 de septiembre de 2020
40 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso, de esto a la normalización de la pedofilia hay una línea muy delgada. Niñas de 11 años realizando bailes eróticos sin ningún pudor. La idea de la película se podría haber realizado obviando esas tomas cenitales sobre el cuerpo de las niñas. Si la idea de la película era la de realizar una crítica, no había ninguna necesidad de mostrar imágenes tan explícitas.
3 de enero de 2021
3 de enero de 2021
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que ese no sea su propósito, sino todo lo contrario, pero esta película, lejos de lograr denunciar nuestras miserias morales y culturales, acaba por abrazarlas ¿involuntariamente?, resultando una amalgama de lo PEOR de la sociedad occidental actual. Su principal problema reside en su enfoque, en cómo muestra sus intenciones, y que se haya UTILIZADO a unas niñas para pergeñarla me molesta (por ellas), me parece desagradable y, prácticamente, alimenta las bajas pasiones de determinados perturbados mentales...
Es posible que "Mignonnes" se merezca más o menos nota (depende de la percepción de cada uno), porque, a pesar de ciertas inconsistencias de guión, no está del todo mal ejecutada y las niñas cumplen con su más que cuestionable papel. Sin embargo, insisto, FRACASA estrepitosamente al plasmar sus intenciones —muchos planos y escenas resultan incómodos e incluso inquietantes— y al final, pese a que su desenlace pretende mostrar lo contrario, el mensaje que prevalece es PREOCUPANTE.
Es posible que "Mignonnes" se merezca más o menos nota (depende de la percepción de cada uno), porque, a pesar de ciertas inconsistencias de guión, no está del todo mal ejecutada y las niñas cumplen con su más que cuestionable papel. Sin embargo, insisto, FRACASA estrepitosamente al plasmar sus intenciones —muchos planos y escenas resultan incómodos e incluso inquietantes— y al final, pese a que su desenlace pretende mostrar lo contrario, el mensaje que prevalece es PREOCUPANTE.
16 de febrero de 2022
16 de febrero de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen películas consideradas controversiales por distintos motivos y en el futuro las seguirá habiendo, por muchos otros más, pero algunos tendrán como denominador común el término "explicito". Y al referirme a este último, uno entiende que dicha obra o "expresa algo con claridad", o " se expresa sin ningún tipo de control o moderación". Y por desgracia con este fallido film se opta por lo segundo, pero la directora Maïmouna Doucouré lo hace o con una "inocencia" de principiante o con una irritante y "mojigata" pedantería. Y lo hace con lo segundo aquí también.
Es una pena que una buena idea sobre el descubrimiento de una niña hacia su propia sexualidad, una crítica a la creencias religiosas ya caducas, los peligros de la alta exposición de los infantes a las redes sociales y un himno feminista sobre el derecho a ser libre (que me imagino de eso se trataba todo esto) se hayan visto opacados y prácticamante sepultados por la horrorosa forma en que es abordado cada uno de estos temas.
Porque si de algo estoy seguro es que no era necesario exponer a estas pobres niñas actrices a semejantes papeles tan desagradables, cuyas personalidades superan lo grotesco e insoportable, encima utilizan un vestuario "digno" de película porno y perdón que lo diga de esta manera pero es que esta mamarrachada de película tiene unos momentos bastante cuestionables porque son filmados con un irrespeto casi vomitivo hacia las propias protagonistas.
El guión no redime a ninguna de ellas y no explica ninguna consecuencia de lo que les sucede y esto podría aplicar como un tipo de cine que no juzga a quienes participan aquí, pero eso no tiene sentido cuando las has hecho pasar por situaciones que merecen como mínimo un digno cierre a sus respectivos arcos argumentales y con ello se pierde la credibilidad de lo que estas contando.
Y para "rematar" los "genios" publicitarios de NETFLIX hicieron uno de los posters más bochornosos y deleznables para publicitarlo. Y con ello "la guinda" a un pastel podrido y ''fétido" de principio a fin. A no ser que esté equivocado, que yo sea muy anticuado y por allá en Francia sean tan "civilizados" y "modernos" que se vea con total "normalidad" permitir a las niñas vestirse como prostitutas, verlas hacer "twerking" frente a guardias de seguridad y las dejen ver en su celular escenas de lluvia dorada en los baños escolares.
Yo se que detrás de toda esta inmundicia que he descrito había buenas intenciones, para como dice el dicho, el infierno esta lleno de estas, y para muestra este botón que recomiendo no veas nunca.
Es una pena que una buena idea sobre el descubrimiento de una niña hacia su propia sexualidad, una crítica a la creencias religiosas ya caducas, los peligros de la alta exposición de los infantes a las redes sociales y un himno feminista sobre el derecho a ser libre (que me imagino de eso se trataba todo esto) se hayan visto opacados y prácticamante sepultados por la horrorosa forma en que es abordado cada uno de estos temas.
Porque si de algo estoy seguro es que no era necesario exponer a estas pobres niñas actrices a semejantes papeles tan desagradables, cuyas personalidades superan lo grotesco e insoportable, encima utilizan un vestuario "digno" de película porno y perdón que lo diga de esta manera pero es que esta mamarrachada de película tiene unos momentos bastante cuestionables porque son filmados con un irrespeto casi vomitivo hacia las propias protagonistas.
El guión no redime a ninguna de ellas y no explica ninguna consecuencia de lo que les sucede y esto podría aplicar como un tipo de cine que no juzga a quienes participan aquí, pero eso no tiene sentido cuando las has hecho pasar por situaciones que merecen como mínimo un digno cierre a sus respectivos arcos argumentales y con ello se pierde la credibilidad de lo que estas contando.
Y para "rematar" los "genios" publicitarios de NETFLIX hicieron uno de los posters más bochornosos y deleznables para publicitarlo. Y con ello "la guinda" a un pastel podrido y ''fétido" de principio a fin. A no ser que esté equivocado, que yo sea muy anticuado y por allá en Francia sean tan "civilizados" y "modernos" que se vea con total "normalidad" permitir a las niñas vestirse como prostitutas, verlas hacer "twerking" frente a guardias de seguridad y las dejen ver en su celular escenas de lluvia dorada en los baños escolares.
Yo se que detrás de toda esta inmundicia que he descrito había buenas intenciones, para como dice el dicho, el infierno esta lleno de estas, y para muestra este botón que recomiendo no veas nunca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las escenas musicalizadas en que muestran sus coreografias las pobres niñas, mostrandose innecesariamente con tanta desfachatez, cual video de reggaeton es repugnante y son de verdad incomodas.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here